Himno del ángel parado en una pata

by Hernán Rivera Letelier

Spanish

205 pages, Paperback

First published January 1, 2010

About the author

Until the age of 11 he lived in the Algorta saltpeter mining town (north of Chile), after that his family moves to Antofagasta city, where he works in numerous jobs. For three years he travel by Chile, Bolivia, Perú, Ecuador and Argentina , and later started living at Pedro de Valdivia (another saltpeter mining town), where he finish high school and graduates as secondary teacher in INACAP.
He has received the Premio Consejo Nacional de Libro (Chilean National Book Award) twice, in 1994 and 1996.

Winner of the Premio Alfaguara de Novela 2010, for his novel, El Arte de la Resurrección.

Reviews

[Manecita · Rating 3 out of 5]

Bueno, otra interesante historia del pueblo desértico del norte desde la visión de un niño Hildebrando del carmen , personaje pintoresco, cautiva con sus recuerdos y adicción al cine , llama la atención su forma de evadir la soledad a tan temprana edad. Vale la pena su lectura

[Pedro Monardes · Rating 4 out of 5]

Publicada en 1996, dos años después que La reina Isabel cantaba rancheras —a quien se la nombra en uno de los personajes no intervinientes—, esta, la segunda novela de Hernán Rivera Letelier, me resulta difícil de describir en una reseña sin involucrar mis propias experiencias. Me falta perspectiva ya que el argumento me resulta demasiado cercano. No tan solo habla desde la ciudad que me vio nacer, sino desde mi propio espacio físico y temporal; el argumento toma lugar en mi barrio, mi entorno y ficcionaliza hechos ocurridos en la misma época en que yo crecí, por lo que veo en él reflejados mi propio ambiente y personajes.

Es una novela autobiográfica de formación que relata la vida del adolescente Hildebrando del Carmen, nacido y criado en la Oficina Algorta y que al cierre de esta se tuvo que mudar con su familia a Antofagasta.

Hijo de padres pentecostales, su adolescencia estuvo marcada por el simbolismo religioso de su hogar y los descubrimientos de la vida profana: el amor, la supervivencia, el sexo, el pecado, la violencia, la mitología urbana en la ciudad de Antofagasta.

El lenguaje es tan reconocible para el antofagastino que ante la frase: "de alguna manera se las ingeniaba para entrar dos o tres veces por semana a alguno de los cinco cines del centro" (cap.3), inevitablemente los nombres de estos se agolpan en nuestra mente: Latorre, Nacional, Imperio, Rex y Colón, el Gran Vía no quedaba en el centro.

Su prosa alcanza ribetes de gran expresividad y belleza:

"Hidelbrando del Carmen siempre había pensado (desde la primera vez que vio uno) que si había algo más penoso que un zapatito de guagua perdido, colgando en el parabrisas de un bus de la locomoción colectiva —como ése que se balanceaba ahora mismo ante sus ojos mientras pagaba el boleto—, era el otro zapatito esperando en casa" cap.3

"la flor de la maravilla, con sus satelitales abejas zumbantes" cap.3

Como es usual en sus novelas, el autor usa un léxico local y reconocible: tomoyo, un tazón de cocho, el picá (el pick-up o tocadiscos), de otra laya, etc.

También abunda el relato en personajes y elementos de fácil recuerdo para quien vivió en la ciudad en esa época:

"el billete le pareció algo casi pornográfico, casi una estampita religiosa le pareció con sus colores episcopales" cap.13

Seguramente se refiere al billete de diez escudos de color granate-violáceo que comenzó a circular en 1962.

"la Nena, esa rauda anciana que andaba mostrando sus piernas con las faldas cortadas a más de un jeme sobre las rodillas"

Personaje antofagastino de los 60s. Una anciana que, fuera de sus cabales, solía pasar por las calles del centro vestida con una falda corta como si fuera una adolescente.

