En "Confidencias de un lobo" la vena criolla y portena que lo inspira se exacerba, tal vez porque los hechos ocurren en el extranjero. Se trata de una historia de amor referida con tono humoristico. De esta clase de cuentos se incluyen aqui tres mas: "Ad porcos," "El don supremo" y "La tarde de un fauno." Tambien es una historia de amor, pero sobrenatural y patetica, "Los milagros no se recuperan." En "Las caras de la verdad," relato de ambiente pueblerino, de estilo elaborado pero esta vinculalo con alguna teoria trascendental. "El atajo" es tambien un cuento fantastico muy argentino. Emece ofrece nuevamente al publico este libro olvidado de Bioy Casares.
Adolfo Vicente Perfecto Bioy Casares (1914-1999) was born in Buenos Aires, the child of wealthy parents. He began to write in the early Thirties, and his stories appeared in the influential magazine Sur, through which he met his wife, the painter and writer Silvina Ocampo, as well Jorge Luis Borges, who was to become his mentor, friend, and collaborator. In 1940, after writing several novice works, Bioy published the novella The Invention of Morel, the first of his books to satisfy him, and the first in which he hit his characteristic note of uncanny and unexpectedly harrowing humor. Later publications include stories and novels, among them A Plan for Escape, A Dream of Heroes, and Asleep in the Sun. Bioy also collaborated with Borges on an Anthology of Fantastic Literature and a series of satirical sketches written under the pseudonym of H. Bustos Domecq.
Creo que sólo lo terminé por necedad pero ya no lo aguantaba. Personajes machitos que dicen cosas como "las muchachas jóvenes son animales despreocupados" en historias siempre iguales y más o menos predecibles donde un cñor cuenta cómo se ligó a tal o cual chava. El primer cuento y el último son lo menos peor, aún así hubiera preferido leer un manual de electrodomésticos. Lamento no poder des-leerlo.
Paseando al perro encontré una caja al lado de un árbol. Mi instinto lector hizo que le prestara atención y descubriera que tenía libros y revistas. La mayoría sin valor pero de ese descarte rescaté “El gran serafín”. Tenía leídos su gran obra “La invención de Morel”, “El diccionario del exquisito argentino”, una antología de frases pintorescas más bien olvidables, una lograda compilación de breves historias fantásticas que compiló junto a Borges, y parte de Bustos Domecq (seudónimo de su obra junto a Borges). Siendo el primer libro de cuentos que leo de él y tantos años desde esas lecturas no sabía muy bien qué esperar. Me sorprendió una prosa elaborada, refinada, zurcida de epigramas a lo Oscar Wilde. Los diez cuentos tienen una longitud variada que lo hacen ameno. En contraste con Borges, de personajes que son más conceptos que personas y argumentos que se acercan más a planteos filosóficos que a una narración, Bioy Casares da una encarnadura que los hace muy humanos y una historia que es un episodio que abre y cierra completo. Expone sus miedos, sus anhelos, sus infidelidades. Contemplando las evidentes diferencias, con esa exploración de las vivencias de un argentino de esa época me recordó por momentos a los retratos de Asís. Con el libro viajé a la Argentina de mediados del siglo XX. A bordo de un auto Hudson paseé por Tigre, recorrí Tandil y conocí gauchos y sobre todo mujeres. Las describe de una y mil maneras, rozando los clichés pero encontrando formas de darles un carácter único. Se adivina en esa profunda descripción física y emocional un conocimiento adquirido a fuerza del Don Juan que fue. Uno muchas veces escribe desde lo que vivió y quizá por eso se hace impensable que estos textos los hubiese podido escribir su amigo íntimo de laberintos, espejos y paradojas. Hay relatos en primera persona y otros en tercera; algunos que aportan novedad en el formato dentro de la colección al ser el cuento completo una nota dejada por el narrador. Algunos son de género más detectivesco, otros romántico, algunos rozan la tragedia y el terror. Me llamaron la atención “Ad Porcos” y su final, el karma de “El don supremo”, “El solar” que leí como un capítulo de Black Mirror con la pampa criolla como escenario, el surrealismo de “Las caras de la verdad” y “El atajo” con su atmósfera kafkiana. Quizá sea el modo azaroso en el que me topé con este libro pero me gustó mucho y probablemente no pase tanto hasta que lea más cuentos de él. No es sólo el Boswell de Borges sino que tiene valía por su propia obra.
