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224 pages, Paperback
First published January 1, 1969
"Este es un pinche muerto. Hay que sacarle el cuchillo de las costillas. No se puede gastar un cuchillo para cada muerto... A veces los muertos aprietan los cuchillos. Como que se vuelven medio codiciosos."Eso sí, un Philip Marlowe al que eso en lo que se ha convertido la Revolución le ha provocado un sarpullido de escepticismo, desconfianza y desesperanza (“como puede que sí puede que no, y lo más seguro es quien sabe”) que le ha ido convirtiendo en un sicario obediente, ajeno a las pendejadas, en un gran “fabricante de pinches muertos”.
“Sobre el muerto las coronas y sobre la vieja el hombre. ¿Y para qué tanto prólogo? Llegando y prendiendo lumbre. Con las viejas y con los muertos, es igual. Lo demás son adornos degenerados.”Un Philip Marlowe ya viejo, teñido de amargura, más preocupado que nunca por hacer el maje, por enternecerse como un cholo calentón y por volverse, como él dice a menudo, maricón. Un sesentón al que le pesa la memoria, porque “hay muertos que vuelven pegajosos como melcocha”, que ahora le toca vivir en un mundo que nunca ha dejado de ser violento pero que los corruptos han logrado al fin revestir de una pátina brillante de leyes que confunden a muchos pero que no consiguen del todo tapar lo que siempre ha sido, es y será una fuente de pus infecta.
“la Revolución hecha gobierno. ¡Pinche Revolución y pinche gobierno!”Léanla, el ritmo es ágil, la mezcla de narración en tercera y primera persona impecable, los localismos mejicanos, sin estorbar, dan color al relato, la trama entre novela negra negrísima y novela de espías está bien compuesta y bien conducida y se le perdona fácilmente alguna resolución Deus ex machina, también llamada de séptimo de caballería, aunque esta vez solo esté compuesto de un hombre, no tenga caballo y sea ruso.
“el Licenciado dice que el hombre no se ríe ante la muerte, que eso es de animales. Como si se pudiera uno reír ante la vida.”
the only thing he couldn't fix was the scar on his cheek, but the gringo who made it couldn't fix being dead, either. fair is fair! fucking gringo! seems he could handle a knife. but he couldn't handle lead. his day had come there in juárez. or, rather, his night. that should be a lesson not to wake folks up in the middle of the night, because the early bird doesn't always get the worm and it's the worms who've been getting that gringo ever since.*translated from the spanish by katherine silver (aira, castellanos moya, sada, skármeta, et al.)