¿Traidor o héroe? La increíble aventura de un soldado español esclavizado en tierras de los mayas, y su lucha por encontrar el camino al amor y a la dignidad.
1511. Un naufragio condena a un marinero castellano a tener que sobrevivir en una isla del nuevo continente que le resulta misteriosamente extraña y hostil, la tierra de los mayas, que acabará siendo su verdadero hogar.
Alfonso Mateo-Sagasta (Madrid, 1960) es licenciado en Geografía e Historia Antigua y Medieval. Autor de tres novelas: El olor de las especias (2002), Ladrones de tinta (2004), ganadora del I Premio Internacional de Novela histórica Ciudad de Zaragoza y del I Premio Espartaco (concedido por la Asociación Semana Negra a la mejor novela histórica editada en español) y El gabinete de las maravillas (2006) con la que gano de nuevo el Premio Espartaco en el año 2007.
Un libro muy entretenido que consigue hacerte entender la forma de pensar de los mayas en contraposición con la de un soldado español de la época pero sin cargarte con los datos y las descripciones, enhebrando bien la información dentro de una historia de aventuras bien construida. Creo que podría haber dado para más aún, pero me ha gustado.
“CAMINARÁS CON EL SOL”: EL LADO INSOSPECHADO DE GONZALO GUERRERO
Alfonso Mateo-Sagasta, plasma de forma extraña la historia de Gonzalo Guerrero en su último libro, pues salen a la luz datos “incómodos” e inexactos que no se habían ni pensado para su compatriota, aún tratándose de una novela histórica, del considerado héroe en Quintana Roo y en México. --------------------------
Acabo de terminar de leer la obra que muchos esperábamos impacientes y entusiasmados desde que supimos de su existencia allende los mares, del otro lado de la Mar Océano, España, una nueva versión de la vida de Gonzalo Guerrero. Muy a mi pesar, me invaden sentimientos agridulces después de incesante lectura, y ya haciendo un análisis desde diferentes puntos de vista, tiende a ser un sabor amargo, sobre todo considerando que en 2011 se festejó en nuestro estado el V Centenario del arribo de Gonzalo Marinero, nacido español y muerto maya, siempre mencionado como algo especial, una aventura fantástica que colma las tintas de muchos narradores, poetas y artistas plásticos.
EL AUTOR Alfonso Mateo-Sagasta, nacido en Madrid en 1960, licenciado en Geografía e Historia, especialidad de Historia Antigua y Medieval, por la misma Universidad Autónoma de Madrid, muestra unas credenciales impresionantes y sorprende de primera mano con su narrativa, de lectura sencilla y con un completo dominio de los términos y situaciones medievales. Y no es para menos, Mateo-Sagasta hace gala de sus mejores armas, y es el vasto conocimiento de la Historia española, las batallas previas y durante la época del Descubrimiento de América, lo que hacen de la novela algo interesante y en cierta forma dan un soporte excelente para la historia de nuestro Gonzalo, profundizan un poco en su infancia, familia, y vida cotidiana, de forma sobresaliente e impecable. Pero he aquí el primer detalle: sí es importante el conocimiento de la Historia y las batallas, pero el autor se desgrana en muchos párrafos una escena, con abundante lujo de detalles, formas y figuras. Es tanto a veces, que uno pierde la noción de donde se encuentra parado. Eso sí, el léxico del autor es abundante, es un buen libro para enriquecer el propio vocabulario.
Hay dos cuestiones que ponen a pensar a los que vivimos aquí en la Península de Yucatán, muchos mayistas, arqueólogos, estudiosos, que seguro mirarán detenidamente estas líneas al descubrir que los mayas posclásicos, itzáes para ser exactos, practicaban la sodomía, el travestismo y la orgía homosexual en las “casas de solteros” de los holcanes o guerreros de la élite maya. Incluso, que había la función de prostituta para que no se pelearan las mujeres entre los feroces guerreros y esa la desempeñaba un maya varón travestido, para cumplir los más bajos instintos del escuadrón. No lector, no es broma, eso está plasmado en “Caminarás con el Sol”.
UN PREMIO ENSOMBRECIDO Consultando con amigos expertos en el tema, sumamente intrigado por estos datos oscuros que salen a la luz en un libro premiado con el III Premio CajaGRANADA de Novela Histórica de 2011 (el cual ya no volverá a darse más por motivos económicos), todos coinciden con lo siguiente: No existen precedentes de que se practicara de la forma tan abierta la homosexualidad entre la sociedad Maya, no hay pruebas de que un varón travestido cumpliera tal función, lo que deja en este aspecto, muy mal parada a nuestra cultura peninsular en la lejana España, y qué decir, el mundo. El Dr. Iván Vallado, antropólogo que dio interesantes conferencias en el Encuentro del V Centenario del Mestizaje, comenta para un servidor: “No he leído nada como esto para un pueblo. Lo más parecido a lo que comenta el autor, es el bardaje (jefatura de trabajo en la que un hombre se vestía de mujer para dirigir el trabajo de las mujeres recolectoras, en Panamá). Por cierto cuando los españoles toparon con esto, aperrearon a los indios vestidos de mujeres por "sodomitas".”
