Un libro sobre c�mo superar el apego afectivo y hacer del amor una experiencia plena y saludable.
"Aunque la psicolog�a ha avanzado en el tema de las adicciones, en el tema de la adicci�n afectiva el vac�o es innegable... Este libro est� dirigido a todas aquellas personas que quieren hacer del amor una experiencia plena, alegre y saludable". --Walter Riso
Entregarse afectivamente no implica desaparecer sino integrarse en el otro. El amor sano es una suma de dos en la que nadie pierde. Sin embargo, millones de personas en todo el mundo son v�ctimas de relaciones amorosas inadecuadas y no saben qu� hacer al respecto, ya que el miedo a la p�rdida, a la soledad o al abandono contamina el v�nculo amoroso y lo vuelve altamente vulnerable. Un amor inseguro es una bomba que puede estallar en cualquier momento y lastimarnos profundamente. En �Amar o depender?, Walter Riso, uno de los m�s conocidos autores de autoayuda, nos ense�a que s� es posible vivir con independencia y aun as� seguir amando, eliminando las ataduras psicol�gicas y manteniendo vivo el fuego del amor.
La adicci�n afectiva es una enfermedad que tiene cura y, lo m�s importante, puede prevenirse. Este revelador libro pretende ayudar a aquellas personas que son o han sido v�ctimas de un amor malsano y guiar a las parejas sanas para que sigan trabajando en la costumbre de amar intensamente y sin apegos.
ENGLISH DESCRIPTION
This book is intended for those who want to make love a fulfilling, joyful, and healthy experience. To surrender your affections does not mean you should disappear but instead it means to integrate yourself into the other. A healthy love is a sum of two in which neither party loses. However, millions of people around the world are victims of unhealthy romantic relationships and don't know what to do about it, because the fear of loss, loneliness, or abandonment can soil a healthy relationship. In To Love or to Be Dependent Walter Riso, one of the best-known self-help authors, teaches us that it is possible to live independently and still continue to love, removing psychological ties and keeping the passion alive. Emotional addiction is a disease that can be cured and, most importantly, can be prevented. This revealing book aims to help those who are or have been victims of unhealthy love, and guide healthy couples to continue the habit of loving passionately and without attachments.
Nació en Nápoles en 1951, siendo un niño sus padres emigraron con Él a la República Argentina y se estableció en Buenos Aires. Su infancia transcurrió en la calle Pichincha donde estaba el antiguo mercado Spineto, un barrio poblado de inmigrantes Italianos y de otras nacionalidades. Desde pequeño intento estudiar piano con poco éxito, sin embargo la profesora le compro unos cuadernillos llamados “plumita” para que escribiera poesía y desde ahí nació su pasión por la escritura y la lectura la que cultiva hasta el momento.
Su adolescencia transcurrió entre Buenos Aires y San Luís donde estudió bachillerato técnico, mientras ayudaba a su padre en la pizzería “El Vesubio” atendiendo las mesas o haciendo pizzas. Desde esa época aprendió el arte de la gastronomía Italiana la cual practica asiduamente.
Se destacó como un excelente jugador de fútbol y baloncesto, también practicó atletismo especialmente salto triple. Al terminar su bachillerato inició sus estudios en Ing. Electrónica y solo curso cuatro años porque le sedujo el pensamiento hippie y político de la época lo que lo llevó al estudio de las culturas orientales y a las ciencias sociales.
En esos años comenzó a estudiar psicología y teatro. Durante cinco años se consagro a ambas disciplinas hasta que en 1979 emigró a Colombia donde culmino su carrera y ejerció la profesión de terapeuta y docente. Luego se especializó en terapia cognitiva, estudió filosofía y bioética, pues siempre le han interesado las ciencias humanistas que tengan que ver con el desarrollo del potencial humano. Por lo mismo ha escrito múltiples libros técnicos y de divulgación con el fin de prevenir y promocionar aspectos importantes de la salud mental y la calidad de vida. Actualmente es conferencista y docente en distintas Universidades, práctica que alterna con la investigación en el área de la psicología cognitiva y la terapia.
Este libro forma parte de los libros de autoayuda que nunca voy a olvidar, no solo por lo ameno sino por que realmente ayuda. Hay montones de factores que rodean la vida amorosa de una persona, ya sea que estes casado o que tengas una noviazgo, nunca puedes decir que el amor lo es todo en tu relación; y realmente es asi. En este libro encontraras mucha ayuda para identificar el apego o dependencia afectiva y como solucionarlo ya sea que estes desprendiendote de tu pareja o esten reconstruyendo la relación. Totalemente recomendable.
