Un libro de cuentos de Alejandra Costamagna que es un verdadero deleite para los lectores del género breve. Como silenciosos espectadores de las vicisitudes de la vida cotidiana aparecen los animales domésticos que pueblan este magnífico conjunto de relatos. Se asoman para observar cómo a su alrededor las parejas, las familias, padres e hijos se relacionan ante hechos que los ponen a un paso de la felicidad o la desdicha. Una mujer tiene que decidir si se opera de una enfermedad grave o en definitiva no lo hace. Una pareja en crisis acude de madrugada a un hospital para salvar a un gato. Un hombre solitario encuentra a un perro y no está seguro de si desea devolverlo. Una amante persigue a quien la ha abandonado hasta el otro lado del mundo... Con delicadeza, como si dibujara sobre un papel transparente, Alejandra Costamagna perfila mundos donde el lector se acercará a la extrañeza y la fugacidad de la vida. Animales domésticos es un deleite para los lectores del género breve.
Periodista y magíster en Literatura. Ha publicado las novelas En voz baja (Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral 1996), Ciudadano en retiro (Planeta, 1998), Cansado ya del sol (Planeta, 2002), Dile que no estoy (finalista del Premio Planeta - Casa América 2007) y Naturalezas muertas (Cuneta, 2010), y los libros de cuentos Malas noches (Planeta, 2000), Últimos fuegos (Ediciones B, 2005) y Animales domésticos (Mondadori, 2011). Ha escrito para revistas como Gatopardo, Rolling Stone y El Malpensante. En 2003 obtuvo la beca del International Writing Program de la Universidad de Iowa, Estados Unidos. Su obra ha sido traducida al italiano, francés, danés y coreano. En Alemania le fue otorgado el Premio Literario Anna Seghers 2008 al mejor autor latinoamericano del año. [editar]
Los cuentos ocurren en un contexto cotidiano y varios de ellos en un contexto relacionado con animales domésticos pero los cuentos son sobre problemas humanos cotidianos. La autora me parece que trata de mostrar situaciones de la vida cotidiana tal cual son, cuentos extremadamente realistas, al punto que las historias no te provocan nada, ni siquiera el animal porque la mascota está ahí como contexto pero no es muy relevante en ningún cuento. He leído a otros autores chilenos escribir de manera muy similar pero no es un tipo de literatura que me genere nada. No escriben "mal", pero se limitan a describir conflictos cotidianos y se quedan ahí, ni siquiera hay un giro de los acontecimientos, no hay una aspiración a emocionar, sólo a describir (me imagino que con la idea de que el lector se sienta ¿identificado?). Prefiero leer algo de Raymond Carver que, si bien no me gusta demasiado, por lo menos trataba de, a partir de las mismas situaciones cotidianas, jugar narrativamente con los acontecimientos a través de giros argumentales, el efecto sorpresa, haciendo que ese cuento aparentemente intrascendente fuera memorable.
Hay algo de la escritura de Alejandra Costamagna que me parece muy bello, pero que se iba perdiendo en las historias de sus cuentos. Los personajes aparecen como seres a medias, que se presentan sin querer mostrar mucho de si, quedando como la introducción de varias cosas.
Relatos como chispazos, fogonazos de cotidianidad insoportable. Mis favoritos: 'Imposible salir de la Tierra', 'A las cuatro, a las cinco, a las seis', 'Hombrecitos' y 'Nadie nunca se acostumbra' (el mejor me parece).
Alejandra por favor, como se te ocurre tirar una bomba en la última página de los cuentos y terminarlo así, como si me hubieran pegado un pastelazo en la cara. Cómo la vida misma
Me gustan las historias cotidianas pero la forma en que estaban contadas en este libro no me convenció en ningún momento. Le voy a dar otra oportunidad a la autora porque quizás en otro formato me guste más. Ojo que no creo que el libro sea malo, lo que no me gustó es muy personal (los libros son como la comida y para mi este plato fue de 2 estrellas no más) , así que si tienen gustos parecidos al mío, lean abajo:
quizás a ratos me atrapaban, muy a ratos, por las historias en sí, pero odio mucho en varios libros, no solo en este, esos intentos de conectar con el lector a la fuerza en medio de imágenes medio febriles, onda: [algo narrado de forma semi poética y sin respirar] + [personaje hace algo con lo que el lector chileno se identifica ]. Se nota cuando es forzado, encuentro. También me carga cuando se abusa de lo segundo, de esa conexión con el lector, como *”[el personaje] come pan con lisa viendo la teleserie de la tarde” y que el relato se trate solo de eso, de imágenes con las que uno se podría identificar (* ejemplo X ). Eso para mi es como encontrar una pasa en mi empanada de pino.
Me gustó mucho, está para un 3,5. Mi primera vez con esta autora chilena. Once relatos breves, escritos de forma muy clara, con muy buenas imágenes que nos interpelan acerca de la fugacidad de la vida y las relaciones, la extrañeza de lo cotidiano. En casi todos los relatos hay un animal involucrado. Imposible salir de la Tierra; Daisy está contigo; Hambre; Hombrecitos y Nadie nunca se acostumbra, para mí los mejores. Pero en realidad los animales domésticos somos nosotros.
A este libro le regalo 5 estrellas por dos motivos. 1.- sé que no es un libro que tenga potencia o importancia como otros, pero creo que su objetivo lo cumplió. Trató temas cotidianos, lo hizo de forma clara y amigable, y me sacó una que otra sonrisa. Creo que si quieres leer un libro en una playa o en el campo, te recomendaría este libro. 2.- los cuentos cotidianos, tratan temas interesantes para mi, la indolencia, dolencia, salud mental, relaciones de pareja (con sus peleas), mentes que juegan, nuestra relación con animales domésticos y a la vez somos una especie de conductas domesticadas, muy predecibles, muy erradas y muy humanas, etc… Considero que este libro es bueno para comenzar a leer autores/as chilenos.
Es un libro de cuentos que trata el cotidiano, la historia mínima. Aún así creo que la mayoría de los relatos no están bien logrados y no queda del todo claro que quería realmente transmitir la autora. Rescató 3 historias de todo el libro.
Insípido, poco ambicioso, y cuya intención parece extraviarse en historias breves y superfluas. Una lectura para olvidar. La única razón que me abstuvo de darle una sola estrella en vez de dos fue que está correctamente escrito, pero nada más.
Me encantó la óptica para incorporar animales en sus relatos tan humanos, tan intensos y tan cotidianos. Costamagna escribe con una fluidez importante. Cuentos con finales abiertos, inesperados, reflexivos, potentes.
Es difícil reseñar cuentos y estos están bien, hablan de historias de personas en un momento particular y demuestran la capacidad de la autora en pocas páginas meternos en la vida de personas comunes con sus obsesiones y pequeñeces. Algunas historias incluso logran sorprender por el giro trágico. Pero los maestros del cuento como Cortázar, Quiroga, Brunet, hacen algo más, las historias que construyen se quedan contigo, se vuelven parte de tu vida, quien no ha estado en un taco y pensado en Autopista al Sur por dar un ejemplo. Creo que voy a buscar alguna novela de ella, para formarme una opinión más definitiva.
No soy fan de cuentos, estos me parecieron entretenidos, tristes, varias emociones. Pero no es una forma narrativa que me atrape, para mí, es leer algo livianito y rápido