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Kis Magyar Pornográfia

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An extraordinary montage of sex and politics, Peter Esterhazy's innovative novel can be seen to prefigure the liberation of Eastern Europe. Written in 1982 and 1983 under what the author calls "small, Hungarian, pornographic circumstances," A Little Hungarian Pornography exists in a context of official falsehood and misinformation, of lies of the body, the soul, and the state, perpetuated in the duality of language.

First published January 1, 1984

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About the author

Péter Esterházy

89 books151 followers
Péter Esterházy was a Hungarian writer. He has been called a "leading figure of 20th century Hungarian literature", and his books are considered to be significant contributions to postwar literature.

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15 (8%)
Displaying 1 - 17 of 17 reviews
Profile Image for Kuszma.
2,849 reviews285 followers
September 18, 2019
I. A mondatokrul

Szokott olyan benyomásom lenni, mintha minden valamirevaló mondatot Esterházy Péter már leírt volna egyszer. (Néha nem először, és néha nem is egyszer.) Ide értve azokat is, amelyeket emberi ésszel ki sem lehetne találni (Vö.: „Félénkségéről pedig akképp gondolkoztam, hogy majd elveszíti dőlvén higgadtan rokokó szofámra.” – egy ilyen mondat erős érv a pangloss-i értelemben vett legtökéletesebb világ mellett. Mert az a világ tökéletes, ahol épp egy ilyen mondat van.) Aki ilyen mondatokat ír, annak hovatovább cselekményre sincs szüksége: mondatai beszélgetnek egymással, és maguknak írnak történetet.

II. A nyelvrül

A beszélt nyelv, bár évezredeket ölel fel, mégis alkalmanként egyidejű – térben és időben egyetlen pontba sűrítve is előfordulhat. Ez a pont (vessző, szóköz, satöbbi) pedig az Esterházy-regény.

II. A lábjegyzetekrül*

* Itt jegyezném meg, hogy e könyv újraolvasása azért vált szükségessé, mert annyi mindent hall az ember. Rémhíreket. Hogy valaki nincs már, aki volt, teszem azt. Most, becsukván ezt a könyvet, megnyugodtam: nagyon is él.
Profile Image for Steven Godin.
2,782 reviews3,373 followers
May 6, 2020
In this social portrait told in four sections, Esterhazy combines perverts and politics to uneven and awkward effect, which reads more like entries in a journal. These jottings are interlinked by the use of sex and pornography, describing various sexual encounters as a metaphor for yielding disgracefully to - and becoming complicit in - oppression. Figures from Hungarian history and literature also make appearances, all around the time of Janos Kadar - Hungary's pro-Russian Communist leader. The book deals with lies, bribes, and power, and is a meditation on survival in a place where ways of talking about sex are transferred to the political and societal spheres. While it started out good, I lost interest during the final third, as it doesn't really go anywhere. A good idea though, just not executed that great. 2.5/5
Profile Image for Beatrix.
160 reviews9 followers
October 9, 2013
Sweaty little Hungarian pornography. Not "real" porn. Or the other way around: it's the porn of everyday reality.
I think I understand it (or at least: get the gist of it; I'm Hungarian, after all). And I often find it excellent. But then again, it often drives me crazy - not because of anything Esterházy says, but because the way he says it is just so annoyingly clever-artsy-postmodern. A work of an artist in love with his own cleverness.
Profile Image for Shankar.
201 reviews4 followers
July 24, 2019
Frankly this one went over my head. My lack of understanding of the underlying storyline and possibly not being acquainted with Eastern European cultures shows.

Maybe I will come back to this book again after understanding more...
Profile Image for Charlotte.
377 reviews120 followers
July 21, 2025
Ik geloof niemand die zegt dat hij - zij hier écht iets van heeft begrepen. Gevoeld, dat wel
Profile Image for Jose Carlos.
Author 16 books704 followers
January 10, 2018
LA VÍA SEXUAL DE ESCAPE

En tiempos de crisis, de presión del sistema sobre el ciudadano, hay que buscar una salida, una alternativa, una vía de escape que consiga que la realidad sea más llevadera. La sociedad actual es rica en ofertas de todo tipo de entretenimiento, pero de ellas, la pornografía, tanto en su producción como en su consumo, se lleva la palma. Esto viene a demostrar que el recurso del sexo, sea como sea (virtual, de pago, imaginario, en revistas, de verdad o de mentira) resulta una forma de supervivencia en sociedades y momentos en los que la individualidad se encuentra amenazada.

