Milennials frente a boomers: cómo la precariedad ha pasado a formar parte de nuestras vidas.
Una generación sobradamente preparada se enfrenta a la persistente realidad de trabajos precarios, sueldos bajos y condiciones de vida peores que las de sus padres. Millennials frente a boomers. Además en el lapso temporal que separa a unos de otros no solo se ha perdido cualquier atisbo de estabilidad laboral, sino que se ha recrudecido una crisis climática que amenaza la idea de progreso sostenido.
¿Por dónde tirar ante la falta de certezas económicas y medioambientales? ¿Cuál es la solución? Este conciso ensayo propone repensar el presente e imaginar otro futuro.
Azahara Palomeque (El Sur, 1986) es una escritora y poeta española. Es autora de la novela Huracán de negras palomas (La Moderna, 2023); los ensayos Vivir peor que nuestros padres (Anagrama, 2023), y Año 9. Crónicas catastróficas en la Era Trump (RiL Editores, 2020); y de los poemarios Currículum (RiL Editores, 2022), RIP (Rest in Plastic) (RiL Editores, 2019), En la Ceniza Blanca de las Encías (Isla de Siltolá, 2017), American Poems (Isla de Siltolá, 2015), y la plaquette bilingüe El Diente del Lobo/ The Wolf’s Tooth (Carmina in minima re, 2014).
Palomeque ha publicado numerosos poemas, cuentos y ensayos en revistas culturales españolas, estadounidenses y latinoamericanas, como Quimera, Librújula, Cuaderno Ático, Estación Poesía, El Perro (ed. Yuri Herrera), La Noria, y El Hablador. Su obra ha sido incluida en varias antologías –entre las que destaca Poesía sin Fronteras (Huerga y Fierro, 2018) y Diáspora. Poetas extremeños en el ‘exilio’ (Liliputienses, 2020)– y ha sido traducida al inglés y al griego. Es colaboradora habitual de El País y La Marea.
Doctora en estudios culturales por la Universidad de Princeton, recientemente regresó a las raíces para vivir exclusivamente de la escritura.
Azahara Palomeque o cómo escribir un titulo que promete sin decir nada. Con frases extremadamente largas que se pierden en su significado por engomar el discurso en exceso con una miríada de léxico laberíntico. Me quedan un par de ideas claras por lo menos. No fue del todo perdido. Lo demá, paja. Ensayo muy áspero.
Quina tonteria, igual de pretenciós que d'absurd. Que es faci repetitiu un llibre de vuitanta pàgines ja té mèrit. L'autora intenta transmetre l'angoixa d'una persona jove al veure, i preveure, la precarietat de tot plegat i la por d'un futur inexistent pel canvi climàtic. D'acord, entenc l'objectiu, però trobo que no li ha acabat de funcionar; l'únic que fa són frases excessivament llargues i sense massa puntuació (sospito que intenta simular un raig de pensaments desbocats), el que ha aconseguit és que no entengui res. Fins i tot a l'últim capítol, el de "Nuevos lenguajes", que m'estava interessant (parla de la legitimitat de la protesta i de les noves maneres d'exercir-la), he acabt perdent el fil i el to pedant ho impregna tot.
Ara em sap greu haver-ne parlat tant malament... el títol tenia potencial, però ja em podria haver imaginat que seria així. Perdoneu, estic cansada d'aquest to únicament pessimista i victimitzant per definir tota una generació, i si a sobre fas les frases tan enrevessades i tan plenes de referències a un suposat imaginari col·lectiu que no recordo ni de què estàvem parlant, doncs queda un llibre molt feixuc.
Ja callo, potser no tocava llegir-lo ara, potser li he agafat massa mania i no he sigut justa amb el llibre, o potser em satura una mica el tema, qui sap.
