El rastro de la luna sobre el mar , o también, el rastro del amor sobre lo que toca, que es a la vez inabarcable y rotundo, inasible y huidizo, pero penetrante e insoslayable. Así es este poemario, que nos devuelve en cada verso la potencia de la voz, la firmeza de lo que desborda, la caricia del recuerdo que se hace letra.
Poemas repletos de emociones fuertes, de gritos contenidos, de abrazos no dados, de rechazos imprevistos y de amores que no se pueden narrar.
She majored in Spanish at the University of Cuyo in Mendoza, where she had lived since she was five years old. She worked as a teacher in that area. Her first novel, Los Días del Venado, was published in 2000 and was the first installment in a trilogy called La Saga de los Confines. The trilogy met favourable reviews and was awarded several prizes. She has also published the novels Memorias Impuras (2007) and El Espejo Africano (2008). She died unexpectedly in Mendoza after returning from an event at the Havana Book Fair (Feria del Libro de La Habana).
No tengo palabras para esta pequeña historia. En sus pocas páginas siento que abarcó tanto de la experiencia humana como no lo consiguen novelas kilométricas. Hacia la mitad pensé que me estaba decepcionando y al final me dejó con la satisfacción de una solución de compromiso, que no se avergüenza de la tragedia pero tampoco niega la alegría. Quizás algún día lo relea y tenga que reconsiderar los parámetros de calificación, buscar la objetividad y categorizarlo como menos que perfecto. Ahora mismo me tiembla todo el cuerpo de emoción y no hay objetividad que valga.
Lo que más me gustó de este librito fue la forma de narrar de la autora el contexto histórico en el que está ambientado. En plena época de Revolución de Mayo, el romance que pueden vivir los protagonistas se traduce en un deseo furioso de libertad.
Cada personaje cumplió muy bien su rol, aunque siempre me quedará un recuerdo especial de don Eugenio.
Son unas 3,5 merecidas estrellas y, si bien me hubiese gustado que fuera más largo, Liliana se lució en estas páginas con el buen uso de la historia de los primeros pasos de nuestro país como una nación libre, a la que supo agregarle los condimentos necesarios para llegar a buen puerto.
Creo que este libro es el mejor para empezar a leer a Liliana. Es una representación fiel de su estilo de escritura. Me encantó la historia de Amanda y Tobías amalgamada con la narración de esta época. Pero, sobre todo, AMÉ que todos los personajes tenían un trasfondo y una dimensión que los hacía reales. Algo que Liliana, con sus manitos hermosas ahora de recuerdos (llora* :[), podía hacer casi sin esfuerzo.
"En el año 1808, el amor debía atenerse a ciertas normas y razones. Si eres así, así debes casarte… Si te apellidas de este modo, únete a un apellido semejante… Si pones cubiertos en tu mesa, busca a quien ponga candelabros. Si él es un mulato, no camines a su lado ni comas con él limas dulces. Si ella pertenece a la familia del amo, no le quites el jugo que le moja los labios. Pero en el año 1808, como antes, como siempre, el amor solía comportarse igual que una jauría avanzando sobre la mesa de un banquete. Lobos bebiendo el agua de miel, alimentándose con gajos de frutas, descubriendo la sal y el almíbar. Consagrados a una asombrosa felicidad sin pensar en el castigo."
Cuando terminé de leer El rastro de la canela (2010) me quedé pensando en Amanda, la niña que miraba el cielo y buscaba respuestas en las nubes. Para mí, este personaje representa exactamente el subtítulo del libro: Amor y libertad en 1810.
Ambientada en el Virreinato del Río de la Plata, precisamente a principios del siglo XIX, El rastro de la canela es una novela corta que retrata, entre fuegos y tambores, el anhelo de libertad en los corazones patriotas, ese anhelo de lucha que comenzó a gestarse una día lluvioso frente al Cabildo de Buenos Aires.
La historia narra el clima de la Revolución de Mayo a través de distintos personajes importantes. Cada uno tiene un papel fundamental en el desarrollo de la novela, ya sea por sus acciones, sus ideas políticas o por sus formas de ver la vida. Fausto, por ejemplo, es el hijo enfermo de Eladio Torrealba, una persona con poder político y económico dentro del Virreinato.
Fausto representa el odio hacia los esclavos y el temor a la revolución. Su enfermedad lo ha vuelto una persona rencorosa, un cobarde que conspira en las sombras para mantener el orden en la ciudad. Por otra parte, el mulato Tobías Tatamuez encarna la valentía y el sentimiento de lucha en una época de esclavos y persecuciones que terminan en fusilamientos. Su personalidad es la de un guerrero nato, la de un luchador incansable. En pocas palabras, Fausto es el Virreinato y Tobías la Revolución.