Si bien es cierto que los Estados totalitarios han empleado siempre cuestiones de sexo para sojuzgar a sus súbditos, tales como denuncias de violaciones o acusaciones de homosexualidad para hacer caer en desgracia a quienes les resultaban molestos, y que los prominentes del régimen se han amparado en su fortaleza para abusar sexualmente y obtener favores de los más débiles, en la novela de Esterházy que me ocupa, Pequeña pornografía húngara, el autor mantiene la existencia de lo que he calificado como una vía sexual de escape como forma de liberación ante el sistema totalitario.

Indudablemente, para Esterházy existen esos abusos sexuales por parte de los poderosos, de hecho, una parte del libro, la segunda, está dedicada a narrar, de forma jocosa o extremadamente crítica, ridiculizándolo, los desmanes de Rákosi, miembro prominente del Partido, estalinista profundo y animal sexual cuyas correrías, amparadas en el poder, se hicieron célebres en todo el país –incluso una disparatada aventura en la que el politicastro fue engañado por un travestido-. Pero además, y eso es lo que me interesa, Esterházy pone al descubierto toda una corriente subterránea de erotismo y encuentros amorosos individuales de ciudadanos anónimos que se mueve paralela a las rígidas normas impuestas por el estado totalitario. Y la novela va más allá aún: porque se convierte, así, en una denuncia del sistema político, al aparecer grotescamente dibujado y caricariturizado en los usos y costumbres de la vida sexual habitual de los húngaros, pero también de los miembros del Gobierno y del Partido.

Valiente, muy valiente o muy imprudente, se mostró Péter Esterházy publicando en Hungría esta Pequeña pornografía, en el año 1984, cuando la dictadura en ese país todavía era cerrada y anclada firmemente en la censura. Sin embargo János Kádar, el sucesor de Imre Nagy, y que desde 1956 iba a dar nombre a esta época, conocida como kadarismo, parece que mostraba una cierta relajación cuando apareció la publicación, o que toleró semejante ataque cimentado en la sátira política.

Todo en esta Pequeña pornografía húngara puede ser leído con dobleces, segundos y hasta terceros sentidos, porque se trata de un libro en clave. Desde el título, en húngaro Kis Magyar Pornográfia, iniciales K.M.P. que coinciden con las del Kommunisták Magyarországi Pártja, es decir, el Partido Comunista Húngaro que detentaba el poder. Y el subtítulo, esa Introducción a las Bellas Letras, como parodia de los lenguajes burocráticos de la dictadura, esa lengua de madera que califica Norman Manea o yerkish para Ivan Klíma. Esterházy elabora una denuncia coral, con un lenguaje que se burla continuamente del sistema y que, repleto de giros, guiños, argot y fórmulas a menudo intraducibles al español, hacen de su traducción una tarea ingente y complicada, a veces imposible por la complejidad estilística que alberga el libro.

¿Por qué utilizar la palabra pornografía? La definición que nos acerca Carlos Fisas en su libro Erotismo en la Historia nos aclara que pornografía se trata de un tratado sobre la prostitución y nos remite a pornógrafo, es decir, una persona que escribe acerca de la prostitución. En palabras de Jesús Pardo, en su introducción al libro de Esterházy, una escritura sobre putas. La novela es pues un tratado sobre personas que se prostituyen o se han prostituido, pero no sólo las personas, también las situaciones, la sociedad y, obvio resulta, la política. Jesús Pardo concluye que la pornografía de Esterházy es la gran estafa histórica impuesta a los húngaros por su partido comunista.

El juego propuesto por el autor lo llevará a burlarse de ciertos nombres del aparataje estatalista. Así, la Editorial Sembrador, pasa a ser denominada como la Editorial Seminal, por ejemplo, y en algunos casos los burócratas, que se amparan en su poder para propiciarse aventuras sexuales, son definidos como falócratas; el miembro erecto como el potemkín, se establece un paralelismo entre el sexo oral y el lenguaje moribundo del régimen al hablar de las virtudes del cunnilingus sin olvidar que la lengua es también habitual cementerio de opiniones, cubierto de lápidas llenas de metáforas. El sistema del ciudadano húngaro lo define Esterházy como una mezcla de sensibilidad socialista, más magreo. La política húngara contiene un claro elemento masturbatorio para Esterházy, porque puede ser de mano dura, de mano blanda, de mano rápida o de mano lenta. Y, así, sumidos en esta mezcla de sexo y socialismo, le pregunta con mucha sorna a una mujer, obrera joven y bonita (…) cuyo nombre era vibrante y respetado en un auténtico barrio obrero, si con el sexo hacía algún esfuerzo por sentir éxtasis socialista porque algunas no podían, como una señora, que siempre había sido fiel al movimiento obrero, y a quién esta fidelidad había hecho frígida y se fue a ver al alto dirigente Rákosi para solucionarlo con una exigencia: ¡Mi clítoris! El Estado le debía un orgasmo que, a buen seguro, el dirigente se apresuró, solícito, a satisfacer.

