Pere Estupinyà, periodista científico, entrevista a los cerebros más brillantes del planeta para contarnos qué sucede en los laboratorios más punteros y cuáles son los descubrimientos más importantes y sorprendentes de los últimos tiempos. «Os presento Rascar donde no pica un libro electrónico con las "B" olvidadas que no entraron en El ladrón de cerebros. Editado por Debate y con portada de Kukuxumusu, en unas 60 paginitas os hablo de porqué nos gusta más el libro que la película, de que la monogamia es natural pero la fidelidad no, del respeto a Francis Bacon que debería tener la astrología, de agujeros negros chiquititos, de si la pronta aparición de canas indica envejecimiento más rápido o no, de neurocientíficos que borran recuerdos, de genes que hacen crecer músculo sin necesidad de ejercicio, de teoría de la mente, de porqué según la economía conductual insistir es lo peor para conseguir que te hagan caso, y de porqué cuando sales de viaje debes procurar que tu último día sea el mejor.
En lo personal, Pere es un tipo simpático e inquieto con una peculiar curiosidad por la ciencia, nacido en Tortosa en 1974 pero con unos telómeros bastante menos deshilachados de lo que tocaría por su edad biológica y que, tras ocho años viviendo intensa y desordenadamente entre Boston, Washington DC y Nueva York, en primavera de 2016 dejó un pie aferrado en Madrid y el otro dando vueltas por ahí.
A nivel académico es licenciado en química y en bioquímica, máster en nutrición y metabolismo, y dejó a medias un doctorado en genética que promete retomar algún día. Convencido autodidacta, realizó algunos cursos específicos en el ámbito de la comunicación/periodismo, pero su experiencia transformadora llegó en 2007-08, cuando tuvo el gran honor de ser el primer español becado en el Knight Science Journalism Fellowship del Massachussetts Institute of Technology (MIT). Allí pasó diez meses sumergido en los laboratorios y aulas del MIT y Harvard, aprendiendo más que en cualquier otro momento de su vida, y gestando una especie de embarazo (o metamorfosis) del que nacería su alter ego, «el ladrón de cerebros».
A nivel profesional la cosa se complica. Depende del día se siente escritor, presentador de TV, guionista o productor, conferencista, consultor de empresas y organismos internacionales, emprendedor, coach y, dentro del ámbito de la comunicación científica y en función del nivel de crítica con que escriba, se define como divulgador o como periodista.
Como escritor es autor de los libros de divulgación El ladrón de cerebros (2010), Rascar donde no pica (2012), S=EX2: La ciencia del sexo (2013) y Comer cerezas con los ojos cerrados (2016), que han sido traducidos a varios idiomas y recibido excelentes críticas.
Un libro corto (lo leí en ebook) y aunque el autor menciona que son las "B" olvidadas del "El ladrón de cerebros" más parece a un apéndice que hizo falta agregar, el libro es bueno, el modo de escribir de ciencia por el autor no decae, es recomendable y para leer en algún viaje esta muy bien.
Anexo los capítulos que vienen:
1. Estrés, canas, coronilla y el valor de la experimentación por delante de la lógica 2. Si hablas con neurocientíficos, te pueden borrar tus recuerdos 3. No insistas, que es peor 4. La verdad oculta de por qué nos gusta más el libro que la película 5. La monogamia puede ser natural, pero la fidelidad no 6. Pajas cósmicas, otros universos y el honor de los agujeros negros chiquitos 7. Genética, humanos aparte 8. Teoría de la mente 9. Si sales de viaje, que tu último día sea el mejor
Añadido de 56 páginas en el mismo estilo que el libro original, El ladrón de cerebros, en el que el autor nos habla de varias historias más. Son artículos sueltos, sin relación entre ellos, que hablan de descubrimientos científicos que contradicen el sentido común y de lo importante que es aplicar el método científico cuando queremos averiguar si algo medible es cierto. Muy entretenido, igual que el original, que estoy acabando.
Siendo francos, lo descargué por el capítulo titulado 'la verdad oculta de por qué nos gusta más el libro que la película' y, al final, fue el que menos me gustó. Nos encontramos aquí con un libro de divulgación científica perfecto para leer en la piscina un domingo por la tarde. El autor afirma que está compuesto por textos descartados de su primer libro El Ladrón de Cerebros pero ilustra investigaciones de actualidad bastante llamativas y excitantes. Me pregunto por qué las habrá suprimido. ¿O será algún bluff? No sé. Supongo que ahora tendré que leer el primer libro también.