California 83 es la primera novela de Pepe Colubi, un periodista todo terreno, experto en música y televisión. En ella retrata las las andanzas de su alter-ego “Pipi”, un chaval de 17 años que en el curso del 83 es trasplantado de Madrid a un instituto californiano para hacer COU. Sus descacharrantes aventuras son una mezcla de las más gamberras películas para adolescentes del cine americano y el esperpento más castizo.
Un libro muy divertido de leer. Con situaciones de estas de "tengo que leer más rápido porque me va a dar vergüenza ajena", que narra las aventuras y desventuras de un chico español que se va a estudiar un año a California. Además, si se ha ido de intercambio a otro país o se han tenido experiencias similares... es fácil no verse reflejado en alguna de las cómicas situaciones.
Pepe Colubi, ese divertido a la par que guarro y soez protagonista del mítico trío de ilustres Ignorantes, nos sorprende demostrando que sabe escribir.
Es una novela ligera, fácil de leer que muestra las desavenencias de un joven español de los ochenta que de repente se encuentra en la california de los 80, que no conoce ni sus costumbres ni idioma. Situaciones graciosas, penosas, algunas reales y otras no que provocan risas y estupor a la par.
Me lo he pasado bien leyendo el libro, recomendable como lectura ligera de verano. A ver que me depara Chorromoco 91
Me he reído muchísimo con este libro y aunque ya hayan pasado tres décadas... me siento plenamente identificada con el cambio que supone vivir una temporada en California incluso hoy en día; realmente al llegar allí, sientes que todo es como en las películas.
Recomendado por Ruth para hacerse unas risas, California 83 es la historia de Pepe, Pip o Joe, como quieras llamarlo, un adolescente español que se va a California a estudiar COU, como tantos otros se fueron y se siguen yendo. Corre el año 83 y Pepe aterriza en el país de las películas: casas bajas con césped, institutos de secundaria con unos campos de deporte dignos de una olimpiada, animadoras, púberes con carnet de conducir y ¡¡oh maravilla de las maravillas!! ¡¡televisión por cable!! con cuarenta y tantos canales y ¡¡la MTV!! Pepe, que sale de España, con su VHF y su UHF, flipa a más no poder con esa profusión, con la teletienda (que ahora nos parece de lo más normal, pero entonces, en aquella época, no existía en España), con los telepredicadores y con que haya tele a todas horas del día y de la noche. Lo único que no le mola del panorama californiano es la dificultad para comprar alcohol, por ser menor de edad.
El libro narra las vicisitudes de este muchacho, sus intentos de ligarse a una animadora, sus escarceos sexuales, su asistencia a clase con mayor o menor fortuna... a mí me ha recordado un poco a mi aterrizaje en Madrid, proveniente de Badajoz. Entonces no había aldea global ni madre que lo parió, y un modelito de Zara de la época me parecía el summum; y flipé tanto como Pepe cuando, en mi nueva casa, encontré que había televisión por satélite y también estaba la MTV... en fin, me ha hecho recordar mi adolescencia, me he reído mucho con algunas cosas. Es un libro divertido si naciste en los sesenta-setenta y has visto las series que él menciona, los vídeo clips, has oído la música que él oye... Vamos, tampoco es que sea como para el nobel de literatura ni de lejos, pero para pasar un rato riéndote y rememorando tu pubertad, vale.
Me cae bien Pepe Colubi. Me ha hecho pasar muy buenos ratos en los programas de televisión en los que participa porque conecto mucho con su humor irreverente y su capacidad de reírse cruelmente de sí mismo, aunque sea un personaje impostado. Quería una lectura ligera para unos días de verano y esta novela cayó en mis manos. A pesar de tener unas expectativas tan bajas, la decepción ha sido grande.