“A Fausto, la política se le mezcla con los sentimientos. Para él, un gobierno criollo es idéntico a la lujuria de una esclava revolcándose con su amo; y el partido patriota es un mulato ilegítimo. Mientras que el orden virreinal, en cambio, es su madre bordando, por siempre, en la quietud del atardecer. Las viejas heridas de Fausto hablan por él.”
Al comienzo de la reseña hablé de Amanda, un personaje rebelde que hace frente al maltrato y al machismo de la época. Su único refugio es la compañía de la esclava María, una mujer mística, bondadosa y con un corazón enorme. Tanto Amanda como María brindan frescura y esperanza en la narración, con diálogos interesantes y cosmovisiones particulares.
"María aprendió sobre Oxum de boca de una mamá vieja, que le enseñó cómo y cuándo solicitar a sus dioses. Las advertencias de aquellos labios gruesos quedaron selladas en su memoria. —¡Asísteme, dulce Oxum! Mi Amanda está amarrada, y su camino se ha llenado de piedras. María se toca el pecho y la frente con ambas manos. Luego continúa: —Tú bien sabes que un corazón herido se pone agrio como la leche cortada. Temo que el odio que vive adentro de Fausto se haga como cien serpientes en el vientre de mi niña, y la seque, la consuma y la deje sola en este mundo."
“Dicen los negros viejos que el dueño del monte guardaba todos los secretos de las plantas en un coco. Pero, un día, se le escaparon y cada uno de los dioses tomó el suyo. Oxum guardó para sí el secreto de la canela. Con él, tiene el poder de unir o separar a los que se aman.”
Liliana Bodoc introduce a la narrativa histórica la cosmovisión de María para infundir cierto aire de misterio en la novela. Es aquí donde la autora no sólo logra cautivar al lector, también lo transporta por visiones y caminos desconocidos, como si se tratara de un mundo nuevo por descubrir. De esta manera, Bodoc logra esculpir frases que irradian una especie de magia y de sabiduría ancestral.
“La pasión no se ordena en minutos ni en siglos. Establece un tiempo propio para el que son inútiles las calificaciones convencionales, porque no se trata de un tiempo largo o breve sino de un tiempo acariciado o insistente; no se trata de un tiempo bien o mal aprovechado sino de un tiempo murmurado o lacerante.”
"—Vuelvo a mi tierra, niña. Y a mis amores. Es allí donde quiero acabar de hacerme viejo. ¡Y lo haré satisfecho por esta última proeza! —Su tierra lo estará esperando —dice Amanda para no llorar. —Las tierras no esperan a nadie. Somos nosotros los que esperamos llegar. Amanda, María y Tobías lo ven partir, erguido y digno marinero de alta mar. De aquellos que aprendieron, navegando, que la vida no tiene orillas."
Al fin y al cabo, El rastro de la canela es una historia de aventura en tiempos donde las tormentas empezaban en el corazón, y se manifestaban como una revolución.
Terminé de leer este libro en una tarde lluviosa de verano. Miré la calzada mojada, la gente que caminaba con paraguas y se protegía de la lluvia. Imaginé el Cabildo en 1810. Me sentí parte de Los Chisperos, parte de ese fuego que sueña y canta canciones de amor y libertad.
PD: Al igual que Amanda, yo también busco respuestas en las nubes.
¿Cómo puede un libro tan corto contar tanto? Es una increíble historia sobre los dos últimos años anteriores a la Revolución de Mayo, en Buenos Aires. Se siente a kilómetros la voz de Liliana Bodoc, en esta narración que sin ser fantástica, tiene toda la magia del amor, de la revolución, de la libertad, de los ancestros, de la memoria. La importancia de luchar por un ideal justo y no perder nunca el valor. Cómo decidimos en qué vereda de la historia queremos caminar, y cuándo nuestra cuna es sólo una excusa para quedar estancos. Porque sólo hace falta un poco de amor para desear lo mejor para todos, el bien común, sin importar el color de la piel, el apellido, la patria de origen...
Una novela corta ambientada en la época virreinal de Buenos Aires. La verdad es que me ha gustado bastante más de lo que creía, las referencias históricas están bien acertadas y el romance es cuanto menos bonito de leer. Me esperaba un final mucho más trágico, no sé por qué, quizá por la premisa con Fausto... pero al final no ha sido para tanto. Una lectura recomendada.
