Un extraño cliente acude a la Agencia de Detectives Osiris, inactiva desde hace años. Jose, la hija de su antiguo propietario, resuelve aceptar el caso. La misión parece simple: viajar a Nueva York para recoger un medallón de plata. Pero no será así. Al regresar a Buenos Aires, no sólo descubre que su cliente ha desaparecido, sino que, además, se trataría un hombre que vivió a mediados del siglo XIX. Sin embargo, la verdadera pesadilla recién está por empezar.
Siempre es necesario un buen policial. Un misterios sencillo que te interne en sus páginas, te sorprenda, te haga pensar. Sobretodo cuando ocurre en las calles de Buenos Aires, lleno de referencias y detalles que me encantan. Fue una gran lectura.