El 19 de noviembre de 1975, Franco se halla agonizando en su lecho y, al compás de esos últimos estertores, se van escribiendo las reglas de un juego: el de la lucha por el poder, que por su naturaleza imprevista coloca todo acto al borde de un precipicio. A el se asoman los personajes de La caída de Madrid, y cada uno de ellos enfrenta el futuro con el grado de incertidumbre, de certeza o de frivolidad al que lo condena su pasado, en un intento de salvacion (y, acaso, de traicion: su reverso). Juega aquí un papel primordial, como contrapunto que sostiene una estructura narrativa compleja, la dialéctica de clases sociales, a partir de la cual se narran las vidas de personajes que se entrecruzan a traves de diversas tramas que crean esa ilusión de vida a que debe aspirar toda novela.
As, el peso de los estragos del tiempo y el recuerdo de la infancia del empresario don Jose Ricart; el miedo del comisario Maximino Arroyo cuando contempla su futuro en el de los pides, los policías portugueses, y enloquece, al mismo tiempo, por el amor de Lina; la renuncia del profesor Chacón a una España que ya no le pertenece a su vuelta del exilio; las contradicciones del universitario Quini, debatiendose entre su pertenencia a una clase social y sus devaneos ideológicos; la astucia y el oportunismo de Taboada, subiendo finalmente al barco que llegara a puerto; el descubrimiento de la propia fragilidad por parte del obrero Lucio, sin punta de fusil en la que apoyarse, la tarde de ese 19 de noviembre, abandonado a la intemperie como un «animal sin piel».
Novela de estrategias personales, de pactos colectivos que acaban en el sumidero del egosmo y de la traición, "La cada de Madrid" es coherente con la anterior obra de Rafael Chirbes en la medida en que plantea una vez más su rechazo a pasar la página de la historia y se muestra a favor de un detenimiento en el pasado para explicar el presente. Pero tambien constituye un avance en su carrera literaria, en la búsqueda de una prosa nítida, que trata de cortar esos hilos de complicidad entre el lector y la narración que, a menudo, solo son trampas que deslumbran a quien lee y lo adormecen en un pacto culpable.
Rafael Chirbes (Tabernes de Valldigna, Valencia, 27 de junio de 1949 - 15 de agosto de 2015) fue un escritor y crítico literario español, ganador del Premio Nacional de la Crítica en 2007 y en 2014.
Desde los ocho años estudió en colegios de huérfanos de ferroviarios. A los 16 se fue a Madrid, donde estudió Historia Moderna y Contemporánea. Vivió en Marruecos (donde fue profesor de español), París, Barcelona, La Coruña, Extremadura, y en el año 2000 regresó a Valencia. Se dedicó a la crítica literaria durante algún tiempo y posteriormente a otras actividades periodísticas, como las reseñas gastronómicas (en la revista Sobremesa) y los relatos de viajes.
Su primera novela, Mimoun (1988), quedó finalista del Premio Herralde y su obra La larga marcha (1996) fue galardonada en Alemania con el Premio SWR-Bestenliste. Con esta novela inició una trilogía sobre la sociedad española que abarca desde la posguerra hasta la Transición, que se completa con La caída de Madrid (2000) y Los viejos amigos (2003). Con Crematorio (2007), un retrato de la especulación inmobiliaria, recibió el Premio Nacional de la Crítica y el Premio Dulce Chacón. Con la aparición de la novela En la orilla (2013), confirma su trayectoria ascendente. La novela se construye entorno al hallazgo de un cadáver en el borde de un pantano y conforme aborda la biografía del muerto y de aquellas personas con las que se relacionó al final termina construyendo un gran fresco que retrata una sociedad en crisis. También recibió el Premio Nacional de la Crítica, en el año 2014.
La precipitada muerte de Rafael Chirbes, ocurrida el 15 de Agosto de 2015, convirtió ésa obra en su último libro publicado en vida. En 2016 se espera el lanzamiento de París - Austerlitz, novela que Chirbes tenía ya finalizada.
Adaptación televisiva Crematorio ha sido llevada a la pequeña pantalla en 2011 en una miniserie de ocho capítulos de Canal Plus, con Pepe Sancho como protagonista: el constructor «Rubén Bertomeu». Ha cosechado excelentes críticas.