Empieza bien, se desinfla dando rodeos en torno al cambio climático. Esos diálogos que propone en un principio se transforman en una defensa de una comunicación más violenta para parar el cambio climático que, como bien se ha visto, a pesar de dar mucho bombo mediático no está teniendo efecto alguno más allá de la noticia. Una oportunidad perdida de reflexionar más allá en esa comunicación intergeneracional, que sí está esbozada en el inicio pero que queda olvidada. Yo me pregunto: si el planeta se destruye más no habrá vida, en eso estamos de acuerdo, pero ¿qué vida es la que tienen la inmensa mayoría de jóvenes que están derrotados y, por mucho que pasen los años, no pueden aspirar a más? Quizá el foco de este libro sea lo que me ha chirriado más.
No es una lectura entretenida ni amable, es una reflexión, un grito al cielo de una situación contemporánea. En lugar de hacer crecer la brecha generacional entre boomers y genz, busca los orígenes de las diferentes crisis (económica, climática,...) que están sucediendo y posibles puentes para entendernos.
Este texto no inventa la rueda ni el pan de barra pero qué bien dice lo que traemos atorado.
«...pretenden apagar el fuego con gasolina, mientras no se explican por qué los más jóvenes andamos tan tristes, de qué grieta brota nuestro carácter taciturno, arremolinados en el holograma de una esperanza que no sabemos de dónde extraer, hartos de escarbar en la nada de la melancolía.»
«A mí tío nunca le dije que compartía la misma aflicción, simplemente me limité a mecer su desahogo con la rutina mullida de la escucha, fingiendo la sorpresa de una recién llegada de otro planeta, alienígena que besa el cadáver de su cuna.»
Eco ansiedad. Crisis de identidad. Vivienda inasequible. Trabajo mal pagado.
Pero la culpa es nuestra, por vagos. Los móviles nos esclavizan. ¿A donde vamos a ir a parar?
La vida es melancolía. Si hubiese nacido antes podría tener un buen trabajo sin necesidad de 3 másters, 3 idiomas, 8 años de experiencia. Las viviendas tendrían un precio normal, con 30 euros podría hacer la compra.
En vez de eso, residimos en un mundo que poco a poco se apaga. Pero nosotros no hemos hecho nada. ¿Qué podemos hacer a parte de denunciarlo e intentar arreglarlo?
“cómo contarles que hicimos prácticamente todo lo que nos dijeron –fuimos obedientes– y la fórmula ya no funciona porque las reglas han cambiado”
La forma en que Azahara es capaz de analizar, sin sentenciar, la realidad en la vivimos, convirtiendo a la vez este ensayo duro y reflexivo en literatura bellísima merece toda mi admiración. Imprescindible, sobre todo para quienes todavía se empeñan en hablar de “generación de cristal”.
Directo, con un lenguaje que he admirado en su forma de entrelazar cierto sarcasmo con una preocupación verdadera de la autora por el devenir de una generación, que en suma , está cansada. Sin duda a Palomeque, la palabra "aguantarse" no le gusta.
leer esto en un metro atestado de camino a una oficina creativa en la que los jóvenes nos quejamos de no poder permitirnos vivir solos mientras los seniors (no solo en puesto) alardean de la compra de su tercer tesla es toda una experiencia
Es decir… No aporta nada que no se sepamos ya. Que el presente que vivimos es una mierda y que el futuro se presenta peor. Pero igual a veces merece la pena recordarlo.
Creo que está mal estructurado o pensado. He leído bastantes críticas con respecto al hecho de que “mete” el tema climático como si solo se pudiera hablar de precariedad laboral/económica cuando se está comparando con generaciones pasadas, cuando considero que el tema climático también se puede comparar. Es decir, las generaciones se pueden comparar desde otras temáticas y no solo la económico/laboral. El problema está en que, por la forma en la que empieza, da a entender al lector que el libro va a ir de una cosa cuando no es así.
Comparto el hecho de que hay momentos en los que considero que la autora trata de intelectualizar tanto que, al final, la atención del lector se pierde. A mí misma me ha pasado el darme cuenta de que hay páginas enteras que no he entendido nada (ni releyéndolas) y otras en las que he conseguido entender en la 2ª lectura.
Azahara Palomeque, al igual que la generación que pretende representar, está quemado, pero no sabe muy bien que1 está buscando.