Este es el primer libro de autoayuda que me resulta interesante y que realmente siento que ayuda. Es sorprendente ver cómo en nuestra sociedad y cultura se ha extendido y normalizado la idea de un amor dependiente y enfermizo. ¿Romeo y Julieta? Y es solo uno de muchos. Hemos asociado tanto la idea de dependencia al amor que un amor sin dependencia nos resulta escandaloso.
En la realidad una de las formas en las que la dependencia afectiva se traduce como sufrir constantemente en las relaciones afectivas (no necesariamente solo de pareja), volverse minúsculo y tan ligero que casi nos convertimos en inexistentes para no incomodar al otro, para no desagradarlo, para que no nos vea como un lastre y decida abandonarnos. La dependencia también puede volverse violenta y muchos maltratados y maltratadores sufren de ella.
Creo que este es un libro necesario para todo el mundo, tanto si creen ser dependientes como si no. Tal vez lo seas y todavía no te hayas dado cuenta. Tal vez podrías ser menos dependiente. Tal vez podrías construir relaciones más sanas para ti y para tu pareja. Y aunque seas alguien que tenga muy claros estos conceptos creo que nunca viene de más repasarlos.
En definitiva, el libro (hacia el que no tenía expectativas por mis experiencias previas con los libros de autoayuda) me ha gustado mucho y lo he llenado de post-its y de subrayador.
Este libro que también es de auto ayuda, me gustó mucho más que el de Las mujeres que aman demasiado, no se tenía algo más interesante, te muestra muchos ejemplos de lo que es el apego, puntos en los cuales puedes o no identificarte y tratar de mejorarlos una vez que te das cuenta que tienes un problema de apego.
Es corto, sencillo y va al grano. Me parece muy interesante la explicación que da de los apegos más comunes y los motivos que los causan. En esta línea creo que es donde más hay que trabajar para solucionarlos, analizando el origen y no tratando los síntomas. Si los síntomas son tan fuertes que matan tu relación, seguramente es que no merecía la pena seguir trabajando en ella y aún es necesario que te centres en mejorar la que tienes contigo mismo.
Durante la lectura he sentido que sus reflexiones sobre las relaciones sanas son lógicas y que todos en realidad las conocemos pero decidimos no aplicarlas. Es ahí donde creo que este libro puede ser muy beneficioso, recordándonos esas pautas que todos entendemos como razonables pero que decidimos obviar en busca de un amor "hollywoodiense" y estereotipado que esperamos que solucione nuestra vida incompleta. Las relaciones son trabajo, deseo y respeto, y quitarles el carácter de imprevisibilidad solo nos hace más seguros en nuestra inseguridad.
"Y muero porque no muero…! ¡Eterno placer amargo éste del amor! ¡Perpetuo deseo de poseer tu alma, y perpetua lejanía de tu alma! ¡Siempre seremos tú y yo; siempre, a pesar de que mis ojos miren de muy cerca a tus ojos, habrá un espacio en donde cada uno se forme una imagen mentirosa del otro… ¿Cómo es posible entender lo que sientes al oír aquella música, si mi alma es distinta de la tuya? ¡Egoísmo amargo éste del amante: Querer ser uno donde hay dos; querer luchar con el espacio, con el tiempo y con el límite!" (Fernando González.)
*En términos psicológicos, sabemos mucho más de depresión que de manía. O, dicho de otra manera, la ausencia de amor nos ha preocupado mucho más que el exceso afectivo. Por razones culturales e históricas, la adicción afectiva, a excepción de algunos intentos orientalistas más espirituales que científicos, ha pasado desapercibida. No nos impacta tanto el amor desmedido, como el desamor. Sobrestimamos las ventajas del amor y minimizamos sus desventajas. Vivimos con el apego afectivo a nuestro alrededor, lo aceptamos, lo permitimos y lo patrocinamos. Desde un punto de vista psicosocial, vivimos en una sociedad coadicta a los desmanes del amor.
*De manera más específica, podría decirse que detrás de todo apego hay miedo, y más atrás, algún tipo de incapacidad. Por ejemplo, si soy incapaz de hacerme cargo de mí mismo, tendré temor a quedarme solo, y me apegaré a las fuentes de seguridad disponibles representadas en distintas personas. El apego es la muletilla preferida del miedo, un calmante con peligrosas contraindicaciones.
*Recuerda: el deseo mueve al mundo y la dependencia lo frena. La idea no es reprimir las ganas naturales que surgen del amor, sino fortalecer la capacidad de soltarse cuando haya que hacerlo. Un buen sibarita jamás crea adicción.
