Misteriosa Buenos Aires es una historia de la ciudad porteña donde la visión estética de los hechos, los personajes y los paisajes alcanza su realización magistral a través de relatos a veces imaginarios y a veces reales. Lo que en ella ocurre de trágico, de místico, de jocundo o de curioso forma parte de la cosmovisión de Manuel Mujica Lainez y su modo peculiar de revivir el pasado.
Manuel Bernabé Mújica Láinez fue un escritor, biógrafo, crítico de arte y periodista argentino.
En 1936, publicó Glosas castellanas, una serie de ensayos centrados en su mayor parte en el Quijote.
Tres años después, publicó Don Galaz de Buenos Aires. Le siguen las biografías de su antepasado Miguel Cané (padre), en 1942, más las de Hilario Ascasubi (Aniceto, el Gallo, 1943) y de Estanislao del Campo (Anastasio, el Pollo, 1947).
En 1949, publicó un libro de cuentos, Aquí vivieron, en torno a una quinta de San Isidro.
Su segundo libro de cuentos, Misteriosa Buenos Aires, se ambientó también en la capital de la Argentina y su historia desde la fundación, en la que mezcla personajes típicos ficticios con hechos y personajes reales.
Le siguieron una serie de libros sobre la sociedad porteña de su época, con un tinte que algunos consideraron decadente: Los ídolos, La casa, Los viajeros, Invitados en el Paraíso.
Con Bomarzo, inició un nuevo ciclo de obras eruditas y fantásticas en el género de la novela histórica. Es una historia sobre el Renacimiento italiano narrada por un muerto, Pier Francesco Orsini, el noble jorobado que dio nombre a los famosos y extravagantes jardines italianos de Bomarzo. En esta novela se asiste a la coronación de Carlos I de España, a la batalla de Lepanto, pasando por las poco edificantes costumbres de papas y personajes de la época y crímenes de copa y puñal.
La obra ha dado argumento a una ópera con música de Alberto Ginastera, cuyo libreto compuso el mismo Mujica Lainez. Se estrenó en Washington en 1967 y fue prohibida por la dictadura militar de Juan Carlos Onganía, por lo que en la Argentina no se estrenó hasta 1972.
El unicornio está ambientada en la Edad Media francesa de los trovadores. Su protagonista es el hada Melusina, víctima de una maldición por la que, todos los sábados, adopta cuerpo de serpiente y alas de murciélago; testigo de los avatares de la época de las Cruzadas, sigue las peripecias de su prole de Lusignan hasta la toma de Jerusalén por Saladino.
Le suceden Crónicas reales, y De milagros y melancolías.
Ya en La Cumbre, Córdoba, escribió Cecil, relato autobiográfico narrado por su perro, el wipet Cecil, y El laberinto, otra novela histórica protagonizada por "Ginés de Silva", el chico que, en la parte inferior del cuadro El entierro del Conde de Orgaz de El Greco sostiene un cirio encendido, mira al espectador y presenta la escena al espectador, en el que según algunos autores, estaría retratado Juan Manuel Theotocopuli, el hijo de El Greco.
Esta novela presenta la sociedad española en tiempos de Felipe II, su esplendor y su miseria, antes de que el protagonista partiera hacia América. Éste declara ser hijo de la La ilustre fregona cervantina, y sobrino del Caballero de la mano en el pecho, y con esos mimbres presentará a personajes que van desde Lope de Vega al Inca Garcilaso, pasando por Fray Martín de Porres o Juan Espera-en-Dios, el Judío Errante (que, de una forma u otra, aparece en todas las obras de la trilogía formada por Bomarzo, El unicornio y El escarabajo).
Otros libros son El viaje de los siete demonios, Sergio, Los cisnes, El brazalete, El Gran Teatro y Un novelista en el Museo del Prado.
Todavía publicó otra novela histórica, El escarabajo, sobre un anillo egipcio que es, a la vez, el narrador de la historia de todos sus posesores, desde la reina Nefertari hasta una millonaria estadounidense, pasando por la mano de uno de los asesinos de Julio César o la de Miguel Ángel, entre otros.
Sus libros han sido traducidos a más de quince idiomas.
Se le deben, además, traducciones de los Sonetos de William Shakespeare y de piezas de Racine, Molière y Marivaux.
En esta colección de 42 relatos breves, el autor recrea diferentes momentos de la historia de la ciudad de Buenos Aires, desde su fundación en 1536 hasta el año 1904. Cada relato tiene la fecha correspondiente y así vamos siguiendo la evolución de la ciudad y sus habitantes.
La mayoría son relatos realistas pero a menudo Mujica mezcla elementos fantásticos o misteriosos que le añaden encanto al conjunto. La prosa es magnífica, elaborada y gótica, llena de poesía y sensibilidad:
Algún pájaro se estremece en su jaula. Paco lo olvida presto, pues allá fuera, en los conventos, se levantan las campanadas sonoras, retumbantes, espaciadas, como golpes que la ciudad se diera en el pecho, pidiendo perdón, pidiendo perdón.
