De los libros que más me gustaron de ensayos. Me gusta porque, sobretodo al principio, habla con lenguaje claro y explica qué significa escribir poesía para los autores con los que trabaja. Me gustó también porque explica los antecedentes de la poesía actual, el verso libre, la importante visualidad, entre otros. La mayoría de los autores declara que la poesía debe tener un lenguaje claro y preciso y que es portavoz de la experiencia. Eso es con lo que más me quedo. Lo único malo es que era un libro inminentemente masculino y no hablaba de ni una sola mujer. Los últimos capítulos tampoco los disfruté tanto porque ya estaba cansada igual.