Para ser casi 100 pags con todo lo que pasa me encanto. Simplemente la ambientación, la época y ese amor prohibido que como dice ese poema, cancion no se que mierda era, que si están destinados en inutil intentar separarlos, porque de alguna manera van a terminar juntos. Me identifico con Maria la macumbera. Tobias y Eugenio en mi corazón 4ever.
Para ser un libro corto, dice muchísimo! Amor y conflicto en la previa a la Revolución de Mayo. Me hubiera gustado leer más de la relación entre Amanda y Tobías y mucho más detalle sobre el conflicto socio-político de la época. Me gustó pero me quede con ganas de más.
Una lectura sumamente ágil gracias al estilo sencillo y fluido que caracteriza a la autora. Me gustó mucho la trama, que resultó bastante más original de lo que esperaba en un principio. Hay personajes de todo tipo, algunos sumamente entrañables, como Eugenio y María. Muy interesante el protagonismo que se le da a las divinidades africanas.
q mala idea es terminar libros en la noche pq estoy cansada para hacer una buena reseña y una de las cosas que más me gusta de leer y de hablar de libros es poder dar mi opinión sobre ellos. Bueno mañana voy a ver si puedo hacer una reseña acá y si no puedo la haré para mí misma, quiza en algún momento me sirva ;)
Tengo demasiadas cosas por decir de este libro que se me hace difícil tratar de resumirlo todo en una reseña. Pero antes, debería dejar bien en claro que este es un verdadero libro de literatura juvenil, y uno que debería tener mayor reconocimiento por todo el ámbito que lo rodea. En sus pocas páginas, engloba tantos temas que dan cabida para analizar desde diferentes perspectivas y poder cultivar en los jóvenes el amor por la lectura y sus raíces latinoamericanas.
El rastro de la canela no solo nos cuenta una historia de amor prohibido entre la jóven Amanda Encinas y Tobias Tatamuez. Aunque en gran parte se centra en esto, también sucede en un contexto histórico, en Argentina, específicamente en las Colonias de Río de Plata; este se da antes y durante el proceso de la Revolución de Mayo, la cuál dió inicio a la Guerra por la independencia de Argentina.
La escritora nos sumerge en una historia de amor, así como de sucesos trascendentes en la historia de este país y los combina a la perfección. Opino que logra un buen equilibrio entre estos dos y eso es lo que hace que disfrutes más el libro.
Con respecto a la trama, la autora sabe muy bien escenificar cada momento importante para darle paso a una historia solida y bien construida. Nos muestra un romance lleno de anhelo y dulzura, así como de libertad, y como dice, un amor con olor a canela, embriagante y refrescante a la vez.
Destaco mucho un punto esencial, y es que se nota el esfuerzo y la dedicación de la autora por crear un buen contexto histórico para desarrollar la trama de la historia de una manera en que tenga sentido y coherencia en su haber. No lo hace de una manera tan compleja, pero la sencillez de la ejecución y el que lo haga muy bien, le da una razón de ser a la historia, convirtiéndola en algo original. Otro punto destacar es la narración, está me hizo capaz de transportarme a esa Argentina durante el siglo XIX en medio de esa disputa entre los españoles y los esclavos, mulatos, zambos y demás, por su libertad. Todo se percibió de una manera tan real y vivaz, retratado sin vaguedades ni nada, contando lo necesario y justo.
Ahora bien, con respecto a los personajes, me pareció grandioso el contraste que crea Bodoc en cada uno de ellos; estos tienen su propia historia, aunque no sea desarrollada en gran manera, ayuda a fortalecer el objetivo de la trama de mostrar las diferentes realidad tanto de las mujeres como de las personas esclavas y mestizas. A través de esto, te logra demostrar de una manera distinta las creencias y pensamientos de cada persona. Y así mismo, me parece relevante recalcar cómo Liliana Bodoc plasma las diferentes culturas en un solo libro de diversas formas.
Personajes cómo Amanda, me parecieron, por lo menos desde mi punto de vista, bien desarrollados, así como el de Tobías y el conflicto de este con respecto a la revolución y sus ganas de obtener la libertad. Por otro lado, tenemos a al personaje de Clara, la hermana de Amanda, en ella pude ver a una mujer ciertamente atormentada y renegada de la realidad en la que vivía, encerrada en la labor de su casa y tratando de cuidar a su hijo por sobre todo, a pesar de que esté fuera el demonio mismo.
