«Fui anoréxica, drogadicta, celópata. Aborté una vez y abortaré por segunda, a pesar de haberme prometido no volver a hacerlo. Correspondí violencia fisica y sentí placer en el desquite. Empecé peleas por la necesidad de movimiento. Sospeché la homosexualidad de una pareja que luego, para castigarme, me hizo dormir en una tina; continué la relación a pesar del odio». La escritura de María Pia Escobar emana hasta el desborde de las tormas. Todo se vuelve arbitrario y, a su vez, indivisible: el deseo y la autodestrucción, el odio y la ternura, el placer y el asco. En esa dualidad universal, que se asume como búsqueda de equilibrio, se posiciona la narradora de lda para crear un inventario personal, que es a su vez emulsión de sensibilidad contemporánea: radicalmente graciosa, inevitablemenente trágica.
La dualidad tan bien descrita de la autora en este diccionario del ser me hizo sentir que en momentos narraba mis sentires, y ponía en palabras, ideas que ya conocía pero no había parado a observar.
Un libro oscuro. Un diccionario lleno de secretos de una vida extraña y condenada, una vida difícil. Qué buen libro, me lleve una sorpresa con María Pía Escobar.
Ida, vale la lectura por su fragmento I. Duro, oscuro pero valiente, expone experiencias y deseos que socialmente o individualmente no somos capaces de reconocer o nombrar. Fue curativo leerlo, fue ser amiga confidente de María. Escritura honesta, sin presunciones, relacionable y de lectura rápida. Siempre se agradece leer voces genuinas latinoamericanas. Para mi es un 3.5 porque inicia fuerte, contundente y envolvente con su primer relato, pero no encuentro la misma cadencia a través de la lectura, expectativa propia.
Las palabras no son solo palabras, nos pertenecen; nosotros las definimos y cada una nos marca a cada quien de manera diferente. La vida es una sopa de letras (?)
Me encantó y me dieron ganas de escribir un diccionario personal y así,pueda llegar a comprenderme el que quiera leerme. Es hermoso el amor que puso la autora en él,y definitivamente fue demasiado conmovedor y me hizo notar que no necesito sacar tramas fantásticas fuera de lo usual porque simplemente puedo escribir lo que siento y he vivido,pues en ello,hay demasiada historia por contar.
Los fragmentos son pequeñas historias escritas desde la observación de lo cotidiano y de los recuerdos profundos o anodinos. No me encantó pero hay algunos que valen la pena.