Obras Novelas Mimoun (1988) En la lucha final (1991) La buena letra (1992) Los disparos del cazador (1994) La larga marcha (1996) La caída de Madrid (2000) Los viejos amigos (2003) Crematorio (2007) En la orilla (2013)
Ensayos Mediterráneos (1997) El novelista perplejo (2002) El viajero sedentario (2004) Por cuenta propia (2010)
Premios 1988: Finalista del Premio Herralde con Mimoun 1999: Premio alemán SWR-Bestenliste por La larga marcha 2003: Premio Cálamo "Libro del Año 2003" por Los viejos amigos 2007: Premio Cálamo "Libro del Año 2007" por Crematorio 2007: Premio Nacional de la Crítica por Crematorio 2008: Premio Dulce Chacón por Crematorio
Der Roman spielt an einem einzigen Tag, dem 19. November 1975, dem Todestag Francos. Erzählt wird aus der Perspektive unterschiedlichster Menschen: Da sind beispielsweise der Mitarbeiter der Politischen Polizei und ein Möbelunternehmer, der vom Regime profitierte – beide machen sich Sorgen, wie es Ihnen nach Francos nahendem Tod ergehen wird. Da sind junge Männer, die im bewaffneten Untergrund gegen das Regime kämpfen und Student*innen, die theoretisierend und diskutierend einen Wandel einleiten wollen; da sind frühere Kämpfer für die Republik, die inzwischen resigniert sind, da sind Frauen, die sich um ihre Kinder und Männer sorgen und reiche Frauen, deren größte Sorge mögliche Hindernisse beim Ausrichten eines vornehmen Dinners sind.
Diese Multiperspektivität hat mir sehr gut gefallen, auch wie die einzelnen Figuren miteinander verbunden sind. Diese Vielstimmigkeit führt dazu, dass nicht nur politische Konflikte sichtbar werden, sondern auch Konflikte zwischen den Generationen, den Geschlechtern und sozialen Schichten.
Manches Kapitel schien mir dann hin und wieder etwas lang geraten, aber es ist immer Geschmackssache welche Milieuschilderung der/dem Leser*in mehr liegt. Ich fühlte mich gut unterhalten und habe nebenbei einiges über diese Umbruchszeit in Spanien gelernt.
Es la segunda novela que leo en pocos meses que arranca con la muerte inminente de Franco. Mientras que la otra (Romanticismo, de Manuel Longares) se ocupaba sobre todo de qué pasa después, aquí la pregunta se queda suspendida en un qué pasará. Hay personajes que aguardan con temor, otros con esperanza, los más con incertidumbre. Chirbes, pesimista nato, los priva de la respuesta porque, total, qué importa. Siempre hay algo que está muriendo en sus novelas, pero rara vez algo que nazca, o al menos que lo haga sin tener ya impreso el gen de la decadencia.
Esperaba que la relación con La larga marcha fuera más evidente y, no, apenas es un guiño. Ya me queda claro que no debería esperar ningún tipo de continuación o resolución en la siguiente. Los mundos que construye Chirbes son tan amplios y están tan poblados que estas novelas se sienten como apenas una intromisión momentánea en un relato sin inicio ni final. Resulta, ya lo dije, anticlimático, pero todo sea acostumbrarse.
Bien escrito. Novela coral con historias de muchos personajes, relacionados entre sí. la acción se sitúa el 19 de noviembre de 1975, un día antes de la muerte del dictador. Los personajes se debaten entre un mundo que agoniza y otro que no acaba de nacer. Tiene interés pero su aportación a la intrahistoria de aquellos días no me ha parecido novedosa.
Quería admirar esta novela de Chirbes, donde varios personajes monologan a partir del día en que murió Franco pero la prosa está cargada de detalles pésimos (hay una mujer que se queja "femeninamente" porque, sorpresa, es una burguesa e ingenua, amante del arte, etcétera).
Hay escenas con fuerza, capacidad de conmover, y esas escenas son dos. La discusión del padre empresario con el hijo ideologuizado a la derecha donde le pide que sacuda y condene a su hermano, el hijo bohemio. La reacción del padre, el cállate.
Esa escena tiene vibratio porque se atreve con una especie de incómoda polisemia franquista, nos deja en un lugar incómodo, y la verdad es que pocas simpatías reserva. La otra escena es el largo divagar de una muchacha por varios hombres de su vida.
