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Tadeys
Escrito en Barcelona en la segunda mitad de 1983, Tadeys es el intento más sostenido de Osvaldo Lamborghini por escribir un relato obediente a leyes narrativas convencionales. Por supuesto que esta obediencia proporciona claves y aventuras distintas de las que cualquier lector imagina: avances, retrocesos, incisos, digresiones.
Por empezar, La Comarca, el territorio de los tadeys, abarca una superficie que excede el tamaño de China. Además, las criaturas involucradas en esta narración son frágiles, conmovedoras, víctimas absolutas que sólo la maestría de Lamborghini puede considerar aptas para esta saga de soslayo. La ironía rabiosa de Tadeys multiplica las circunstancias risibles, pero atestigüe el doloroso proceso biológico de la especie descrita. En muchas de las escenas, de los episodios -los alardes de hacer historia (y hasta genealogía), los raros escenarios que la imaginación lamborghiniana habilita ('barcos de amujerar')-, se deja oír el peso de un relato que se oculta en la hondura del pasado reciente.
El autor parece decidido a exagerar su desprecio por las medidas preventivas de la alegoría. Tadeys es una narración desopilante que recopila como un rebaño de fábulas muchas de las fantasías tenebrosas de las últimas décadas del siglo veinte.
Por empezar, La Comarca, el territorio de los tadeys, abarca una superficie que excede el tamaño de China. Además, las criaturas involucradas en esta narración son frágiles, conmovedoras, víctimas absolutas que sólo la maestría de Lamborghini puede considerar aptas para esta saga de soslayo. La ironía rabiosa de Tadeys multiplica las circunstancias risibles, pero atestigüe el doloroso proceso biológico de la especie descrita. En muchas de las escenas, de los episodios -los alardes de hacer historia (y hasta genealogía), los raros escenarios que la imaginación lamborghiniana habilita ('barcos de amujerar')-, se deja oír el peso de un relato que se oculta en la hondura del pasado reciente.
El autor parece decidido a exagerar su desprecio por las medidas preventivas de la alegoría. Tadeys es una narración desopilante que recopila como un rebaño de fábulas muchas de las fantasías tenebrosas de las últimas décadas del siglo veinte.
- GenresSpanish Literature
448 pages, Paperback
First published January 1, 1983
16 people are currently reading
431 people want to read
About the author
Osvaldo Lamborghini
24 books49 followersOsvaldo Lamborghini fue un escritor y poeta argentino. Tras su exilio del país en 1976, vivió los últimos diez años de su vida en Barcelona, España.
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Community Reviews
Displaying 1 - 17 of 17 reviews
February 22, 2018
Releo las entradas que hablan de Lamborghini, de Tadeys, de Bolaño en su Entre paréntesis; y caigo en cuenta que hay paralelismos entre la lectura del chileno y la mía; aunque, claro, salvando la distancia entre toda su exposición sobre las “derivas de la pesada”, es decir las tres líneas post-Borges que hay en la literatura argentina, y que Bolaño marca inician con Soriano, Artl y Lamborghini.
Adjetivos como “bestia”, “crueldad”, “dureza”; frases como “libros que inspiran miedo. Miedo de verdad”, “No existe novela más cruel”; fueron con toda seguridad, los detonantes para que me diera obsesivamente a la tarea infructuosa de buscar algo de Lamborghini.
Hoy, muchos años después de haber leído Entre paréntesis, por fin termino de leerle algo al Lamborghini, y puedo decir con gusto que celebro que la industria editorial sea lo que es. Una industria. Festejo que se afane en publicar bodrios y enaltecer vacas sagradas y demás pedos insulsos. Qué bueno que Lamborghini quede fuera de todo eso. Que siga siendo esa cajita de cartón en el sótano de la literatura argentina, de la literatura en español de todos los tiempos.
A este tipo de obras hay que entrarles sin saber nada, sin estar preparados, ignorándolo todo, o al menos fingiendo que no se sabe absolutamente nada, para dejar que te aplaste sin fricciones.
Tadeys es una obra monumental a años luz de todo lo que se haya escrito antes, y quizá de lo que se vaya a escribir en el largo plazo; Tadeys no busca provocar, aunque lo hace, no pretende ser casi ilegible, aunque hay momentos en los que me era imposible seguir leyendo, releyendo las páginas, fingiendo que había comprendido algo, leyendo en voz alta para captar la trama, sus vericuetos, sus amaneramientos: su solidez en cada pinche oración chingona de la novela.
