Album de Familia esta compuesto por cuatro relatos que nos enfrentan a situaciones vitales de una serie de personajes poco comunes en la tematica de la autora. El lector no puede escapar a una prosa que incita a la risa pero que, en definitiva, es un sintoma claro de angustia al presenciar la leccion de cocina de una recien casada al participar en una reunion dominguera en que se plantean todo tipo de relaciones sexuales y sociales, al contemplar la ceguera de una madre a la anormalidad que ella misma propicio en sus hijos y, por ultimo, al asomarse a los mundos y submundos, plagados de ira y envidia, de ciertas damas intelectuales.
Rosario Castellanos Figueroa (25 May 1925 – 7 August 1974) was a Mexican poet and author. Along with the other members of the Generation of 1950 (the poets who wrote following the Second World War, influenced by César Vallejo and others), she was one of Mexico's most important literary voices in the last century. Throughout her life, she wrote eloquently about issues of cultural and gender oppression, and her work has influenced feminist theory and cultural studies. Though she died young, she opened the door of Mexican literature to women, and left a legacy that still resonates today.
Throughout her career, Castellanos wrote poetry, essays, one major play, and three novels: the semi-autobiographical Balún Canán and Oficio de tinieblas (translated into English as The Book of Lamentations) depicting a Tzotzil indigenous uprising in Chiapas based on one that had occurred in the 19th century. Despite being a ladino – of mestizo, not indigenous descent – Castellanos shows considerable concern and understanding for the plight of indigenous peoples. "Cartas a Ricardo," a collection of her letters to her husband Ricardo Guerra was published after her death as was her third novel, Rito de iniciación. Rosario Castellanos said of the collection of her letters in Cartas a Ricardo that she considered them to be her autobiography. Rito de iniciación is in the bildungsroman tradition about a young woman who discovers her vocation of a writer. Castellanos' poem, "Valium 10," is in the confessional mode, and is a great feminist poem comparable to Sylvia Plath's "Daddy."
Siento que estoy cometiendo una herejía, pero bueno. En esta relectura me encuentro con que no, en efecto, no me gustan los cuentos de Castellanos. No me parece que hayan envejecido bien. Hay algunas cosas que dice, sobre México, sobre las mujeres que me interesan, pero quedan metidas en medio de situaciones que me parecen grises, y algo barrocas. En general, creo que el cuento que más me intrigaba releer es Album de familia, pues se se trata de un cuento en donde solo hay mujeres, pero no deja de ser todo medio desagradable, el retrato que hace de ellas es de una ironía que sobrepasa cualquier otra cosa, cualquier personaje o situación. Hay ideas que seguramente fuera del contexto de un diálogo se pueden entender mejor, porque dicen cosas como de pasada que estaría genial ver hacia donde van. No pude simpatizar con ningún personaje de este libro, por más que quería. Me dio pena el que ya no me guste, la verdad ya no recordaba nada pues hace años lo había leído, y solo estoy confirmando lo que ya medio sabía, su poesía y sus ensayos siguen siendo para mi lo mejor de lo que escribió.
De verdad siento que no entendí este libro. Así que no diré que me gustó, está interesante... pero no sé si es un libro que volvería a leer cosa que es extraña porque AMO a Rosario Castellanos y es alguien a quien releo cada que puedo. Muy raro.
Cuando platicamos con Elena Poniatowzca en los círculos de lectura de Nadia Jiménez, nos recomendó leer a Rosario Castellanos y esa fue mi razón para elegir estos relatos, me gustó el libro, los relatos son una visión crítica de la sociedad mexicana de esa época, abordan temas como la represión de la sexualidad, la complejidad de las relacionas humanas, la falta de comunicación y el pilar de todo,la familia.
Los primeros tres relatos me fascinaron. Tal vez alguno más que otro, pero los tres me chocaron mucho y me dieron mucho en qué pensar. El cuarto, el que le da el nombre como tal al libro me dejó una sensación muy extraña que no se muy bien cómo expresar. De verdad, me quedo con más ganas de leer a esta maravillosa escritora
Escuchado el audiocuento "Cabecita blanca". Con fuerte ironía, Castellanos recorre la vida de una mujer mexicana de clase alta del siglo XX que considera como su mayor logro el haber alcanzado el matrimonio. Es víctima desde la infancia de las imposiciones que se le hicieron por su género y de la ingenuidad e ignorancia que se fomentó en ella. Un tipo de su clase social intenta violarla y ella casi se desmaya: interpretando esto como que ella quiso ceder, ese mismo hombre la atosiga con su victim-blaming casi empujándola al convento. Se termina casando con un hombre muy católico (y, como se revela luego, abominable). Como madre se vuelve perpetuadora y básicamente enaltecedora del machismo, engañándose a sí misma con respecto a la infidelidad de su esposo, la homosexualidad de su hijo y la visión distorsionada y despreciativa que ella tiene hacia sus hijas. Me pareció bastante bueno.
