That Borges is one of the key figures in twentieth-century literature is beyond debate. The reasons behind this claim, however, are a matter of contention. In Latin America he is read as someone who reorganized the canon, questioned literary hierarchies, and redefined the role of marginal literatures. On the other hand, in the rest of the world, most readers (and dictionaries) tend to identify the adjective "Borgesian" with intricate metaphysical puzzles and labyrinthine speculations of universal reach, completely detached from particular traditions. One reading is context-saturated, while the other is context-deprived. Oddly enough, these "institutional" and "transcendental" approaches have not been pitched against each other in a critical way. Borges, between History and Eternity brings these perspectives together by considering key aspects of Borges's work—the reciprocal determinations of politics, philosophy and literature; the simultaneously confining and emancipating nature of language; and the incipient program for a literature of the Americas.
Hernan Diaz is the Pulitzer Prize-winning and New York Times best-selling author of Trust. His first novel, In the Distance, was a finalist for the Pulitzer Prize and the PEN/Faulkner Award for Fiction, won the William Saroyan International Prize for Writing, was translated into more than twenty languages, and was one of Publishers Weekly’s Top 10 books of the year and Literary Hub’s twenty best novels of the decade. Trust, one of The New York Times’s 100 best Books of the Century, was translated into more than thirty languages, received the Kirkus Prize, was longlisted for the Booker Prize, and was named one of the 10 Best Books of the Year by The New York Times, The Washington Post, NPR, and Time magazine, and it was one of The New Yorker’s 12 Essential Reads of the Year and one of Barack Obama’s favorite books of the year. Diaz’s work has appeared in The Paris Review, Granta, The Atlantic, Harper’s Magazine, McSweeney’s, and elsewhere. He has received the John Updike Award from the American Academy of Arts and Letters, a Guggenheim Fellowship, a Whiting Award, and a fellowship from the New York Public Library’s Cullman Center for Scholars and Writers.
Me encanta la profundidad, complejidad y claridad con que se exponen los mecanismos de Borges. Y no solo se trata de dar cuenta de los mecanismos y vueltas del cuento, como hace generalmente Piglia, o algunos fechas de la batalla se Junín como haría Molloy, sino de entender el por qué Borges usa en particular tal o cual estructura narrativa. Te llama a leer y releer todos.los.cuentos que menciona y darle otra vuelta más a ese cuento que uno creía que entendía. La relectura mil de Tlon Uqbar Urbis Tertius que me regaló este libro me.hizo muy feliz. Gracias Hernán Díaz, gracias Borges, gracias Maradona.
Como el de muchos, mi año lector incluyó "Fortuna" de Hernán Díaz. Quería más, pero en vez de irme a su novela anterior, opté por la veta ensayística. En parte porque me atraía la idea de leerlo en otro género, en parte también porque entiendo que la traducción de "A lo lejos" es demasiado castiza y eso me desanimaba. Este ensayo sobre Borges, un sobrio volumen de 165 páginas, es tanto una interpretación como una invitación a releerlo. (Las citas a Borges en el libro se encuentran bilingües, lo que se agradece y por cierto confirma cuán difícil es el oficio de los traductores.) Pareciera discurrir sobre los dos ejes del título: entre la historia y la eternidad, lo que es local y lo que trasciende el tiempo. Sin embargo, hay mucho más aquí.
La primera parte del libro, "Teología política", agrupa dos secciones donde Díaz ejecuta una lectura de "la patria", tal y como aparece principalmente en algunos poemas de Borges, contrastando el sentido situado, local y por cierto histórico de la expresión, con otro en el cual "la patria" sería el equivalente de una idea trascendental. Usando algunas ideas de Platón (la pretendida realidad nuestra como reflejo de una realidad auténtica) y Berkeley ("ser es ser percibido"), Díaz explora la obsesión de Borges con las conspiraciones y el carácter alucinado del mundo en que vivimos. La conclusión política es que la imposición de una representación como realidad es lo que caracteriza al poder, una línea de argumento que abre el camino para discutir la unilateralidad de la literatura (¿es una forma de imponer algo al lector?) y la autoridad de los escritores (¿qué pueden decir los autores al momento de interpretar sus obras?). La primera parte concluye con un análisis extraordinario de "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" y del mecanismo tan común de Borges de encapsular un plano de la realidad en otro. Díaz se refiere a ello como "framing", el mecanismo de invocar un personaje que cuenta una historia que le ha sido referida y que sirve de base al narrador para el relato. El "encuadre" o "estilo matryoshka" al que Díaz se refiere le permite volver sobre los problemas de reproducción y control sobre la realidad. La idea de un "framing" tiene además el potencial de referir a un "framer", el agente encargado de hacerlo y que en inglés remite también a un aspecto político: los redactores de la constitución estadounidense son conocidos también como "framers" o "padres fundadores". Y, lo sabemos bastante bien en Chile, quizá no haya otro texto como la constitución con una capacidad semejante de imponer una realidad.