Por lo que, no me imagino cómo un autor sumamente serio, con esas credenciales que mostré hace un momento, pudo caer en semejantes aguas pantanosas y manchar el nombre de Gonzalo Guerrero, porque, a decir verdad, al llegar a la parte de la sodomía, uno ya no se puede quitar de la cabeza las líneas del autor, en voz de primera persona de Guerrero:
“Ixcuat (refiriéndose a la prostituta) se apartó de mí con una sonrisa, pero apenas tuvo tiempo de limpiarse las manos. Dos de los jóvenes se adelantaron excitados, ella los recibió coqueta, se arrodilló sobre el poyete y les ofreció el culo. Me fijé entonces en que algo le colgaba entre las piernas. Aquella hermosa muchacha era un hombre, un berdache, como los llamábamos nosotros, uno de esos que adopta el aspecto y los modos de una mujer. Me quedé paralizado. No podía creer que hubiese conseguido la libertad para hacerme sodomita. Aún era pronto para comprender que lo que en un mundo se castiga del modo más cruel, en otro es el resultado de una visión sagrada. En Castilla queman a los bujarrones, y aquí los respetan porque creen que representan la armonía cósmica al reunir los atributos masculinos y femeninos. Por lo que me pueda tocar, me quedo con lo segundo.”
Cabe señalar aquí una palabra: berdache. Investigando un poco en la red, descubrí lo siguiente:
1) Los berdache o badea, también conocidos como los dos espíritus, son individuos pertenecientes a pueblos amerindios de Estados Unidos y de las Naciones Originarias de Canadá que cumplen uno de los múltiples roles de género encontrados tradicionalmente en sus sociedades. Tradicionalmente los roles incluían vestir y realizar las tareas de los dos géneros (masculino y femenino). Fuente:↑ Gilley, Brian Joseph (2006). Becoming Two-Spirit: Gay Identity and Social Acceptance in Indian Country. ISBN 0-8032-7126-3.
El término más antiguo "berdache" es un término genérico empleado principalmente por antropólogos y frecuentemente rechazado por inapropiado y ofensivo por los amerindios. Esto puede deberse a su etimología peyorativa, al ser un préstamo del francés bardache vía el español bardaxa o bardaje/bardaja vía el italiano bardasso o berdasia vía el árabe bardaj, que significa "chico mantenido; prostituto" del persa bardaj. Ha sido ampliamente sustituido por dos espíritus desde 1990. Fuente:↑ Jacobs, S.; Thomas, W.; Lang, S. (Eds.): Two-spirit people: Native American gender identity, sexuality, and spirituality, page 4. Urbana: University of Illinois Press, 1997 ↑ Williams, W.: The spirit and the flesh: Sexual diversity in American Indian cultures, page 9. Boston: Beacon Press, 1986
Concluyendo: El término berdache está, de entrada, mal empleado en la cultura maya, simplemente no pertenece a estas latitudes. Por otra parte, no hay pruebas contundentes y concluyentes de que el bardaje haya sido aplicado en forma en la cultura maya posclásica. Se habla de cierta tolerancia a la homosexualidad, pero con castigos severos, además la mayoría de los datos provienen de los conquistadores y tienden a exagerar para tener justificación de torturarlos y aperrearlos. Fuente: ↑ Mario Humberto Ruz, la semilla del hombre: fertilidad y sexualidad entre los mayas contemporáneos.
Lo cual me lleva a preguntarme como quintanarroense: • ¿Dónde queda el ícono de Gonzalo Guerrero? • ¿Cómo terminó siendo retratado el pueblo maya ante el mundo? • ¿Hasta dónde puede el escritor permitirse jugar con la fantasía en la Novela Histórica?
Recordemos que la palabra Escritor también significa en algunos casos embajador cultural, y Mateo-Sagasta puso palabras en boca del pueblo maya desde la lejana España, aun tratándose de una novela histórica. Ése fue el primer descalabro al leer una obra de la cual esperaba más cosas, muchas más, excepto tal vez esto. La novela continúa haciendo descripciones exhaustivas de todo lo que le rodea a Gonzalo, que está bien, y va de acuerdo a un mundo que se descubre y configura poco a poco en sus propias ideas y dimensiones de un español de Renacimiento y Conquista, pero en ciertos párrafos se siente la opresión del hartazgo, con diálogos muy escuetos, generalmente con preguntas de qué es tal cosa o cómo funciona tal, y donde se descubre que no es el fuerte de Mateo-Sagasta. Pero, por ejemplo, la discusión sobre los posibles lugares donde se encontraban los náufragos españoles cuando fueron capturados, fue muy buena, cada uno con su punto de vista muy creíble.