Tadeys va de la traducción, de esa búsqueda de interpretar lo otro a nuestro idioma, a nuestra lengua; de traducir lo que creímos o nos inventamos haber vivido en la infancia; del poder de la imaginación del hombre en la literatura.
Sí, hay vísceras y sangre y sordidez como no recuerdo haber leído, vaya, ni en un Marqués de Sade, pues; hay fuegos artificiales, pero, que eso no nos confunda, eso no es el asunto en esta obra de Osvaldo, no. Ello está ahí porque no podría ser de otro modo, el universo que crea Lamborghini es uno en el que lo que nosotros entendemos por Papa, en tadeys significa algo aberrante… y termina siendo crítico en esto: ¿qué si nuestras instituciones? ¿nuestro humanismo tan sobrevalorado termina siendo nada más que una aberración?
Sí, habla directamente de la Iglesia católica, del cristianismo, sí, pero, podemos tomarlo todo como símil de la establecido, del status quo, de lo institucional, de las convenciones sociales, y partir de ahí para leer una gran obra sobre lo lejos que estamos de llegar a verdades últimas, y creo que aquí es donde Lamborghini termina siendo un visionario, un profeta: se adelanta no solo a cuestiones formales en la literatura, a lo hiperbólico posmoderno ni a las notas a pie de página con sus subnotas, también “propone” una estructura dislocada y bestial de cómo construir una novela, para terminar estableciendo que después de la novela, nada, que lo último es escribir novelas, y punto.
Además, está la cuestión del estilo, que encima viene a suponer, al menos para mí, un quebradero de cabeza, exige, exige del lector concentración, algo de valor, algo de indiferencia, parecido a lo que terminan desarrollando los estudiantes de medicina, o los psicólogos, o los abogados, un distanciamiento con sus pacientes o clientes, puesto que el sentirse vinculado emocionalmente puede llevarlos a perder la perspectiva necesaria para resolver el problema, o para verlo, para diagnosticar.
Lamborghini hace de alguna manera eso: un diagnóstico de la situación de la literatura y parece señalarla como enferma, pero no terminal, solo enferma a tal grado, tan ensimismada, tan en su lugar confortable del cual no quiere salir, no busca correr riesgos, o mejor dicho, no quiere arriesgar “de más”.
Sigamos sin leerlo, y perdidos en las páginas de la siguiente saga boba que esté en la mesa de novedades de las cadenas de librerías. Sigamos.
Adjetivos como “bestia”, “crueldad”, “dureza”; frases como “libros que inspiran miedo. Miedo de verdad”, “No existe novela más cruel”; fueron con toda seguridad, los detonantes para que me diera obsesivamente a la tarea infructuosa de buscar algo de Lamborghini.
Hoy, muchos años después de haber leído Entre paréntesis, por fin termino de leerle algo al Lamborghini, y puedo decir con gusto que celebro que la industria editorial sea lo que es. Una industria. Festejo que se afane en publicar bodrios y enaltecer vacas sagradas y demás pedos insulsos. Qué bueno que Lamborghini quede fuera de todo eso. Que siga siendo esa cajita de cartón en el sótano de la literatura argentina, de la literatura en español de todos los tiempos.
A este tipo de obras hay que entrarles sin saber nada, sin estar preparados, ignorándolo todo, o al menos fingiendo que no se sabe absolutamente nada, para dejar que te aplaste sin fricciones.
Tadeys es una obra monumental a años luz de todo lo que se haya escrito antes, y quizá de lo que se vaya a escribir en el largo plazo; Tadeys no busca provocar, aunque lo hace, no pretende ser casi ilegible, aunque hay momentos en los que me era imposible seguir leyendo, releyendo las páginas, fingiendo que había comprendido algo, leyendo en voz alta para captar la trama, sus vericuetos, sus amaneramientos: su solidez en cada pinche oración chingona de la novela.
Tadeys va de la traducción, de esa búsqueda de interpretar lo otro a nuestro idioma, a nuestra lengua; de traducir lo que creímos o nos inventamos haber vivido en la infancia; del poder de la imaginación del hombre en la literatura.