Aunque tampoco hace nada con ello, ni con la virginidad arrebatada de la otra ingenua y provinciana. En general, el problema de 'La caída de Madrid' es que todo termina en lugares arquetípicos: El seductor y fascinante muchachito intensito de izquierdas que es un pijo; el temible y atormentado policía del franquismo que, adecuadamente, ve venir su fin y el fin de su mundo; el acomplejado militante obrero que no pilla cacho... etcétera.
No tengo ningún problema con los arquetipos, pero necesito que el escritor los traiga a la vida. Que nos mueva y nos coloque en lugares distintos. No tuve esa sensación al cerrar a la novela. Puedo entender y respetar las virtudes con las que Chirbes es ampliamente defendible, pero a ratos me temo que se llama o considera insobornable integridad a una cierta coraza a lugares más sutiles.
RELECTURA 2020
Tras su fallecimiento, en las páginas del Cultural, un oportuno Ignacio Echevarría, con su habitual y punzante inteligencia, pedía a cualquier lector que "la obra de Chirbes no debería quedar como objeto de culto, sino como revisable testimonio de una época, como doliente documento de contestación y litigio".
Voy a tratar de hacer justicia al crítico con esta relectura: Rafael Chirbes tiene una obra, como se sabe, con una divisoria clara. Estan sus primeras novelas, desde Mimoun a Los disparos del cazador, con pocos personajes, y un estilo que no habría de retomar hasta París-Austerlitz (aún hoy, mi favorita), y están las que comenzó a escribir a partir de La larga marcha, basadas todas ellas en los monólogos interiores, casi siempre en estilo indirecto libre, que suceden a unos actores en plena historización - que, muy oportunamente para el novelista, coincide con algún tipo de desbarajuste físico o vital o alguna punzada temprana de que el tiempo es impiadoso - mientras rumian unos destinos observados con el estilo fiero y grotesco que tanto admiró su autor en pintores como Francis Bacon.
El modelo, el de una novela existencialista con ribetes de Faulkner y una prosa inspirada por algunos modelos franceses mezclada con las estructuras e inteligencias de prosistas como Juan Marsé o Benito Pérez Galdós, es siempre el mismo: el tiempo se suspende, cíclicamente para anunciar algún tipo de final.
En La Larga Marcha, había una ambiciosa dialéctica entre posguerra y posfranquismo, en Los viejos amigos era la democracia consolidada, la post-Transición, la desengañada, en Crematorio el final de la prosperidad y En La Orilla, el final de la crisis misma. La caída de Madrid transcurre, por supuesto, en otra efeméride, la del final del franquismo, donde alrededor del viejo y moribundo José Ricart se reúne un reparto de personaes, desde un policía franquista hasta sus hijos y nietos, y amigos, todos militantes en el movimiento estudiantil.
Todo el humor surge del patetismo, y en las novelas de este segundo Chirbes, todo ha terminado desde la primera pagina, incluyendo la imaginación dramática: el despliegue es el mismo, reiteradamente, hasta llegar a una imagen final que retrospectivamente ofrezca todos esos pasados a modo de retratos encadenados, lo que llevó, hace ya cuatro años, a una lectura hostil de su obra. He conseguido admirar más su destreza para la melancolía, su modelo de prosa, clara pese a ser sintácticamente compleja y fecunda en frases largas y un vuelo idiomático admirable, pero sigo resistiéndome a su siniestra sexualidad (siempre grotesca, y ruinosa, sin ningún afán de ternura o patetismo) o a cómo el eprsonaje parece acabar en su estereotipo inicial, y no ocultar algún tipo de complejidad, al ser tan esencial (algo que le sucede, en ocasiones, con algunos personajes femeninos, aunque no solamente).
Con todo, he admirado muchos pasajes de "La caída de Madrid" y su evocación - completa - de la geografía española, de algunas de sus experiencias, además de valor sociológico, esconden a un excleente costumbrista. Y, naturalmente, hay personajes llenos de vida, como Quini Ricart, cuyo anhelo romántico de "no ser nada" aparece, convenientemente, en un mundo burgués forjado en el tardofranquismo y las cómodas hipocresías de la militancia. Chirbes congela bien la imagen de Quini, sin que resulte despreciable ni finalmente una imagen omniabarcante, aunque sea posible preguntarse hasta qué punto una colección de vicios no permita ser comprendida del mismo modo que Dios a sus hijos: imperfectos y a los que acaso debamos perdonar sus ofensas.
