-Una breve reflexión sobre el resultadismo-
Me comentaba hace unos días un taxista, antiguo jugador de la selección uruguaya de fútbol sala, que le apenaba cómo había cambiado ese deporte. Antes trataban siempre de ofrecer espectáculo a su público, apenas se podía rozar al contrario porque enseguida te pitaban falta. El contacto estaba muy mal visto, penalizado por árbitro y aficionados, ya que se trataba de demostrar tu habilidad y técnica, de engatusar a la grada. En cambio, según este hombre, hoy día buscan el choque constante, con los compañeros de equipo si es necesario, con tal de correr hasta la portería contraria y soltar el zambombazo. Sólo importa el resultado, llevarse los puntos a la saca, con el visto bueno del entrenador y el club, incluso.
Mientras me hablaba, yo no podía dejar de extrapolar mentalmente sus palabras al ámbito literario, pensando que tenía toda la razón del mundo.