Cecilia es la única persona que visita a Silvio, el abuelo de su amiga del alma, un hombre que guarda celosamente el misterio de una vida de leyenda que nunca ha querido compartir con nadie.
A través de una caja con fotografías, Silvio va dando a conocer a Cecilia su fascinante historia junto a Zachary West, un extravagante norteamericano cuya llegada a Ribanova cambió el destino de quienes le trataron. Con West descubrirá todo el horror desencadenado por el ascenso del nazismo en Alemania y aprenderá el valor de sacrificar la propia vida por unos ideales.
Cecilia, sumida en una profunda crisis personal tras perder a su madre y romper con su pareja, encontrará en Silvio un amigo y un aliado para reconstruir su vida.
Mi libro favorito. Releído demasiadas veces a lo largo de mi vida. Me ayudó a llevar mi primera relación de amistad a distancia, a querer (no siempre) a mi madre, a ver la vida con otros ojos. Aprendí a pensar de manera diferente a como lo hacía antes de leerlo. Es muy importante en mi vida esta novela. La recomiendo si quieren transportarse a una vida, que posiblemente no se asemeje en nada a la del lector pero siempre da algún paralelismo y, sobretodo, enseña mucho.
Excellent book! I liked both stories very much, although Cecilia's coming to terms with her mother's death was the more compelling of the two. Both stories offers a quiet closure at the end, but it really is the journey that it takes the reader on that matters most.
"El otro día me dijiste que to madre no se hacía revisiones...No apruebo ese comportamiento pero, por otro lado, te ahorró mucho tiempo de dolor...Y tu madre también lo sabía. Sopongo que no quiso torcer vuestro destino." ... Aquella tarde hice balance de todos los pequeños y grandes acontecimientos que habían marcado mi vida y las vidas de los míos en los últimos nueve años... La certeza de moverme en un terreno seguro y firme donde cada cosa estaba en su sitio. Si la enfermeded de mi madre hubiese aparecido en su momento, ¿qué hubiese ocurrido con nuestras vidas? "No hagas reproces a su memoria, Cecilia. Respeta lo que hizo, y dale las gracias. Y entiende que, aunque tal vez no eligió el camino más correcto, su error fue simplemente un acto de amos hacía vosotros...Supongo que eso es lo importante: lo que dejamos en los demás, la memoria que queda de nosotros." (128-130)
Tras buscar una lectura de verano que me alejase, al menos temporalmente, de los dioses griegos y sus tramas telenovelescas, mi hermana me recomendó esta novela. No mentiré, la afronté con una reticiencia inicial y una desconfianza que provenía seguramente de algún prejuicio. Lo cuerto esque me ha sorprendido gratamente. Dos historias entrelazadas conforman este libro. Dos historias, a primera vista, diferentes entre sí: un duelo por la pérdida de un ser querido y una historia de espías en los tiempos de la Gestapo y de los campos de concentración. La prosa de la autora es brillante y su manera de intercalar ambas narrativas es exquisita. Sin duda, sus puntos álgidos residen en la parte del duelo. La manera en la que narra la pérdida, todos los sentimientos que acarrea, la nostalgia, el funcionamiento de los humanos en situaciones tan tristes e inherentes a nuestra condición como esta. Es desgarrador y precioso como plasma algo tan profundo y doloroso como la muerte de un ser querido. El ritmo del libro es ligero, se deja leer, y la otra historia aporta la dosis de misterio que hace que el libro enganche desde la primera palabra. Para mí, un gran libro y un gran acierto para leer en épocas como el verano.