*Equivocadamente, entendemos el desapego como dureza de corazón, indiferencia o insensibilidad, y eso no es así. El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son: independencia, no posesividad y no adicción. La persona no apegada (emancipada) es capaz de controlar sus temores al abandono, no considera que deba destruir la propia identidad en nombre del amor, pero tampoco promociona el egoísmo y la deshonestidad. Desapegarse no es salir corriendo a buscar un sustituto afectivo, volverse un ser carente de toda ética o instigar la promiscuidad. La palabra libertad nos asusta y por eso la censuramos. Declararse afectivamente libre es promover afecto sin opresión, es distanciarse en lo perjudicial y hacer contacto en la ternura. El individuo que decide romper con la adicción a su pareja entiende que desligarse psicológicamente no es fomentar la frialdad afectiva, porque la relación interpersonal nos hace humanos (los sujetos "apegados al desapego" no son libres, sino esquizoides). No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él. El desapego no es más que una elección que dice a gritos: el amor es ausencia de miedo.
*El apego enferma, castra, incapacita, elimina criterios, degrada y somete, deprime, genera estrés, asusta, cansa, desgasta y, finalmente, acaba con todo residuo de humanidad disponible.La inmadurez emocional implica una perspectiva ingenua e intolerante ante ciertas situaciones de la vida, generalmente incómodas o aversivas. Una persona que no haya desarrollado la madurez o inteligencia emocional adecuada tendrá dificultades ante el sufrimiento, la frustración y la incertidumbre. Fragilidad, inocencia, bisoñada, inexperiencia o novatada, podrían ser utilizadas como sinónimos, pero técnicamente hablando, el término "inmadurez" se acopla mejor al escaso autocontrol y/o autodisciplina que suelen mostrar los individuos que no toleran las emociones mencionadas. Dicho de otra manera, algunas personas estancan su crecimiento emocional en ciertas áreas, aunque en otras funcionan maravillosamente bien.
*La incapacidad para soportar lo desagradable varía según de un sujeto a otro. No todos tenemos los mismos umbrales o tolerancia al dolor. Hay personas que son capaces de aguantar una cirugía sin anestesia, o de desvincularse fácilmente de la persona que ama porque no les conviene, mientras que a otras hay que obligarlas, sedarlas o empujarlas, porque son de una susceptibilidad que raya en el merengue.
*Muchos enamorados no decodifican lo que su pareja piensa o siente, no lo comprenden o lo ignoran como si no existiera. Están tan ensimismados en su mundo afectivo, que no reconocen las motivaciones ajenas. No son capaces de descentrarse y meterse en los zapatos del otro. Cuando su media naranja les dice: "Ya no te quiero, lo siento", el dolor y la angustia se procesa solamente de manera autorreferencial: "¡Pero si yo te quiero!" Como si el hecho de querer a alguien fuera suficiente razón para que lo quisieran a uno. Aunque sea difícil de digerir para los egocéntricos, las otras personas tienen el derecho y no el "deber" de amarnos. No podemos subordinar lo posible a nuestras necesidades. Si no se puede, no se puede.
*Hace más de dos mil años, Buda alertaba sobre los peligros de esta falsa eternidad psicológica. "Todo esfuerzo por aferrarnos nos hará desgraciados, porque tarde que temprano aquello a lo que nos aferramos desaparecerá y pasará. Ligarse a algo transitorio, ilusorio e incontrolable es el origen del sufrimiento. Todo lo adquirido puede perderse, porque todo es efímero. El apego es la causa del sufrimiento".
*La paradoja del sujeto apegado resulta patética: por evitar el sufrimiento instaura el apego, el cual incrementa el nivel de sufrimiento, que lo llevará nuevamente a fortalecer el apego para volver otra vez a padecer. El círculo se cierra sobre sí mismo y el vía crusis continúa. El apego está sustentado en una falsa premisa, una utopía imposible de alcanzar y un problema sin solución. La siguiente frase, nuevamente de Buda, es de un realismo cruento pero esclarecedor: "Todo fluye, todo se diluye; lo que tiene principio tiene fin, lo nacido muere y lo compuesto se descompone. Todo es transitorio, insustancial y, por tanto, insatisfactorio. No hay nada fijo de qué aferrarse". Los "Tres Mensajeros Divinos", como él los llamaba: enfermedad, vejez y muerte, no perdonan. Tenemos la opción de rebelarnos y agobiarnos porque la realidad no va por el camino que quisiéramos, o afrontarla y aprender a vivir con ella, mensajeros incluidos. Decir que todo acaba significa que las personas, los objetos o las imágenes en la cuales hemos cifrado nuestras expectativas de salvaguardia personal, no son tales. Aceptar que nada es para toda la vida no es pesimismo sino realismo saludable. Incluso puede servir de motivador para beneficiarse del aquí y el ahora: "Si voy a perder los placeres de la vida, mejor los aprovecho mientras pueda". Esta es la razón por la cual los individuos que logran aceptar la muerte como un hecho natural, en vez de deprimirse disfrutan de cada día como si fuera el último.
