Ancia (1958) recoge dos libros de poemas de Blas de Otero de su etapa existencial (previa a su etapa social): Ángel fieramente humano (1950) y Redoble de conciencia (1951), más otros 38 poemas que no estaban incluídos en ellos. El título "Ancia" procede de la primera sílaba de "Ángel fieramente humano" y de la última de "Redoble de conciencia". Dámaso Alonso, en el estudio que en 1952 dedicó a estos libros, y que figura al frente de la presente edición, dice que Otero ha expresado en ellos de una manera lúcida y esencial el desarraigo del ser humano, de donde brota un canto frenético y a jirones, con un cuidado extraordinario de la forma a través de sonetos de corte clasicista y de composiciones en verso libre o semilibre.
Blas de Otero Muñoz was one of the main representatives of social poetry and intimate poetry of the fifties in Spain. (Source: es.wikipedia.org)
Blas de Otero Muñoz fue uno de los principales representantes de la poesía social y la poesía intimista de los años cincuenta en España. (Fuente: es.wikipedia.org)
(3,75) «Yo, sin lucha, inerme, / me declaro vencido, si vencerme / es ver en ti mis manos maniatadas. / Besas besos de Dios. A bocanadas / bebes mi vida.»
"Ángel fieramente humano" es increíble. Jamás me gustó tanto el soneto. Refleja su angustia hacia Dios con encabalgamientos abruptos y un hondo pesar. "Redoble de conciencia" me gustó menos. Me esperaba más poesía social y no un canto a "nínfulas" o niñas orinando.
La poesía no es mi género predilecto pero me topé con este libro de Blas de Otero por casualidad y me alegro de haberlo leído. En “Ancia” el autor aborda como temas recurrentes el desasosiego, la desesperanza y la falta de certezas en un mundo lleno de sufrimiento (qué es el sufrimiento, se pregunta en uno de los poemas). El existencialismo y el desarraigo, junto con la pérdida de fe definen la obra de Blas de Otero en esta colección de poemas.
Las niñas preadolescentes y adolescentes también aparecen como protagonistas en algunas de sus creaciones, cosa que me desconcierta.
Sin estar acostumbrada a leer poesía, me cuesta entender de manera directa el significado subyacente de cada poema, pero supongo que ahí radica lo divertido, las reflexiones e interpretaciones no tienen límite. Me quedo con estos versos del poema “Mundo”
Decid adónde vamos a parar con tanta angustia Y tanto dolor de padres desconocidos entre sí
Poesía existencial desgarrada expresada con una forma métrica y estilística extraordinarias. /Existential poetry with an extraordinary metrical and stylistic form.
Después de segundas y subsiguientes lecturas, pues, desde la primera vez que lo lei, pensé y analicé allá por los años noventa, no he dejado de trabajarlo métrica, estilísticamente y también de pensarlo en cuanto a su contenido, me doy cuenta de que ahora pienso y siento lo mismo que al principio de haberlo leído: poemas con una forma y una estilística rondando la perfección, que envuelven un contenido existencial desgarrado, violento y desolado pero con la fuerza que le da el coraje de existir y de creer que, a pesar de todo, que a pesar del "silencio de Dios"hay que seguir luchando, afirmando voluntariosamente la vida y, así, ayudarse a sí mismo y a los demás, pasando, de este modo, de una poesía existencial (Ángel fieramente humano) a una poesía socio-existencial Redoble de conciencia: Ancia, como es bien sabido, reúne ambos libros de poesía). A mí, personalmente, me gusta más la primera parte de Ancia, con sus magníficos sonetos y su angustia ante el silencio de Dios, que se expresa magníficamente por continuos encabalgamientos abruptos, por su desgarradora y desolada violencia léxica...
Lo único que básicamente critico es la ideología patriarcal que muestra, quizá inconscientemente, en sus poemas, ideología que se daba por sentada y se internalizaba como algo natural en la mayoría de las personas de su época. Y la verdad es que hoy en día esto, desgraciadamente, sigue sucediendo. Tampoco me gusta el vocabulario taurino que usa muchas veces en la segunda parte y que, de nuevo, inconscientemente, creo que lo está usando considerando que "la fiesta nacional" no es maltrato animal, sino una forma de luchar casi religiosa contra un enemigo del ser humano, y que el animal no sufre, se le deja luchar, respetando su propia naturaleza... Hoy en día seguimos con lo mismo, con "panem et circenses", alimentando a la masa :(
Podría haber puntuado las 2 obras (Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia) por separado, teniendo en cuenta que la primera me ha gustado bastante más que la segunda. Pero he decidido valorar la obra en su conjunto.
Lo que más me gusta de la poesía de Ángel fieramente humano es cómo juega con los conceptos por medio de oxímoron, antítesis, el léxico escogido...; también conecto con sus temáticas; pero, sobre todo, lo que más me gusta son esos magníficos encabalgamientos con los que crea el ritmo o lo rompe a conciencia. Sus quejas sobre el silencio de Dios se me hacen algo cansinas leídos unos cuantos poemas, pero es posible que para su época fuese algo rompedor.
En cambio, Redoble de conciencia no me gusta, y tengo claro por qué no me gusta: su técnica se asemeja más a la de García Lorca, con cuyos poemas (con excepciones, por supuesto) por lo general no conecto.
Considerado todo esto, le doy 2 estrellas y media.
El libro recoge los poemarios "Ángel fieramente humano" y "Redoble de conciencia", en los que Blas de Otero expone sus angustias religiosas y existenciales, empleando en la mayoría de poemas la forma del soneto.
En Ancia el poeta denota su aflicción al hablar con Dios, hablando de la muerte, la vida y la soledad. Abundan los poemas místicos y hacia el final del libro se expone la negra y dolorosa visión de un mundo sin futuro, acarreando sus muertos y diezmado por las guerras. Poesía del desarraigo, en definitiva.
He disfrutado muchísimo la poesía de Blas de Otero, en especial sus sonetos existenciales y su poesía amorosa. Su estilo diverge entre lo surrealista y la poesía más tradicional de la generación del 27. Sus sonetos son de los mejores que posiblemente se hayan escrito en el siglo XX.
Son poemas desgarradores y crudos, pero no resultan desagradables. Es una poesía de puro sentimiento; Blas de Otero se muestra por entero y deja espacio para que el lector sienta con él, lo mismo o diferente, pero que sienta.