Aunque, en lo referente a Fausto, su dichoso hijo, observamos que, por más que se le pueda calificar como malo, tiene cierta complejidad y unas razones retorcidas, aunque claras, si nos basamos en los principios por los que seguían. Es lo opuesto a Tobias, quién al ser un mulato y vivir en una sociedad en la que era tratado menos, buscaba una forma de librarse de esas cadenas invisibles. Creo que la autora buscaba mostrar la duadilidad de ambos mundos, así como las personas que estaban en el medio de estos.
Un personaje que me llamó mucho la atención, en el poco tiempo que estuvo, fue Fátima. Vimos la perspectiva de una madre que tuvo que hacer todo lo posible, incluso traicionar a los suyos para poder liberar a su hijo. No obstante, al final vemos que esos objetivos se ven un poco truncados. Me encantó como refleja la frustración e impotencia, aunque dirigida a la persona incorrecta por cierto suceso en la última parte de la historia.
En general, es un libro que recomiendo mucho si quieren empezar con esta autora que tiene historias originales y atrapantes para cualquier lector, en especial los jóvenes.
Me gustó mucho este libro!!! No tenía muy buenas expectativas sobre este pero la verdad que me confundí completamente. Al leerlo me entretuve bastante pero lo único malo es que en algunas partes me costaba entenderlas y tenía que leerlo múltiples veces para entenderlo. Por esa razón le pongo tres estrellas pero si esa situación no me hubiera ocurrido podría haberle puesto cuatro o inclusive cinco estrellas!
Como empiezo con esto... definitivamente estoy enamorada, es una historia tan linda. en tan solo unas pocas páginas te hace sentir de todo, conectas con los personajes y vivís su historia. una historia de amor prohibido, de un hombre negro y una mujer de "clase".
Don Eugenio fue un hombre tan dulce, lo amo infinitamente, que sin conocer bastante a Amanda, la ayudó con su amor prohibido. Me encantaron los personajes de Amanda y Tobías, los amé.
Le pongo 3⭐, porque me hubiera gustado que fuera un poco más largo y porque me dejó con un final medio amargo sin saber que le pasa a Tobías al final, pero la manera de escribir de la autora me encantó, tantas frases preciosas.
Liliana Bodoc es una autora que me encanta, su prosa es magnífica, te transporta y te hace soñar. Sus mejores obras son las pertenecientes a la Saga de Los Confines, Los días del venado, Los días de la sombra y Los días del fuego. Ahora bien, en El rastro de la canela nos encontramos con una novela breve ambientada en épocas de revolución en nuestro querido país.
Narrada en tercera persona, con el estilo característico de Bodoc, la historia de la familia de Amanda se va abriendo despacio. Nuestra protagonista ha llegado de Brasil para vivir con su hermana en Buenos Aires, con el fin de casarse y poder así iniciar una nueva vida. Aquí se encontrará con un secreto, con una revolución y con un mulato que le corta el aliento.
Quiero empezar a contarles sobre el personaje que más me gustó, pues es el que mejor está construido: María, la nana negra de Amanda, que trae consigo la magia de los Orishás. Mujer sabia, sabrá siempre cómo aconsejar a su niña, tendrá muchas escenas donde se robará el protagonismo. Amanda es una joven salvaje, criada en otro entorno, que tendrá problemas para habituarse a las reglas de su hermana y de la ciudad. Tobías es un muchacho mulato, muy orgulloso y valiente, pero que no llega a desarrollarse mucho. Además, tendremos otros personajes, cada uno representando un carácter en particular: el mujeriego, el enfermo envidioso, la resignada, el inocente, etc.
Dividida en cinco partes y con capítulos cortos, la novela avanza en un ritmo muy rápido. Hacia la mitad, la acción comienza a precipitarse, y si bien hay un momento en donde la trama sorprende al lector, el final se vuelve a lo esperado. Entretenida, con un romance fresco, con un poco de magia y participación de personajes históricos.
El rastro de la canela no es lo mejor de Bodoc, pero se puede reconocer su sello distintivo en la narración. Resulta una lectura ligera e ideal para el Bicentenario, que por su brevedad se lee de un tirón.
Hoy me encontré releyendo esta novela en su edición más reciente, con ilustraciones de Laura Michell y unas palabras finales de Romina Bodoc tan cálidas y profundas como la propia prosa de su madre. Esta es la historia de un amor prohibido gestado en medio de la revolución de mayo. La pasión de dos jóvenes servirá de hilo conductor y excusa para hablar de la libertad y de nuestra historia. Ya la leí varias veces, y me resulta curioso como cada vez descubro cosas nuevas; cada vez quiero resaltar frases distintas... Otro ejemplo de la enorme pluma de Liliana Bodoc, llena de ternura, con protagonistas siempre sacados de los márgenes, trayendo al centro a los desplazados y olvidados.