*Por desgracia, no existe eso que llamamos seguridad afectiva. Cuando intentamos alcanzar este sueño existencial, el vínculo se desvirtúa. Algunos matrimonios no son otra cosa que un secuestro amañado.
*No hay relación sin riesgo. El amor es una experiencia peligrosa y atractiva, eventualmente dolorosa y sensorialmente encantadora. Este agridulce implícito que lleva todo ejercicio amoroso puede resultar especialmente fascinante para los atrevidos y terriblemente amenazante para los inseguros. El amor es poco previsible, confuso y difícil de domesticar. La incertidumbre forma parte de él, como de cualquier otra experiencia.
*El realismo afectivo implica no confundir posibilidades con probabilidades. Una persona realista podría argumentar algo así: "Hay muy pocas probabilidades de que mi relación se dañe, remotas si se quiere, pero la posibilidad siempre existe. Estaré vigilante".
*Mientras el principio del placer y el principio de seguridad estén en juego, así sea en pequeñas dosis, uno puede apegarse a cualquier cosa, en cualquier lugar y de cualquier manera.
*En ciertas ocasiones, compartir complejos puede crear mucha más adicción que compartir virtudes; al menos en el primer caso la competencia no cabe.
*La admiración es la antesala del amor. El bajo auto concepto crea una marcada sensibilidad al halago. Tanto así que puede convertirse en la principal causa de una relación afectiva.
*Como es sabido, el apego sexual mueve montañas, derriba tronos, cuestiona vocaciones, quiebra empresas, destruye matrimonios, sataniza santos, enaltece beatos, humaniza frígidas y compite con el más valiente de los faquires. Encantador, fascinante y enfermador para algunos; angustiante, preocupante y desgarrador para otros.
*La libertad es uno de los valores más restringidos.
*El primer principio es el de la exploración, o el arte de no poner todos los huevos en la misma canasta; el segundo es el de la autonomía, o el arte de ser autosuficiente sin ser narcisista, y el tercero, es el principio del sentido de vida, o el arte de alejarse de lo mundano. La aplicación de cada uno de ellos hará tambalear los esquemas responsables de la adicción afectiva, pero si la aplicación es conjunta, el impacto psicológico será óptimo. Una persona audaz, libre y realizada es un ser que le ha ganado la batalla a los apegos.
*Los preceptos sociales han hecho desastres. Amar no es anularse, sino crecer de a dos. Un crecimiento donde las individualidades, lejos de opacarse, se destacan.
*El principio de la exploración responsable (por "responsable" entiendo hacer lo que nos venga en gana, siempre y cuando no sea dañino ni para uno ni para otros) sostiene que los humanos tenemos la tendencia innata a indagar y explorar el medio. Somos descubridores natos, indiscretos por naturaleza. Cuando exploramos el mundo con la curiosidad del gato, todos nuestros sentidos se activan y entrelazan para configurara un esquema vivencial. Es entonces cuando descubrimos que el placer no está localizado en un solo punto, sino disperso y accesible. Y no estoy insinuando que haya que reemplazar a la pareja o engañarla. La persona que amo es una parte importante de mi vida, pero no la única. Si pierdo la capacidad de escudriñar, husmear y sorprenderme por otras cosas, quedaré atrapado en la rutina. Nadie tiene el monopolio del bienestar. Krishnamurti decía: "Cuando se adora a un solo río, se niegan todos los demás ríos; cuando usted adora a un solo árbol o a un solo dios, entonces niega todos los árboles, todos los dioses".
*Porque la exploración produce esquemas anti-apego y promueve maneras más sanas de relacionarse afectivamente, al menos en cuantas áreas básicas: A. Las personas atrevidas y arriesgadas generan más tolerancia al dolor ya la frustración; es decir, se ataca el esquema de inmadurez emocional. B. Una actitud orientada a la audacia y al experimentalismo responsable asegura el descubrimiento de nuevas fuentes de distracción, disfrute, interés y diversión. El placer se dispersa, se riega y desaparece la tendencia a concentrar todo en un solo punto (por ejemplo, la pareja). El ambiente motivacional crece, y se amplía considerablemente. C. Explorar hace que la mente se abra, se flexibilice y disminuya la resistencia al cambio. El miedo a lo desconocido se va reemplazando por la ansiedad simpática de la sorpresa, la novedad y el asombro. Un susto agradable que no impide tomar decisiones. D. Se pierde el culto a la autoridad, lo cual no implica anarquismo. Simplemente, al curiosear en la naturaleza, las ciencias, la religión, la filosofía y en la vida misma, se aprende que nadie tiene la última palabra. Ya no se traga entero, y someterse no es tan fácil. Aparece un escepticismo sano y la interesante costumbre de preguntarse por qué.
