Leer es resistir. A los siete años, mientras le hacía el quite a la muerte en una cama de hospital, Mario Mendoza descubrió los libros y su potencia liberadora con un ejemplar de Cuentos de hadas franceses . En ese momento se volvió lector e inició una amistad inquebrantable con aquellos objetos. Durante sus meses de convalecencia armó su primera biblioteca en un morral y tras recuperarse salió a devorar páginas y páginas de las obras que fueron cayendo en sus manos. De Tintín a Verne pasando por Salgari, entre otros. Se convirtió en lo que él cree que es todo un aprendiz de brujo. Muchos años después, en medio de una pandemia, con la muerte enseñoreada en el planeta, escribió Leer es resistir . Un conjunto de relatos protagonizados por libros, autores y lectores, un llamado vehemente a recordar que "leer es una fuerza que significa emancipación, resistencia y resiliencia" y que "seguiremos leyendo porque las páginas que amamos, en medio del infierno que vivimos día a día, son nuestra única redención posible". Esta edición, revisada y aumentada, incluye los textos de Instrucciones para crear un monstruo , un cuadernillo que publicó hace unos años adjunto a la novela gráfica Kaópolis , como regalo para sus lectores.
Me figuro a Mario como un artesano de la palabra. Un anciano tejedor de tramas gruesas, compuestas a su vez por hilos crudos. Sus historias impactan porque recurren a la sensibilidad inmediata, al miedo, al asco, a lo descompuesto que nos rodea pero que ignoramos porque nos atrincheramos en nuestro pedazo de comodidad arrendada. Sus personajes son bloques de hielo que buscan el calor humano para descongelar su mirada y liberar su rostro, para ser personas.
Los ensayos y artículos que componen “Leer es resistir” se valen de diálogos, narraciones y memorias para desplegar lo que significa la literatura en una Latinoamérica de inicios del siglo XX. Dividido en tres partes, Mendoza perfila una suerte de autobiografía como lector que le valió para alimentar su energía como escritor. “Bordes”, “Pasadizos” y “Extramuros” son los títulos que marcan los hitos del libro; tres palabras que podrían servir de agujas para tejer una interpretación general de su obra.
Agradezco la pasión, el bagaje cultural y literario con que Mendoza intenta darle fuerza a su escritura. Pero me rechinan un poco los diálogos artificiosos y alguna que otra frase hecha o malograda en la que se sienten las costuras tronchadas del lenguaje del escritor bogotano. También me incomoda un poco la repetición de ciertos lugares comunes a los que Mario alude en entrevistas, recicla en libros y agota también en “Leer es resistir”. En suma, son defectos típicos que uno le reconoce a los amigos o a las personas muy cercanas, pero que se pasan por obvios porque es un buen tipo o porque la pasión les da un sabor especial.
Libro abierto a la vida de Mario Mendoza donde nos permite conocerlo un poco más, saber sus sueños, sus miedos, sus historias, sus anécdotas, sus fracasos, sus logros. La lectura, los libros y la escritura son protagonistas y es allí donde encuentro la magia de este libro y esa llamada resistencia a la que siempre nos ha invitado.
Estoy gratamente sorprendida por esta maravillosa narración de Mario Mendoza, si bien es mi primera vez leyendo el autor ha sido enriquecedor encontrarme con este libro. Siento que no pude haber empezado por otro!
Mientras Mario Mendoza nos va narrando algunos acontecimientos de su vida que marcaron su trayectoria como escritor, también nos rebosa de conocimiento muy explícito y aterrador, me gusta que más allá de una historia haya algo que aprender y que se le pueda sacar provecho a esto.
Para nadie es un secreto que Mario Mendoza genera amores y odios por su narrativa, su literatura negra y cruda que él mismo acepta y reconoce, no como un fracaso sino como una salvación al retratar una realidad que muchos se niegan a ver. A mi me encantó.
Mi primer 5⭐️ del año y no puedo estar más feliz de que sea un libro de un autor nacional!.