La primera parte del libro, de esclarecedor título, En el asiento trasero de un Pobeda, es una denuncia del panorama político retorcido y maligno, enfermizo, a través de los escarceos amorosos de los húngaros, en algunas ocasiones ciertamente sórdidos y truculentos, ya que, como su título indica, no parece existir mucho glamour sexual en los encuentros que como marco pudieran tener ese espíritu emanado del asiento trasero de un Pobeda, en muchos casos único lugar de privacidad e individual del que gozaban los húngaros. El aquí te pillo aquí te mato, la rapidez y fugacidad de las relaciones, generalmente extraconyugales, es decir, adúlteras, es la tónica, como si el matrimonio o la fidelidad a una pareja legal fuera una de las reglas del régimen que se podían quebrantar sin peligro y ofrecieran mayor placer, sobre todo si se oponen al Estado burocrático o al rendimiento laboral: “Hace un año mi marido se lió con una chica de su oficina. La tumbó sobre la mesa de escribir, y, zas, se la calzó. Claro que antes dejó bien libre la mesa de grapadoras y papelotes".

Es el sexo como boicot al sistema, el sexo insertado en el día a día de las estrecheces del proletario: “una amiga mía con la que yo solía pasar horas en la cocina, pelando patatas, y dejábamos la peladura muy finita, casi como un suspiro, y luego dábamos de comer a sus hijos, y luego nos poníamos morados de tocarnos la entrepierna el uno al otro”.

En muchas ocasiones, el sexo que aparece en el libro está intoxicado de cierta ansia por la productividad, es un sexo estajanovista: una mujer que en un hotel donde un grupo de mineros estaban de vacaciones por cuenta del sindicato sometía a los hombres a verdaderos trabajos forzados. Hay que entrenar los músculos de la vagina y todo el cuerpo, en una burla al sistema de producción y a sus planes quinquenales, pero que también representa, precisamente, el dominio de algo individual sobre el omnipresente poder del Partido: “Hay que entrenar mejor los músculos (…) Sí, eso, entrenar (…) y la cuestión es esa: entrenarlo para que se contraiga a voluntad”. En la novela de Orwell, 1984, el sexo está prohibido, existe una policía sexual; este control que proponen los personajes de Esterházy sobre un aspecto tan íntimo y personal es la máxima expresión de la individualidad y de escape al control del sistema: “Y en un país como este, donde, de sobra lo sabes, no puede uno permitírselo todo (…) quiero decir que me las arreglo viviendo, estudiando, trabajando a la manera socialista (…) De modo que, nada (…) pues voy y me busco un hombre (…) Y vamos, me desfogo, pero lo que se dice desfogarme”.

Una auténtica vía de escape sexual al socialismo, porque en lugar de hazme el amor, los personajes de Esterházy reclaman la relación sexual con las palabras ¡Hazme!, ¡hazme libre!, y añade en el párrafo siguiente: “¿quién no ha jugado por lo menos una vez en la vida con la idea de dejarse llevar, liberarse de toda esa disciplina que tan importante nos parece, decir: ¡a la mierda!, tirarlo todo, guantes, diarios de brigada, periódicos con sus frasecitas rebuscadas de los cojones (con perdón), liarse la manta a la cabeza”. No en vano, sentando bien las bases de que el sexo es una liberación, la novela empieza con una mujer en una playa paradisíaca, lo que sorprende, ya que uno, tras el título del Pobeda y la cita de Kundera sobre las diferencias sexuales entre las checas y las eslovacas, no espera encontrarse una imagen de un paraíso sexual: “Ojos de ébano, rosada amapola de negro cabello, dulces pezones color pardo oscuro; ella, riendo, está en pie junto a la altísima ventana, y tras sus espaldas se agitan suaves a la brisa hojas de palmera”. Pronto entendemos que es la ilusión hasta donde la práctica de una felación por parte de una prostituta, que se va a ver brutalmente interrumpida, ha conducido a uno de sus clientes, que vuelve a la realidad de forma harto gráfica: “¡Maldita zorra chupona! ¡Casi me ha cortado la puntita de un mordisco!”

