Estamos acostumbrados a ser testigos de violencias extremas, torturas, violaciones y humillaciones en todas las formas del arte. A menudo la crueldad allí desplegada se nos presenta como espectáculo. Sin embargo, hay una crueldad que no satisface el morbo del espectador ni corteja sus valores, sino que lo confronta con sus hipocresías y sus miserias. Es ética en el sentido de que pretende una transformación del lector, aunque a veces tenga que agredirle para ello: no le ofrece certidumbres sino lo contrario. Este libro defiende una literatura contraria a la cultura del espectáculo y a la asepsia posmoderna, una literatura que aborrece lo inocuo y lo complaciente. José Ovejero ilustra su propuesta teórica con una original exploración de novelas de Bataille, Canetti, Luis Martín-Santos, Cormac McCarthy, Onetti y Jelinek, autores crueles cada uno a su manera. Después de leerlos, no se puede seguir viviendo como antes de hacerlo. Y lo mismo le sucederá a quien lea este ensayo.
Nacido en Madrid en 1958. Licenciado en Geografía e Historia. Ha vivido varios años en Alemania y Bruselas y vive en la actualidad en Madrid.
Ha publicado novelas, libros de cuentos, poesía, teatro y libros de viajes. Ha recibido los premios Ciudad de Irún de poesía, Grandes Viajeros de libros de viajes y Primavera de novela.
Sus artículos y relatos han aparecido en diferentes periódicos y revistas, tanto en España como en el extranjero.
Ha dado conferencias en universidades e instituciones culturales en España, Italia, Estados Unidos, Bélgica, Francia, Argentina, Ecuador, México y otros países.
Es miembro de la Asociación Internacional de Literatura y Cine Españoles Siglo XXI (Alces XXI)
Un ensayo que ha ganado el premio Anagrama bien merecidamente. En él, Ovejero plantea qué enseñanza trae la crueldad en la literatura, y por qué debemos enfrentarnos a ella como más que un mero entretenimiento. Para ello describe la tradición de la crueldad en la literatura y la forma de sus representaciones, su papel social y finalmente, la enseñanza ética que puede haber tras ella.
Los argumentos son impecables y el libro está escrito con claridad y gusto. En conjunto, es brillante y atractivo. Hay puntos que, para mí, flojean. Ovejero cojea al usar crueldad de una forma demasiado ambigua, quizá por inclusiva. Es una mezcla de agresión, violencia, burla y esperpento, que mezcla el objeto, la intención y la forma. Aunque entiendo que quizá no sea el lugar, me habría gustado una mayor matización de la intencionalidad y el objeto de la crueldad, y que para mí la separa de la agresión, el humor o el esperpento. Los ejemplos son geniales, pero creo que todos ellos pecan de recencia, y parece que contradicen la enseñanza ética de la crueldad con un mensaje o recurso de la literatura existencialista. Se me ocurren otros escritores extremadamente crueles, en el sentido ético que señala Ovejero, que merecerían estar aquí y que no tienen ninguna intención de enfrentar a la humanidad a su vacío. Me hubiera gustado que estuvieran, para dar una visión más amplia y con otras intenciones.Daré un voto de confianza al "Por ahora" del capítulo 6.
Por otro lado, el capítulo 3, sobre el poder y la crueldad, es una digresión extemporánea que no está a la altura del resto del libro. Tiene más pinta de capítulo acomodaticio para contentar a un jurado y la argumentación es más rígida y menos original que en el resto del libro, que me parece, pese a defectos, muy estimable.
Este es un libro que recomendaría a los lectores casuales que evitan la lectura de temas "duros" porque buscan la evasión. La literatura es otra cosa, aunque la vistan de mil formas.
Realmente interesante. He descubierto autores a los que leer y otros a los que ni acercarme por pura cobardía (lo siento Jelinek. No eres para mi. Bataille tampoco)
Muuuuuuy interesante. Lo encontré de casualidad y lo agradezco mucho. Encontré oro (autores "crueles" para leer y un análisis importante sobre la crueldad en la literatura).