Leer En tiempo de prodigios ha sido como atravesar dos habitaciones distintas de la misma casa: una iluminada por la memoria íntima del dolor, y otra habitada por fantasmas históricos que todavía respiran. A veces no parecen conectadas, a veces quería quedarme en una de ellas para siempre. Y, sin embargo, al cerrar el libro, ambas se revelan parte de un mismo hogar: la vida, con sus pérdidas y sus pequeñas redenciones. Primero conocí a Cecilia, una mujer que intenta reconstruirse tras la muerte de su madre y la ruptura con su pareja. Su voz es directa, sincera, incluso reiterativa; pero, ¿acaso no es así el duelo? Repite, insiste, regresa sobre lo mismo, porque así lo hace el corazón cuando se queda huérfano. Su relato me conmovió profundamente, aunque también me cansó por momentos: acompañar a alguien en su dolor nunca es fácil, ni en la vida ni en la literatura. Después apareció Silvio, el abuelo de su amiga, con su caja de fotografías y un pasado marcado por la Segunda Guerra Mundial. Sus recuerdos me transportaron a escenarios conocidos, nazis fugitivos, persecuciones, campos de concentración, y, aunque no siempre me sorprendieron, me devolvieron el valor de recordar. Personajes como Itzhak Zcsesman brillaron con una luz especial: en ellos vi la dignidad callada de quienes fueron olvidados, y eso me entristeció. Entre Cecilia y Silvio no hay una unión evidente, lo noté, es como leer dos libros cosidos por un hilo tenue. A veces sentí que la novela se estiraba demasiado, que sobraban páginas; otras, agradecí la pausa, la invitación a detenerme en los detalles, porque la vida también se construye de repeticiones y silencios. Lo que más me queda es el tono humano de la autora, su narrativa sencilla, clara, sin artificios, como si quisiera estar cerca de mí sin deslumbrarme. No siempre logró conmoverme con la misma intensidad, pero sí consiguió que me detuviera y me preguntara cómo enfrentaré mis propias pérdidas. Terminé la novela con la sensación de haber acompañado a dos personas muy diferentes, una joven que busca rehacerse y un anciano que finalmente se atreve a contar su vida, y ambos me dejaron algo esencial, la certeza de que el dolor es un lugar de paso, y que la memoria, aunque imperfecta, es el puente que nos salva del olvido. No es una novela perfecta. A ratos entretiene, a ratos emociona, a veces se hace cuesta arriba. Pero me ha dejado con la sensación de haber convivido con seres de carne y hueso, con sus dudas, sus heridas y sus pequeños prodigios. Y eso, al final, es lo que busco en la literatura: no un espectáculo deslumbrante, sino una verdad que me roce. En tiempo de prodigios es una historia que se lee con facilidad, que emociona a ratos y que aburre en otros, pero que deja una huella íntima. No será un prodigio absoluto, pero sí un recordatorio de que la vida misma, con sus pérdidas y reencuentros, lo es.
Dos historias muy diferentes entre si pero ambas igual de intensas e interesantes. Con muchos personajes, y aunque algunos más interesantes que otros, todos aportan mucho a la trama central. Al principio la historia que transcurre en la actualidad me abrumaba, me resultaba triste y muy dura pero a medida que he avanzado, esta sensación ha desaparecido y ha sido sustituida por muy buenas reflexiones y momentos emotivos. Es de esas historias que paras y quieres abrazar a quién tienes al lado. La parte que transcurre en el pasado es apasionante porque a pesar de ser sobre un tema muy trillado, en este libro está tratado desde otro punto de vista, con otras perspectivas, más fresco e interesante. Me encanta el estilo de esta escritora y aunque ya había leído otro libro suyo, este es tan diferente que para nada me esperaba una novela tan bonita e intensa. Muy recomendable.
Dos historias, una en el presente en la que Cecilia está sumida en un profundo proceso de duelo tras la muerte de su madre, y el abuelo de su mejor amiga, Silvio, con el que se compromete a charlar un par de tardes a la semana mientras está solo.
Esta es una historia que se disfruta sobre todo por la intensidad de los sentimientos que consigue plasmar la autora en sus páginas. Quizás demasiado intensos en el caso de la trama del presente, impacta...
La trama del pasado nos sumerge en la segunda guerra mundial, los campos de concentración y el seguimiento a los criminales de guerra nazis de la mano de Silvio.
En definitiva, libro que se lee bien rápido con una prosa disfrutable, en la que quizás me ha sobrado (y por eso se le cae una estrella) el regodeo de la protagonista en su propia desgracia, pero eso es quizás cuestión personal mía.
No pensé que este libro sería tan hermoso, tan lleno de alma y tan vivo. El duelo de Cecilia me es tan profundo como igual y en ella me he entendido. La pérdida de un ser amado, ese esa montaña de contradicciones y de amor, de desahogo y reconstrucciones.
Silvio cuenta la historia más entrañable y redentora que he leído. La vida tiene esos giros tan inesperados y esas recompensas dulces para quien se sale de la cancha y se atreve a salir un poco, aunque sea para tomar aire.
El corazón de este libro es el joven, fiel amigo y amante, el que tuvo la mala suerte de ser él en el momento más equivocado de la humanidad. El hijo de la música, el que pensaron había sido cobarde y que fue el más valiente de todos: Itzhak Zcsesman.