En todo momento nos transmite el entorno, esa ciudad que va creciendo en lucha con la naturaleza desbordada, esos personajes castellanos que reproducen unas costumbres que quedan muy lejos:
A veces un empelucado caballero cruza el círculo de las mazmorreras y de las vendedoras de cigarros, aventando moscas, o si no, es una dama con el pañolito a la altura de la nariz.
Entre todos los personajes que desfilan hay muchos históricos y es que el autor demuestra un conocimiento profundo de la historia de la ciudad y de los episodios que la fueron conformando:
Extiéndese alrededor la chatura de Buenos Aires, con unas contadas casucas, con unas huertas, con algún árbol, asomando sobre las tapias. En el río se balancea la canoa indígena en la cual llegaron los forasteros. Por fin hay uno que entiende a medias ese idioma y que explica al funcionario del Rey: los recién venidos son ingleses y el capitán que los encabeza se llama John Drake.
Me ha gustado mucho, son relatos para leer poco a poco y saboreando la forma de contar, al mismo tiempo que entras en la historia de la ciudad. 4,5*
Le debo una reseña a este libro, una de verdad verdad, una larga y meditada y bien escrita. Se la debo porque me regaló horas maravillosas, porque lloré y reí, porque sentí todo aquello de mágico que sólo la literatura ofrece. Le debo una reseña a este libro y espero contar pronto con el tiempo y las fuerzas para escribirla. Por ahora, que sea este mínimo e injusto comentario mi forma aperitiva de agradecerle, por tanto, tanto, tanto.
Y de repente caí en Buenos Aires. Caer es el verbo apropiado porque cuando se llega a una ciudad, las preguntas son el diario vivir y se siente que se ha caído: no se conocen las historias secretas que van nombrando las calles y los edificios. Una de las pocas historias que tenía en Bogotá, era la historia de la calle “Cabeza de perro”, en la cual aparecía de cuando en vez el fantasma de un perro sin cabeza; aún hoy la pregunta que queda es ¿Por qué nombrar una calle justamente con aquello de lo que carecía el can? Cuando caigo en Buenos Aires, no disfruto de historias, nombres, ni espacios; tengo que preguntarlas, debo buscarlas. En mi primera semana en esta ciudad, los únicos referentes eran los musicales: las calles y los barrios aparecen sincrónicamente con su propia banda sonora. Quería encontrar referentes literarios pequeños, pero me di cuenta que, mientras leía, pasaba encima de los nombres de cafés, y edificios, y solo tenía los grandes lugares: Parque Lezama, Avenida 25 de Mayo, Corrientes. Entonces aparece en una biblioteca ajena el nombre de un autor que me recomendaron (saludos Edgar) cientos de veces. Y al leerlo los nombres de los próceres tienen sentido, la historia se arma de nuevo sobre la literatura y puedo ver algunos lugares con la mirada que me entregó Manuel Mujica Laínez y su “Misteriosa Buenos Aires”. Mujica Laínez es uno de esos autores argentinos que no tienen el reconocimiento mediático de Borges o Sábato, pero que vivieron en la misma época y que fueron tapados –me cuentan- por su pensamiento político. En “Misteriosa Buenos Aires”, Mujica Laínez hace una de las cosas que más me interesan de la literatura: contar la historia a partir de personajes marginales. El libro se compone de pequeños cuentos (dos a cinco páginas) ambientados en épocas específicas y ordenados de manera cronológica: empieza en 1536 y termina en 1904. En cada una de estas historias se narra un instante, un momento efímero el cual se construye desde lo cotidiano. Los cuentos –de disímil calidad- retoman los lugares internos: lejos de representar la historia desde grandes personajes constitutivos, Mujica Laínez se interesa por hablar de los plateros, los vendedores, los empleados y las yerbateras; y los ubica en sus casas o en cafés cerrados, o remite las historias a espacios específicos (como una ventana o una puerta). Esta insistencia a plantear los cuentos en espacios específicos y en instantes cortos, hace que la revisión histórica se plantee en la construcción misma de la ciudad y de la identidad. Pero esta revisión no es sólo realista; como acostumbra Mujica Laínez, mezcla elementos históricos con narraciones mágicas o extraordinarias. El resultado de esta mixtura, es la exposición simultánea de la crónica y la ficción, haciendo que los dos elementos disímiles formen parte del mismo nivel ontológico. En ocasiones, inserta elementos supuestamente mágicos, los cuales son resueltos de manera realista, haciendo más móvil este desplazamiento de lo ficcional a lo no ficcional; en otros casos el movimiento es contrario, ya que nombra personajes históricos o calles específicas en cuentos de corte netamente fantástico. El carácter dual va formando una imagen de ciudad Misteriosa (tal y como reza su