• No se escribe para aparecer en periódicos y revistas, sino para entregar lo mejor de sí mismo en un acto de generosidad absoluta. • Los libros son espacios sagrados y la biblioteca una deidad multiforme. • Leemos para ser muchos, para multiplicarnos, para devenir multitud, y eso implica un agigantamiento, un fortalecimiento que nos puede salvar en grandes momentos de adversidad. • Se trata de construir realidades paralelas y que cada lector concluya lo que desee. • Pensar, leer y escribir pueden ser entendidos como verbos muy peligrosos de resistencia pacífica. • –Tengan presente siempre este consejo: al otro lado del miedo nos está esperando la felicidad. • Lo difícil es modificarnos internamente, darnos golpes de Estado a nosotros mismos, doblegar a los tiranos que habitan en nuestras mentes. Lo verdaderamente innovador es aprender a amar lo diferente. Los que piensan como yo me condenan a repetirme. Solo los que piensan distinto me enriquecen. • Nadie piensa según las reglas de sujeto, verbo y complemento directo, sino que nuestro cerebro, de un modo caótico y creativo, genera un flujo, un torrente de palabras que son sensaciones, afectos y abstracciones todo amalgamado, unido, mezclado sin una lógica muy precisa. • No hay que olvidar que somos también los libros que no hemos leído, los que guardamos por ahí, en rincones o repisas polvorientas. Somos también los personajes que no conocimos, los que se quedaron pendientes. • –La infancia no es una edad, sino un estado del alma. • El verdadero arte unca busca agradar, no maquilla, no edulcora, no pretende ser reconciliador. Ahonda en la miserable condición humana, nos confronta, nos duele, y por eso siempre es tan revelador. • Con el tiempo cambiamos, mutamos, incluso podemos llegar a pensar exactamente lo contrario de lo que creíamos antes. • Los carceleros siempre tienen miedo de que el lector termine sublevándose gracias a los personajes de papel. La imaginación siempre ha sido un problema político. • Pero cuando abro un buen libro. Todo esto desaparece, me cambio de realidad, me fugo, me camuflo. Estoy no estoy. Me afectan las circunstancias y no me afectan. • Un escritor joven (y supongo que todo artista) es un ser muy frágil, muy vulnerable, al ue s muy fácil destruir. Se ha opuesto a todo, ha decidido tomar un camino solitarios y va por el desierto con muy poca agua, sin alimento y a pleno sol. • Neil Armstrong pudo pisar la luna porque antes habían llegado a ella Julio Verne, G. Wells y Tintín. • El detective es también un ser solitario y marginal como el asesino, al que puede hallar gracias a que no le cuesta mucho trabajo imaginar su vida y sus circunstancias. • El objetivo no es ese, sino disfrutar del juego, gozar, celebrar cada partido como un aprendizaje sagrado, dar lo mejor de sí mismo. El resto llegará por añadidura, o no llegará. No importa. Si uno ha sido feliz el resto es secundario. • – ¿Eres un escritor? –Intento serlo señor –Entonces primero vive intensamente, de lo contrario vas a escribir estupideces, vas a ser uno de esos melindrosos y acartonados que no dicen nada importante en sus libros. No le tengas miedo a la vida. • Si el sistema nos propone un narcicismo de múltiples tentáculos (yo en Instagram, yo en Facebook, yo en Youtube, yo en TikTok, yo en mis selfis cotidianas, yo y mis seguidores), los libros nos proponen exactamente lo contrario: como salir de mí para convertirme en otros. • Creo que hemos especulado mucho y vivido poco, y eso ha dado como consecuencia una cultura intelectual divergente de la realidad. Si un escritor no tiene vivencias, puede ser un gran peligro, no solamente para él, sino también para los demás. • Esa dureza de quien desea encajar y no puede, de quien sueña de díoa y de noche con la ternura y la calidez de los otros (una dulzura que nunca llega), es lo que finalmente termina afilando los colmillos del lobo que atacará a sus congéneres sin piedad. • Sin embargo, a veces, entre la maraña de cadáveres ambulantes, nos tropezamos con alguien que aún se está jugando el pellejo en algo, que no puede dormir porque está obsesionado, alguien que delira, que vive en otra dimensión, alguien que no quiere hacer dinero, que no sueña con ser famoso, que está más allá de las coordenadas conocidas, alguien difícil de interpretar, alguien que está al límite de sí mismo.
De Mendoza he leído 8 libros mal contados, pero creo que con 5 de ellos ya puedes captar toda la obra del bogotano, pues muchos libros son solo la repetición de la fórmula que lo hizo aclamado por el público. Este libro no es la excepción, es otro intento de copiar la fórmula que se usó en La importancia de morir a tiempo (obra infinitamente superior a esta).