Divertidas reflexiones como cuando se refiere al bordado de su madre: "siempre la pera con dos hojitas verdes y la manzana con una; aunque él, hasta ahora por lo menos, aún no había podido ver una pera o una manzana de verdad con hojas en el palito"

La novela recorre un tiempo ya ido con gran fidelidad, con descripciones reconocibles de lugares, personajes, sensaciones, ambientes. El argumento resulta interesante, cercano, a ratos, divertido. Los personajes bien construídos y creíbles. El único problema que yo le veo a esta novela es que está escrita para ser reconocida por un colectivo de personas en particular y no me parece, no lo puedo aseverar con certeza, pero no me parece que pueda llegar sino a borbotones a un lector que no conozca bien de dónde se habla, de quienes se habla, de lo que se habla, etc. Es decir, tengo la sensación de que difícilmente podría ser una novela de llegada universal.

Errores:
"sentadas mutuamente en los primeros asientos" cap.3

Uso indebido del adverbio: las acciones mutuas son recíprocas, el estar sentados no establece reciprocidad.

"Por lo tanto, al llegar a la esquina de Condell, dobló presurosamente hacia la izquierda, para bajar hacia la emisora por Sucre"

Lo cierto es que la escena comienza en Prat con Matta y el protagonista baja por Prat hasta alcanzar la calle Condell, por lo tanto, la única manera de llegar a la calle Sucre es doblar a la derecha, no a la izquierda, de este último modo llegaría a la calle Baquedano.

[Abstra · Rating 3 out of 5]

Me alegra saber que, siendo nortino y chileno, este libro no fue solo un deber, sino también un verdadero placer. La calidad interpretativa y descriptiva del autor es, sin duda, lo que embalsama la lectura. Tal vez sea un cliché —pero no por eso menos cierto— que resulta casi imposible, para la imaginación, no merodear la pampa nortina con suprema admiración, no volverse un remolino de arena de aquellas sequedades, y no perderse en las sensaciones del desierto.
Un libro excelentemente escrito, de vasta riqueza descriptiva e identitaria, y muy entretenido, para comprender un fragmento medular de la sociedad norteña de Chile.

[Karen Ayala · Rating 3 out of 5]

it's good

[Vicente Martínez · Rating 4 out of 5]

Hace poco había leído "La contadora de películas" y quizás porque tenía muchas más expectativas me terminó decepcionado principalmente porque lo sentí pesimista y trágico (de una manera poco orgánica, como cuando el autor hace sufrir a los personajes porque si).

Aunque se podría decir que la pampa es el personaje principal de estos cuentos, el enfoque es distinto, y si bien el personaje también es un niño criado en un ambiente vulnerable y desolado, mediante su mirada de inocencia y fascinación se retrata su vida, sus recuerdos y aventuras con mucha dulzura y humor. Cómo si la infancia, con su inagotable imaginación dotara de un escudo para afrontar condiciones de vidas que en ningún momento intentan ser embellecidas.

Que fome hacer una comparación gringa en un libro tan chileno pero me recordó a "The Florida Project". Con estos personajes chiquitos viviendo de manera despreocupada en un espacio hostil. Y pese a que es un agrado ver y leerlos es inevitable que el final sea estrellarse contra la realidad, hay un límite en cuanto al ingenio y la imaginación si hablamos de una realidad así de cruda.

**Es un agrado leer a Hernán Rivera Letelier, no sé si sea de los mejores autores chilenos pero en mi opinión, es de los escritores que han podido representar situaciones y diálogos auténticos y que al menos a mi me dieron harta ternura. Casi como recordando que familiares (sobre todo los más viejitos) tienen esos mismos modismos y frases.