título), la cual establece parámetros de reconocimiento que a la vez acercan (cotidiano) y alejan (extrañamiento histórico). Es justo ahí, en ese límite difuso que propone Mujica Laínez, en el cual se halla lo extraño, la posibilidad de la fantasía y la ficción como límite del arte y límite de la Historia. Otro de los elementos importantes de los cuentos de “Misteriosa Buenos Aires” es la estructura temporal que se utiliza en un importante número de historias. Dado que todos surgen de momentos muy cortos, generalmente establecidos en el clímax de la historia, el proceso temporal se plantea desde un presente inicial confuso, el cual se arma con un pasado que le sigue y que cuenta las situaciones que obligaron al personaje para llegar al clímax (el cual es el corpus del relato). Al final, retoma ese presente inicial para darle fin a ese clímax anunciado desde el inicio. Esta forma temporal crea dos importantes características: mantiene una tensión narrativa que está presente desde el inicio y le da cierta calma al final, dado que el corpus está narrado como una larga digresión que le quita un poco de peso al desenlace. Si bien estas dos características parecerían contrarias en un inicio, Mujica las maneja muy bien al darle tiempos narrativos (en este caso hablo de los momentos de habla) diferentes que retoman y alejan al lector en su acto de lectura. Para terminar, es necesario nombrar que la construcción de los personajes es otro de los aciertos del escritor argentino. El momento más claro en el que esto se produce, es cuando el narrador es un tomo de “Pablo y Virginia” o cuando toma la voz el azulejo de una casa. Es justamente en esas voces en las cuales es posible apreciar cómo la marginalidad produce una mirada histórica válida (mirada que es diferente a la de la historia oficial), y cómo la literatura se vale de herramientas de esa historia-otra para establecer nuevos referentes en los cuales la historia es un telón de fondo. Es por eso que vale la pena recordar uno de los apartes del libro en el cual se puede apreciar eso: “Me sobrecogió la sensación rarísima de que estaba viviendo un episodio aparte de los que sacudían a la ciudad. Fue (…) como si la lucha de las calles y de las azoteas no tuviera significado en sí misma, como si solo sirviera de encuadramiento remoto a otro drama, íntimo, agudo, sutil, del cual éramos los únicos protagonistas.” (P. 169)
Llevo diez días en Buenos Aires, desde mi llegada los edificios empiezan a pasar de la sorpresa a la cotidianidad. Pero el libro de Mujica Laínez me ha permitido que esa cotidianidad no llegue tan rápido, que descubra en cada nombre un significado, una historia, un personaje. Los letreros de las calles tienen ahora reminiscencias. La caída finalmente no es tan fuerte, y solo es caída mientras miras el sitio en el cual has aterrizado; después de eso, después de un libro como “Misteriosa Buenos Aires”, la caída se convierte en viaje.
No me queda mucho por decir de Manuel Mujica Laínez que no haya dicho ya; con un solo libro (Bomarzo) entró hace años a mi lista de autores favoritos. Ahora, añado este libro a mis lecturas predilectas, que creo que incluso me gustó más que aquel. La diferencia es que este libro no es una novela sino una colección de relatos breves que narran la historia de Buenos Aires en forma de pequeñas historias que se suceden entre 1536 y 1904. Con temas comunes (el amor, la libertad, la desesperación, la muerte, la injusticia, la soledad...) y símbolos repetidos en varios de ellos (el monstruo/fantasma/demonio, las ventanas, los espejos, los pájaros). Se entremezclan personajes ficticios de varias clases sociales con algunos personajes históricos, como suele hacer el autor. En este libro hay más personajes comunes, como el gaucho, el negro esclavo, el indio, que en los otros que he leído y que tienen un elenco de personajes más aristocráticos. Tiene también elementos comunes con Canto a Buenos Aires pero sólo uno de los relatos está en verso. El elemento de sorpresa y de fatalidad, de inevitabilidad del destino está presente en casi todos los finales y más de un relato me deja una sensación de tristeza que no me puedo sacar. Una obra maestra y un autor magistral actualmente casi olvidados en nuestra literatura, por razones que desconozco. Todos los cuentos merecen entre 4 y 5 estrellas. No hay ninguno que pueda considerar "flojo". Amé mucho pero mucho este libro.
Otro regalo, esta vez de parte de mi mamá. Creo que tenía 11 o 12 años cuando me lo dieron, y back then no sabía apreciar mucho la literatura argentina, o literatura que saliese del horror/gore/fantasmas (el escándalo que hice cuando me regalaron El Gato Negro y otros Cuentos de Poe, y cómo me la tuve que comer doblada cuando lo terminé, pero a eso iré más tarde.)