Espero pues haber mostrado litigio y haber recordado que por algunas razones, buenas, la obra de Chirbes siga viva, merece releerse y ofrece un idioma ágil, ajeno a la cursilería y el barroquismo y lleno de una belleza vital, fulgurante.
“Usted no sabe lo que es no tener nada, el trabajo y ya está,no puede saberlo, ni va a tener tiempo, porque eso cuesta de aprender, usted ve cosas pero no sabe cómo se hacen.”
No me lo he podido terminarlo. Frases eternas con descripciones larguísimas las cuales a veces hacían que se me olvidara que estaba describiendo. Bueno y las escenas de sexo repugnantes.
Lectura cómoda que te explica de forma individual, pero desde una perspectiva global, lo que se vivía en España antes de morir Franco. Somos lo que un día no pudimos ser.
La caída de Madrid comienza con la inminencia de la muerte de Franco, y es esta la espina dorsal que cruza toda la obra de principio a fin. Pero Chirbes no se queda ahí: la cercanía de la muerte del dictador no es sino el pretexto para enarbolar una crítica rotunda, un retrato despiadado del Madrid de la década de los 70 por el que confluyen numerosos personajes cuyo nexo entre sí son precisamente las resonancias de un pasado que agoniza, de un presente perpetuo y de las esperanzas de un futuro que tan solo se puede adivinar en el horizonte. En todo momento, se anticipa el acontecimiento como un devenir que es siempre posible pero que, precisamente por ello, nunca llega; y en el proceso dos mundos se enfrentan, opuestos como lo son los extremos antagónicos que representan y que se enlazan en contradicciones irresolubles: por un lado, el mundo de los obreros militantes y desvaídos que no pueden permitirse soñar con que la dictadura caiga y maquinan para alentar la insurrección, el de los estudiantes que se atrincheran en las universidades y sienten la rabia en los escarceos con la policía; por otro, el de los viejos magnates que ven amenazadas sus riquezas, el de los policías que no tienen reparo en apretar el gatillo ante cada conato de protesta. Un mundo agoniza entre estertores, otro no sabe abrirse paso. Y, junto a todo esto, unos personajes jalonados de sinsabores, de un realismo atroz que los envuelve y se desarrolla a través de sus monólogos, de un torrente caótico y fluyente de pensamientos que solo se engarzan entre sí si uno los observa desde lejos. Es una novela de diez.
Un récit décousu et irrégulier. Un coup c'est intéressant et bien écrit, un coup c'est chiant comme la pluie et illisible. Illisible parce qu'une phrase peut aisément faire une page entière, parce que l’écriture parfois très crue est inutile et pas pertinente du tout. Bref, un ouvrage qui ne répond pas à sa promesse de quatrième de couverture. Je note quand même que les personnages sont bien montés, parfois caricaturaux mais crédibles malgré tout. Mais dans l'ensemble, pas ouf
Keine Frage, dies ist kein Unterhaltungsbuch im leichteren Sinn. Es ist der Morgen des 19. November 1975. Don José Ricart, ein erfolgreicher Möbelfabrikant, wird 75 Jahre alt. Und am Abend desselben Tages wird Franco tot sein. Doch bis dahin wird man von den Geschichten der Freunde, Verwandten, Bekannten und Angestellten der Familie Ricart gelesen und damit auch viel über das Spanien der damaligen Zeit erfahren haben. Das Spanien, das Franco bis zu seinem Tode diktatorisch regierte, dem es wirtschaftlich zunehmend besser ging, in dem jedoch Oppositionelle brutal unterdrückt und auch hingerichtet wurden. Jeder Person ist ein Kapitel gewidmet, in dem aus deren Blickwinkel die aktuelle Situation und eine Rückschau auf die davorliegende Zeit beschrieben wird. Man begleitet den erfolgreichen, energischen Don José Ricart bis zu seinem Festtag, der trotz seines Erfolges nicht richtig glücklich ist; seinen Freund, den Geheimdienstler Arroyo, der seine Schwachstelle hinter harter Brutalität versteckt; Don Josés Enkel Quini, ein Student voll revolutionärer Gedanken und Tatkraft; Lurdita, das Hausmädchen der Ricarts, die den Revolutionär Lucio liebt. Undundund - man erhält so ein breites und sicherlich auch glaubwürdiges Panorama des damaligen Spaniens. Doch ich fand es mühsam zu lesen. Die Seiten haben kaum Absätze, es sind häufig sehr lange Sätze und immer wieder vorkommende Aufzählungen ('Es ging ihm gegen den Strich, den Anzug, die Möbel, das Geschirr auszuwechseln...' oder '...ein abgestochenes Schwein, das Leber, Lunge, Magen zeigt...') verstärken den Eindruck, es handle sich um einen einzigen, ununterbrochenen Gedankenfluss. Man muss voller Konzentration dabeibleiben, was mir zugegebenermaßen gegen Ende immer schwerer fiel. So fällt mein Urteil zwiespältig aus: inhaltlich informativ und interessant, aber 'lesetechnisch' betrachtet, anstrengend.