Trata de una forma tan bonita el duelo, con el recuerdo permanente de esa persona, viviendo la nostalgia de la injusticia de que ya no esté. Todo desde el cariño. Una historia muy dulce que contrasta con la crueldad de las vidas que nos muestra la novela. En definitiva, preciosa y muy recomendada. El final es como un abrazo al corazón.
de mis favoritos, es la segunda vez que leo este libro y quería refrescar la historia porque lo recordaba muy especial, Silvio y su historia contada a través de antiguas fotografías
La novela que lanzó a la fama a la escritora gallega fue finalista del premio planeta. Me causa un sentimiento contradictorio pues reconozco que está bastante bien escrito, te engancha por momentos y la historia de Silvio es interesante. El problema es la recalcitrante y machacona necesidad de la otra protagonista, Cecilia, de regodearse, capítulo si, capítulo no, en su propia desgracias, su autolamentación y apologia del dolor superlativo por la muerte de un familiar directo que, si es verdad que refleja muy acertadamente los sentimiento de pena profunda y melancolía que suponen una perdida tan grande, no es necesario que la mitad del libro redunde en ello. De todas maneras, recomendable.
Primera novela que leo de esta autora y no será la última. Contada en dos tiempos, con dos historias personales, la de Cecilia en la actualidad y la de Silvio en pasado, te hace interesarte por ambas por igual. Un acercamiento a lo que fue la invasión nazi de Polonia y el después de esta barbaridad, por un lado. Por otro, la vida de hoy en la que cualquiera puede verse reflejado, con el amor familiar como protagonista. Consigue que le cojas cariño a cada personaje y que entiendas y compartas sus actos. Muy recomendable.
I read this during my daily commute to school and found it an enjoyable read, with some good insights into the heart. It was particularly interesting to see how the protagonist dealt with grief. And, it was a page-turner from beginning to end.
La aventura de la vida está llena de recovecos misteriosos, sorpresivos, bellos y sumamente trascendentales, un gran amigo mío dice que las tragedias personales son las que dan sentido al mundo, y es cierto, porque las tragedias más grandes se nutren de aquellas que parecen mínimas, pero que son gigantescas. Esta historia me la recomendó Hugo Daniel Camacho, hermano y colega de letras que tuvo a bien dejarse la sensibilidad y hablarme de esta joya de la literatura, novela finalista del Premio Planeta 2006.
Cecilia es la única persona que visita a Silvio, el abuelo de su mejor amiga. Silvio Rendón es un octogenario que dejó su oficio como escritor y se dedicó a los bienes y raíces. A través de una caja de fotografías, Silvio va contando su historia a Cecilia, una historia fascinante contra todo pronóstico, que empieza con Zachary West, un singular norteamericano cuya llegada a Ribanova cambió el destino de quienes le trataron.
Cecilia, por otro lado, sumida en una profunda crisis personal tras perder a su madre y romper con su pareja, encontrará en Silvio un amigo y un aliado para reconstruir su vida mirando el pasado para solventar el futuro.
Ha sido un viaje fundamental para Silvio, para Cecilia y para mí, como lector y espectador, me encontré con una novela llena de mucho humanismo y de muchísima complicidad, una novela que revela los entresijos del tiempo con atemporalidades y saltos que van tejiendo la vida misma; siempre he dicho que una de las formas de hacer justicia al holocausto es contar las historias que existen alrededor de él, porque no se puede olvidar la barbarie, pero si se debe conocer el arrojo, la fiereza y la voluntad de un pueblo que se enfrentó a la extinción y le plantó cara.
Esta novela nos habla de una época del nazismo, pero también de las heridas tan profundas que dejó en quienes vieron la tragedia y también tuvieron que pelear y sostener desde su trinchera una voz que no permitiera apagar las voces que a fuerza de estupideces intentaron silenciar un pueblo, me uno al rezo con la promesa de no olvidar, para no repetir la historia:
"Escucha Dios alemán Escucha los rezos judíos en los refugios Armados con armas y bastones Ante la nada y la noche Antes de que abandonemos la vida por armas en nuestras manos Dios todo poderoso Ante la muerte, ante la noche, ante la caída y el aniquilamiento Haznos luchar como hombres libres."
Parece un homenaje a su madre fallecida, se entremezclan sus recuerdos personales con una historia, relatada por el abuelo de una amiga en sucesivas visitas. Un libro bonito y entretenido. Los dos últimos párrafos me hicieron llorar de emoción.