Hay una literatura que nos enfrenta con aquellas cosas que no deseamos ver: la literatura cruel. La ética de la crueldad es un inspirado estudio sobre estas letras hirientes, desafiantes, pergeñadas para apuñalar al lector y descubrirle las aristas menos agradables de la realidad. Con este libro, Ganador del Premio Anagrama de Ensayo en 2012, José Ovejero trama una apología de las obras crueles que, según él, mostrarían su afición ética al conmover la conciencia de los lectores y sacarlos de su acomodaticia situación en el mundo. El mensaje es claro, y no hay miedo a no reconocerlo pues el autor nos lo recuerda insistentemente. El de Ovejero es un ensayo libre, una exploración razonada pero también guiada por la intuición crítica, que se manifiesta en la plasticidad de las oraciones, que se alargan, se encabalgan, de pronto se cortan. Al mismo tiempo, uno sospecha que el libro es, quizás, un apuntalamiento teórico para su propia novelística. Y en ocasiones, se percibe cierta condena hacia determinadas obras por el solo hecho de no pertenecer a la categoría analítica que Ovejero desentraña con pasión inquisitiva. Pero sin dudas, el ensayo resulta esclarecedor, anima a una forma estética que se compromete éticamente hasta extremos tremebundos en pos de alcanzar las zonas oscuras de lo real para lacerar las percepciones sosegadas por la cultura biempensante.
La premisa del libro es sumamente interesante: aleja de la idea de literatura como una actividad cómoda/recreativa y confronta con prácticas crudas aplicadas a los procesos narrativos. Sin embargo, el libro no deja de ser un muestrario de autores y obras cuyos argumentos parecen estar esbozados o descritos más que analizados desde la formalidad teórica.
Me gusta acercarme al género ensayístico, aunque reconozco que muchas veces acabo defraudado. Las alabanzas que reciben muchas de estas obras terminan resultándome exageradas o no merecidas. No ha sido el caso, diré que recuero llegar hacia la mitad diciéndome que era un buen libro, y que a partir de entonces me gustó especialmente. Esa curva, puramente subjetiva, me ha dejado un sabor muy dulce, nada cruel.
La temática me predisponía hacia el aplauso. No tengo nada contra la literatura complaciente, y a veces la busco, pero como al autor, y como a tantos otros, por más que no seamos legión, lo que más me gusta en el vicio de leer es observar y sentir cómo el dedo entra en la llaga, cómo la escritora o el escritor te lleva por veredas chungas de transitar, cómo me zarandean en mis ideas, en mis principios, en mis prejuicios y por supuesto también en mis deseos. Y sobre eso básicamente reflexiona Ovejero, sobre la particular ética que podemos encontrar en esos tortuosos caminos.
En esta obra encuentro reflexiones, párrafos y páginas dignas de enmarcar que, por sí solas, justifican su lectura. También su compra. Llegó a mí cuando tuve la suerte de tener que devolverlo a la estantería de la Biblioteca donde trabajo. En lugar de ocupar su lugar, ocupó mi mochila. Y a partir de entonces me ocupó en el metro y en mi casa y en mi viaje a Inglaterra en vacaciones. Antes de volver a su estantería, y a la espera de su siguiente inquilino, lo compré en libro electrónico. Era lo menos que podía hacer. Benditas sean las bibliotecas.
Espero encontrar tiempo para subir alguna de esas reflexiones a mi blog. Hasta ahí llegará mi labor, su autor desde luego hizo la suya, y muy bien, queda por delante el papel de la de los próximos lectores y lectoras.
La verdadera crueldad en la literatura, en el cine, en el arte, no está en las novelas de asesinos en serie, en el gore o en el espectáculo de la violencia de las pelis de Tarantino. Está en ponerte frente al espejo y obligarte a mirar y ver el monstruo. Incluye la disección de siete libros crueles. Una tentación para los valientes i/o los sádicos.
Her ne kadar yazar “zulüm” edebiyatından bahsetse de odak noktası ihlalci, saldırgan (transgressive) edebiyat. Minicik kitapta nokta atışı kitap analizleri de mevcut. Bataille, Houellebecq, McCarthy seviyorsanız kesinlikle okumalısınız.