El libro cuenta con tres partes que se dividen en 10 capítulos cada una. Se nota que la pretención era que estos capítulos tuvieran coherencia entre sí, al menos una relación. No obstante, fracasa en el intento. Se siente forzado, antinatural. Al principio me habla de una mujer que siente a sus ancestros contactándola y termina el capítulo contando anécdotas universitarias. Sumado a esto, son historias sumamente similares unas con otras, y acaban todas con un final ya genérico en la obra de este autor (que va del pesimismo y la desesperanza).
Lo de arriba lo digo desde una perspectiva más o menos desarraigada de lo que siento. Si entramos a un ámbito sentimental, me duele sinceramente darle una calificación baja a un autor al cual me siento tan cercano. No es solo que haya pasado de ser un autor ágil y entretenido a uno con el cual me cuesta avanzar la lectura, sino que llego a pensar que hay un esfuerzo mínimo detrás de la escritura sus últimas dos obras. Incluso podríamos hablar de una pérdida de esencia, pero son temas que no sé manejar muy bien.
Para acabar está triste reseña, creo que puede ser una lectura agradable para aquellas personas que deseen empezar a leer libros de Mendoza, sin embargo, no la recomendaría jamás si ya se lleva cierto recorrido con el autor, pues puede llevarse el mismo desencanto.
También quisiera comentar que compré el libro porque tenía muy buenas reseñas aquí, y me llevé la sorpresa de que no me gustó en absoluto. Creo que como lectores tenemos el deber de exigir al autor obras más profundas, sobre todo cuando sabemos que puede hacerlo. No salieron de la nada libros como Lady Masacre, La melancolía de los feos, Akelarre y Buda blues.
Este era de esos libros que no queria acabar. Siento que es un libro especialmente hecho para lectores, suena chistoso pero me refiero a que uno lo disfruta mas si es un lector constante, si en su vida los libros representan un papel valioso este libro conecta mejor con uno. Ahora, si tambien eres lector asiduo de Mario este libro es un regalo. Este no es el tipico libro de Mario, no es una historia ni varias historias de viajes y personajes fuera de lo comun. Realmente veo en este libro casi un diario o una charla con un amigo que te cuenta cuales han sido los libros que lo han traspasado, que lo han marcado. Ves aqui el papel que los libros y las historias han representado en la vida de Mario y tambien como estos influyeron en la creacion de muchas de sus obras. Es un regalo si te gusta leer a Mario porque en este libro encuentras un poco del transfondo de sus libros, quienes han influido en sus relatos y en su forma de vivir la literatura, tienes un acercamiento personal al autor desde los libros que para el han sido un antes y un despues. No queria acabarlo porque queria seguir conociendo a Mario a traves de estas historias rodeadas de sus libros favoritos. Realmente lo recomiendo para completar la obra del autor y mas aun lo recomiendo por el simple hecho de que refuerza el sentimiento que los lectores tenemos, a todos nos han rescatado los libros de cierta forma, gracias a los libros hemos sido miles, este libro lo reafirma y te invita a continuar en pie de lucha, siguiendo de la mano de esta arma tan temida en el tiempo, el conocimiento, los libros, hay que leerlo porque leer es resistir.
A Mario le ha pasado de todo y a mí Mario me ha hecho sentir de todo, lectura anual de uno de sus libros que me ayuda a entrar en crisis existencial pero me hace sentir con el deber cumplido luego de terminar. Siempre Mario, siempre así.
Leer es salirte de ti mismo. Es ser nuevos personajes, dejar tu ego de lado y encarnar nuevas realidades.
Resistir es no entregarte a la moda actual. Es no vivir a merced de las nuevas tendencias que nos esclavizan a ensimismarnos, mostrando un mundo de ficción en redes.
La lectura como resistencia, es un viaje en donde nuestra mente se nutre de la vastedad de la existencia.
“Leer es resistir” es un pasaje a la vida del autor. A través de relatos nos cuenta su diario vivir como estudiante y como escritor, dándonos a conocer todas las personas (algunos de ellos autores) con las que se ha cruzado, todas las vivencias que se convirtieron en influencia para la creación de sus libros y la motivación detrás de sus novelas.
