Y entonces la oyó. Inconfundible como un trueno en el fondo de los oídos. La voz de Dios nuestro Señor, que le decía, «Huye de mí, maldita». [...] «Entra en el fuego del infierno, que lo han preparado el demonio y sus ministros. Adéntrate en las tinieblas con la serpiente que no descansa». Y, mientras subían montañas de estiércol y de fuego y bajaban valles de brasas donde el
Published on August 29, 2025 03:36