All of the action in "La caida de Madrid" takes place on the day before the death of Francisco Franco in November, 1975. All socio-economic elements of the Spain of that time are represented in the various characters. In an interview Chirbes made the astounding statement that there is something of each his characters within him. That statement astounds because one of the characters, Maxi, is the chief enforcer of internal security for the dictator Franco. This is an unforgettable character capable of the most heinous actions. Another character is the bored housewife Olga who subscibes in part to the patriarchal mores of the day, but who also, almost in spite of herself, works to undermine the same mores that she publicly defends. Several students are also portrayed in "La caida de Madrid". Most seek to undermine the Franco machine while a few aim to keep it propped up. The student protest disguised as a "literary marathon" is a particularly memorable scene.
Auf der Rückseite steht "Sein bestes Buch" - also ich habe da mein Herz unwiderruflich an "Die schöne Schrift" gehängt. Das Kaleidoskop der Geschehnisse an einem einzigen Tag - die Masse an Personen und ihre Verflechtung untereinander - sehr lesenswert. Ich fand manche Stellen ein wenig langatmig - und ich wüsste gerne, ob das in der Originalsprache auch so ist. Mit meinen eng begrenzten Spanisch-Kenntnissen werde ich es wohl nie erfahren...
Erzählzeit sind die letzten Stunden vor dem Tod Francos, die geprägt waren durch seine Agonie. Im Zentrum steht eine Familie, in der die Elterngeneration mit dem Regime kollaboriert hat und die Enkel jetzt aufbegehren gegen die Diktatur. Insgesamt etwas dröge erzählt, vorhersehbar. Bringt aber einigermaßen die Stimmung in der spanischen Gesellschaft rüber: die einen spüren, dass eine Zeitenwende bevorsteht, die anderen kämpfen dafür unter dem Einsatz ihres Lebens. Es ist eine Art Nullzeit.
Me lo empecé a leer por lo mucho que me ha gustado todo lo que ha caído en mis manos de Chirbes y, una vez terminado, me enteré que era la segunda parte de una trilogía. La suerte es que el primero ya lo había leído sin ser consciente ("La larga marcha") así que, todo lo que yo consideraba pequeñas referencias, easter eggs, eran continuaciones lógicas a lo contado anteriormente en esa novela.
La sinopsis sería sencilla: un retrato bastante ácido de la España de finales del franquismo, en una foto fija del transcurso de los días del 19 al 20 de noviembre de 1975, desde la perspectiva de distintos personajes. De esta manera relaciona las visiones de personas con distintos anhelos e ideologías ante la muerte del dictador y como creen que afectará a sus vidas, y si lo hará en absoluto.
Si los currículos de secundaria en Historia permitieran más cintura, más tiempo, sería una lectura fundamental para alumnos de bachillerato, en tanto no es una lectura muy pesada y permite retratar de forma muy gráfica como fue el final de una dictadura que marcó y definió a España durante casi medio siglo.
Como crítica, le falla el final, demasiado abierto, que no cierra propiamente la historia, que la deja en suspenso de la misma manera que ocurre con el propio devenir histórico. 9/10.