A través de las páginas, hace recuento de situaciones que han pasado en la historia, no solo de Bogotá, sino del país y el mundo. No solo se centra en compartir todas estas anécdotas que lo llevaron a ser escritor, sino en brindarnos conocimientos tanto de historia como de la literatura universal; pasando de escritores muy reconocidos a nivel mundial, como otros que son conocidos a nivel nacional. Narra con sumo detalle lo que caracteriza a cada escritor, la locura que llevan algunos para crear sus novelas y el triste desenlace de algunos escritores que se dejaron sucumbir por los demonios que le rodeaban.
Es mi primer acercamiento al autor y fue un excelente descubrimiento. Me deja con ganas de conocer gran parte de sus libros y a explorar otros títulos que ha mencionado a lo largo de sus páginas.
Es un buen punto de partida, por si no se conoce ninguna novela del autor.
De esos libros que no quieres que acaben, que delicia de narrativa , se nota la experiencia en novelas y en periodismo, dando como resultado una tertulia de esas en las cuales no percibes el tiempo. Me quedo con algo del libro, que no sé si es una de las intenciones del mismo, el valor de escuchar y no menospreciar a los demás. Recomendado si quieres conocer a un ser humano que te va sacar risas, tristezas y más que todo , por lo menos en mi caso, harás un ejercicio de introspección .Gracias Mario por compartir.
"La biblioteca nos propone olvidarnos de nosotros mismos, salir de nuestras mentes y nuestros cuerpos para encarnar en mujeres y hombres de otros tiempos, de otras clases sociales, de otros credos e ideologías. Por eso la lectura sigue siento tan peligrosa. Es un grito de emancipación, una revolución silenciosa que avanza un paso cada vez que un nuevo lector abre un libro."
Mario Mendoza escribe su declaratoria definitiva de amor por los libros y por la lectura. Nos cuenta su historia y su relación personal con la lectura y los libros, de cómo los libros llegaron a él y cómo él llegó a determinadas lecturas.
Es increíble cómo la manera en la que escribe Mario Mendoza me consume, empecé leyendo un libro de él porque me llamó la atención el nombre y desde ahí comencé a leer su obra y sinceramente me gusta la crudeza de sus relatos, hace que de verdad el lector se adentre en su obra, sencillamente magnífico.
4,6 Explica un poco lo que le transmitieron ciertos libros a mendoza.el libro transmite te dice lee. Esa lectura como un gusto no como una obligación. cuenta como se inicio en la literatura desde sus inicios a lo q es hoy Analisis primeras impresiones Es una carta de amor a la lectira.pasandl por tintin y demás libros. El padrino.baudelaure.maus.edgar allan poe.virgimia Wolf.victor frankl. Stefan zweig.lovecraft borges, cortazar. Borges En un viaje a la literatura.todo los que nos podemos encontrar en ese mar.de letras. Es su novela más personal.
.se entiende que el escucha la historia la investiga.a profundidad entrvista a la persona a profundidad Para entender sus motivos y luego escribir una historia honesta. Buenas historias que podría escribir mario Vidas dobles.dd esos amantes que uno muere en el último.momento en el hospital rescatado por el otro. Robinson crusoe italiano. Es un libro sobre otros libros. Y como surgieron ciertos personajes ciertas ideas ciertos cosas y detalles q no conociamos como ese detrás de bambalinas que tanto indica mendoza.
Me encantó, creo que es excelente para los lectores, habla de muchos autores conocidos, otros no tanto, de cómo la literatura influencia la vida y a su vez es consecuencia de está, como puedes encontrar en cada libro un caso de vida y para la vida, como el autor se compromete con la literatura, como es tan importante que la censuran, la palabra escrita es la primera víctima de los regímenes totalitarios, en resumen ña literatura es la forma más exquisita de locura, locos que pueden ser cualquiera en cualquier lugar y a quienes la realidad no logra aprisionar.
"La imaginación siempre ha sido un problema político"
Este libro es la ventana a la vida lectora de Mario Mendoza. Si te consideras fan de este autor definitivamente es una lectura imperdible. Aqui hay sancocho de historias, tanto de experiencias con personas que lo marcaron, como autores y libros que hicieron cambiar la manera en como pensaba y lo ayudaron a Mendoza a convertirse en el escritor que es hoy.
Algo que si debo decir, es que este libro esta LLENITO de spoilers. Si no has leído El padrino u obras del maestro Dostoevsky, léete este libro. Aqui Mendoza se encarga de decirte que pasa de principio a fin de cada libro, solo para justificar como y porque el libro lo marco... Algo que considero innecesario.