Creo que el cuento que más me pegó en la memoria fue El Hombrecito del Azulejo. Lo lloré tanto, pero tanto. Hay muchos más, ahora no recuerdo los nombres, pero uno en especial, el de la empleada gualichera (ya sabrán de cuál hablo), me dejó (pardon my French) pelotuda.
Capaz me estoy yendo de mambo al decir esto, pero si tenés menos de 16 años, esperá un poquito para leerlo. Lo vas a apreciar muchísimo más.
Este libro contiene 42 relatos breves (casi ninguno pasa de las cinco páginas), ordenados cronológicamente y con un escenario en común: Buenos Aires. Comenzando por la primera fundación en 1536 a manos de don Pedro de Mendoza y llegando hasta comienzos del siglo XX (ya convertida en gran ciudad), Mujica Láinez nos habla desde la cotidianeidad de sus personajes. No se encontrará aquí la típica ficción histórica en la que se ponen palabras en boca de grandes figuras de la historia, sino que se recurre a la "gente común": un gaucho, un soldado, un negro esclavo...
A pesar del carácter efímero de los momentos narrados, el autor se las arregla para contar historias extraordinarias gracias a su sello personal: el elemento mágico, omnipresente. Se yuxtapone lo histórico, tal como lo conocemos (o creemos hacerlo) y la ficción. Un viaje en el tiempo muy particular, que gracias a los profundos conocimientos del autor, termina llegando a buen puerto. Extrañamente, esta mezcla casi mitológica logra que uno sienta más cercana la siempre complicada idiosincrasia porteña.
Una compilación sin desperdicio, de muy buen nivel. Destacan especialmente "El hambre", "La casa cerrada", "El espejo desordenado" y "El hombrecito del azulejo".
Seguidilla de historias transcurridas en el área de Buenos Aires en diversidad de voces y géneros que se ordenan cronológicamente desde 1600 y algo a 1900. Son muchos relatos breves, hay de todo tipo. No podría decir que haya alguno que destaque en particular, no siento ser audiencia esperada de este libro porque no siento que ninguno me hablaba a mí. Sí me sirvió leer el libro en plan exegeta: Qué es Buenos Aires según su autor a partir de lo que no es. Quienes no aparecen y quienes sí, en qué lugar. Buenos Aires es una ciudad que se esfuerza mucho en ser una continuidad de una Europa que no existe ni en el continente europeo, es un mecanismo industrial indiferente del supuesto salvajismo que la rodea. Si este libro representa el pensamiento de época entonces uno comprende porque los porteños son tan culoroto.
Un libro fundamental de la literatura argentina e injustamente olvidado. Como en toda antología algunos cuentos podrán ser mejor que otros, pero el nivel general es altísimo. Tras la bella prosa de Mujica Láinez coexisten seres fantásticos como sirenas, brujas y fantasmas, pero también locos y enfermos de soledad y otros males muy humanos. Los cuarenta y dos cuentos atraviesan la historia de Buenos Aires desde su fundación hasta principios del siglo XX, mezclando personajes históricos con otros imaginarios. Un ejemplo de narrativa y uso de lo fantástico que deben leer.
Ok, tiene un par de cuentos muy buenos, clásicos que calaron hondo, quizá por acción de la escuela argentina pero... ¿en general no me gustó? Me pareció una escritura medio amateur con un montón de ejercicios-consigna que contradictoriamente no encuentran unidad y por el otro lado tienden a parecerse bastante.
Pero aunque sea por el del Hombrecito del azulejo, el payador con el diablo, el de las invasiones inglesas y algunos más el libro ya vale muchísimo la pena. Sólo que me esperaba un gran clásico que no encontré.