Sí, hay vísceras y sangre y sordidez como no recuerdo haber leído, vaya, ni en un Marqués de Sade, pues; hay fuegos artificiales, pero, que eso no nos confunda, eso no es el asunto en esta obra de Osvaldo, no. Ello está ahí porque no podría ser de otro modo, el universo que crea Lamborghini es uno en el que lo que nosotros entendemos por Papa, en tadeys significa algo aberrante… y termina siendo crítico en esto: ¿qué si nuestras instituciones? ¿nuestro humanismo tan sobrevalorado termina siendo nada más que una aberración?
Sí, habla directamente de la Iglesia católica, del cristianismo, sí, pero, podemos tomarlo todo como símil de la establecido, del status quo, de lo institucional, de las convenciones sociales, y partir de ahí para leer una gran obra sobre lo lejos que estamos de llegar a verdades últimas, y creo que aquí es donde Lamborghini termina siendo un visionario, un profeta: se adelanta no solo a cuestiones formales en la literatura, a lo hiperbólico posmoderno ni a las notas a pie de página con sus subnotas, también “propone” una estructura dislocada y bestial de cómo construir una novela, para terminar estableciendo que después de la novela, nada, que lo último es escribir novelas, y punto.
Además, está la cuestión del estilo, que encima viene a suponer, al menos para mí, un quebradero de cabeza, exige, exige del lector concentración, algo de valor, algo de indiferencia, parecido a lo que terminan desarrollando los estudiantes de medicina, o los psicólogos, o los abogados, un distanciamiento con sus pacientes o clientes, puesto que el sentirse vinculado emocionalmente puede llevarlos a perder la perspectiva necesaria para resolver el problema, o para verlo, para diagnosticar.
Lamborghini hace de alguna manera eso: un diagnóstico de la situación de la literatura y parece señalarla como enferma, pero no terminal, solo enferma a tal grado, tan ensimismada, tan en su lugar confortable del cual no quiere salir, no busca correr riesgos, o mejor dicho, no quiere arriesgar “de más”.
Sigamos sin leerlo, y perdidos en las páginas de la siguiente saga boba que esté en la mesa de novedades de las cadenas de librerías. Sigamos.
i-want-money
March 27, 2018Trans late. Please?
Anyone?
Seemingly, “few books can be said to smell of blood, spilled guts, bodily fluids, unpardonable acts. [...] Sometimes I pick up one of his two books....and I can hardly read it, not because I think it’s bad but because it scares me, especially all of Tadeys, an excruciating novel...” --Roberto Bolaño in Afterword of Roberto Arlt’s “The Seven Madmen”
Buy a book on a blurb? Pleeze?
Anyone?
Seemingly, “few books can be said to smell of blood, spilled guts, bodily fluids, unpardonable acts. [...] Sometimes I pick up one of his two books....and I can hardly read it, not because I think it’s bad but because it scares me, especially all of Tadeys, an excruciating novel...” --Roberto Bolaño in Afterword of Roberto Arlt’s “The Seven Madmen”
Buy a book on a blurb? Pleeze?
January 10, 2018
Una novela transgresora, sin ninguna duda. No apta para lectores que desean historias acabadas, convencionales, realistas. Hay que señalar que Tadeys es una novela póstuma e inconclusa. De alguna forma, Tadeys parodia las crónicas históricas o los relatos históricos. Se relata la historia de La Comarca, un territorio ficticio situado en una época medieval que surge de la cabeza de au autor. Los tadeys son unas extrañas criaturas humanoides. Se suceden varios relatos de personajes ligados a la historia de ese lugar demencial, pesadillesco e infernal. Una sucesión extenuante de sadismo y sadomasoquismo, ejecuciones, violencia, pedofilia, crueldad. Imágenes atiborradas dd sangre, semen, falos penetrantes y desgarrafores. No es exactamente una alegoría, pero algo de alegoría tiene. Una alegoría del poder desquciado o del desquiciamiento del poder. Hay blasfemias, por cierto. Se juega y se pervierten referentes políticos, religiosos y hasta lingüísticos. La historia es avasalladora y repetitiva. Provoca fatiga, desacomodo y perturbación. Hay párrafos metaliterarios donde se habla de la novela, de la escritura y de las traducciones. En alguna parte leí que Bolaño no lograba avanzar más de tres páginas y debía descansar de tanto relato y descripción de sadismo y perversión. Puede ser. Yo la leí como una especie de crónica kafkiana posmodernista de los horrores y deshumanización que los sistemas políticos y religiosos como maquinarias de poder pueden llegar a generar. Puede ser. Ojalá hubiera podido vivir más años Osvaldo Lamborghini. Ojalá hubiera podido darle una forma definitiva a esta irreverente y atrevida novela que nos devela zonas oscuras de la humanidad.