*No le tangas miedo al rechazo, de todas maneras va a ocurrir.
*Bucear en lo intelectual. Lo cortés no quita lo valiente. Jugar en el área intelectual es investigar. Husmear en los logros de la mente puede resultar apasionante. Cada día hay más divulgación científica. Temas que antes eran sólo para eruditos en la materia, hoy están disponibles para cualquier lector inquieto. Curiosear en la naturaleza es verdaderamente apasionante. No hace falta tener un laboratorio ni usar bata blanca, sino aventurarse a buscar información. Acostúmbrate a entrar de vez en cuando en una librería y revisa los anaqueles, algo encontrarás que llame tu atención. Cuando aprendas a espiar en la ciencia, no necesitarás comprar "éxtasis" o marihuana. El cosmos y las profundidades marinas serán más que suficientes. Si eres de esas personas que se sienten embestidas por los libros y se duermen en las conferencias, necesitas despabilarte. No olvides que el cerebro funciona como un músculo: si no se trabaja, se atrofia. ¿Qué podrías perder intentándolo? Un buen explorador de la vida no suprime rubros: todo es apetecible.
*Tal como lo han afirmado psicólogos, filósofos y pensadores a través de todas las épocas, la libertad y el miedo van de la mano. Salustio decía: " Son pocos los que quieren la libertad, la mayoría sólo quiere tener un amo justo". Pero cuando las personas deciden hacerse dueñas de su vida y de sus decisiones, el crecimiento personal no tiene límites.
*Frente a la soledad siempre ha habido posiciones enfrentadas. Los filósofos y los maestros espirituales la han defendido a capa y espada, como una oportunidad para fomentar el autoconocimiento. Por ejemplo, Cicerón decía: "Nunca he estado menos solo que cuando estoy solo". Por su parte, los poetas y enamorados han hecho una apología de la adhesión afectiva, y han señalado que no hay nada mejor que estar encadenado a un corazón.
*No es lo mismo estar socialmente aislado que estar afectivamente aislado. De las dos, la segunda, es decir, la carencia afectiva, es la que más duele. Ésa es la que abre huecos en el alma y la que nos despoja de toda motivación. Aunque ambas formas de aislamiento generan depresión, la soledad del desamor es la madre de todo apego.
*Splager resume muy bien la idea central de amar en soledad y aún así seguir amando: "No todos saben estar solos con otros, compartir la soledad. Tenemos que ayudarnos mutuamente a comprender cómo ser en nuestra soledad, para poder relacionarnos sin aferrarnos el uno al otro. Podemos ser interdependientes sin ser dependientes. La nostalgia del solitario es la dependencia rechazada. La soledad es la interdependencia compartida".
*Cuando hagas las paces con la soledad, los apegos dejarán de molestar.
*El principio de autonomía te enseña a ser independiente. A ver por ti mismo sin convertirte en antisocial. Te muestra el camino de la emancipación psicológica y afectiva. Cuando una persona decide tomar las riendas de su vida, los apegos no prosperan tan fácilmente. Se caen, se apagan. Si ejerces el derecho a ser libre, serás capaz de enfrentar las situaciones difíciles (problemas afectivos incluidos), la soledad será una oportunidad para crecer (no estarás tan pendiente de que te amen), confiarás más en tus capacidades (no esperarás que la pareja te proteja), fortalecerás tu vulnerabilidad al daño y no temerás tanto el abandono.
*Las personas que han encontrado el camino de su autorrealización o que poseen fortaleza espiritual, son duras de matar. Se mueven más fluidamente y no suelen quedarse estancadas en idioteces. No andan buscando algo a que aferrarse para sentirse protegidas. Han incorporado la seguridad a su disco duro. Amar a una persona así es maravillosos, pero asustador, porque puede dar la impresión de ser "demasiado" independiente. Una pareja sin temores asusta a los inseguros. "te amo, pero puedo prescindir de ti", puede provocar infarto instantáneo a más de un enamorado. Los condicionamientos sociales han instituido una falsa premisa: amor sin miedo no es amor. Cuando un individuo ha encontrado su autorrealización vocacional o trascendental, ama con una paz especial. No es perfección, sino tranquilidad interior. Y aunque puede parecer sospechoso de desamor, no es así. Simplemente ha dejado que los apegos se caigan por su peso: hay deseo, pero no adicción.