Excelente obra, gran trabajo de investigación histórica y una forma muy diferente de viajar a través del tiempo sin leer un libro de historia. Uno ve como la ciudad de Buenos Aires evolucionó de ser una simple aldea de chozas acosada por los indios a la metrópoli que ya era a comienzos de siglo XX. El primer cuento justamente refiere un hecho de la época en que se produjo la primer fundación de Buenos Aires (llamada entonces Nuestra Señora del Buen Ayre) por Pedro de Mendoza en 1536. En dicho cuento podemos apreciar el conflicto permanente que los habitantes de dicho asentamiento tenían con los indios querandies, que eran los que habitaban dicha región. Luego de algún cuento de por medio Mujica Lainez nos relata una hermosa historia mágica y fantástica de una sirena que es testigo del abandono de ese asentamiento en 1541. Seguidamente se produce un salto temporal al año de la segunda fundación de Buenos Aires (llamada en esta ocasión Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre) por Juan de Garay en 1580. Luego viene una seguidilla de cuentos hermosos en los cuales podemos apreciar la temprana presencia de los ingleses en la cuenca del plata (La enamorada del pequeño dragón), la llegada del primer ejemplar de la obra maestra Don Quijote de la Mancha (El libro), una pequeña descripción de como era la vida en el Fuerte de Buenos Aires (Las reverencias), un cuento adorable en donde se describe el fenómeno de una baja marea del Río de la Plata (El pastor del río), un inquietante cuento que transcurre durante las invasiones inglesas (La casa cerrada), otro de terror muy bueno (La hechizada), luego en otro podemos apreciar alguna costumbre típica criolla y gaucha de la mano de la mítica figura de Santos Vega (El ángel y el payador), otro que recoge la leyenda de que Luis XVII falleció en Argentina luego de escaparse de la Revolución francesa (La escalinata de mármol), otro ingenioso que se intercala con la obra Candido de Voltaire (Le royal cacambo), y un hermoso y tierno cuento como El hombrecito del azulejo. ¿Pero por que le pongo 5 estrellas? Por el cuento de Virginia y Pablo, es sencillamente uno de los mejores y mas originales cuentos que leí en mi vida. Esa personificación de un ejemplar de esta obra no tan conocida ni tan aclamada del escritor Jacques-Henri Bernardin de Saint-Pierre es brillante. Esa hermosa amistad que desarrolla con la estatua del Hermafrodito de Salamina, su conformidad o disconformidad con los dueños que iban apareciendo en su vida, sus múltiples aventuras hasta llegar a esta ciudad lejana que es Buenos Aires, todo eso es absolutamente adictivo de leer. Un cuento fino, elegante y sofisticado tal cual lo era ''Manucho''. Esta es una obra que un verdadero porteño sin dudas disfrutara o al menos le generara cierta simpatía. Se nota que Mujica Lainez conocía muy bien Buenos Aires y que la amaba. Cinco estrellas.
Aclaro una vez más que no soy devoto del género cuento. Un amable usuario de esta red elogió en un comentario este libro. Son 42 cuentos, todos muy bien escritos, muy bien logrados. Lo que me acercó al libro primeramente es la idea: una serie de relatos ubicados cronológicamente de forma progresiva (el primero arranca en 1536, año de la primera fundación de esta geografía que enmarca todo el libro que es obviamente nuestra querida provincia de Buenos Aires, y el último en 1904, en una casa cheta en decadencia de la capital). Me pareció hermoso el afán de Mujica Lainez en ese sentido, ir a por un conjunto de cuentos que atestigüen el paso del tiempo, el paso de las épocas y usos de la cultura en esa metrópoli que compone la provincia, desde el hambre y el terror en sus comienzos, pasando por una enorme serie de fenómenos políticos y sociales. En ese sentido el libro es magnífico, la evidente erudición de MML, además, hace persisitir la verosimilitud más allá de unos cuantos préstamos del fantástico. ¿Mis objeciones? Un estilo excesivamente pomposo, por momentos en vano, algo infantil, casi cursi o directamente cursi, firuletero, a veces se lee envejecido, amarillento, inclusive llega a aburrir. Tardé en terminarlo, eso significa que no me veía compelido de forma constante a agarrarlo, pero tiene más de un muy buen cuento. Quizá la ambiciosa idea lo haya llevado a más de un dolor de cabeza para darle complexión al libro, quizá por eso algunos relatos llegan a ser desabridos, sencillos, contrastando con cuentos emocionantes, cargados, colmados de una elegante sonoridad. Diría, si me apuran, que es un bonito libro pero está lejos de cautivarme, sin embargo cada vez desconfío más de esas sentencias cortas.
un libro amante, que cuesta un poco pero al que volvés siempre entre otras lecturas. lo recomiendo fervientemente. el esfuerzo de ir situando relatos que no solo se circunscriben sino que describen y relatan la buenosaires de otro tiempo es increíble. se inmiscuye la política constantemente, así como la visión externa de la ciudad. las historias -sobre todo de la mitad hacia el final- son atrapantes y singulares. hay de todo. si te da paja aunque sea lee el hambre, Los pelícanos de plata, El hombrecito del azulejo y Memorias de Pablo y Virginia (mi favorito).
PD: me tope con este libro a 1500$ en 2024 en la librería del subsuelo de avenida corrientes, a la semana de que me lo habían recomendado. meses después, cuando empecé a leerlo, noté que en el lomo estaba escrito otro nombre con mi mismo apellido (un apellido para nada común). me divierte pensar en este hallazgo y mi conexión con la pariente lejana lectora como otro relato de Misteriosa Buenos Aires.
No me gustó, juro que estuve mucho tiempo dándole espacio para que, al volverlo a agarrar, lo pudiese encontrar más entretenido o pasable. Ese tiempo primero fueron días, los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses eternos. Hay algo en la manera en cómo está escrito, la forma en cómo se divide en diversos relatos o no sé, se me hizo muy tedioso.