July 4, 2014
^ El puntaje de esta reseña es lo de menos; simplemente es una apreciación arbitrariamente relativizada a otros scores que di. Si su efecto es puramente negativo, por más interesante, ambiciosa o bien escrita sea una obra (y Tadeys, digamos, no tiene una prosa ni poesía monumentales), ¿por qué 'premiar' a un autor por su intención en lugar de sus efectos?
Tadeys es una novela cruda e inconclusa. Es una alegoría sodomita de la realidad y la historia. A veces es cómica; siempre -SIEMPRE- es repugnante y perversa; abunda el lenguaje vulgar en cada línea y en cada diálogo, esos juegos de palabras retorcidos y vulgares que uno escucha siendo argentino. El nivel insano de detalle con el que se trata la sodomía y el canibalismo es chocante y perturbador.
Mientras lo leí me pregunté una y otra vez ¿por qué?. Y Lamborghini bien podría responder -al menos en la voz que usa en Tadeys- con un "Porque sí, pedazo de puto" (imposible no imaginar una risa macabra y una invitación al sexo anal). Y sostengo esto porque no hay ninguna distancia entre lo que sucede y la voz narrativa, no hay censura ni crítica directa, solo exposición del horror. Esa crítica, que el autor persigue -no sería una alegoría de otro modo- solo puede inferirse a posteriori.
Lamborghini se ríe de todo y retrata la crueldad entre la gente. Habla de los tadeys, del canibalismo de quienes consumen tadeys, de las contradicciones de un país, de su gente y sus hábitos, de lo que no se quiere ver por más que exista, de la naturaleza de cierto tipo de poder, casi en sintonía con Sade, por ejemplo. No es un libro que pueda leerse serenamente, de ningún modo, y no porque hiera sensibilidades (que lo logra), sino porque esconde perversiones y trampas cuando menos se lo espera. Imágenes negras, crudas, sin dilución alguna. La ternura no existe y yo, con mis sensibilidades cuasi románticas y/o refinadas, sufrí página tras página.
Al tratarse de una obra sin terminar, su edición no es invasiva, por lo que la prosa no resulta muy prolija, y cuesta un poco acostumbrarse a la sintáxis de Lamborghini, con sus puntuaciones inesperadas, sus paréntesis divagantes, sus notas al pie. Se trata de un juego, en mi opinión, poco lúcido. Un desvarío, un ejercicio del escándalo y la afrenta. Y a mí me cuesta horrores tragar a los trolls.
Confieso que contemplé la posibilidad de quemar el libro. No en forma de censura a su autor y su texto, sino como quien quiere arrancar un error de raíz y no volver a recordarlo. Y quizás en esa actitud se disfrace algo de mi hipocresía -porque efectivamente mi concepto de qué hacer con el ejemplar es una obvia censura-, pero pienso que soy algo tolerante y por más que algo no me guste, ¿por qué debería desaparecer? No, no querría que Tadeys sea olvidada mediante la quema -alguien podría aventurarse y sacar provecho de esta obra- pero, yo, en mi caso, ¿para qué lo en mi biblioteca si nunca lo releería? ¿Por qué querría regalarle a alguien una pesadilla? Al menos yo, conozco poca gente que recibiría con interés este libro. Pero bastas de justificaciones. Esa fue mi primera impresión, que se distendió a lo largo del texto -pero solo un poco-. Honestidad antes que la pose erudita -porque en mí, y en este caso, solo podría ser una pose.
Tadeys es una novela cruda e inconclusa. Es una alegoría sodomita de la realidad y la historia. A veces es cómica; siempre -SIEMPRE- es repugnante y perversa; abunda el lenguaje vulgar en cada línea y en cada diálogo, esos juegos de palabras retorcidos y vulgares que uno escucha siendo argentino. El nivel insano de detalle con el que se trata la sodomía y el canibalismo es chocante y perturbador.