Aunque por otras razones de la vida a un servidor le ha costado más de un año acabar este cuadernillo de poco más de 80 páginas. En ningún momento puede decirse que haya sido una lectura amable o entretenida. De hecho todo lo contrario, ya que el autor no para de dar volantazos. Casi parece una recopilación de ideas y comentarios propios de una charla de bar.
Primero quiere retratar los dramas de una generación, luego se enroca en justificar las facilidades de los boomers a su edad, a ratos la culpa es de la crisis mediambiental, luego crítica a Ana Iris Simón por no entender su propia obra y remata con un triple tirabuzón sobre porqué la carrera espacial a Marte es mala para los jóvenes sin futuro.
Entiendo que al final el drama de las generaciones millenial y Z es que dan muchas vueltas, pero no saben encontrar ni el punto del problema ni como llegar a una solución. Siempre será más cómodo criticar al camarero porque el café está malo, que dedicar un rato a entender cómo se hace.
¿El título atrae, verdad? Pues escucharla hablar sobre el libro en vivo y en directo es más interesante aún. En la feria del libro de Bogotá 2025 tuve el placer de ver a la autora hablar sobre su forma de ver la vida moderna y cómo resultó convirtiéndose en este libro, así que no dudé un segundo en comprarlo.
Me identifico plenamente desde la primera página, la insatisfacción que existe por la vida que muchos llevamos es palpable, yo vivo con ese sentimiento y me preguntaba si era el único. Pues no. Y tampoco soy el único con la misma sensación que deja este libro-ensayo más o menos a la mitad del recorrido: su prosa larga y enredada ya es innecesaria y un poco agotadora, y centralizar el tema en el cambio climático se vuelve, curiosamente, anticlimático.
Yo, esperando encontrar lo que el título de la obra me ofrecía, poderme sentir menos solo y más identificado con mi generación, encontré un desvío que no me satisfizo ni llenó mis expectativas. Mis palabras no llegan a ser tan grandilocuentes como las de la autora, una mujer evidentemente inteligente y estudiada, pero no son necesarias tantas en tan poco espacio (Un libro de menos de 100 hojas)
la gente ponía que iba de muy bien a bastante decepcionante conforme lo leías, pero creo que como ya iba con este pensamiento me ha gustado mucho. ya me leí otro libro de esta colección y, como este, me parece que se quedan un poco cortos o que su intención es plantear un problema y que el lector digamos que siga pensando en eso y que llegue a sus propias opiniones/conclusiones (?). también me dio un poco de ecoansiedad 🙂 que en realidad yo creo que es un poco lo que quería conseguir este libro
no m’ha agradat gaire. el llenguatge és excessivament barroc i pretenciós, i crec que tenint en compte el tema que tracta no quadra gaire, es fa una mica pedant. i tot i q en certs moments m’ha agradat, se m’ha fet llarg, repetitiu, i pessimista. que sí, que el món és una merda, però no calen 80 pàgines repetint-ho. a més, m’ha faltat reflexió en certs aspectes. sap greu tu
El objetivo del ensayo es interesante, aunque no es novedoso. La prosa se mueve entre lo fascinante y lo incomprensible, aunque no sé exactamente explicar qué es lo que determina cada caso. Lo incomprensible se me hace demasiado rococó y lo fascinante es una metralleta potentísima de imágenes sugeridas por la lectura.
Ensayo de 96 páginas, publicado en 2023, en el que la autora nos ofrece tanto datos como un breve análisis de la gran brecha, a nivel económico y laboral, que se abrió entre la generación boomer y la millenial. Los primeros tuvieron que abrirse paso con esfuerzo bajo las normas del neoliberalismo y pudieron conseguir cierta estabilidad, y sin embargo, la millenial ha llegado cuando el trabajo se ha extinguido y nos acucia una crisis energética y medioambiental que solo les ofrece precariedad. A pesar de que me ha gustado y aporta muchos datos interesantes, ha evitado hablar de la lucha de clases, limitándose al enfrentamiento generacional y a la necesidad del activismo ecologista. Por esta razón, no he podido puntuarlo mejor. Recomendada para una sola lectura.