Paralelamente, esta corriente de liberación sexual subterránea que nos muestra Esterházy aparece reflejada en otras obras que denuncian los totalitarismos de izquierdas, y que han empleado erotismo y sexo como una forma de escapatoria antisistema al reafirmar al individuo ante la totalidad: Manea, en El regreso del húligan, nos cuenta sus escarceos sexuales de la época en que era un gris ingeniero sumido en la felicidad obligatoria de Ceauşescu; Ivan Klíma, en Amor y basura, vive un adulterio de más de doscientas páginas como alternativa a la prohibición de publicar que le censura; Kadaré, utiliza el sexo como una arma arrojadiza contra el poder del Partido en La hija de Agamenón y en El sucesor; Kundera (y no en vano la novela de Esterházy comienza con una cita de Kundera), en La insoportable levedad del ser o El libro de la risa y del olvido, y Vizinczey en su En brazos de la mujer madura, reflejan las experiencias sexuales de la juventud checa y húngara en un momento de peculiar similitud: las invasiones soviéticas que ambos países sufrieron y, durante las cuales, junto al movimiento represaliado, la corriente sexual de escape cobraba una vital importancia como oposición del individuo al tanque.

Es, lo que Esterházy denomina como la democracia en el asiento trasero de un Pobeda.

El libro resulta, a veces, demasiado complejo y localista, demasiado cargado de política también, que lo lastra en alguna de sus partes, algo deslavazado, con un humor excesivamente peculiar y privado, aunque debo reconocer que ya es un clásico de la literatura húngara.
Profile Image for Madalina Dima.
38 reviews16 followers
July 29, 2021
Într-o inedită panoramă a ideilor, Esterházy conturează, cu un lirism pasionant, o neobișnuitã și intrepidã explorare a memoriei personale și culturale a Ungariei comuniste. Deopotrivã un poem în prozã tulburãtor și o mărturie puternică despre tarele unui regim politic repulsiv, acest
Satyricon unguresc este în cele din urmă o reușitã reprezentare postmodernistă est-europeanã.

“Pânã atunci nu cunoscuserãm viața decât din fotografii care, lucru știut, n-au miros, nu fac murdărie, iar acum ne trezeam căzuți într-o mocirlă uriașă, caldã-rece, unsuroasã, clisoasã, parfumat-puturoasã, numită viață.”

Esterházy critică cu vehemență și caricatural izbânzile regimului, realizând o prezentare remarcabilă a unei societăți degradate de către comunism:

“S-a-ntâmplat că a apărut o stațiune de odihnă faină, ca pentru ștabi. Era genul de loc unde cine intra se făcea frumos ca un înger, în copaci creșteau stele strălucitoare, iar la umbra lor șerpuiau izvoare argintii, păsări dalbe scoteau triluri fermecătoare, aici până și croncănitul ciorilor suna precum cântecul privighetorii, până și țigãncușa aducea cu un înger; lei de aur stăteau de strajă și printre tufișurile de aur își revarsă strălucirea palatul zânelor naționalizat; în încăperile luminoase, oaspeții de soi ședeau pe bănci de aur și mâncau din talere de aur, cu furculițe și cuțite de aur, rațe, curcani și vite de aur, servite de slugi cu fireturi de aur. - Așa se străduia republica să-i recompenseze, într-un fel, pe cei care i-au ținut partea în chip loial.”

Amestecul uluitor de trãiri trupești libertine într-o lume îngrădită și îngrăditoare, iremediabil deformată, obscenitatea impetuoasã și nefasta senzualitate a personajelor ca răspuns disperat la nenumăratele abuzuri ale regimului vor constitui “adevãrata pornografie a societății maghiare din anii ‘70 si ‘80 ai secolului trecut”.

“Când ne ambalãm prea tare, pierdem exact ceea ce ne-a ambalat din capul locului.”

“Maniera asta frivolã și haoticã de-a mă arunca dintr-o aventurã într-alta nu e o dovadã de ușurătate, ci de greutate, nu ține de luminã , ci de mizerie, e comparabilã cu gestul disperat al unui copil care, de fricã sã nu fie abandonat, se agațã de prima persoana care-i iese în cale.”