*Este principio se refiere a la capacidad de reconocer los talentos naturales que poseemos. Aquellas habilidades singulares que surgen espontáneamente de nosotros, sin tanto alarde ni especializaciones. Simplemente estuvieron ahí todo el tiempo y todavía persisten. Vivimos con nuestras facultades a cuestas, y ni siquiera nos damos cuenta. La pregunta clave es: ¿Cómo saber si estamos desarrollando esos talentos? Si las respuestas a las siguientes tres preguntas son positivas, estás bien encaminado; de no ser así, tienes algo que revisar: A. ¿Pagarías por hacer lo que estás haciendo? B. Aquellas cosas que haces bien y disfrutas al hacerlas, ¿han surgido de ti más naturalmente que por aprendizaje? C. Cuando estás ejecutando lo que te apasiona, ¿la gente se acerca a ti en vez de alejarse? Ése es el talento natural: una capacidad guiada por la pasión, que estalla desde adentro y reúne a los demás cuando aparece. Todos la poseemos, todos podemos alcanzarla, todos estamos diseñados para desarrollar nuestra capacidad creativa, si nos dejan y tenemos el coraje para hacerlo. Una persona que ha encontrado su vocación y siente pasión por lo que hace, se vuelve inmune a la adicción afectiva porque su energía vital se abre a otras experiencias. Y esto no significa incompatibilidad, sino amor a cuatro manos. Desarrollar los talentos naturales es abrirse a otros placeres, sin desatender el vínculo afectivo. No se abandona a la pareja, sino que se la integra, se la ama a plenitud. Si la vocación se lleva a feliz término, la mente se tranquiliza y las inseguridades desaparecen. Las personas autorrealizadas no son posesivas: son independientes y fomentan la honestidad interpersonal. No necesitan tanto el apego, porque la pérdida y la terrible soledad ya no las asustan.
*Naciste para algo especial. Como a la gran mayoría, es posible que aquel pequeño esbozo de genialidad infantil te haya sido cercenado por tus padres, en nombre del futuro y "Por tu bien". Pero no es así. Si estás desarrollando tus talentos, lo que es, la vida se encargará de los detalles. La mayoría de las personas deambulan de un lugar a otro tratando de sobrevivir por sobrevivir. Ése no es el camino. Busca en tu interior y saca a relucir tu singularidad. Ábrele un espacio a tu vocación. Si la reprimes, estarás perdiendo mucho más que una oportunidad. Estamos hablando de tu vida. No importa qué tan exitoso o exitosa seas.
*Existencialismo cotidiano y preguntas de transeúnte. Eres producto de millones de años de evolución. Una evolución que posee el atributo de ir hacia arriba en lo complejo. El animal hace contacto con la naturaleza, pero tú además haces contacto con tu interior. Posees autoconciencia, la capacidad de pensar sobre lo que piensas. Eres materia transformándose en espíritu. Tienes la increíble misión personal de conocerte a ti mismo. Cuando te autoobservas y te descubres, es el universo entero el que se observa a sí mismo. Eres un momento, un instante fugaz en la inmensidad del cosmos, pero formas parte de un proceso en expansión universal, infinitamente mayor, que te contiene. Todos estamos de paso y vamos de regreso a casa. Viniste a contemplar la creación, a mirarla, a disfrutarla y a cuidarla. Somos obreros del universo.
*No darse por vencido y luchar hasta la muerte es muy recomendable en muchos aspectos de la vida, pero cuando se trata de amores difíciles o imposibles, el consejo hay que tomarlo con pinzas. En determinadas circunstancias, aprender a perder y retirarse oportunamente puede ser la mejor elección. Cuando la perseverancia se convierte en obstinación, la virtud cede paso a la inmadurez.
Ush... Me fascinó... Hay millones de cosas acá qué intentaré aplicar en mis relaciones y en mi persona. Me gusta cómo escribe Walter Riso, es el mejor libro de autoayuda qué he leído
(Son 4.5 estrellas pero se aproximan más al 5, maravilloso)
A veure... És un llibre que realment et pot fer pensar en el model de relació que un té, això no ho negaré. Les setmanes en què me'l vaig estar llegint van ser d'intensa reflexió. Ara bé! Quin home més misogin, homofòbic i en general, carca... no es planteja una relació si no és una tradicional, les dones sempre són el problema, normalitza que un home pugui deixar la seva dona pel fet de ser bisexual... no m'agradaria per res tenir-lo com a psicòleg... no es pot estar més desactualitzat!