Este libro incluye además otros tres relatos, uno de los cuales leí hace muchos años: "Lección de cocina" (sobre una mujer profesional encerrada en la cocina por su género). De crítica más explícitamente feminista, en su momento me encantó (tendría que volver a leerlo ahora a ver si no era de ese feminismo exclusivamente preocupado por las mujeres de clase alta y blancas, pero por lo que recuerdo no).
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No hay más que agregar que la autora no haya dicho ya en el libro, el papel de las mujeres que se encuentran a sí mismas nunca será fácil, cuestionarse siglos y siglos de roles impuestos y romper con ellos no es fácil, incluso en mi generación, seguiremos buscándonos.
No se acerca a los típicos relatos que acostumbro. Tampoco son relatos de fantasía, ni de nada muy concreto que hoy en día resaltara, estilísticamente hablando. Pero me han parecidos cuentos justos. Habla de temas que hoy en día siguen siendo discutidos, pero en otra época, con otras formas.
El primer cuento "Lección de cocina" es verdaderamente una lección. Mi inevitable visión masculina, con la que fui semicriado, me llevó a varios lugares en mi mente. Me llegó cierta morbosidad: ¿qué pensarían los hombres (los mexicanos literatos) en aquella época en la que se publicó? En verdad me parece que las narraciones están construidas con ciertas similitudes, pero "Lección de cocina" es otro mundo. Una mujer, impuesta con todas las "virtudes" de aquellos quienes crearon las normas binarias, apunto de realizar un platillo para su esposo. Una mujer, o más bien una experiencia de ser mujer o de aprender a ser mujer frente al acto de cocinar. Pero no va sólo a cocinar, al menos no en el sentido literal, va a preparar una reflexión profunda sobre lo opresivo que ha sido con ella la existencia, la cocina, las expectativas... el machismo, por supuesto. Una persona con sentimientos y con ideas en un mundo en donde su dignidad no puede florecer. Me parece una historia, sin lugar a dudas, llena de frutos para reflexionar. Especial mención al último relato homónimo al título del libro que fue el otro que más me gustó. Que casi parece una novela corta, por cierto.
Sin embargo, a pesar de lo que he escrito, el libro me ha parecido un poco complicado de leer. Más por culpa de lo que acostumbro que por cualquier otra cosa. Pero también por tanta burguesía, por verme a veces, muy desaparecido (no puedo esto ser tan malo). Vale la pena leerlo. De hecho me parecería muy importante platicarlo, criticarlo, porque seguro que ahí está gran parte de la experiencia con estos cuentos.
Ha sido una de mis relecturas más contradictoras y complicadas, cinco veces tuve ir y venir porque de pronto me cansaba el estilo de Castellanos. Lección de cocina resalta mucho por su construcción de la acción narrativa a través del diálogo interno. Los demás me parecieron bien escritos pero comencé a sentir la distancia temporal y también me desesperé con algunos diálogos farragosos. Me pasó particularmente con el último cuento, sin embargo, también encontré diversión en el sarcasmo y el humor respecto a las relaciones literarias.
—Y un periodista, se me olvidaba, no es un escritor en potencia sino alguien que ha renunciado a ser escritor, que ha perdido el respeto al lenguaje, que no lo trata como objeto sagrado...
—Porque no lo es.
Genial. Aunque no me entusiasma Cabecita blanca, un cuento bastante flojo y demasiado in your face, lo que no es decir poco porque Castellanos no es precisamente sutil ni en sus mejores momentos de ironía y humor.
"¡Qué cosas se veían, Dios del cielo! Realmente los que escriben las comedias ya no saben ni qué inventar. Unas familias desavenidas en las que cada quien jala por su lado y los hijos hacen lo que se les pega la gana sin que los padres se enteren. Unos maridos que engañan a las esposas. Y unas esposas que no eran más tontas porque no eran más grandes, encerradas en sus casas, creyendo todavía lo que les enseñaron cuando eran chiquitas: que la luna era de queso."
4 relatos conforman este libro: Lección de cocina; Domingo; Cabecita blanca y el que da nombre a la obra, Álbum de familia. Hablan sobre el papel de la mujer en la sociedad, todos tienen tintes feministas. Los 3 primeros muestran a la típica esposa abnegada aunque en 3 momentos diferentes: recién casada, madurez y viudez, así en ese orden. El último relato es el más extenso, muestra la soledad y envidias a la que es condenada una mujer por realizar sus sueños en el ámbito profesional (ser escritora).