Hasta ahí. Osea, se leyó rápido, me lo mandaron de la escuela (me obligan a leerlo y me super desmotiva) y la verdad no fue el peor libro que me mandaron este año. Me lo leí en un día y lo que me ayudaba a seguir era que iba a completar mi meta de los 30 libros del año. Es un romance muy de época, lo cual algunas cosas no me gustaban. Pero por lo menos no fue una obra teatral de 70 páginas mal desarrollada y muy aburrida como el centroforward murió al amanecer (el peor libro de la escuela). Le doy 3 estrellas porque no es algo que volvería a leer, pero tampoco fue lo mejor ni peor que leí.
Al principio molesta el énfasis por advertir al lector que está en Buenos Aires en 1808. Demasiado color local, demasiados camellos diría Borges. La prosa breve y correcta, un poco seca. Luego la trama se impone y se pone interesante. ¿Cómo se resolverá el amor del mulato y la señorita de la casa? Hay un poco de política, sobre los movimientos de 1809. Pero el libro es muy corto, se precipita el desenlace, se precipita el epílogo. Resulta finalmente más un borrador o un esquema que una novela.
No sé por dónde empezar a reseñar este libro. No he leído más nada de la autora que este libro ,lo leí cuando estuve en secundaria,tenía 15 años y saqué este libro de la biblioteca.Recuerdo que me encantó y hoy 12 años después lo vuelvo a disfrutar. La historia trata sobre Amanda que luego de morir sus padres en Río de Janeiro,vuelve a lo que ahora es Bs As para vivir con su hermana.Viaja con María (como era antes esclava ) quien es su amiga y confidente.Amanda tiene que adaptarse a la vida social de los Torrealba ; allí conocerá al mulato Tobías Tartamutez (perdón si lo escribo mal) a partir de allí comienza una historia de amor prohibido ya que ella es de "clase" y él no. El contexto histórico donde trascurre esta historia es antes de la Revolución de Mayo.Nos cuenta dos años antes.Cada personaje está muy bien construido aunque Don Eugenio,un español que viene de visita, al igual que María se roban nuestro corazón .No soy de leer libros que tengan algún contexto histórico como este pero recuerdo que me gustó mucho a mis 15 años y leerlo de nuevo a los 27 me hizo sentir muchas cosas,recordar cosas que había olvidado de esta historia.Amanda y Tobías nunca los olvidé y fue muy lindo volver a reencontrarme con ellos . El final ,la verdad que al principio de esta relectura no me gustó pero luego de pensarlo lo acepté como un final realista . Está historia además del amor prohibido,nos muestra una historia de lucha tanto de los esclavos como de los enamorados.Tambien nos muestra como era la situación de la mujer ya sea por Amanda, Clara,Maria o Fátima . La verdad que si tiene sabor a canela este libro 😉
la verdad q nose al principio típica historia de amor prohibido y sociedad colonial de argentina q me tiene las pelotas llenas con esos pensamientos retrogados y qsy PERO DESPUES esa vuleta de rosca q yo no pensaba q la autora podia llegar a hacer fuera de lo monotono like la subestime pensando q no me iba a sorprender .Pero Hermana llore . soy esto perdon . pero llore con esas cartas . llore con lo de las Nubes. me parecio super buena esa (unica) escena. en la q verdaderamente pasa algo( tipo pelea pistolas pum pum)Like no puedo pedir mucho tiene menos de 100pags y por eso se la dejo pasar . fue corto conciso , al pie . No había mucho para contar asiq no conto mucho .el Principio si me parecio un embole total pero AGUANTE LA NEGRA MARIA Y SUS MACUMBAS. Y EUGENIO DE MI CORA ENTENDISTE TODO🫡🤧🤧🫶🏻 tiene mis respetos . y cuando pense q todos podiamos ser felices PUM las cartas Y PUM el hijo y PUM ya los tuvo Q . separarar.(la verdad que este opinión parte de la mitad del libro porque antes no me acuerdo casi nada y no sé dónde surgió ese romance entre Tobias y amanda pero lo banco a muerte igual ) (me falto ams desarrollo para mi gusto pero entiendoq la novela quiere dar pie a tematicasas importantes)( QUE HAGO ESCRIBIENDO UNA RESEÑA SOBRE UN LIBRO DE LILIANA BODOC xdios)
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