Mientras lo leí me pregunté una y otra vez ¿por qué?. Y Lamborghini bien podría responder -al menos en la voz que usa en Tadeys- con un "Porque sí, pedazo de puto" (imposible no imaginar una risa macabra y una invitación al sexo anal). Y sostengo esto porque no hay ninguna distancia entre lo que sucede y la voz narrativa, no hay censura ni crítica directa, solo exposición del horror. Esa crítica, que el autor persigue -no sería una alegoría de otro modo- solo puede inferirse a posteriori.
Lamborghini se ríe de todo y retrata la crueldad entre la gente. Habla de los tadeys, del canibalismo de quienes consumen tadeys, de las contradicciones de un país, de su gente y sus hábitos, de lo que no se quiere ver por más que exista, de la naturaleza de cierto tipo de poder, casi en sintonía con Sade, por ejemplo. No es un libro que pueda leerse serenamente, de ningún modo, y no porque hiera sensibilidades (que lo logra), sino porque esconde perversiones y trampas cuando menos se lo espera. Imágenes negras, crudas, sin dilución alguna. La ternura no existe y yo, con mis sensibilidades cuasi románticas y/o refinadas, sufrí página tras página.
Al tratarse de una obra sin terminar, su edición no es invasiva, por lo que la prosa no resulta muy prolija, y cuesta un poco acostumbrarse a la sintáxis de Lamborghini, con sus puntuaciones inesperadas, sus paréntesis divagantes, sus notas al pie. Se trata de un juego, en mi opinión, poco lúcido. Un desvarío, un ejercicio del escándalo y la afrenta. Y a mí me cuesta horrores tragar a los trolls.
Confieso que contemplé la posibilidad de quemar el libro. No en forma de censura a su autor y su texto, sino como quien quiere arrancar un error de raíz y no volver a recordarlo. Y quizás en esa actitud se disfrace algo de mi hipocresía -porque efectivamente mi concepto de qué hacer con el ejemplar es una obvia censura-, pero pienso que soy algo tolerante y por más que algo no me guste, ¿por qué debería desaparecer? No, no querría que Tadeys sea olvidada mediante la quema -alguien podría aventurarse y sacar provecho de esta obra- pero, yo, en mi caso, ¿para qué lo en mi biblioteca si nunca lo releería? ¿Por qué querría regalarle a alguien una pesadilla? Al menos yo, conozco poca gente que recibiría con interés este libro. Pero bastas de justificaciones. Esa fue mi primera impresión, que se distendió a lo largo del texto -pero solo un poco-. Honestidad antes que la pose erudita -porque en mí, y en este caso, solo podría ser una pose.
January 28, 2016
Nunca había leído un libro como Tadeys. La perversión del hombre en cada página. Una prosa barroca y bien decorada, pero al mismo tiempo chusca y burlesca. Fantástico. Pornográfico. Desviado.
June 21, 2020
"Así empieza cualquier cuento, ángel o tadey, cualquier cuento."
September 12, 2015
La sodomía como obsesión literaria. El canibalismo, el bestialismo y la tortura “políticamente correcta” gracias a la invención de una “subespecie” que NO puede ser humana, y por ello se le puede tratar como cualquier otro animal, creando así una maravillosa, perversa y medieval alegoría de la especie humana. Ambientada en la Edad Media, le da metafórica y literalmente por el culo a todas las instituciones humanas, creando una especie de Sin City exquisita, donde se dan rienda suelta las más hermosas perversiones al mejor estilo de Sade. Más increíble aún es su estructura, cargada de interminables notas al pie que se extienden por decenas de páginas, confundiendo al lector. Ni qué decir de su forma de escritura, con neologismos tan sutiles, con un lenguaje “culto” parodiando el medievalismo pero a su vez dotándolo de vanguardia, mezclando su mundo imaginario llamado La Comarca con el mundo de la época contemporánea, y la referencia a las torturas reflejada en ese buque-cárcel para “amujerar”. Los pasajes con rima son sencillamente geniales, discursos y diálogos repletos de creatividad y originalidad, nos hacen reír en medio de tanta asquerosidad, nos hace “gozar” de toda esa “porquería humana” hasta desearla profundamente. Una pena que haya quedado inconclusa, una obra maestra lamentablemente sin terminar deja un mal sabor de boca, quizá justamente lo que buscaba.
