Todo viaje lleva consigo un destino, un fin, una búsqueda. El poeta toma la palabra para hacerse viaje y solo le es dada la no pertenencia: en cualquier lugar es un extranjero, un trotamundos; sabe que nada de lo que tiene es suyo, ni siquiera su propia identidad. Por eso es necesaria la renuncia. Aleš Šteger llega a la parte más esencial de las cosas, porque sabe que sólo desde allí es posible el rompimiento de todo lo absoluto para regenerarse. El poeta se despoja de sí para llegar a la fragmentación y, a partir de eso, a la condensación de su otro yo.
Un excelente poeta joven eslovenio. La antología tiene el defecto de escoger lo representativo en lugar de lo importante, así que los primeros poemas del libro son demasiado abstractos y más bien aburridos. Estos poemas responden a la primera etapa del autor y no creo que tengan mucha valia. Es peligroso porque estuve a punto de dejar el libro varias veces. La segunda parte es muy buena, poemas llenos de humanidad y talento y hubiese sido mejor conocer más de esta etapa creativa del autor. Tres estrellas por ese problema, pero los demás poemas son excelentes y nadie debería perdérselos por ello.
Excelente poeta, una hermosa sorpresa encontrarlo. Tiene unos poemas muy malos, sobretodo cuando se pone medio pretencioso, pero cuando habla de las cosas elementales es maravilloso. Aprendí mucho de este poemario, sobretodo a sentir algunas cosas cercanas y dispararlas en la imaginación.Un poema en particular me recordó mucho a mi abuelo. Otro poema en particular se me quedó por siempre grabado gracias al presidente X. En verdad, se volvió uno de mis favoritos.