HERMANOS DE PAPEL

Hoy hace algo más de una semana que apareció en Alemania, de la mano de la editorial Rowohlt (en su línea Kindler), la traducción de mi novela El mapa del tiempo, o lo que es lo mismo, Die landkarte der zeit, respaldada por una campaña de publicidad que solo puedo calificar de espectacular. Un acontecimiento lo suficientemente importante (al menos para mí) como para dejar testimonio en este humilde blog, de paso limpiarle el polvo acumulado y aprovechar para hacer recuento de los hermanos de papel que mi novela tiene esparcidos por el mundo, cuyas cubiertas ilustran esta entrada. Vayamos a ello, pues. En la primera foto aparecen, colocadas con pretensiones de escaparatista sobre una mesita de Ikea, aparte de las dos ediciones españolas (en rústica en Algaida y en bolsillo en Alianza) y la alemana, de la que hablaré más adelante, las de Portugal (de pie a la izquierda), que fue la primera en ver la luz, allá por octubre del año pasado. Lo hizo en la editorial Planeta y su cubierta, como puede verse, juega con los mismos elementos que la española: la dama victoriana, el caballero, el telón de fondo del reloj y el horizonte londinense. Otra forma de colocar el belén. Justo al otro lado, se aprecia la edición danesa, que se publicó sobre el pasado marzo en Gyldendal, y que presenté en la Casa de Europa en Cophenage (como se cuenta en una entrada anterior de este blog). Resultó un viaje inolvidable por muchos motivos, huelga decirlo. Su deliciosa cubierta homenajea a las ilustraciones que solían tener las novelas de Julio Verne, y el libro está plagado de detalles que remiten a la época victoriana y al argumento de la novela. Y en el centro puede verse la edición de Estonia en Fookus, que muestra una fotografía de la época, y vio la luz aproximadamente en junio. En agosto apareció la edición de Taiwan en Locus, cuya bella cubierta podéis ver en la siguiente foto, -el libro se abre al revés, como corresponde-, y hace muy poco, a comienzos de septiembre, arribó a los escaparates la traducción brasileña de la mano de Intríseca, a la que está dedicada la tercera foto que acompaña este reportaje. 


Y el 17 de septiembre, apareció la edición alemana, con el sobrecogedor despliegue promocional al que me he referido antes. Su elegante cubierta podéis verla tanto en la foto de arriba como en la última. La editorial Rowohlt, cuyo maravilloso equipo -Lutz Kettmann, Ulrike Beck y especialmente Margit Knapp, que se ocupó de traducir mis palabras- pude conocer en persona la pasada primavera, ha arropado la salida de mi novela con una profesionalidad y un mimo extraordinarios, como podéis ver si echáis un vistazo a la exquisita web dedicada a ella: www.dier-landkarte-der-zeit.de  .


Mención aparte merece el trailer de la novela, que ha logrado emocionarme por su calidad y especialmente porque uno no pude evitar imaginar que es el adelanto de una posible película. No dejéis de verlo. El enlace es el siguiente: www.youtube.com/watch?v=_XwgAws1l6Y


En los días que lleva en la calle, la novela ha sido acogida con entusiasmo por la crítica y los libreros, que le han otorgado un lugar privilegiado en sus librerías, como  podéis ver en la última foto, por lo que no pudo más que mostrar hacia ellos un infinito agradecimiento. Y hace escasos días recibí otra buena noticia: Rowohlt también publicará mi primera novela, La hormiga que quiso ser astronauta, y mis libros de cuentos, Los arácnidos, Las interioridades y El menor espectáculo del mundo. Espero que mi novela cumpla todas sus expectativas, porque las mías, desde luego, ya la ha cumplido con creces.


A la espera de la salida en Estados Unidos, Francia, Japón, Noruega, Rusia, Reino Unido, Australia, Italia y el resto de países, que sucederá durante lo que queda de año y comienzos del siguiente, yo solo puedo mostrar mi ilusión, mi agradecimiento por el buen hacer de todas las editoriales y especialmente una especie de pudoroso asombro al comprobar cómo un esfuerzo realizado en la soledad de tu estudio puede ser juzgado ahora por medio mundo. Nunca pensé que la historia que yo luchaba por hilvanar en ese periodo de cautividad al que nos obliga la creación pudiera tener tal alcance. Ni siquiera me atrevía a soñar con ello, naturalmente. Me bastaba con llevarla a buen puerto con la brújula de mi intuición. Pero los milagros suceden, y esta vez no le ha pasado a otro. Por mi parte, solo puedo disfrutar de ello con las personas que me quieren, continuar escribiendo lo mejor posible, y sobre todo dar gracias al responsable de dotar a mis dedos de la habilidad de combinar las letras del teclado de forma tan emocionante como para que, a veces, suceda lo imposible. 


 


 


 


 


 


leer más

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on September 27, 2010 02:18
No comments have been added yet.