Nunca he sido mucho de ensayos. Los veo como textos tediosos, largos y egocéntricos que pretenden hacer ver al autor o autora como una figura de autoridad en su parcelita pequeña de conocimiento. Este libro tiene de eso, por supuesto. Es un libro que remite a citas y citas, que no para de expresar "Como decía..." pero en muchos momentos una frase o una expresión bien anotada eleva el libro y el mensaje queda claro. Sin embargo y tristemente, a veces la gran idea de Azahara queda eclipsada por una pedantería injusta, necesitada de remitirnos a autores que poco o nada tienen que ver con su mensaje. Considero a la autora más que lista y no entiendo la obligada necesidad de tener un argumento de autoridad cada vez que exprese una idea suya. Sin embargo cuando encaja es cristalino. Las dos citas de Chirbes son perfectas para el cierre del libro y la conversación con su tío es la joya de este último. "Son Saturnos.Se están comiendo a sus hijos entre dos rebanadas de cemento". Buena lectura pero tengo que leerme a Chirbes
Un pequeño y conciso ensayo sobre la precariedad actual, marcada por la austeridad, impuestos, estancamiento, etc de millennials vs boomers. Una generación atrapada en el agotamiento de los recursos naturales usados sin medida, el cambio climático, los ultimátums de las agendas 2030-50 que son absoluta desesperanzadores. Muy sencillo y rápido de leer, aunque recomienda a P.Preciado y J. Butler (totalmente innecesario) aunque lo hace más bien por el tema post humanismo. Una descripción bastante realista de la primera generación que vive peor que la anterior, educada en una promesa de abundancia y estabilidad imposible, en constante depresión y agotamiento por no encontrar la salida. “La generación más estéril y mejor preparada de la historia” “Hicimos prácticamente todo lo que nos dijeron…y la fórmula ya no funciona porque las reglas han cambiado” “años lo llevan diciendo diez años y nos negamos a creerlo. Somos la primera generación que vive peor que sus padres”
No sé qué decir ni cómo calificarlo. Se lee en un ratito. Me gusta el fondo, no la forma (oraciones y párrafos interminables). Lo mejor: las referencias a Zafra, Chirbes, Turiel, Sennett. Y duele un poquito.
Poder dar a mis hijos la vida que mis padres me dieron a mí, parece imposible. Una idea para nada nueva, pero que hace rato viene dando vueltas por mi cabeza y que la escritora española Azahara Palomeque analiza en “Vivir peor que nuestros padres”, el nuevo título en la colección nuevos cuadernos de Anagrama @anagramaeditor. Se trata de un ensayo que de cierta manera se vio obligada a escribir al darse cuenta que su “generación” (aunque en un comienzo intenta no utilizar esos términos), está condenada a tener una batalla por su supervivencia, siendo la primera en la historia que vivirá peor que sus antepasados. Estos últimos, no sólo no entienden a sus hijos, sino que ofrecen como solución la misma receta que nos llevó a la debacle, mientras que nosotros, los que viviremos peor, nos frustramos al entender que pese a haber seguido las reglas y ser obedientes (nos perfeccionamos, como siempres nos pidieron), chocamos con un muro porque esa reglas cambiaron y los valores exigidos parecen hechos trizas.
“Quería decir que esta es la historia de una generación castrada y es indiferente cuántos ejemplos ponga: los números salen en los periódicos, somos la estadística que no da tregua y apenas nos mantiene vivos la compañía de las fábulas que vamos hilvanando en torno a una noche temblona de descenso término que nos aporta la calidez de la afinidad y el roce seguro de la amistad nunca interrumpida a pesar de los lustros transcurridos desde que nos conocimos, una libérrima madrugada de feria de San Juan”.
Realmente el libro no me gustó mucho porque, a mi parecer, relata lo que ya sabemos:
1. Que el mundo se está yendo al carajo (a nivel de medio ambiente) debido al daño que se ha hecho al planeta a través de los años. 2. Que, obviamente somos la generación mejor preparada y la que está más precarizada por como está conformado el mundo.
