"El desmayo es elegante, es el deseo hecho carne. Puede ser etéreo, como una bailarina clásica en zapatillas de punta. Puede ser una brisa leve de primavera. Yo desmayo, así no molesto pero así el mundo tampoco me molesta". Una adolescente se entrena en el arte de desmayar. Su padre acaba de morir y ella atraviesa, junto a su madre y sus dos hermanas, el tiempo acuoso del duelo. El desmayo funciona así como una táctica de supervivencia, una práctica de escapismo, un artilugio para acallar el ruido de la vida adulta. La protagonista de esta novela relata cómo se reconfigura la vida doméstica en ausencia del padre. Mientras acompaña como puede la aflicción de su madre ahora viuda, milita porque no se suspendan las fiestas, incursiona en el sexo y rasga, en la fantasía y en la realidad, el velo de la infancia. A la melancolía que cruza estas páginas se sobreimprime la excitación que trae una época de descubrimientos del cuerpo propio y ajeno, de la literatura, del mundo. Las desmayadas es una narración poética, a la vez feroz y delicada, alrededor de cuatro mujeres que intentan recrear su jardín encantado mientras se sostienen, se cuidan, de a ratos se distancian. En esta "fábula autobiográfica", Cecilia Szperling transmuta la experiencia personal en un estado de estupor parecido al del sueño o del insomnio para entregar un libro hipnótico sobre el reto de crecer, desmayarse y despertar.
"Para mi ya no hay tiempo. Estoy en un escenario en una obra sin director"
En este libro nos encontramos con el relato autobiográfico de una hermana del medio que se encuentra duelando a su padre muerto. Junto a sus hermanas adolescentes y su madre, son un solo cuerpo, cada una es un tentáculo y juntas son un pulpo. Asá atraviesan el momento que nadie quiere atravesar.
En este libro nos encontramos con fragmentos poéticos desgarradores que describen la perdida y lo momentos del duelo. Como una pérdida influye tanto a nivel personal de cada integrante de la familia, como asá también al conjunto.
Es el primer libro que leo de la autora, y no puedo creer como aún no está dando vueltas, ya que me pareció una maravilla.
Es un libro duro para leer, pero llevadero. Una vez que le entré, no pude dejar de leerlo.
«Asi nos despedimos, la edad del duelo ha concluido, es el principio de la soledad, del amor nuevo y sin mas que un vestidito de verano le doy la mano y le dejo estallar en el aire. Somos fuegos artificiales en busca de otra vida y una canción futura.»
Esta novela, una fábula autobiográfica, como bien dice la autora, es la palabra en movimiento, el cuerpo atravesado por la fantasía en donde el peso de los acontecimientos reorganiza las estructuras familiares. La muerte del padre, la figura masculina, vuelca la mirada y resginifica lo femenino; tres hermanas y una esposa viuda se esfuerzan por hacer el duelo y sobrevivir ante la pérdida.
La casa es un mundo dentro de otro mundo más grande, la casa habitada por otros mundos de carne y hueso, mujeres no acostumbradas a estar en la calle, deben explorar ese lugar de afuera y, como despertando de un sueño, sus vidas sufren una metamorfosis donde la única forma de escape, de negarse a esa nueva realidad mientras la reconocen, es no estar en ella, abandonarse a sí mismas, desmayarse; el desmayo como la forma de decir que no con el cuerpo.
La vida deviene en cambios, el tiempo lleva la cuenta y deja huellas en el cuerpo, las mismas que dejamos en el camino que recorremos mientras nos reconocemos en esas nuevas formas de existir, de habitar, de no estar, de entrar y salir y despertar en otro sueño, como dijera Calderon de la barca: la vida es sueño y los sueños, sueños son.
"Lloro por los otros. Porque mi hermana no tiene fiesta, porque mi hermana no tenga padre y porque mi madre sea viuda. Pero yo, soy una persona secreta. Tesoros enterrados. Emociones sumergidas." Lo primero que leo de Cecilia y me fascinó.
no se que pensar sinceramente, hace un par de dias lo termine pero me dejo poco y nada el libro. muy original como estaba escrito pero no me gusta tanta ominosidad.