Satiră dură a regimului de tristă amintire (și nu numai la noi), “Un strop de pornografie maghiară” este înfățișarea grotescă a unei lumi într-o constantã, blestemată crizã moralã.

“Sarcina s-a născut, în decursul istoriei, cam din necesitatea de-a se asigura regularizarea Tisei și prosperitatea națiunii. Și e de rău dacă regularizarea cursului Tisei nu o fac specialiștii; cât despre națiune... ăăă … națiunea ar trebui să-și vadă de una singurã de prosperitatea ei sub îndrumarea ințele-a-aptă a conducătorilor săi destoinici și onești. Orice altă eventualitate nu poate fi decât una mai rea de-atâta. Este mai reconfortantă ideea că termenii în care gândește scriitorul nu sunt poporul și națiunea, ci subiectul și predicatul. Asta nu pentru că ar fi un ticălos apatrid, ci pentru că, deși e bunicel, tot e bãgat până-n gât în vorb-aia, iar dacă nu-i bun deloc, atunci degeaba mai vorbește: nu face decât să spoiască realitatea. Iubirea de patrie e o chestiune de calitate.”

Însemnările din ultima parte a romanului, cu o certă valență filozofică, înfățișează un tablou intim, din care reiese convingerea evidentă că “nicicum nu se poate transforma o țară întreagă în închisoare, că “viața noastra e deșartă și fantastică” iar oamenii au putința de a se adapta, pentru a-și asigura supraviețuirea fizică (că de cea morală ne vom ocupa altădată!): “supraviețuind cumplitelor încercări prin care au trecut, oamenii s-au călit și, asemenea marinarilor după furtună, au devenit tot mai răi, mai proști, mai nesăbuiți, mai înrăiți în păcatele și desfrânarea lor decât fuseseră înainte vreme”.
Profile Image for Ilona Wood.
29 reviews
April 12, 2024
A bunch of fragmented political gibberish… I don’t get it, not my thing 🤷‍♀️
Profile Image for Jim.
2,413 reviews800 followers
June 18, 2009
I read it in English, where the name is A Little Hungarian Pornography. It's not very good.
33 reviews
September 29, 2018
haha well, I wouldn't usually attempt a review after 30 pages, but seeing how few reviews there are here, and how unlikely it is that anyone will slog through this thing, I will share a few observations.

This is a modernist or post-modernist book, a lot of semi-discontinuous fragments, most of which are interrupted by odd ambiguities and complex turns of phrase. One gets the impression that the translator has not made things any easier for the reader -- there's a lot of technically correct but but rather stilted English. Perhaps it mirrors similarly stilted Hungarian, I wouldn't know, but it's odd -- the book has a satirical tone that *seems* like it should be enjoyable, but it's fairly torturous.

Well, the thing was entirely too inscrutable for me until I skipped ahead and read the notes at the end which were very helpful. There we learn that the book assimilates lots of quotes from other sources, and that if a particular quote is especially inscrutable, it's probably from Wittgenstein. Very well. This, at least seemed to explain the books basic pattern - a tawdry scene, typically involving a stereotypically sexualized woman interacting with the leering male narrator, will be set up only to digress quickly into ideological or theoretical passages, laced with irony and innuendo. There seems to be a metaphor going on, but my inner bulb is apparently not burning brightly enough to quite grasp it.

I'm not sure how far I can slog -- one gets the sense that all the parts meant something to Esterhazy and that it's all very clever. The tone seems like it should be amusingly satirical, not treacherous. But I'm missing too many of the references to be able to decode this one.

I've started looking around for other reviews...I get the impression the book continues to natter along aimlessly straight through to the end. Well, it's intriguing, but i don't know if my life is long enough to accomodate this book.
Profile Image for Jindřich Dušek.
51 reviews1 follower
December 21, 2019
Musím přiznat, že se mi četla kniha trochu ztuha, neboť nemám zdaleka znalosti o Maďarských reáliích, jako by byly ideální pro hlubší čtení. Některé pasáže jsou docela vtipné, zbytek mi nedává smysl, nicméně mají dost často silné emoční vyznění.
Profile Image for Róbert Šedivý.
269 reviews4 followers
May 5, 2022
V budapeštianskych kaviarňach znie jasne: najlepším maďarským prozaikom po roku 1989 bol Péter Esterházy. Autora, samozrejme, poznám, už niekedy počas vysokej školy som otvoril jeho knihu Žiadne umenie, no po desiatich stranách som ju aj zatvoril.