This little-known collection of short stories by Bioy Casares opens and closes with two masterpieces of speculative fiction of the low-fantasy, magic realism variety. The title tale (A play of words between “Serafín” (Seraph) and “Fin” (End) describes a possible End-of-the-World scenario set on an idyllic seaside resort in the South Atlantic (completely fictional, although not unlike real-life ones like Villa Gesell, Pinamar or Miramar) and an hilarious cast of frivolous characters unable to put aside their petty feuds and affectations not even on the onset of the Apocalypse. The last story, “El atajo” (The shortcut) is one of the best executions of the time-travel argument in Argentine literature (outshining even the novella “El Sueño de los Héroes” by the same author) with a blood-curdling, dystopic twist ending, even more sinister considering it was written in the late 1960s and what would happen in the country just half a decade later. Unfortunately, between these two highlights lies a handful of half-assed, way too similar stories about love/romantic themes and in several occasions the behavior and speech of the male narrator/protagonist/wannabe Don Juan is too sexist to be comfortably read on this day and age, although I suppose it was perfectly OK and “normal” in the sixties.
“El Gran Serafín” reúne 10 relatos de Bioy Casares. En general me gustaron mucho aunque hay algunos que me parecieron más entretenidos. No me costó adentrarme en ninguna de las historias y me gustó el ritmo que manejaban. Hay algunos pensamientos expresados en este libro que pueden parecer algo retrógrados, sin embargo yo soy partidaria de que no hay que juzgar la escritura del pasado con los estándares del presente. Nuestra sociedad ha cambiado mucho a lo largo de los años y además siempre estamos hablando de ficción La editorial reeditó 15 libros de Bioy Casares así que si nunca leyeron al autor este es el momento perfecto para hacerlo.
Buena prosa, fácil de leer, pero no entusiasmó. No creo haber aprendido gran cosa de leer este libro, y aunque no me aburrió ni creo que haya sido pérdida de tiempo, no lo recomiendo. Tendré que buscar algo más de Bioy Casares que tiene gran fama (que no debe haber logrado con este libro ni sólo por su amistad con Borges). El primero y último cuento son sin duda lo más valioso y rescatable y evitan que sea sólo una estrella. Si lo tiene en la mano, lea sólo el primero y el último, lo demás no vale la pena.
Un viajero que llega a un balneario para alejarse de la rutina estresante y restablecer su salud, pero se topa con una situación límite. Un joven que hace turismo con sus amigos y desea ser más abierto con ellos, para dejar de ser un «lobo solitario». Un sujeto indiscreto ventila una intimidad que tuvo a diferentes personas, muchas de ellas vulgares y corrientes. Un acto, con apariencia generosa, que realizó el protagonista le ofrece una «recompensa», la cual traerá consigo un peligro. Un tipo le relata a sus amigos la extraña relación entre los hombres y las mujeres; les cuenta acerca de una tarde cuando estaba de viaje por trabajo y se decidió por conquistar a una mujer antes de retornar. Dos amigos que se encuentran por casualidad en la parada de buses y hablan sobre la utilidad e inutilidad de las coincidencias de la vida. Un jefe de escribanos comienza a tener actitudes extrañas: golpea animales sin razón aparente; su asistente se percata de esto y trata de averiguar el motivo. Un hombre de negocios que realiza un largo viaje acompañado de un nuevo integrante de su grupo de reuniones, toman un atajo para llegar prontamente a su trágico destino. De esta forma son las premisas de los cuentos que abordan esta obra.
«El gran Serafín» es una obra que recopila ocho cuentos de género fantástico, cuyas tramas suelen girar en torno a uno o más de estos puntos: una conquista, la valentía o un viaje hacia nuevas experiencias. Se publicó en el año 1967, para cuando Bioy tenía alrededor de 53 años y una amplia experiencia en diversos temas.
En cada una de las historias, el respectivo protagonista vivirá una experiencia que calará en su ser: ya sea para sacar lo mejor de sí o lo peor; para revelarle una alegría o el mismísimo horror. Asimismo, los personajes que conforman los relatos reflejan, en parte, el machismo que existía en esos tiempos, y que sigue existiendo en la actualidad.
A manera de conclusión, a través de esta obra, Bioy nos muestra tanto aspectos humanos agradables como desagradables; personajes que ejecutan acciones orientados por su ego, capricho o reflexión.
A modo de comentario personal, me gustaron los cuentos, unos más que otros, todos exponen situaciones, fantasiosas, pero con trasfondo metafórico, que pueden brindar enseñanzas, si tenemos la apertura de querer aprender; menciono esto, puesto que es fácilmente dejarse llevar por la idea de que son cuentos machistas, debido a que muchos de los protagonistas tienen esa actitud y pensamiento; sin embargo, cuando uno termina de leer cada cuento se topa a dónde llevó ese modo de ser a los protagonistas.