Un libro del psicólogo Walter Riso, vengo de leer "Despegarse sin anestesia", este libro hace una propuesta clara para que las personas traten de ser más felices en la vivencia de sus relaciones con el ser que han elegido amar y sobre todo que aprendan a interactuar y a comunicarse con los demás de manera asertiva. El amor es imprescindible en nuestras vidas. Amamos como somos. No creo en recetas mágicas ni en milagros en forma de libros, pero este me pareció muy bueno. Habla de los apegos, de las relaciones no nutritivas, lleno de ejemplos.Cada uno es responsable de lo que vive y le pasa, de eso estoy totalmente convencida. Se lee rápido porque es muy ameno.
Es un abrazo al corazón para quienes hemos debido atravesar en silencio el duelo de un amor fallido y alguna que otra herida emocional por el círculo social en que vivimos.
Me imagino que para otras personas ha de ser útil como aborda el tema del apego. A mí me pareció que el tono y las palabras que empleaba para las personas que sufren de apegos inseguros eran bastante despectivos, duros y con un deje de “¿es que si ves que te hace daño por qué no lo dejas?” Sí, señor, ya me di cuenta y ahorita lo voy a soltar todo. Tiene consejos puntuales que podrían ser útiles, pero creo que deja de lado que uno no se apega nomás porque sí. Llega a hablar de como la baja autoestima y los miedos influyen, pero no ahonda mas, y pareciera que quiere hacer sentir vergüenza al lector apegado, diciéndole “téngase más respeto”. Es un poco como la paradoja de “si te amaras más, no estarías en relaciones así”, que al final te hacen sentir más culpable.
Pero no me limitaré a quererte, sino que trasciendo más allá porque mi existencia aún se está moldeando, y como todos, estoy de paso como un experimento que empezó y terminará antes de que el universo pueda siquiera palparme o acariciarme una mejilla. Y dentro de mis muchas identidades y formas, te quiero, y quiero ser contigo (que no por ti), aunque puedo ser sin ti. Me desprendo del apego a pesar de la resistencia que la cultura ha desarrollado a su favor. Me-te-nos libero de la carga que se nos impone y me dejo fluir, porque solo así podré amarte y disfrutar del placer, sin volverte imprescindible para él.
3.5 Tiene muchos temas con los que pude identificarme y me hicieron comprender ciertas cosas, pero a pesar de ser un libro corto lo sentí muy repetitivo.
"El amor inteligente no duele, no asfixia, no se arrastra."
Cuando vi Amar o depender, esperaba un análisis profundo sobre las raíces de la codependencia y, sobre todo, herramientas sólidas para superarla. Y, aunque el libro inicia con una reflexión interesante sobre la importancia de tener una identidad propia antes de entregarse al amor, pronto se convierte en un ciclo de ideas repetitivas que giran sobre sí mismas sin llegar a nada nuevo.
Walter Riso tiene un estilo accesible y directo, pero este libro se pierde demasiado en anécdotas de pacientes y largas explicaciones sobre cómo identificar la dependencia emocional, en lugar de enfocarse en estrategias realmente útiles para salir de ella. Hay momentos de lucidez que te hacen reflexionar, pero se diluyen entre páginas que dicen lo mismo con distintas palabras.
No fue un libro que me aportara mucho, pero tampoco me desanima a seguir explorando a Walter Riso. Sé que tiene potencial y que, quizás, en otra obra logre darme las respuestas que aquí quedaron a medias.
Escolhi não avaliar esse livro em estrelas, porque, apesar de ter sido uma das leituras mais importantes do meu ano, o livro em si não é um dos maiores em termos de escrita – e a proposta também nem é essa, apesar de isso ser um ponto muito importante para mim.
Queria registrar o quanto a jornada de leitura desse livro foi sofrida, dolorosa e repleta de gatilhos. Ver tantas questões nocivas que me atravessaram no meu último relacionamento em forma de palavras tão cruas foi uma experiência única, de cura. Ler “Amar ou depender?” foi atravessar um mar de espinhos, e discutir as passagens do livro em terapia foi mais intenso ainda, mas muitíssimo importante.
Saio dessa leitura (e das últimas sessões com a psicóloga) mais forte, mais consciente e pronto para voltar a viver a minha vida, independente de como isso será feito.
