Yo pensaba que escuchaba mucha música. Que sabía más o menos por dónde iba el tema progresivo; que si King Crimson, que si Pink Floyd, que si algo de Gentle Giant para parecer un poco más entendido... Pero entonces llegó este libro —“Prog Side of the Moon” de Rizzi— y me hizo sentir como si hubiera estado mirando una galaxia entera a través de una mirilla.
Porque lo de Rizzi no es solo saber de música. Es habitarla. Es contarla con pasión, con obsesión incluso. Cada capítulo es como una puerta a un grupo, un disco, un rincón del prog que no sabías que necesitabas explorar. Y cuando terminas, estás tan lleno de nombres, anécdotas, sonidos y conexiones que lo único que puedes hacer es abrir Spotify como un loco y empezar a buscar.
Y sí, está en italiano —no lo entiendo, pero no hace falta. Lo importante es esa sensación: la de estar con alguien que ama la música tanto como tú, solo que con más vinilos, más datos y más oídos. Y que consigue una cosa muy difícil: hacerte querer escuchar mejor, con más atención, con más historia detrás.
Si te gusta la música, y especialmente si crees que la conoces bien… cuidado. Rizzi viene a demostrarte que aún no has oído nada. Y eso, créeme, es un cumplido.