April 18, 2019
De esos libros para leer en la intimidad y no comentarlo con nadie.
Realmente no puedo imaginarme un almuerzo laboral diciendo:
"Está bueno el libro, en una parte habla de los "Barcos de amujerar"
o "Hay un personaje que se llama Tijuán y le cantan: Tijuán, por el culo te la dan"
Simplemente es una experiencia para uno mismo,
para quedarte tranquilo de que atravesaste una puerta en la literatura
y ya no podés volver atrás.
Después de "Tadeys" no podés volver a la góndola (no estante)
donde están Dan Brown, Danielle Steel, Florencia Bonelli
y demás bestsellers de Musimundo.
Y otra vez la eterna pregunta...
¿Qué editorial se atrevería hoy en día a publicar semejante obra?
"Si vamos para adelante con estos textos nos van a salir a matar, pibe"
Por suerte o por desgracia, Lamborghini está muerto.
Así que si a alguien se le ocurre indignarse con Tadeys, no creo que le importe demasiado.
Realmente no puedo imaginarme un almuerzo laboral diciendo:
"Está bueno el libro, en una parte habla de los "Barcos de amujerar"
o "Hay un personaje que se llama Tijuán y le cantan: Tijuán, por el culo te la dan"
Simplemente es una experiencia para uno mismo,
para quedarte tranquilo de que atravesaste una puerta en la literatura
y ya no podés volver atrás.
Después de "Tadeys" no podés volver a la góndola (no estante)
donde están Dan Brown, Danielle Steel, Florencia Bonelli
y demás bestsellers de Musimundo.
Y otra vez la eterna pregunta...
¿Qué editorial se atrevería hoy en día a publicar semejante obra?
"Si vamos para adelante con estos textos nos van a salir a matar, pibe"
Por suerte o por desgracia, Lamborghini está muerto.
Así que si a alguien se le ocurre indignarse con Tadeys, no creo que le importe demasiado.
January 8, 2020
en realidad me quedaba por leer desde hace un año el apartado de reescrituras y borradores, pero bastó ese contacto para sumergirme de nuevo en la atmósfera opresiva y agotadora q representa la lectura de este libro. si bien es algo q puede decirse -bah, yo lo digo- de casi cualquier cosa de OL, tadeys es la versión más deliberadamente jodida de su proyecto. un via crucis de sadismo copro porno gore q al cabo de unas páginas... aburre, y obliga a tomarse un recreo para volver mejores (?)
September 14, 2013
Un trabajo como este exige ser entendido en lugar de gustado y quizás padecido en lugar de gozado.
January 14, 2013
I really find shameful that there is not a French, English and Italian translation of "Tadeys", a masterpiece by Osvaldo Lamborghini! And publishers continue to print the shit, with few exceptions...
December 22, 2020
Tadeys es un libro al que puede costar trabajo entrar. El manejo del lenguaje de Lamborgini es soberbio; sin embargo, aunque el tema centrar es el poder, lo explícito y perturbador de sus páginas pueden causar un choque moral en el lector. El autor deja claro cómo en la sociedad de La Comarca se establece la supremacía de unos sobre otros. Una novela que puede ser verdaderamente horrible si no se toma en cuenta la maestría con la que fue escrita.
March 8, 2019
No es un libro bonito. No es fácil de leer. Es inquietante, incómodo y molesto. Sin embargo, es un libro que revela cosas que odiamos de nosotros mismos como seres humanos.
Read
January 25, 2023Lamborghini me funciona mejor en tramos breves. De lo contrario, su monomanía me resulta monótona y poco estimulante (como en la mayor parte de esta novela, sobre todo las partes I y III).
August 21, 2023
Ahí, donde Sade y Joyce se encuentran, está Lamborghini.
February 15, 2021
Tadeys hasta la fecha la obra mas aberrante y cruda que he leído, y no he leído mucho pero sí tengo algunos bastante jodidos en la lista.