Fue imposible, llegué a poco más de la mitad, lo vi con desprecio y decidí no seguirlo.
~Te debo el review~ ~-~-~-~ ¡Finalmente me hice el tiempo para escribir una reseña para esta maravilla! Un poco de historia antes de empezar; Me hice con el libro cuando mi hermana me pidió si la podía ayudar a terminar de leerlo (tenía que dar un final y no llegaba con los cuentos) y, por supuesto, como buena hermana que soy, prometí leerlos en menos de un día y buscar los simbolismos, además de un mini-resumen, que su profesora le había pedido. Y realmente hay que aplaudir a este maestro, no sólo por su escritura tan habilidosa, sino por la forma en que logró ejemplificar a tantos personajes; y me refiero a todos los gauchos, indios, entre otros, y sus estereotipos a lo largo de los años. Porque esa es una de las cosas que debía buscar mientras leía estos cuentos, cómo se los retrataba, la mirada de cada uno. Y, al juntarlo con lo elaborado por otros autores -mi querida hermana no se contuvo con solo pedir que leyera sus libros sabiendo que yo también estaba con finales, sino que también me habló por horas de los resultados de su análisis en base a los libros que había leído-. Sin spoilers, puedo decir que ese análisis se merecía una nota mayor a la que obtuvo, porque un nueve era muy subjetivo cuando se relaciona con lo que ella aprendió de la noche a la mañana, sobre lo que ella me ayudó a aprender. Simplemente, esta clase de libros te abren los ojos a la historia de nuestro país, y el cómo las minorías fueron calladas y los poderosos fueron sobrevalorados. La considero una lectura necesaria, no solo para disfrutar de un increíble autor, sino también por el aprendizaje que te deja.
Admito que la historia no es una de mis temáticas preferidas, seguramente un prejuicio que me cuesta vencer. Pero este libro, como tantos otros del género, contiene más de un relato... hay algunos que me han gustado más y otros menos. Comienza con una historia fuerte, “El hambre”, donde se cuenta las carencias de la época, cuando la ciudad de Buenos Aires aún no era ni eso, sino simplemente un asentamiento bajo el mando de Pedro de Mendoza, llamado “Nuestra Señora del Buen Aire”. Y termina con otra historia muy significativa, “El salón dorado”, historia de una mujer aristocrática que sin darse cuenta, cae en la ruina; se podría decir que es el fiel reflejo de la burguesía argentina.
En lo personal, los dos cuentos que más me gustaron fueron: “El espejo desordenado”, donde se trata los siempre actuales temas de la discriminación y la desigualdad social; y “El hombrecito del azulejo”, un relato maravilloso, donde el autor nos regala la idea que el amor puede hasta engañar a la muerte. Por lo cual, si te encuentras con este libro y tienes tiempo, échale una ojeada, creo encontrarás algo que te guste.
This book by the ¨portenno¨ author ¨Manucho¨ is a collection of short stories (some fantasy some realistic) by which the author reviews parts of the history of Buenos Aires from its first foundation by Pedro de Mendoza in 1936 to the beginning of the 20 century (1904). I liked the book in general, and loved especially the very famous El hombrecito del Azulejo; El hambre; El pastor del rio; El espejo desordenado; La ciudad encantada; La jaula; El angel y el Payador. Reading this book in its original language (Spanish) requires good reading skills even if you are a native speaker.
Hermosa compilación de vidas, secretos, tristezas, emociones. Una mezcla majestuosa de historia y fantasía...una amplísima gama de perspectivas de una misma tierra, con sangre latinoamericana. Muy interesantes las inclusiones europeas, pues se llenan de ese Buenos Aires.
A algunos relatos les di segunda vuelta; te sientes tan atado a las narraciones que aunque hayan sido mil vidas, de todas sientes el vínculo, la sensación de conocerlas tan bien. Un gran trabajo descriptivo que te lleva de la mano por casi 400 años.
4+ Lo había comenzado a leer hace muchos años pero siempre lo abandonaba antes. Esta vez lo leí completo. Muy recomendable. Por medio de la ficción histórica, con elementos por momentos fantasticos Mujica Lainez recorre la ciudad de Buenos Aires desde las hambrunas de su primera fundación, hasta las decadencias aristocraticas de principio de siglo. Muy recomendable. Como sucede con libro de relatos son irregulares, algunos me parecieron normales pero otros maravillosos.