Muchos me dirán, “Mauro, te estás escuchando muy rigorista y localista.” No lo creo, los argumentos en contra son muchos y en mi caso, defiendo la cultura, el lugar donde nací, y es injusta la forma en cómo un sabio escribió sobre estas tierras. Conozco muchas obras de Gonzalo, algunas que pecan de ungirlo casi como un santo, y otras como ésta, “extrañas”, jugando en terrenos peligrosos de la ficción. No es mala, pero me apoyo en la opinión de los expertos, que por obviedad, no apoyan esas teorías, incluso para una novela histórica de un personaje de suma importancia, y con el aval de varias personalidades mexicanas del medio de la pluma, entre ellos, Paco Ignacio Taibo II, cito en sus palabras: “Mateo Sagasta ha encontrado la clave: el rebelde Gonzalo Guerrero es el primer mexicano, es la justicia insurrecta la que hace patria”. Concluyo que el señor Taibo o no leyó la novela, o la editorial le pidió un comentario aleatorio para poner en un cintillo atado al libro, porque me parece raro que comente tal cosa.
AUSENCIAS Y OMISIONES Es de hacer notar la ausencia de Jerónimo de Aguilar a lo largo de la trama. Simplemente desaparece junto con los demás supervivientes al hacerse esclavos, y no sabemos de él hasta el final, el cual, considero incompleto, esperaba mucho más, no se realza la importancia del Mestizaje, de la nueva raza, la nueva sangre. Sólo describen mucho los rituales de las fiestas y las guerras, no así la boda, lo cual deja párrafos muy escuetos sobre ese evento importante en su vida, y también las labores de parto, el nacimiento del primer hijo y primer mestizo.
Es una historia contada en primera persona por el mismo Gonzalo, y se centra en sus pesares, batallas, en su ascenso hacia el poder que al final fue ambiguo con el cambio de los escenarios. Y malas noticias: Chactemal pasó a segundo plano como Cuna del Mestizaje para el autor hispano. Lejos de eso, se centró en una invasión Mexica, provocada por la sola presencia de Guerrero, en una batalla que no tenía mayor trascendencia, y tampoco hay pruebas de que así haya ocurrido en las inmediaciones del pueblo de Maní, Yucatán. Eso se adiciona con que el pueblo maya donde vivió Guerrero en esta obra, Xamanzama (Xamanhá), se practicaba el canibalismo. No hay nada claro sobre la antropofagia al momento del contacto Maya-español, y de nuevo el autor plasma de forma muy displicente estas acciones.
Los nombres en maya, estoy de acuerdo en que hay muchas formas de escribir las palabras y frases, pero con su vasto conocimiento e investidura del autor, esperaba que al menos nombrara Chactemal en vez de su nombre actual Chetumal, Xamanhá en vez de Xamanzama, Cuzamil en vez de Cozumel, ‘Ah kin’ y no ‘Ah Kim’. En este último caso, es general el uso que se le da a la palabra “Kin” como “Sol”, entre los expertos y así lo expresan los diccionarios mayas vigentes. Fue muy extraño encontrar partes donde se emula la novela de Eugenio Aguirre, que algunos autores confunden y toman datos de esta obra como “oficiales” o “verdaderos” e incluso con horror, parecí ver una réplica de una escena de sacrificio de la película de Mel Gibson, Apocalypto. El autor, para su enorme carrera, esto no debió de impedir la investigación, si no física, entonces teórica y exhaustiva sobre los lugares en la Península de Yucatán. La información del doctor Salvador Campos Jara, oriundo de Palos de la Frontera, España, sobre la vida de Guerrero, refuerza mi análisis.
EXPECTATIVAS Y DESENCANTO En lo que respecta a la narrativa, es muy limpia, sin ningún error en el estricto sentido. Sin embargo, al ser prácticamente todo el libro escrito en primera persona en palabras de Gonzalo Guerrero, se esperaba más emotividad, más sentimientos de su parte, pero el autor se enfocó en las descripciones (sobre todo en lo que concernía a la vida maya) tanto que en ciertas ocasiones parecían extractos de una buena enciclopedia. No me produjo reflexión, el final se quedó corto, la batalla contra los Mexicas no tuvo trascendencia, menos el juego de pelota, tal vez la batalla contra Francisco Hernández de Córdoba, quien utilizó como “villano” esta vez, aunque ese pasaje de la vida de Guerrero no fue gran cosa, comparándola con la ocupación posterior de Chactemal.