Cuando lees un libro que te entusiasma de un autor, corres el riesgo de que, en el siguiente, esperes lo mismo o más. Eso es lo que me ha ocurrido con La caída de Madrid; La buena letra me encantó y con este no ha sucedido lo mismo. Chirbes nos sitúa en el 19 de noviembre del 75, donde los españoles están pendientes de las noticias ante la inminente muerte de Franco. En este escenario, diferentes personajes, unos del régimen y otros contra él, sufren la incertidumbre de lo que ocurrirá tanto en sus vidas como en España. Chirbes refleja con maestría la época y a diferentes personajes de clases e ideologías distintas. Algunos capítulos se me han hecho cuesta arriba, aunque esa incógnita a la que se enfrentan los personajes hace que el lector las sufra del mismo modo incluso en el final. Es innegable que leer a Chirbes es disfrutar de una buena pluma, sin embargo como dije al principio, no creo que esta novela sea la más representativa de su trabajo.
El 19 de noviembre de 1975 el miedo campa a sus anchas por la capital de España. La policía social teme que la muerte del caudillo gire las tornas y empiecen a ser ellos los perseguidos y ajusticiados, militantes comunistas tienen miedo de las arbitrarias demostraciones de poder de un régimen caduco les alcance a ellos, empresarios que han hecho su fortuna a base del extraperlo y su pasado de camisa azul se apresuran a sacar su capital fuera del país...
Un retrato muy creíble de cómo era la sociedad española hace cincuenta años, de cómo el franquismo marcó a generaciones de españoles para odiarse a sí mismos y sus compatriotas.
Una magnífica novela. 19 de noviembre del 75, víspera de la muerte de Franco. Novela coral con personajes que se entrecruzan y que viven en un momento crucial de la historia de España, con el temor, en unos casos, o la esperanza, en otros, de que todo va a cambiar. Escrita sin apenas puntos y aparte ni diálogos, lo que a muchos lectores les puede asustar.
La historia transcurre el día de la muerte de Franco, pero sus raíces se remontan a la posguera. Son varios los personajes que pululan en ese día clave para la historia de España, y sus historias, que suceden juntas y revueltas, componen un fresco realista de lo que pudo haber sido para mucha gente.
La Transición no es un tema que me entusiasme, así que cogí este libro con desconfianza, pero le doy las cinco estrellas sin reservas. La idea es original, los personajes son muchos sin ser demasiados, la prosa es sobria pero contundente. El antepenúltimo capítulo me ha gustado especialmente.
Es interesante saber un poco como era la sociedad de la época, como estaba todo políticamente cuando Franco murió pero no me ha gustado el hecho de que salta de capítulo en capítulo presentando personajes nuevos que luego no sabes como acaban. El final me ha dejado muy fría porque se queda a medias.
J'ai lu cette œuvre pour le CAPES d'espagnol. Pas facile à lire, énormément de violences sexuelles et physiques. C'est un livre difficile à aborder car il y a beaucoup de personnages mais cela reste intéressant car chacun incarne un aspect du franquisme ou de la volonté de transition démocratique, de changement.
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El día antes de la muerte de Franco, a raíz de ahí se desarrollan varias historias costumbristas y que retratan el panorama social y político, sobre todo de la izquierda, a través de sus actividades e historia. Interesante por el punto antifascista pero tampoco es...
Leer este libro fue difícil... hay capitulos fascinantes y otros en extremo aburridos. A veces sentí que le sobraban comas y páginas. No fue solo una lectura sino un estudio de la novela de Chirbes y es innegable su grandeza.
3’5/5. Lectura obligatoria para las oposiciones de profesor de español en Francia. No está mal. Si se lee analizándola y contextualizándola con el momento histórico en el que se desarrolla, se entiende mejor
Mismas sensaciones que con "La larga marcha": tiene personajes y capítulos muy interesantes, pero también otros que me han resultado intrascendentes o demasiado elevados.
Lo bueno y lo malo que he encontrado otras veces en Chirbes, pero sin que lo bueno sea para tirar tampoco demasiados cohetes.
Muy interesante. Me sabe mal que me lo haya tenido que leer rápido para clase porque le ha quitado mucho la gracia pero creo que el libro es realmente bueno y tras cada personaje hay mucha minuciosidad, mucho trabajo que ha de valorarse