Es un libro fantastico que lei varias veces, sobre todo desde que vivo en Italia. Ahora lo estoy traduciendo al italiano en mi blog: misteriosabsas.wordpress.com
Enormemente decepcionado. Me causó dolor físico terminar de leer este libro, tardando más de lo debido en ello ya que mi ser se resistía a este impuesto tormento. Había oído hablar de Manuel Mujica Lainez, de su interesante novela histórico fantástica Bomarzo, y de Misteriosa Buenos Aires, su mejor colección de relatos. Aun no leí Bomarzo, pero este libro me pareció pésimo. Los relatos son cortos, muy cortos, casi sin desarrollo. Una simple escena y al punto final, la gran mayoría. Cuando llega al año 1800 empiezan a aparecer algunos relatos más desarrollados, pero la calidad no varía mucho, solo su duración. En suma, relatos cortos que intentan pasar por históricos. Sí, intentan. Porque al no haber mucha descripción o desarrollo contextual, la gran mayoría de los relatos podrían tranquilamente trocarse unos 100 años mas o menos y no habría mucha diferencia.
Solo rescato la aparente labor de investigación detrás de los relatos, y que de los 42 relatos de la colección, por lo menos 2 he disfrutado, ''La Princesa de Hungría'' y uno que habla del Quijote. El resto son completamente simplones y fáciles de olvidar.
Lo que menos rescato es la presuntuosidad aparente de los relatos, como intentando hacerlos parecer cultos al incluir argumentos en los que se habla de Shakespeare, del Quijote o de la época de San Martín, pero citando al gran bardo, mucho ruido y pocas nueces. La peor ofensa de todas el el relato completamente en francés, escrito por un personaje del Candido de Voltaire, y dirigido al propio Candido. ¿Por qué otra razón se incluiría en una colección de relatos en castellano uno en francés sino para mostrar la capacidad del autor de dominar más de una lengua? Voltaire no sonreiría en lo absoluto, y se revolcaría en su tumba ante esto, que ni pasa por broma. Más presuntuoso imposible.
La verdad es una gran decepción este autor; he aprendido a no esperar mucho de los autores argentinos, pero este fue el más notorio de todos en donde el renombre no pasa por la calidad. Dudo si volveré a leer algo de este autor. Una gran lástima.
Pero, gracias a dios, no gasté un buen dinero en un Bomarzo de tapa dura que vi hace tiempo.
Un avanzar por la historia de nuestra bella Buenos Aires, a través de los años, con distintas historias de vida y sus personajes. Desde 1536 hasta 1904, cada capítulo - son cortos - es un relato diferente, de un determinado año. Pasando, por supuesto, por la fundación de Buenos Aires en ●1580: "El sábado 11 de junio, con harta ceremonia, funda Garay a Buenos Aires, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Está armado como para un torneo y en su coraza fulgura el sol. Dijérase un caballero andante..." (28) ●1807: "El 5 de julio... fue para mi vida, como lo fue para Buenos Aires, un día decisivo. (166) Desde la torre del convento, transformada en fortaleza, los ingleses sembraban el estrago. Había soldados en todos los techos y también vecinos y muchas mujeres que arrojaban piedras y agua hirviendo sobre los invasores." (167) ●1816-1952 -Uno de mis preferidos sin duda: "Nunca entenderé la actitud de los hombres frente a nosotros, los objetos... Jamás nos escuchan... Una puerta se esfuerza por trasmitir a su amo cualquier idea: de que no debe entrar en una sala, por ejemplo. Llama para ello su atención girando con leve chirrido, y el muy testarudo prefiere atribuir ese movimiento a una corriente de aire, y se mete en el cuarto con las desagradables consecuencias..." (180) El protagonista de este capítulo y quien relata en primera persona, es un libro. "La criada era Juanita... Un estudiante, apiadado de su ignorancia y de su soledad, le había enseñado a leer a hurtadillas. No lo toleró doña Estefanía, quien puso al maestro en la calle. Decía que las mujeres que andan con libros se van al infierno. En parte tenía razón." (195)
"-Satán, Leviatán, Elioni, Astarot, Baalberit... El arzobispo de Samos llama al Demonio en su socorro; al Diablo a quien Erasmo vio en las pulgas de Rotterdam, a quien el ermitaño San Antonio escupió en la cara, a quien el Papa San Silvestre metió en una cueva; a quien San Cipriano abrazó en su juventud. Y la celda se ilumina con el color del azufre en torno del brujo que semeja un macho cabrío."
Misteriosa Buenos Aires se publicó originalmente en el año 1950 y fue escrito por el autor argentino Manuel Mujica Láinez (1910-1984). Tres de los relatos fueron adaptados en un film de 1981 llamado De La Misteriosa Buenos Aires.
Año 1536. La flota de 14 naves, con 1500 colonizadores en ellas, llegó a la costa un 2 de febrero, fundando el "Puerto De Nuestra Señora Santa María Del Buen Aire". Una historia comienza, miles terminan. Manuel Mujica Láinez a través de 42 relatos ordenados cronológicamente, que van desde el año 1536 hasta el 1904 nos cuenta la historia de Buenos Aires, la misteriosa Buenos Aires, la de algunos hechos que no están en los manuales Santillana de la primaria, con las voces de los habitantes comunes, no la de los héroes (o villanos) de los cuadros. Una Buenos Aires en la anduvo el Diablo, Sirenas enamoradas, payadores míticos y esclavistas sátiros entre otros habitantes de una ciudad con tantas identidades mezcladas que al final es única.