La obra se basa, o mejor dicho, está ambientada en la Comarca un territorio tan grande como la China que viven en gran parte de unas criaturas llamadas tadeys. estas son una especie de humano que no habla y con la cara demasiado deforme, y son esto lo que la gente consume o usa a su gusto y semejanza. Se divide en 3 relatos (además de notas y escrituras del autor que quedaron entre sus escritos y están en este mismo lugar) y estos abordan diferentes personajes y sucesos dentro de este territorio, ninguno conclusivo sino más bien como relatos sueltos de quienes fueron tan afortunados de ser recordados como sufridos.
Me cuesta realmente hablar del libro por dos cosa, 1) la forma que está escrito, cuesta un poco acostumbrarse a la sintaxis de Lamborghini, con sus paréntesis divagantes, sus notas al pie, además de la forma soberbia en la que está escrito, y 2) lo que sucede exactamente en la obra. No hay momento en el cual consigas asumir lo que lees, porque literalmente la obra te desborda de descripciones exactas de cada situación sodomita y de canibalismo. Las cuales siempre, y refuerzo esto ultimo: SIEMPRE, están acompañadas de perversidad y repugnancia, ya sea en situaciones que impliquen a los tadeys o a mujeres y niños.
No es un libro fácil de leer, ni sencillo de asimilar. El autor nos obliga de la forma mas violenta a cambiar el chip para poder entender y leer su obra, y así golpearnos con cada situación más chocante y perturbadora. Comente la lectura de este libro con un par de conocidos y creo que solo los hice que me miraran diciendo: ¿Es necesario? y aquí, si se me permite ser cómico y totalmente parte del libro respondería: Si lo es, putit* de mierd*.
Buscado lo "bueno" de este libro, podría decir que la exposición a tanto dolor, tanto daño nos permite ver que cosas no nos gustan de nosotros mismos. El sujeto como criminal y policía al mismo tiempo, el crimen perfecto.
En general Tadeys de Lamborghini es un monstro que ya está creado, inconcluso y con un mundo que viola las leyes de la ética y la moral como las conocemos, nos desborda de un hombre que existe y está entre nosotros para hacernos entender -o eso quiero creer que es el propósito del libro- la perversidad del humano cuando ya no le queda ni un rasgo de esta palabra.
La obra se basa, o mejor dicho, está ambientada en la Comarca un territorio tan grande como la China que viven en gran parte de unas criaturas llamadas tadeys. estas son una especie de humano que no habla y con la cara demasiado deforme, y son esto lo que la gente consume o usa a su gusto y semejanza. Se divide en 3 relatos (además de notas y escrituras del autor que quedaron entre sus escritos y están en este mismo lugar) y estos abordan diferentes personajes y sucesos dentro de este territorio, ninguno conclusivo sino más bien como relatos sueltos de quienes fueron tan afortunados de ser recordados como sufridos.
Me cuesta realmente hablar del libro por dos cosa, 1) la forma que está escrito, cuesta un poco acostumbrarse a la sintaxis de Lamborghini, con sus paréntesis divagantes, sus notas al pie, además de la forma soberbia en la que está escrito, y 2) lo que sucede exactamente en la obra. No hay momento en el cual consigas asumir lo que lees, porque literalmente la obra te desborda de descripciones exactas de cada situación sodomita y de canibalismo. Las cuales siempre, y refuerzo esto ultimo: SIEMPRE, están acompañadas de perversidad y repugnancia, ya sea en situaciones que impliquen a los tadeys o a mujeres y niños.
No es un libro fácil de leer, ni sencillo de asimilar. El autor nos obliga de la forma mas violenta a cambiar el chip para poder entender y leer su obra, y así golpearnos con cada situación más chocante y perturbadora. Comente la lectura de este libro con un par de conocidos y creo que solo los hice que me miraran diciendo: ¿Es necesario? y aquí, si se me permite ser cómico y totalmente parte del libro respondería: Si lo es, putit* de mierd*.
Buscado lo "bueno" de este libro, podría decir que la exposición a tanto dolor, tanto daño nos permite ver que cosas no nos gustan de nosotros mismos. El sujeto como criminal y policía al mismo tiempo, el crimen perfecto.
En general Tadeys de Lamborghini es un monstro que ya está creado, inconcluso y con un mundo que viola las leyes de la ética y la moral como las conocemos, nos desborda de un hombre que existe y está entre nosotros para hacernos entender -o eso quiero creer que es el propósito del libro- la perversidad del humano cuando ya no le queda ni un rasgo de esta palabra.
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