Za tých x rokov, čo odvtedy prešlo, som čitateľsky postúpil - aspoň som si to myslel – tak reku pustím sa do Esterházyho znovu a poučene. Siahol som po staršom románe (veď chronológia!) s názvom Malá maďarská pornografia, no moje pocity boli veľmi podobné ako v časoch, keď som bol ešte tovariš. Zmiešané :)

Ja si myslím, že Esterházy bol talentovaný autor, dokonca až tak talentovaný, že ho nebavilo písať lineárne. O to s väčšou chuťou naznačoval, usekával, mlžil a tajil. Akoby si naháňal svoj vlastný chvost a vo chvíli, keď po zrejmej námahe prišiel na to, že sa mu podarí dohoniť si ho, rozhodol sa, že nie... Načo? Nuž, sťaží si cestu, pretože viac ako nájsť cieľ ho zaujímalo hľadať ho. Skrátka, keď sa mi to podarí, stratí sa mágia a ja prídem o kšeft.

To preto - tak odhadujem - sú jeho texty nielen nezrozumiteľné, nečitateľné, vlastne vzpierajúce sa akejkoľvek čitateľskej radosti. Napriek všetkému trápeniu (165 strán som čítal po troškách od Vianoc) som mu to odpustil, pretože viem, že to nerobil zo svojej nedostatočnosti, ale z pasie.

Inak, podľa mňa by obstál aj ako básnik, pretože radenie jeho viet často zvádza k veršovému zápisu.
Azda sa k tomu, čo píšem, bude najlepšie prihodiť autorove vety z konca knihy: „Potom predsa prešli k problému. Obraz, ktorý si spoločne maľovali, bol čím ďalej chmúrnejší. Tu si spomenul na prirovnanie, ktoré ho rozjarilo. Vyslovil ho. Priateľ mlčal. I jemu pripadal návrh trochu príliš prostý a optimistický. „A to aspoň stojíme na začiatku nového, temného tunelu.“ Priateľ povedal, že to nechápe, pretože je to až príliš abstraktné, čo on tiež tušil, pretože i on premyslel vec omnoho konkrétnejšie, lenže nemal odvahu to vysloviť.“

A napokon, o čom je tá kniha?

Obálka oboznamuje, že „autor svoje vášnivé a ironické úvahy a útržky všednej spoločenskej, etickej a erotickej skutočnosti sám označuje predovšetkým za maďarské, o ktorej širšej platnosti však nemôže byť pochýb.“

Neostáva mi nič iné ako súhlasiť s obálkou – ušetrila mi čas na ďalšie "šmátranie v širočine“.
Profile Image for Edina Balogh.
59 reviews3 followers
August 10, 2021
Őszinte leszek.
Nem olvastam el az egész könyvet.
Ez a könyv nem arra való, hogy leülj és egy délután alatt kiolvasd. Számomra úgy vált emészthetővé, hogy két póló vasalása közben elolvastam egy „adagot”. Míg eltűntettem a ráncokat az adott ruhadarabról, addig volt időm rágódni az olvasottakon. Kicsit olyan voltam mint egy kérődző tehén, aki érzelmek sorát éli át a gőzfelhő felett. Voltam mérges és csalódott (Apa csak egy van), hálás és elégedett (Anya csak egy van). Volt amikor csak szimplán töprengtem, de az idő nagy részében mosolyogtam. Ennél a résznél macskám nagy ijedtségére hangosan fel is nevettem: „nekünk, férfiaknak szabad egy kissé csúnyáknak lennünk! Igen, igen, de ön barátom, felettébb visszaél e szabadsággal…”.
A könyv közepén azzal a rettenetesen sok kérdéssel nem tudtam mit kezdeni? Fél oldal után ideges lettem? Ez történt mással is? Mi állhat ennek a hátterében? Most már fejezzem be?
Az megint egy izgalmas történet, hogy miként került hozzám a könyv.
Egy kedves ismerősöm éppen költözésben van. Az új ház, ahova beköltözik korábban egy újságíróé volt. Az újságíróktól általában elvárja az ember, hogy sokat olvasott, világismerő emberek legyenek. Ennek a sztereotípiának eleget téve a ház korábbi tulajdonosának rengetek könyve volt. Sajnos ezt sem az új lakó, sem a régi örökösei nem értékelték. Így történt, hogy én voltam az a szerencsés bookworm, aki kimenekíthette a sárgáslapú dohszagú kincseket.
Displaying 1 - 17 of 17 reviews

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