[Mis Lecturas · Rating 4 out of 5]

Esta novela publicada en 1996 es bastante autobiográfica, ya que cuenta la historia de un niño, Hidelbrando del Carmen, criado en la salitrera de Algorta, en el norte de Chile, de la que se va junto a su padre cuando esta cierra. Antes de partir de la salitrera, la madre del personaje principal fallece después de recibir la picadura de una araña de rincón. Una vez llegados a la ciudad de Antofagasta, donde transcurre la historia, el chico, que se gana la vida vendiendo periódicos, se transforma en un cinéfilo apasionado, que ve a su viejo padre cuando este baja de las minas cada quince días a la ciudad.
En menor o mayor grado, todo lo anterior, y algunas otras cosas de la historia, fue tomado de la vida del mismo autor: padres evangélicos, la muerte de su madre y su temprana patiperrura (desde los once años), su amor por el cine, su trabajo como suplementero. Dónde empieza la ficción y termina la vida real en este relato, que muestra una Antofagasta en los tiempos en que la película Ben Hur era el estreno del momento, la verdad no importa mucho.
Lo que atrapa de la historia es la vida interior de este niño que despierta a los enamoramientos (en especial gracias a la estrella mexicana del celuloide Rosita Quintana) en sus paseos de días y días por una ciudad que recorre solo, sin supervisión alguna y en esos años, sin los peligros que encontraría actualmente un chico de esa edad en los cines y los lugares por los que circula. Rivera Letelier ha escrito la vida salitrera y minera del norte grande de Chile de su época como pocos, y esta historia, sin final de impacto y que de historia como tal tiene poco, porque es más bien el pasar y la vida interior de Hidelbrando del Carmen mientras descubre qué quiere de la vida a sus cortos años, nos permite recorrer con él un tiempo ya olvidado con la simpleza magistral de la escritura de este autor.

[Ulises Ormeño · Rating 4 out of 5]

Admito que tuve altas expectativas del libro que me impidieron disfrutar de la lectura como me hubiera gustado, pero la narración de Hernán Rivera Letelier es muy fluida, sencilla y te hace sumergir en la vida cotidiana en la pampa salitrera, que esta ocasión sigue las andanzas de un niño inspirado en si mismo a esa edad mientras crece hacia la adolescencia y tiene sus primeros amores, desde el platónico, con niñas de su edad y otras aventuras.
Recuerdo que este libro fue tema de controversia para un curso de mi hermana menor. Asistí a la reunión de apoderados de su curso y algunos de los padres protestaron que esta historia este incluida en el plan de lectura, recuerdo que el profe les respondió si acaso les molestaba que el autor fuera pampino con orígenes humildes, a lo que estos replicaron que lo decían por las escenas "morbosas". Ya que lo leí, puedo decir que me pongo del lado del profe y es una lástima que si realmente les preocupara que un libro de un escritor chileno fuera un instrumento de "perversión", entonces doy por sentado que no tenían la confianza para charlar con sus hijos sobre ese tema o ninguno otro incomodo, proyectando su frustración en un libro.

[Pablo · Rating 1 out of 5]

Otra caída fea de Rivera Letelier. Después de leer “La muerte se desnuda en La Habana”, pensé que el problema era el género policial, que no le resulta. Este libro es más de su estilo tradicional, pero es una historia que no tiene ningún sentido. No hay un hilo conductor, no hay finalización, está salpicada de situaciones que no se resuelven. La historia no llega a nada, parte con una escena en la salitrera que es totalmente inconexa del resto de la historia, que transcurre en la ciudad. El autor no resuelve nada de lo que empieza, no sabemos qué pasa con sus amoríos, con el problema que tiene con otro chico con quien pelea, no sabemos cómo se resuelve la historia del zapato. Historias sueltas e inconexas.
Es una desilusión, porque Rivera Letelier tiene libros excelentes, absolutamente recomendables de leer. Este libro, en cambio, parece escrito a la rápida para cumplir el contrato con la editorial. Y lo último: el título del libro, otro ejemplo más del sinsentido total de esta obra. No la recomiendo para nada.