La novela es tan ligera que llega a ser aburrida, que es lo peor que le puede pasar a este tipo de género. La sensación de estar leyendo una sucesión de anécdotas intrascendentes, sin gracia y estiradas artificialmente es continua. Ni rastro de su humor cafre. El choque cultural con la españolidad del protagonista se diluye y no alcanza a tener relevancia. Además, el libro no es precisamente corto. Pepe se encarga una y otra vez de convertir una simple escena costumbrista estadounidense en una tediosa narración pormenorizada de tópicos mil veces vistos en televisión: el instituto enorme, las animadoras, el equipo de fútbol, las taquillas, las cervezas en un aparcamiento, los barrios residenciales... No tiene ningún interés a estas alturas contar todo eso con pelos y señales, con un nivel de detalle tan amplio de algo tan conocido. Es que además no ocurre nada especialmente raro y reseñable. Es un libro que quizá debería estar orientado al público juvenil, no lo sé.
Lo mejor de la novela es constatar una vez más lo difícil que es escribir bien. No basta con corrección y soltura, que de eso sí hay; hace falta algo que decir y estilo personal para hacerlo.
Pero bueno, la culpa es mía. No compréis libros de gente que sale en la tele.
El libro describe con un Humor e ironía fantástica las aventuras y desventuras de un joven Español de 17 años durante un año de Erasmus en la California de 1983.
La descripción de California desde el punto de vista de un joven Español de la época, explicada con la ironía y vergüenza de ese joven que vive el gran choque cultural entre ambas formas de ver la vida, relatada de la forma en la que se relata en este libro, suele hacer soltar una carcajada al lector al que además se le va instaurando cierto cariño por el personaje principal de la novela.
Este libro es el ejemplo perfecto de que la história es una excusa perfecta para el lucimiento del escritor a la hora de explicar y relatar los sucesos. Graciosa y perfecta hace que no quieras dejar de leer página tras página.
Desde hoy se convierte en uno de mis imprescindibles en cualquier estantería.
El libro me ha parecido muy divertido, me ha arrancado bastantes carcajadas y ha conseguido que me meta en la piel de Pipi. Es muy rápido de leer y desde que lo terminé lo estoy rulando entre mis conocidos. Muchas ganas de leer el siguiente de Colubi. Le doy 3 estrellas, aunque le daría media más, tampoco es para 4. Si hubiera acompañado el libro de más fotos (no solo los tickets de los conciertos) creo que el libro habría ganado mucho.
Me encantan los libros que cuentan memorias o pasajes de la vida del autor que son divertidos o especiales, como en este caso.
La lectura es como estar viendo todo el rato una película o serie americana, es vivir una fantasía constante, con todos los clichés que existen de la cultura americana: el Buike, los coches con un asiento delantero, las mosquiteras, las fiestas de instituto, el alcohol, sacarse el carnet de conducir con 16 años, las fiestas en casas, os líos en coches, California, etc. pura fantasía.
Aunque haya sido una relectura, me ha gustado bastante y no he tenido sensaciones diferentes a las que recuerdo tener cuando lo leí en mi etapa universitaria.
Por otro lado, creo que, al menos su hubiese sido yo Pepe Colubi, hubiese fantaseado más con algunos de los personajes de su etapa en EE.UU., por ejemplo, con Betty y los amigos que se echó, haberse inventado una historia para ellos, haber contado más cosas de las que hablaba con su familia española mientras vivía con la familia americana (aunque ahora que lo pienso, tener una relación postal o telefónica con tu familia viviendo en Estados Unidos puede que no solo fuese difícil, sino cara).
No obstante, es una lectura muy entretenida, puede que a veces se sienta que se están alargando demasiado las cosas porque la manera de hablar de escribir de Pepe Colubi es muy ”rimbombante”, pero es lo que de verdad hace que sea entretenida y divertida ya que, a fin de cuentas, todo el libro es una anécdota constante de casi un año de su vida viviendo en California.
California 83 es la primera parte de las aventuras de Pepe, un adolescente español que estudiará COU en EEUU, siempre bajo la ley del mínimo esfuerzo. Sufrirá por adaptarse a la cultura y costumbres de un país tan distinto al suyo y se adaptará perfectamente a la televisión por cable americana, una orgía visual de 35 canales, hasta convertirse en un adicto a la MTV y a los telepredicadores.