No fue una lectura que disfrutara mucho, y no porque los relatos estén mal escritos, porque para nada lo están, sino que el lenguaje es en partes muy rebuscado (es conveniente tener un diccionario a la mano) y porque hay muchos diálogos internos, lo que me complicó seguir el hilo de la narración.
El primer cuento, Lección de cocina, fue el que más me gustó de este libro. La verdad los otros los sentí más meh. El último, el que le da el título a este libro, me pareció lleno de frases interesantes que me hubiera gustado ver en un ensayo más que en diálogos (y estos se sintieron muy poco naturales).
Sin embargo, hay que destacar que en los cuatro cuentos, las protagonistas son mujeres. Un dato importante es que Rosario Castellanos hace una crítica implícita de cómo los valores patriarcales orillaban (¿orillan?) a las mujeres a dejar a un lado sus aspiraciones para entregarse a la vida familiar y conyugal. También, me llama la atención que el marido infiel está presente en casi todas las narraciones. No sé si haya sido una forma de catalizar la infidelidad que la misma Rosario vivió con su ex marido, pero independientemente de eso, cada cuento refleja a la sociedad mexicana del siglo pasado, cuyos rasgos no han desaparecido del todo en este siglo XXI.
“—Estamos absortos. Y los que nos rodean no advierten más que nuestra distracción, nuestra falta de interés en los asuntos comunes y se desesperan y nos hacen reproches y acaban por abandonarnos. No es que el poeta busque la soledad, es que la encuentra”.
Castellanos, si algo hace bien, es jugar con el papel de la mujer en sociedad. Trabaja con una simplicidad lingüística que entretiene y mantiene el intelecto alerta para saber cuándo leer entre líneas (que creo es necesario en estos cuatro relatos).
¡Una prosa genial!!! Album de familia esta compuesto por 4 relatos grandiosos, el lector no puede escapar a la profundidad de estos dialogos internos que la prota realiza a menudo, a la ironía y el sarcasmo presentes durante el desarrollo de las historias; al presenciar la lección de cocina de una recién casada, al participar en una reunión dominguera en que se plantean todo tipo de relaciones sexuales y sociales, al contemplar la ceguera de una madre a la desavenencia que ella misma propició en sus hijos y, por último, al atisbar dentro del mundo de un grupo de Damas intelectuales plagados de ira y envidia, frustración, sarcasmos etc. No dudes en darle una oportunidad!
"Álbum de familia" es un título tan irónico como los cuatro cuentos de esta colección. Cada uno de ellos retrata la hipocresías y las mezquindades del mundo de la clase media alta, "burgués", en México, especialmente el mundo de las mujeres en esa sociedad machista. "Lección de cocina" es genial: una mujer que se ha graduado en filosofía escoge casarse y convertirse en ama de casa y sirvienta de su marido. Mientras cocina su primer almuerzo y se esmera por hacerlo bien, lo quema sin que su marido lo sepa, se debate entre la hipocresía de fingir que es frívola y no lo cocinó para que él la invite a salir o la manipulación de exagerar su fracaso para provocar la compasión de quien la piensa inútil. La tercera opción, decir la verdad, que su verdadera vocación es la filosofía, el pensamiento abstracto, y no la cocina, implicaría una revolución de autenticidad para la cual su sociedad hipócrita y machista no está preparada. Mucho menos lo está su marido.
Es un libro intenso, honesto, con un poquito de humor negro, que cuenta lo que muchas mujeres acostumbramos reservar para nuestros pensamientos. Sin duda Rosario fue una mujer adelantada a su época, que sigue estando vigente. Los tres relatos (cuentos) parece que no terminan, sino que se quedan a punto de decir algo al final que no se define y que te deja pensando.
Rosario Castellanos tiene una pluma sublime por donde se vea. Da mucho pesar que su reconocimiento es reciente porque las letras siguen teniendo un sesgo masculino. Luego de haber leído su obra magistral que es Balún Canán me emocionaba mucho abrir este texto. Retrato de Familia se compone de tres relatos cuya fuerza reposa en los detalles y en una prosa impecable.
Situadas en tres momentos distintos de la vida familiar, cada una es un retrato lúcido y lleno de filigrana. En Lección de Cocina, una recién casada se enfrenta al futuro y se pregunta si ella que transita del noviazgo al matrimonio es capaz y suficiente. "Soy yo. ¿Pero quién soy yo? Tu esposa, claro. Y ese título bata para distinguirme de los recuerdos del pasado, de los proyectos para el porvenir". Toma el hacer de comer, algo sencillo y trivial como una extensión de sus cavilaciones. "La carne no ha dejado de existir. Ha sufrido una serie de metamorfosis. Y el hecho de que cese de ser perceptible para los sentidos no significa que haya concluido el ciclo sino que ha dado el salto cualtitativo". Al final se pregunta una vez más sobre qué esposa será y si acaso le queda alguna rebelión posible al nuevo apelativo que es también forma de vida.