[Marianis Lagos · Rating 4 out of 5]

Siento que lo que más resonó conmigo, fue la soledad constante de Hidelbrando y su manera de atrevesarla, ya fuese evadiendola, simplemente viviendola o abrazandola. Esta es la tercera novela del año donde me topo la temática de la soledad, pero con este personaje en particular es con quién más identificada me sentí. En primer lugar porque le gustaba ir tanto al cine como yo. En segundo lugar, era obsesivo como yo. Y en tercer lugar, su mundo interior, su nivel de abstracción y la constante ensoñación excesiva con sus recuerdos del pasado, también eran muy yo.

En conclusión, y una muy egocéntrica, constantemente dije: es tan yoooo.

Gracias Hernán por regalarme un personaje con el que pude sentirme menos sola.

[Cristian · Rating 3 out of 5]

La pampa, el cine, la infancia, el desierto, la vida de los más pobres, todo eso está presente en otras novelas de Rivera Letelier; en esta incorpora, además, el elemento religioso, la figura del padre y la aventura de crecer. Es una novela de iniciación, fiel a su estilo. Me pareció buena, pero no me resultó una historia tan entrañable como otras que le he leído.

[Mauricio Bórquez · Rating 3 out of 5]

Entretenida novela que relata las aventuras y desventuras de Hidelbrando de Carmen, un niño que a temprana edad debe lidiar con la dura vida de aquellos años de las salitreras en Chile, donde iremos conociendo sus a veces divertidas y a muchas veces tristes experiencias en su paso por la niñez y adolescencia.

[Nicolás Aguilera · Rating 3 out of 5]

No supera a El Fantasista, pero no deja de ser un relato entrañable de la infancia en el norte de Chile en los años 60.

La lectura se detiene al estar tan adjetivaba la escritura, pero como Hernán dice que hay que adornar un desierto tan aspero. El unico escritor que puede relatar el norte de Chile

[David González · Rating 2 out of 5]

Bueno, creo que necesito un mejor contexto del país de Chile en general y del autor quizá para entender mejor este libro. La escritura está buena pero se me hizo super pesado y aburrido porque hay muchas cosas que no entiendo... Quizá lo lea en otro momento

[Karen · Rating 4 out of 5]

Nuevamente Hernán Rivera Lettelier nos transporta a la zona salitrera de Chile. Esta vez desde la mirada y aventuras (o desventuras) de un niño que se convierte en adolescente a temprana edad.

[Sabrina · Rating 4 out of 5]

Me rei mucho con esta historia... Recomendable!

[A. Piña · Rating 3 out of 5]

Necesito un libro entero solo de las gallinas como ángeles.

[Javi ✨ · Rating 4 out of 5]

Si conociste al autor con sus últimos libros quizás sentirás que es más de lo mismo, me costó enganchar porque leí los más nuevos antes y siento que repite varias cosas.

[Diego Esteban · Rating 5 out of 5]

Antes sobre Hernan Rivera Letelier recuerdo haber leído "Santa Maria de las Flores Negras" para el plan escolar, luego vino su galardón como Premio Nacional de Literatura de Chile por su capacidad narrativas sobre el periodo Salitrero dentro del Norte Grande.

Esta novela pone de manifiesto aquello, sus memorias personales a temprana edad ya no dentro de una oficina salitrera, sino más bien en la ciudad y sus tugurios donde se observan las contradicciones de la temprana edad en el eje valorico.

Al autor tuve el agrado de conocerlo hace poco y este libro lo compre luego de su conferencia, quizas por esa experiencia el libro tuvo un gran significado para mi.

[Marcelo Puelles · Rating 4 out of 5]

Es el año 1963, un niño duerme en su austera habitación, en una casa de esmirriados palos y endebles muros vestidos con papel de diario, mientras sueña en su silente madrugada con su antigua patria, la oficina salitrera Algorta, de donde fue desterrado junto con todo el pueblo.

