Los asesinos en serie proliferan en las novelas y en las películas. Pero en la realidad, lo más habitual es encontrarse con asesinos puntuales, personas normales que, en un momento de su vida y bajo determinadas circunstancias, son capaces de matar. Cualquiera puede convertirse en asesino. Otra cosa es planificar un crimen...
El inspector de los Mossos d’Esquadra Miquel Pruna recibe una llamada que le llevará a la investigación más especial de su carrera como policía. Su madre ha muerto en la residencia de ancianos donde estaba ingresada junto a los amigos de su cuadrilla. Una defunción en apariencia natural, que pronto destapará una serie de pactos que tienen a la muerte como compromiso ineludible.
Además, Pruna sentirá la necesidad de buscar respuestas al misterio que su madre le planteó poco antes de morir. Eso le llevará a escarbar en algo que el pasado. Y tendrá que retroceder hasta las riadas de 1962 en Gavà para saber una verdad que, como pasa a menudo, duele en el alma.
Hacía bastante que no leía nada de este género y me he sorprendido encontrando en "Pactos" una novela entretenida y bien construida, con un protagonista complejo y una trama que entreteje el misterio y el sentimiento de pérdida. El primer caso del inspector Pruna es una investigación personal que se desarrolla por unos derroteros inesperados. No me ha parecido una novela predecible, aunque sí he llegado a sospechar quién podía ser el asesino, solo que no imaginaba los motivos. Está cargada de nostalgia y sentimiento, creo que le da tanta importancia a la historia del protagonista como al misterio en sí y con ello consigue construir un personaje complejo con el que, por desgracia, no he llegado a conectar del todo. Para mí, este ha sido el único punto negativo ya que lo cierto es que, por lo demás, lo he disfrutado bastante. El ritmo es bueno y el autor consigue mantener la tensión hasta el final; además, es bastante corta por lo que puede ser una buena opción tanto para amantes del género como para otros lectores que busquen iniciarse.
M'ha agradat molt la capacitat de l'Albert per situar-nos de forma realista en paisatges quotidians, entre personatges que semblen reals, i explicar una història creativa i molt humana.