«El mismo día en que se cumplió un año de su muerte me pregunté qué haría si se me diese la ocasión de volver a mi madre durante cinco minutos. Imaginé aquella escena con un escalofrío: mi madre regresaba y yo tenía sólo unos instantes para decirle todas aquellas cosas que no había tenido tiempo de hablar con ella durante treinta y cuatro años. (...), Si un dios me diese la gracia de concederme esos cinco minutos, lo único que haría sería abrazar a mi madre, y así, aferrada a ella, esperar a que pase el tiempo y tuviese que dejarla marchar otra vez.»
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El libro presenta dos historias distintas. La primera historia concierne una mujer intentando superar la muerte de su madre. La secunda historia es la historia de la vida de un viejo en las décadas de los veinte hasta de los cincuenta.
La primera parte del libro me gusta, gracias al sentido del humor. Sin embargo, la secunda parte, cómo decir, pienso que estás demasiado sentimental e aun aburrida. He omitido algunos capítulos. Opino que los acontecimientos en la vida del viejo están improbables. Sus elecciones con respecto a su vida familiar me parecen inverosímiles y risibles.
De vez en cuando el texto me enojas: ¿Las mujeres se interesan únicamente por las bodas y los críos y sólo tienen que estar hermosas et tout va bien? ¿Verdadero? ¡Aburridísimo!
No obstante, pienso que el libro está bien escrito, aunque él pierde su atracción después de la mitad.
Relato de dos hermosas historias paralelas. El eje del relato es Cecilia, una chica en crisis por sus fracasos sentimentales y la ausencia de su madre tras enfermedad grave. Por el otro está Silvio, un octogenario al que el azar le lleva a compartir con Cecilia el relato de su intensa vida. Una vida plena trenzada en su relación con Zachary West, durante los terribles años de la Alemania Nazi. Estos episodios marcarán el resto de su vida.
Es una novela que es difícil soltar, con su parte de historia. Un encuentro de dos generaciones muy distintas que se enlazan en duelos distintos y reflexiones de los acontecimientos de sus vidas, de la amistad y la familia, de la lealtad y el cariño con todo lo que a veces puede entorpecer las existencias pero que de uno u otro modo forman parte de una vida consciente. Me encantó
Muy bueno. Es verdad que la historia que relata Silvio tiene mayor interés, un mayor atractivo por los hechos y la incertidumbre de su desarrollo, pero las vivencias y reflexiones de Cecilia también aportan un valor importante al relato. Para mí, una buena combinación, una lectura muy recomendable.
De inicio parecía poco interesante. La historia actual queda un poco rara: duelo, desamor y de escasa resolución . La historia de guerra h postguerra me parece interesante en cuanto a vivencias personales, búsqueda de nazis y evolución de vida y costumbres. En conjunto me ha gustado mucho y lo recomendaría
Un libro muy ágil y entretenido que cuenta en paralelo las historias de la protagonista y la rememoración del pasado prodigioso del anciano al que hace compañía. Aunque quizás le falta algo de genialidad, la novela se desenvuelve satisfactoriamente con la alternancia bien conseguida entre una narración más en el plano personal y el relato de aventuras.
Una gran historia que me llego al corazón, cada uno de los personajes son tan entrañables incluso me enamore de Silvio un viejesito encantador; que manera de la autora llevarnos de la mano a recorrer cada rincón de la historia, su manera de escribir me fasino y tiene toda mi admiración. Esta historia super recomendada.
Entrañable, me encantó como se desarrolla la historia, no tengo mucho que agregar solamente que leer esta historia fue agradable, que me identifique con los personajes, muchísimo más con Cecilia, creo que es el objetivo principal, pero definitivamente Silvio es mi favorito, ame cada intervención de él, hay personajes que destacaron más que otros para mi, como es normal, y se quedan conmigo.
Ya lo había leído pero me quedé sin libros que leer y lo releí ! Es la primera vez qué releo un libro yo recordaba que me había encantado en el 2006 y si está súper bueno pero lo leí con otros ojos de más madura. Habla de la enfermedad que ya tuve y en 2006 no. Me conecte diferente. Muy bueno! No se porque le ponen 4 estrellas es de 5.
Una novela espectacularmente escrita, los personajes son increíbles. Rivera escribe de una manera casual aprendizajes para la vida. Las últimas líneas me calaron hondo, y me alegra saber que cuando mi madre se vaya, tampoco tendré conversaciones pendientes con ella.
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