No esperen encontrar iluminación sobre muchas partes oscuras de la vida de Gonzalo, no esperen encontrar a Alonso Dávila, Francisco de Montejo, mucho menos a Hernán Cortés. No se dice nada como padre del mestizaje hacia Gonzalo, no se ensalza en nada esta cuestión tan importante, sobre su pareja Aixchel, que la delega a una escueta hechicera viuda, sin tener que ver con la nobleza. Es extraño, pues es notable la diferencia de su compatriota el Doctor Campos Jara, quien siempre coloca a Gonzalo como un referente en la Conquista y el Mestizaje mexicano, con todo su gran estudio y doctorado sobre el personaje. Es un libro, que en lo personal me produjo un desencanto en su lectura, esperaba mucho más de un Premio CajaGRANADA (con una bolsa de €100,000 ni más ni menos) y de un erudito en la Historia. Es impresionante en lo que toca a los escenarios europeos, pero el libro pierde todo su hilo conductor al desembarcar a nuestras costas, desde la sodomía maya, y que, en realidad, aquí, en su versión, Gonzalo, jamás llegó a convertirse en Nacom, Nakom o Nakón, fungiendo un protagonismo diferente al que estamos acostumbrados a encontrarnos.
Reconozco el inmenso trabajo de documentación que tiene el libro, y su valor como divulgador de la cultura maya en ese período. Sin embargo, he echado de menos algo más de trama. Un poco más de movimiento en cuanto a la historia.
El personaje principal no está mal construido, pero no tiene el mismo carisma que Isidoro, el protagonista de la trilogía de Ladrones de tinta y uno de mis protagonistas favoritos de siempre.
Por otro lado, me hubiera gustado más representación femenina en general. Entiendo la mentalidad de la época y entiendo su contexto, pero mostrarme un punto de vista en el que se hubiera mostrado el lado femenino de la sociedad. Creo que la poca información que hay al respecto no es suficiente.
Por último, no sé si me ha convencido el hecho de que el protagonista sea español. No digo que no sea creíble todo lo que le ocurre a Gonzalo, y su historia me ha parecido fascinante, pero siento que no ha terminado de encajar en mi cabeza por lo que me ha transmitido el escritor. Si considero que el principal objetivo de este libro es mostrar cómo era la sociedad maya, me hubiera gustado que me lo contara un maya, desde dentro. Por el contrario, creo que al ser el protagonista un extranjero, lo más ventajoso para la novela sería haberle introducido una trama más potente y no limitarse a contar el día a día en la comunidad maya.
Aun así, es un libro que está bien escrito, con una buena ambientación y que a los que les interese este tema seguro que les va a aportar mucho. A mí no es una civilización que me apasione, y quizá por eso tengo estos sentimientos al respecto.
Es una novela histórica que narra la historia de Gonzalo Guerrero, el primer español en tierras mexicanas, más preciso, en territorio maya. Este es un evento poco conocido en la historia de México, por lo que esta novela, fluida y entretenida, es bastante afortunada entre los que quieren saber más detalles. Me pareció muy curioso leer una crítica que se centra en la baja fidelidad de la narrativa hacia los hechos reales, sobre todo teniendo en cuenta que muy probablemente Alfonso Mateo-Sagasta escribió esto más como escaparate de las costumbres, fiestas, rituales, ceremonias, cosmovisión mayas. Uno de los puntos que se destacaron en la crítica, es que la narración incluye una escena de sodomía. El crítico investiga y pregunta a especialistas acerca de esto, pero —por lo menos de mi punto de vista— pienso que la intención del autor no fue anunciar que los mayas tuvieran una moral occidental laxa, más bien fue tocar el punto de que la cosmovisión sexual en diversas culturas es muy diferente a nuestro canon occidental. En fin, es una novela histórica bastante entretenida, que antepone la aventura, la acción y la apertura mental, lejos de la visión reverencial y académica que tienen otras obras.
Ficción histórica sobre Gonzalo Guerrero, soldado español que naufraga en las costas de Centroamérica y es capturado por una tribu maya, pasando de esclavo, a guerrero y finalmente a caudillo respetado. Centrada principalmente en la vida de la aldea, la relación de los mayas con la naturaleza y con otras tribus y sus costumbres religiosas.
Quizás le falta un poco de profundidad psicológica (Gonzalo se adapta rápidamente a la idiosincrasia maya y abandona las costumbres que lleva teniendo toda su vida sin demasiadas dificultades), pero entiendo que es una novela que busca ser corta y centrarse en la parte más aventurera.
Entretenida y disfrutable, especialmente para los interesados en este periodo histórico tan fascinante.
Although this was a bit too gory for me I still found it amazingly interesting, as it is the first time that I come across a historic novel situated in the Mayan era. The descriptions of rituals and customs were amazing, and it does make you think about preconceptions ingrained in a culture.