Desde el comienzo Letelier propone un relato intimista, prueba de ello es que acompañamos a Hidelbrando del Carmen, nuestro joven protagonista, incluso antes de que este despierte. Lo primero que conocemos de él son sus sueños, y durante el resto del día sábado (que es la extensión del relato) seremos testigos de su vida, seremos su única compañía. Presenciaremos su desamparo.

Para viajar de la ciudad costera a la pampa necesitas ir en contra del sol, contrario al avance del tiempo. Hidelbrando piensa, con la constancia del fervor religioso, en la pampa, se encuentra encerrado en un perpetuo viaje al pasado. La melancolía es la brisa que fluye en su interior. Aletargados recuerdos invaden la mente de Hidelbrando, quien se deja arrastrar por cada retazo de ilusión que llega a su memoria. Recuerdos que sustentan su corta y abandonada vida. Memorias que encadenan su vida a la pampa.

La estructura de esta novela corta es un persistente ir y venir, en todas sus posibles formas: de la ciudad al pueblo, del mar a la pampa, del presente al pasado. Estos “flashback”, incorporados de forma natural, van abasteciendo el viaje central que es la jornada sabatina, mientras proporcionan un mayor conocimiento sobre Hidelbrando, estímulos con los cuales nos adentramos en su soledad.
Podríamos decir que la estructura del relato recrea el clásico remolino de tierra pampino, que en su inestabilidad te envuelve y solo puedes cerrar los ojos y sentirlo pasar por las piedritas golpeando tu piel.

La prosa de Hernán Rivera Letelier es bastante recargada. A ratos parece innecesaria tanta floritura. Pero lo empalagoso se adhiere bien a sus auténticas descripciones, y muchas veces este estilo medio barroco imprime la palabra precisa para el encanto de cada momento. Ya sea para una ocasión triste, hilarante, sucia o tierna, en un santiamén las palabras justas y esenciales surgen, como una suerte de invención, para recrear el mundo con detalles exuberantes lleno de vitalidad.

Estrafalarios símbolos bordean las distintas anécdotas. Como si entre la vivencia y la posterior remembranza algo importante se perdiera, o se quedara atascado en los márgenes del recuerdo, esas partes inconclusas que quedan como neblinosos misterios.

Es bella la imagen de un niño buscando y encontrando ángeles en las trivialidades que los mayores pasan por alto. Los ángeles habitan entre los gentiles, son la fantasía dentro de lo cotidiano.

Hidelbrando recorre las calles de Antofagasta desentrañando sus saturnales secretos, fascinándose, con su oblicua mirada, de la libertad, los sueños y los placeres que ofrece la ciudad, imaginando que habita el cuadro proyectado sobre el telón del cine, en la función de una desamparada película dirigida y protagonizada por él, que se exhibe en una sala vacía, de la cual somos su único y lejano espectador.

[Nataly Tiare · Rating 3 out of 5]

(06/08/13)
Hildebrando del Carmen es un adolescente residente en Antofagasta, que no olvida sus años de infancia en la oficina Algorta. Es un libro cargado de nostalgia, no sólo por la vida en las salitreras, sino por toda una época que nunca volverá.

[Ricardo Moreno Mauro · Rating 4 out of 5]

Otra extraordinaria novela de Hernan Rivera.Esta novela narra una seria de situaciones a traves de los ojos de un niños que ha vivido en la oficina salitrera de Algosta y luego en Antofagasta, En reaildad es un poco autbiográfica.


Muy buena, recomendable

[Celine · Rating 5 out of 5]

como leo el libroo lo necesito urgente plis

[Valentina Contreras]

Good

[Mula12]

ajjaajjajjaja buneoeeoeoeoe jejejejejee

[Abel · Rating 4 out of 5]

Me mantuvo interesado siempre y me emocionó en su desenlace. Una gran novela, más "bruta" que las otras, pero por lo mismo más cercana

[Raul]

Interesante libro, mezcla los temas religiosos con una pincelada de Antofagasta.