Asimismo, mezcla la crisis ambiental con la precarización del trabajo, pero no es muy claro si termina siendo un ensayo o un cuento.
La única parte que rescato del libro es en la sección «nuevos lenguajes», donde se habla a propósito de nuevas formas de hacer ruido y ser subversivo en espacios artísticos como museos, por ejemplo; y que la gente se entere de que las cosas no están bien en el mundo, que debemos darle visibilidad a la crisis climática que estamos viviendo.
Cómo ensayo, dista mucho del camino dado por Riezu en su obra de la misma serie, ya que ésta otra nos da posibles alternativas a un futuro incierto. Es cierto, eso sí, que la obra de Palomeque analiza un tema complicado, sin solución fácil y que me recuerda a la novela gráfica 'El mundo a tus pies' de Nadar; es una obra intranquila, analítica de una situación que ha llevado a algunos milenials y a los que seguimos a un estado de crisis constante. En ésta obra, Azahara analiza fielmente una triste realidad, buscando sus posibles causas y generando (casi como el resto de las obras, en su mayoría, de la serie de Anagrama), un ensayo de altísima calidad y de gran recomendabilidad.
Eso sí, para mí seguirá siendo más íntimo el ensayo de 'La moda justa' de Marta D. Riezu... Gracias a las librerías de Madrid por tan increíbles obras de éstos últimos años.
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La lectura no es fluida y aunque la idea principal del libro se entiende, me perdí a cada rato. Soy muy inculto para este tipo de lecturas, son demasiado "intelectuales" para mí.
Creo que quien escribe y sabe mucho usualmente se comunica de manera más eficaz y sencilla.
Me encantaría leer otros textos de la autora pero abordados con otro estilo literario.
El título del libro me llamo la atención, esperaba encontrar respuestas y soluciones al problema de mi generación , pero me encontré quejas y más quejas.
Igual este libro requiere una inteligencia superior a la mía, pues me ha costado mucho sacar alguna idea clara sobre la razón por la que mi generación vive peor que mis padres. Es como si la autora hubiera escrito de corrido absolutamente todo lo que se le ha pasado por la cabeza sobre el tema. Falta orden, hay mucho ruido ensordecedor que no viene a decir nada, todo se mezcla con el cambio climático una y otra vez…
Un breve ensayo que trata de resumir el pensamiento de una gran parte de la generación conocida como 'millenials', los cuales hemos pasado por 3 crisis seguidas (caída de Lehman Brothers, COVID19 y Guerra de Ucrania) y no hemos recibido/alcanzado lo que nos prometieron si nos esforzábamos. Una pena que al final se desinfle y acabe divagando.
Resulta curiós llegir les ressenyes; moltes semblen decepcionades pel fet de que l'autora dedique tant d'espai al canvi climàtic. Però si és una qüestió cabdal! Àgil, ben escrit i sucós, si bé cal saber llegir-lo amb la ment oberta i sense pensar que és un tractat filosòfic de 400 pàgines, com alguns sembla que voldrien que fos.
Me ha costado traducir o más bien exprimir el significado a cada párrafo. La escritora complica demasiado la narrativa. En cuanto lo simplifica con situaciones reales, citas o analogías el libro funciona, pero es de las pocas veces. El tema muy interesante, pocos y pocas le han dado tanto a la cabeza como en estas 84 páginas.
Tiene algunas cosas novedosas pero por lo general se me hizo bola. Es incisiva la crítica a Ana Iris Simón, pero me cansó un poco la insistencia en la crisis climática. En ambos casos no coincido en que el hecho de que otras generaciones hayan accedido a un financiamiento hipotecario las haya hecho “propietarias”; fueron deudoras de otra institución.
Es interesante pero es un ensayo un poco denso, al menos para mí. Tiene varias reflexiones interesantes, pero a veces se me ha hecho un poco bola. Tampoco he llegado a sacar una conclusión clara del texto más allá de que que no solo estamos jodidos en cuanto a condiciones económicas, sino también ecológicas.