El libro esta dividido en tres partes, la introducción sin duda es la mejor. Se nota que Mario Mendoza hizo su mejor intento al juntar diferentes relatos de acuerda a su tema y la manera en que lo impacto, pero si se sintió un poco desconectado...
Diría que es mas una colección de ensayos donde vemos como el autor crece con la lectura, madura con sus mentores de escritura y usa la escritura como manera de manipular su realidad y la de otros.
Recomiendo este libro a personas que: - No les moleste los spoilers (suerte que me había leído casi todos los libros mencionados) -Fans de Mario Mendoza -Gente que ama leer y descubrir como la lectura impacta nuestra humanidad
Una biografía de Mario Mendoza alrededor de la lectura. En ella se mezclan los personajes, las anécdotas y el estilo de escritura de Mario. Muy buena lectura.
No me gusta leer a Mario Mendoza porque sus libros parecen el mismo libro una y otra vez. Leí este para ver si había escrito algo diferente; no lo hizo. Sin embargo, esto no significa que sus libros sean malos, solo que me cansa un poco que se repita tanto.
Creo que este libro no es lo que te promete. Hay algunos ensayos (o relatos) que tienen que ver con libros, con la literatura, pero no son una serie de ensayos que sistematicen la idea de la lectura como resistencia, es más como una serie más de relatos del autor.
Para mí leer a Mendoza es un ejercicio liberador y este libro no fue la excepción. Para los que amamos la lectura es un viaje que nos desnuda, nos confronta, nos transforma y hasta nos asesina para resucitarnos.
Además plantea reflexiones importantes sobre la literatura y el estrado de superioridad e inalcanzabilidad que algunos pretenden imponerle alejando el hábito del placer y acercándolo más a la obligación (como no debe ser).
La lectura me permitió acceder a una suerte de “backstage” de la biografía y obra de Mario Mendoza, quien expone, con una voz íntima y a la vez reflexiva, cómo ciertos libros han marcado su vida, moldeado su identidad y se han convertido en referencias bibliográficas esenciales para su pensamiento.
Uno de los aspectos más cautivadores fue su manera de describir Bogotá. Los adjetivos que emplea transmiten un agudo sentido de pertenencia con el que me identifico y revelan una mirada profunda y afectiva hacia la ciudad.
La experiencia de lectura no fue únicamente intelectual: me generó curiosidad y emoción, sensaciones que se manifestaron incluso a nivel físico. Es un texto que no solo se lee, sino que se siente, y que deja claro que para él la literatura es tanto un refugio como una forma de resistencia.
Desde hace años he considerado a William Ospina como mi escritor Colombiano preferido. Pero Mario Mendoza le está haciendo fuerte competencia.
Si bien no son comparables, la fuerza que impregnan en sus libros es impresionante. Es un placer leerlos.
Mario usa un lenguaje directo, fuerte, pero a la vez sofisticado en su narración. Y en “Leer es Resistir” no solamente narra historias sino que nos lleva a través de su fascinante viaje por la literatura.
Esta obra es un paseo literario a través de las obras que acompañaron a Mario durante su trayectoria como escritor. Pero tambien refleja el otro lado de la moneda, su papel como lector y la influencia de dichas obras en su vida. Por medio de relatos nos cuenta la forma en que la biblioteca ingresa a su vida y transforma su realidad, sirve de catarsis salvando incluso su vida y como mástil de un barco del cual agarrarse en medio del caos y la locura citadina.
Me encantan los libros que hablan de libros y Mario Mendoza es un lector incansable del cual se puede sacar mucho provecho. También lo une con su trayectoria profesional de escritor diferente y valiente que se opone a la academia para seguir su propia intuición y de ahí sale una obra única y original.
Un viaje a través de desgarradores y en ocasiones jocosos relatos que te llevan por la vida de Mendoza, su maravillosa sensibilidad y anécdotas de escritores y aspirantes a este arte. Las referencias dejan muchas tareas por realizar, muchos libros por leer. Confieso que me da miedo seguir leyéndolo, pero me siento en deuda, espero no enloquecer en el intento.
Primer libro que leo de Mario Mendoza, que a su vez me generó una inmensa necesidad de conocer su obra... Tantas historias y demonios en él, me hacen suponer que sus libros son una montaña rusa que se introduce en la oscuridad de la ciudad desconocida por las mayorías.