Un libro con relatos muy variados, algunos de corte realista, otros de amores (trágicos casi siempre), fantásticos, dramáticos y alguno que se puede incluir en cualquier antología de terror vernáculo. Un buen libro que cuenta la historia argentina desde otros ojos.
Durante bastante tiempo se usó como material de lectura adolescente en el nivel secundario de argentina. Ya de grande leí algunos de los cuentos y la verdad que me gustaron mucho. Casualmente acababa de releer el testimonio de Ulrich Schmidl de la primera fundación de Buenos Aires y El hambre, el cuento que abre el libro, es la versión de Mujica Lainez sobre esos mismos hechos. En El primer poeta y La Sirena nos pinta las historias de siempre -el amor no correspondido, el destino trágico- tomando como escenario esos tiempos violentos y confusos. Por el tipo de contenido (muertes, desnudez, violación) me llama la atención que haya sido lectura obligatoria de alumnos de quince años. Pero haciendo memoria El Túnel, otro clásico de las escuelas, también tiene bastante oscuridad. Podría ser interesante investigar quién y con qué criterio hicieron estas elecciones; sospecho que hoy sus criterios serían muy discutidos.
Son en total 42 cuentos que van avanzando cronológicamente hasta 1904. Si bien nunca fui amigo de la historia ficcionada (o leo historia, o leo ficción) en este caso parece muy bien documentado y la pluma de Mujica Lainez es la adecuada para este tipo de contenido.
La lectura de esta colección de cuentos no me dejó para nada indiferente. La gran mayoría de los relatos son breves y contundentes. El estilo de la narración es muy plástico y la descripción de los ambientes y la naturaleza a menudo presenta imágenes de gran belleza e ingenio.
Los temas tratados y los personajes son muy movilizadores. Más allá de la ambientación histórica y la referencia a ciertos personajes o hechos reales, prima la exposición del ser humano constante, con sus pasiones y desgracias, pero también con sus afectos.
Creo que es una colección que, ante todo, impacta. Sin importar los gustos personales, los cuentos no dejan de generar algún efecto emocional potente. A continuación haré una lista de los relatos que más me conmovieron.
Los que me dejaron una emoción risueña, ya sea de ternura o divertida ironía: -La fundadora -El pastor del río -El ilustre amor -Memorias de Pablo y Virginia -El ángel y el payador -Una aventura del Pollo -El hombrecito del azulejo
Los que, pese a generarme emociones desagradables-cosa que suele llevarme al rechazo-, me parecen dignos de ser leídos: -El hambre -Las ropas del maestro -El espejo desordenado -La pulsera de cascabeles -La princesa de Hungría -La galera -El amigo -La hechizada -El salón dorado
Cuentos cortos ambientados en Buenos Aires: desde 1536 con la primera fundación hasta pasados los 1900s. La ciudad no es la protagonista, pero es el factor común. Está siempre, de fondo, y uno entiende un poquito mas de su evolución a medida que pasan las generaciones.
No hay un punto exacto donde la influencia española queda cada vez mas lejana. A veces un nombre o algún hecho en cuestión me hizo buscar mas información sobre la época. Quizá mas adelante agarre algún libro histórico.
Volviendo al libro en sí, me gustó, pero no me voló la cabeza. Es indiscutible el vocabulario del autor y la exactitud con la que escribe, pero quizá fue eso parte de lo que hizo que sienta a los cuentos como lejanos. Fueron pocos en los que pude meterme. El libro tiene mérito literario que seguro se me pasa por arriba,
Si tuviera que elegir un cuento favorito: "El ilustre amor". "El Hambre" es un clásico y "El salón dorado" también me gustó. "Memorias de Pablo y Virginia" es muy original. "El espejo desordenado" es muy bueno también. Seguro haya mas que destaque, en total hay 42.
hay un par de episodios interesantes (que son interesantes casi que sólo por los hechos reales ej. el del canibalismo) pero la verdad que se me hizo bastante malo la idea del libro esta buena pero la insistencia en pasar letargicamente por TODOS los períodos de buenos aires hace que la parte del medio (entre conquista y pre revolución básicamente) sea insoportable + la versión del fausto me pareció malisima y (por ahí no tengo tan claro los hechos reales) pero me pareció por lo menos misogino elegir retratar en bolas y en un trío a la primera mujer en escribir en el Rio de la Plata !! queseyo, los textos de la época son mil veces mejores q esto