Primero aparece una pelota roja, luego la niña. Si tocas la pelota, tu vida ya no será la misma. ¿De verdad existe una niña que vuelve malas a las personas?
Cuando Aurora le pide a la doctora Julia Dench que ayude a su hermana Flor, despierta en Julia los recuerdos dolorosos de un caso parecido, una chica a la que no pudo ayudar. Ahora, quince años después, tiene la posibilidad de redimirse y salvar otra joven, pero hay algo que no encaja: las personas no son lo que parecen, las señales se malinterpretan...
En esta novela, Cecilia Eudave se adentra de nuevo en los oscuros territorios donde reside el alma, centrándose en la invisible línea que separa el bien del mal y en la lucha del ser humano para mantenerse fi rme más allá de sus debilidades, en esa etapa de la vida en la que se moldea la personalidad.
Cecilia Eudave nació en Guadalajara, México el 11 de abril de 1968. Es una escritora, investigadora, Profesora y coordinadora de la Maestría en Estudios de Literatura Mexicana en la Universidad de Guadalajara. Pertenece también al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Estudió el doctorado en Lenguas romances en la Universidad de Montpellier. Ha participado en diferentes suplementos y revistas culturales de México y en el extranjero como en la formación de alumnos que han cursado la carrera de letras.
En 1990 obtuvo la Beca Nacional Salvador Novo en narrativa que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes, El Colegio de México y el centro Mexicano de escritores. En 1997 fue becada por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco en la categoría Jóvenes Creadores.
Actualmente trabaja como profesora e investigadora en la Universidad de Guadalajara, su línea de investigación gira en torno de la literatura mexicana, la literatura fantástica y el análisis de textos culturales y visuales siendo coordinadora de la Maestría en Estudios de Literatura Mexicana en la misma universidad.
Dudé en la calificación que le iba a dar porque esta es una relectura. El libro lo leí por primera vez en la secundaria y lo releí como tres veces ese año. Evidentemente ganó el sentimiento.
La Lily de ese entonces no tenía ni la menor idea de religiones fuera de la católica y cosas que en ese momento se me hicieron equis o conocidas, ahorita, que ya me he formada en otras culturas un poco más, me chocaron un poquito. Sin embargo, la Lily del presente no sabría dichas cosas si no hubiera leído este libro a los doce años. Aquí fue cuando se encendió la primera flama de curiosidad por otras formas de percibir nuestro mundo (luego seguido por el maravilloso Mujeres de la Tormenta, que leí uno o dos años después), que me llevó a África, Oriente y terminó por regresarme a mi país.
Siempre tuve ganas de leer La criatura del espejo y me voy enterando que existe otro libro de esta serie, así que los tendré que leer, no puedo negarme. Aunque sea una década tarde.
La edición tiene algunos errorcitos pequeños y creo que la narrativa no es lo mejor que me he encontrado, pero sigue siendo un libro muy bueno que le recomendaría a lectores adolescentes con gusto por lo que da un poquito de miedo.
Este segundo libro me pareció más oscuro, más denso, tal vez un poco más difícil para los pubertos pero de todas maneras entretenido. Incluye algunas explicaciones sin llegar aun tono molesto y didáctico y la historia te va atrapando. Tal vez para mi gusto el inicio debía haber sido diferente pero los personajes van simpatizando y creando el deseo de saber qué va a suceder con ellos.
Leí la sinopsis y me hizo querer leerlo, los primero capítulos cumplió mis expectativas, pero en la parte central, sentí que rompió con el ambiente que llevaba, la forma de redactarlo fue tan simple que le hicieron falta detalles para envolverme y disfrutar el final.