Domingo es posiblemente mi favorito porque aborda una tertulia en medio de la vida matrimonial. Ella solía tener un amante y el marido conserva la suya. Ha llegado la protagonista a desarrollar una relación cordial con ella, su contraparte. Lo que puede parecer una banalización del engaño se revela como una apacible dinámica. Una suerte de cenit donde reside el equilibrio. Cuando recuerda cómo fue la conformación de su pareja, los primeros años del casamiento se le antojan distantes. Se cruzan las historias de los amigos donde hablan de parejas, infidelidades y otros temas que pudieran ser frívolos de no ser por la maestría en la que narra Castellanos. La naturalidad con la que aborda la diversidad de afectos, de formas de involucramiento es admirable.
Cabecita Blanca es el ocaso de la mujer como una especie de camafeo. La conceptualización del marido es importante "Un marido en la casa es como un colchón en el suelo. No lo puedes pisar porque no es propio; ni saltar porque es ancho. No te queda más que ponerlo en su sitio. Y el sitio de un hombre es su trabajo, la cantina o la casa chica". Estas palabras no son un desdén amargo, sino una predestinación de alguien que como la señora Justina evoca simplemente el orden simbólico del mundo. Cuando reconoce que "mientras a ella no le faltara nada en su casa y le diera su lugar y respeto de esposa legítima, no tenía derecho a quejarse ni por qué armar alborotos" es una conclusión, no un asomo de debate.
Al hablar de los hijos sobreviene lo dicho por encima, la homosexualidad del primogénito que no se enuncia pero se asoma desde esta mirada que la ancianidad rememora. Incluso la asimilación de la pareja del hijo en esa casa de clase alta en donde se conjuga el carácter y las tensiones. La hija tiene un desengaño, un desencuentro y sufre de un matrimonio que se fisura.
En este álbum se cuenta de lo que se puede hablar y lo que no se atisba, como un balbuceo que esconde una oquedad. Una periferia que ahoga los juicios pero los trasluce. Recomendable si bajo el manto del tedio cotidiano se pretende hallar esa otra vida, esa otra existencia que da la familia desde el rostro del matrimonio y las mujeres.
Realmente le quiero dar un 3.75 a este libro. La verdad, es difícil calificarlo cuando preferí unos relatos a otros. El primer cuento lo califico con 5 estrellas sin duda, pero el 2 y 3 no son tan memorables y no soporté mucho del diálogo y las personjaes del cuarto cuento (había mucho esnobismo, aunque supongo que era parte del punto, pero no lo disfruté tanto como el primer cuento. Recomiendo infinitamente “Lección de cocina”, pero no sé si recomendaría tanto el resto del libro. Aún así, me gusta mucho el lenguaje que utiliza Rosario Castellanos 💕
Una serie de relatos donde la señora Castellanos hace despliegue de sus dotes narrativos. Todos rodeando las interrogativas y circunstancias de la mujer y el feminismo. En el último que se llama álbum de familia me costaba por ratos seguir el hilo pero siento que es por el pulido trabajo de castellanos intentando marearme y puede ser muy confuso idk en fin, siempre es un placer leer a Rosario y tratar de descifrarla 🫶🏼
Un libro que no sé si no termino de entender, o que no traspasó las barreras del tiempo y se quedó estancado en el tiempo en que fue escrito. En general, sentí con estos relatos una distancia. Era como observar a en un museo un tiempo pasado; con el cual no logro identificarme mucho menos conectar.
El cuento que lleva por nombre el del libro es fantástico. Es un diálogo complejo entre personajes que bailan a través de muchos temas y ninguno a la vez, en una sinfonía que parece haber sido escrita por una pluma errante, ruidosa pero siempre cavilante.
Los 3 primeros relatos me gustaron bastante, invitan mucho a la reflexión, el último me pareció relevante, pero muy largo, pudo haber estado más corto y concreto como los anteriores. Creo que lo que se debe destacar es que Rosario tocó temas controversiales en una época en donde se hablaba poco de estos.
La prosa me pareció ligera, las temáticas bien planteadas y fascinantes y Album de familia me recordó, extrañamente, a mis tiempos en la universidad. 100% recomendado.
Necesito una o varias relecturas, porque me gustaron mucho los cuentos pero me de la sensación de que no los entendí y, por ende, no los aprecié lo suficiente.