La vida en el instituto es muy parecida a la de las series americanas; animadoras, amor junto a las taquillas, macarras de pasillo y baile de fin de curso. Vivirá con una familia metodista, la cual esconde un secreto que debe averiguar y su hermano americano está suscrito a Playboy, todo un adelanto social para nuestro personaje, más acostumbrado a la arraigada ética y moralidad eclesiástica existente en España. También se verá atraído por la oferta de ocio existente en el país de las oportunidades, gracias a la cual podrá asistir a diversos conciertos, como por ejemplo el de The Police.
La picaresca del personaje, unido a sus continuas escenas patéticas y etílicas hacen de California 83 una novela extremadamente divertida (siempre y cuando te guste el humor del autor, claro está).
Admiro mucho a Colubi y me acerqué a su primera novela con muchas ganas. Admito que, en los primeros compases, se me empezó a resistir. Me pareció que algunos pasajes se estiran mucho para dar vueltas a una comedia muy fácil... pero página tras página fui pasando a descojone por párrafo e incluso algunos momentos muy emotivos (algunos de ellos mucho, MUCHO). Y cómo resistirse a esa constante melomanía que envuelve al relato de principio a fin? Y quién no querría haber vivido esas juergas yankis a lo Belushi (bueno, quizá un poco por debajo)? Pues por todo eso, mis dieses van para Pipi.
M'ha agradat molt perquè he reconegut molts dels llocs que visita i, sobretot, l'estil de vida californià, l'esperit de tot el que viu. M'he angoixat com ell quan s'adona que li queden 2 setmanes d'institut i la melangia de (no) voler tornar a casa. Tot i que sé que és un recurs per mantenir el fil del llibre i il·lustrar la importància de la música en la vida del protagonista, m'ha afartat una mica massa aquesta obsessió per recalcar tota l'estona la música concreta de cada moment. Torno a tenir moltes ganes de tornar a Santa Cruz…
He intentado aguantar la lectura de este libro leyéndolo a ratitos durante meses, pero no he podido aguantar y lo he dejado a medias. Es un retrato de una época que yo viví, pero con el que no me siento nada identificado por la trama. Tiene algún momento divertido, pero en general me he aburrido y me he llevado una pequeña desilusión, pues sigo a Pepe Colubi en televisión y me parece un tipo muy divertido. Pero en este caso, la novela no me ha entretenido nada.
Uno de los libros más tediosos que he leído. Lo más destacable es la memoria que tiene Pepe Colubi para acordarse de lo que sintió exactamente con cosas que le pasaron en el año 83. Creo que Ilustres Ignorantes es el formato perfecto para contar todas estas anécdotas y sería divertido de escuchar. Tal como las ha escrito en el libro se me han hecho insufribles. Me gustó la de Marvin Gaye y poco más.
Divertidísimo. Es un relato lleno de sensibilidad, el Pepe del libro es un chaval que cae bien, con el que dan ganas de tomarse unos forties en el parking de una bolera y aporta una perspectiva de la cultura popular americana que, además de nostálgica, resulta más cercana que cuando lees la biografía de un americano contando su experiencia.
Recuerdo este libro con mucho cariño, Pepe Colubi como humorista/tertuliano de Ilustres Ignorantes siempre me ha parecido de las personas más graciosas de España, y este libro es muestra de ello. Si bien el contenido no es especialmente "interesante", la forma en la que cuenta su experiencia hace que enganche bastante, y que decir cabe que es super divertido. Lo recomendaría.
Divertida autobiografía de cuando el autor fue un joven españolito de erasmus en la California de 1983. Ligerita y entretenida, mola ver los choques culturales y cómo se adapta el castizo adolescente español a la vida cotidiana yankee tantas veces vista en series y películas.
Muy divertido y fácil de leer. Aunque somos de distinta generación, es extremadamente fácil ponerte en su pellejo y vivir sus situaciones a través de su escritura.