El corredor era más fuerte que el infinito dolor del kilómetro treinta y cinco, pero pensó que unas pocas gotas de agua mojándole los labios quizá no le irían mal. Inmediatamente, un ángel se materializó sobre su cabeza, se sentó sobre sus hombros y preguntó:
– ¿Qué te hace pensar, humano, que tu ángel de la guarda se apiadará de ti?
Fotograma de La soledad del corredor de fondo, basada en el relato del mismo título de Alan Sillitoe. Fuente:
https://ishootthepictures.files.wordpress.com/2010/...
Published on July 03, 2015 00:07