Todo viaje es una forma de adaptarse y adoptar, por un tiempo, otros aires, otras costumbres. Viento del Este es el relato de una madre que viaja a China para encontrarse con su hijo y se deja adoptar por la familia china que la recibe. Pronto el viaje inicial se transforma en una serie de descubrimientos los caminos de pueblos la llevan a la China de Mao, las autopistas modernas la acercan a la ciudad de Confucio, a ciudades de piedra, a jardines congelados. Este libro es una invitación a un mundo alejado del turismo, en una narración que convierte el natural extrañamiento de lo cotidiano en material literario. Liliana Villanueva nos invita a descubrir China desde la sorpresa y la maravilla de lo nuevo, lo extraño, lo lejano, de la mano generosa de una familia china.
Liliana Villanueva, arquitecta y periodista, empezó a ir al taller de escritura de Hebe Uhart en febrero de 2003, y desde entonces hasta ahora se ha convertido en una de sus más fervientes discípulas.
Muy hermoso, me lo devoré. Siento que con este libro estoy leyendo a otra Liliana. Quizás una mas conectada con lo visual. Me reí mucho con sus teorías del taxista. Me imaginaba y trataba hasta de oler las flores y ese paisaje que ella describe. Estuve todo el tiempo con el teléfono al lado para poder googlear las ciudades, pueblos, hoteles y otras cosas como la puerta o esas panaderías de las que hablaba. Realmente siento que viajé desde casa y eso siempre se agradece 🤍
Ya era fan de Villanueva, no defrauda. En este su última crónica de viaje a China con su hijo y su familia adoptiva se puede apreciar su propia madurez (en edad, en la historia misma del mundo ya que sus libros arrancan en los 80' y este es actual, en los detalles). Me encantó
Sin darme mucha cuenta, este año he leído 3 libros de Liliana Villanueva.
El último ha sido “Viento del este”, una bella crónica de su viaje a China, para visitar a su hijo Max, adolescente hormonado que lleva un curso acogido por una familia china y navegando entre la cultura de Confucio, la de Goethe y la de Borges.
La autora, la propia Villanueva, habla del sistema urbanístico chino, de los rascacielos donde viven cientos de personas, de las ciudades construidas de la nada, de los pueblos abandonados, de los colegios masificados, del orden detrás de todo ello; de la muralla digital, de los precios, las carreteras y los centros comerciales.
Pero, sobre todo, habla de la familia.
Quién espere conocer al gigante que se va a comer con palillos a Occidente se va a llevar una sorpresa.
Villanueva pone su mirada en lo pequeño, lo micro. Le importa la gota de agua en la hoja verde, la forma en que el hijo responde al padre y cómo el padre conduce miles de kilómetros para celebrar el año nuevo con la familia extensa y no pronuncia una queja.
Ahora que hay podcasts y libros sobre la economía, la Sociedad (en mayúsculas) china, la evolución de los últimos años, la digitalización, el paso a coches eléctricos, el aumento de los ultrarricos… ahora que sabemos cómo ruge el Dragón, Villanueva nos muestra cómo también es capaz de acariciar.
Pero qué placer que me resulta leer a Liliana! Sus bitácoras de viaje son sencillamente, un tesoro absoluto. Amo poder conocer lugares que no he visitado (aún) de una manera tal, que pareciera que caminas junto a ella por esas mismas calles y esos lugares tan novedosos.
A este libro lo sentí un poco más suelto en cuanto a la pluma de la autora… como en una especie de transmutación de su escritura en algo, aunque parecía imposible, logra conectar más íntimamente con el lector. Tanto por sus monólogos internos como por un detallo aún más ahondado en lo que resulta su experiencia.
Disfruté mucho de conocer una cultura milenaria de esta forma! Mucho más en confianza y sobretodo, mas argentinizada a todo lo que uno pudiese encontrar en la literatura n.n
Mientras leía este libro estuve totalmente atravesada. Le hablé a todo el mundo de las cosas que cuenta Liliana que vive con la familia china de su hijo. Este libro sin dudas despertó mucho mi curiosidad por China. Me pareció fantástico como Liliana habla sobre el idioma, como las diferencias en los paradigmas se traducen en el lenguaje. Una vez Liliana me dijo algo sobre lo atrapante de “la sutil diferencia” creo que eso está muy presente en el libro aunque lo que llama la atención tratándose de una cultura tan distinta, son las similitudes.
Una excelente crónica de viaje, me gusta mucho el ojo de Liliana Villanueva, su descripción de los espacios, las formas, los colores, los lugares, la naturaleza y las construcciones humanas. También como expresa sus emociones tanto como madre de un adolescente en su año de intercambio (con todos sus conflictos y temores), como en su rol de inocultable extranjera viajando por pueblos que nunca o rara vez vieron pasar a una occidental. Lo recomiendo mucho.
No me canso de decir que cada libro de Liliana es mágico y te transporta con sus descripciones de lo cotidiano. Amo leer esas situaciones. Soy fotógrafa y retrato la mayor parte de mis viajes pero a veces estas situaciones quedan solo en mi mente y leer los libros de Liliana me hace dar ganas de escribir. Espero que tengamos Liliana para rato. Este libro lo leí un poco más lento porque no quería terminar.
Me encantó. Al igual que en Sombras Rusas y Otoño Alemán, Villanueva construye una crónica de viaje totalmente personal, llena de imágenes, sabores, colores y personas. No es un viaje tradicional a China, sino un recorrido por lo no tan turístico y la vida familiar (de una familia en particular) con el año nuevo chino de fondo, maravilloso.
Primer libro 2025. Hermosisimo. Un viaje dentro de otro viaje. Ahora quiero leer Otoño Alemán y Sombras Rusas.
《Viajar es también dejarse ir para convertirse en una mejor versión de sí mismo. Cuando viajamos somos otros por algún tiempo, viajar es haber estado lejos y volver distinta. Un viaje te puede cambiar la vida.》
Primera vez leyendo a esta autora. Su forma de narrar el viaje, las descripciones de los paisajes, costumbres, personas con quienes se cruzaba...todo lleno de una poesía que me trasladó a China y que disfruté enormemente de leer.