Al capitán le dio por pintar extraños bisontes en las paredes de la cueva donde nos refugiábamos. Mezclaba piedras marcianas convenientemente machacadas con aceite de robots estropeados. Conseguía un brillo y una textura semejante a las de las pinturas rupestres. De vez en cuando también dibujaba el perfil de un cohete o una trayectoria de la Tierra a Marte.
– ¿Por qué lo hace? -me atreví a preguntarle un día.
– Para recordaros que cincuenta mil años de historia humana nos contemplan.
– ¡Pues...
Published on April 27, 2015 06:21