La segunda parte del ensayo, "Los Estados Unidos de América", versa sobre dos autores caros a Borges: Edgar Allan Poe y Walt Whitman. El salto de la primera a la segunda parte se siente, en varios sentidos, un tanto olímpico. A Poe se lo coloca en el contexto de su recepción latinoamericana (por ejemplo, vía Rubén Darío) y cómo Borges eludió la falsa dicotomía de un Poe-clásico y un Poe-romántico. Hace mucho tiempo que no leo a Poe y es un mérito de Díaz el haberme recordado cuánto disfruté haciéndolo y cuánto más podría disfrutarlo ahora si lo vuelvo a hacer. Hay aquí una muy erudita revisión de "Historia universal de la infamia" y una lectura en general de Borges como usando el modelo del relato policial no tanto para construir una ficción, sino para construir un lector o modo de lectura: atento, escéptico, ansioso e incluso paranoide. El ensayo concluye con los usos y lecturas que Borges hizo de Whitman, principalmente el mecanismo de enumeración caótica (de nuevo: un espléndido análisis de esa figura por parte de Díaz) y la relación de la voz subjetiva del "yo" con el lector y la colectividad. La utopía de los Estados Unidos como una nación cuyo destino se encontraba abierto y el lugar del igualitarismo en la que era por entonces una naciente democracia (sentí ecos de Thoreau y Charles Ives en esa sección del texto), contrastan con las consabidas posiciones políticas de Borges y el lugar del orden y las clasificaciones en su obra. El ensayo cierra con una invitación a explorar el impacto que ciertos textos menos leídos de Borges han tenido en otras literaturas.
Sería deseable una traducción de este libro, no solo porque ilumina a Borges, sino porque -cosa no tan curiosa- me arrojó nuevas luces sobre "Fortuna", su estilo matryoshka y la autoridad de las voces que luchan por imponerse en ella. Díaz leído por Díaz es una idea muy borgeana después de todo.
Hernan Díaz en un gran descubrimiento, diría que se ha convertido en mi nuevo escritor preferido de este año. Sobre eso, ser Argentino y escribir sobre Borges era un must que no podría dejar pasar. Me pregunto por qué no hay traducción. Hasta me molesta. Claramente Hernan es un intelectual y el análisis pormenorizado de Borges ha logrado perderme por momentos. La primer parte me resultó mucho más interesante ya que no conozco la obra de Walt Whitman. Yo entiendo que cuando se analiza tanto algo se está tratando de desentrañar un misterio, y me encontré viendo cómo se intenta desentrañar el misterio de la genialidad de Borges. Entiendo que tratando de explicar algo luego en una de esas, se pueda replicar pero al mismo tiempo entiendo que eso no es posible con Jorge . La magia de él quizás esté en dejarse llevar por lo que genera leerlo más que él porque o de donde proviene su genialidad. Darme cuenta que no me interesan los entretelones de un escritor, aunque sea el más grande junto a Platón, es lo que me hace darle 3 estrellas. Prefiero sumergirme en sus universos. Quizás pienso si Borges leyera este libro diría : “Quisiera conocer al hombre sobre el que escribe”
A scholarly and analytical work that I'm not qualified to judge, except insofar as what I got out of it.
I am 100% one of the "context-deprived" Anglophone readers of Borges caricatured on the book blurb: enthralled by his self-referential short stories and mostly unaware of his poetry and essays. As such, I enjoyed the first part of the book. The detailed analysis of philosophical themes, linguistic tics, and metaphors showed me more of what I already knew I liked in Borges, while the historical, cultural, and political context helped me appreciate things I didn't know I was missing. This part of the book led me to re-read quite a few stories, and definitely deepened my appreciation for Borges.
The second half digs into the connections between Borges and Poe and Whitman. I got bogged down here, and didn't take away nearly as much that I found valuable.