Lo he tenido que leer para un trabajo de la uni y la verdad es que me ha sorprendido gratamente. A pesar de la formación en psicología cognitiva del autor, la verdad es que me esperaba uno de estos libros de autoayuda absurdos que ni pinchan ni cortan. Sin embargo, el autor explica muy bien los esquemas mentales y las distorsiones que se crean culturalmente sobre el amor y sobre el apego. Me resulta también muy importante la distinción entre amor y apego, y como el desapegarse no implica la desvinculación afectiva.
Excelente lectura. Walter Riso expone la cruda realidad de muchas de nuestras relaciones y afectos, condicionados por la dependencia emocional y el miedo social a no ser amados y/o a la soledad. Una vez que se comprenden los puntos débiles e inconveniencia de esos apegos, es mucho más fácil hallar el camino al desapego y a la libertad emocional. El autor ayuda mucho a esclarecer estos aspectos para quienes desean lograrlo. Lo recomiendo!
Un libro muy cercano, muy de tú a tú, parece que lo estuvieras viendo en una conferencia o charla. Tiene un lenguaje fácil de entender (usando también vocabulario específico) corto, ameno, va al grano.
Me ha gustado porque entendí mejor qué es el apego emocional y cómo mejorar. Da muchos ejemplos para entender lo que explica. El libro se podría resumir en una de las frases usadas: "amar sin apegos es amar sin miedos"
Es una forma de ver el amor distinta a la que nos ha querido meter con calzador la sociedad y la cultura. Te hace recordar que para hacer a alguien feliz te tienes que sentir feliz contigo mismo. Y es que con la dependencia nos olvidamos de nosotros mismos por centrarnos en la relación y que no se destruya.
El autor trata de manera condescendiente al lector y tiene ciertos tintes misógino capacitistas que hace que el resto de contenido más aceptable lo leas con desgana. Tampoco hace una buena crítica ni porpone algo que se sostenga por lo que, en mi opinión, no merece la pena leerlo.
Walter Riso, fue el primer escritor del que me volví lectora ferviente. Conservaba toda una colección de muchas de sus obras en casa. Fue quien me enseñó la forma correcta en que debía amar y ser amada. Me acompañó o auspicio decisiones trascendentales en mi vida.
Y aunque no puedo recordar de manera exacta lo aprendido de manera individual en cada uno de sus libros, puedo reconocer la invaluable guía hacia el verdadero autoconocimiento que hizo de manera conjunta en todas las diferentes obras que leí con su firma. Me presentó a Eros, Philia y Ágape. Me presentó el valor del respeto y la dignidad individual y colectiva en el amor de pareja.
Comencé a leerlo por recomendación de un amigo y darme cuenta de la necesidad de tratar conmigo misma este tema aplicándolo. Es duro leer ciertas cuestiones pero no por ello hay que evitarlas; este libro es la prueba de ello y el autor da muy buenas razones para que analicemos objetivamente y teniendo en cuenta nuestro propio bienestar las relaciones en las que nos encontramos.
Gracias a él podemos evaluarnos hasta cierto punto a nosotros mismos en los círculos afectivos para aprender y comprender acerca de nuestro bienestar.
Es una buena guía tanto para personas que crean tener dependencia como aquellas que no. Este libro explica muy bien diversos tipos de dependencia y actitudes que se asume para no desapegarse de la persona en cuestión.
Es curioso que la mayoría de las personas entiende que un amor sincero tiene comportamientos dependientes y que si no los tiene, el amor no es suficiente o no se ama de verdad. El autor te enseña a identificar conductas dependientes, con algunos ejemplos y brinda consejos para superarlos o evitarlos.
Me ha encantado y me parece muy necesario tratar este tema. Me ha salvado de momentos de ansiedad en un instante de mi vida en el que la dependencia emocional me hacía querer aferrarme a la toxicidad, violencias psicológicas y manipulación que me daba mi ex pareja a dosis de drogadicción. Sin embargo he echado de menos la perspectiva de género y una mayor profundidad en cuanto a la manipulación.
Agradable libro que muestra las principales características de los apegos nocivos en las relaciones interpersonales, y como darle batalla a través del crecimiento personal por la vía de la auto estima, auto compasión y autorrealización. Buen libro para quienes no estén pasando por un buen momento.
O autor discorre sobre conceitos que interessantes, como "realismo afetivo", "melhoramento afetivo", inteligência afetiva" e "revolução afetiva". Os capítulos apresentam reflexões importantes em relação à causa da dependência afetiva - como a (falsa) sensação de segurança e prazer em uma relação malsadia - e propõe antídotos ao apego, como o fortalecimento da realização pessoal, exploração de outras formas de satisfação, desenvolvimento de potências pessoais, investigação de estados internos, buscar visão mais holística do mundo e ter mais interesses vitais.