Este viaje nostálgico combina la realidad con lo imaginario en ocho relatos inspirados en la historia y la tradición oral de la costa caribeña de Puerto Rico. Entre el chisme y el chiste se enmarcan sucesos nacionales junto con una reinvención de sucesos, lugares y personajes de una de las escritoras más prolíficas de Puerto Rico.
Recipient of both the Premio Juan Rulfo (1982) and the Premio Casa de las Américas (1981). Vega belongs to a generation of Puerto Rican writers that has integrated into their writing mordant reflections on the ambiguous political status of their island nation. Ana Lydia Vega pursued an academic career as a professor of both French literature and Caribbean studies at the same time that she became an accomplished author.
A mí me encantó este libro por razones muy personales. Soy puertorriqueña , vivo fuera de la isla desde hace varios años, extraño la isla y estoy en tiempos del COVID-19. El humor de los relatos, el uso del lenguaje y ese tono boricua que escuchaba a ratos, me hizo sentir como en casa. Estos cuentos son una muestra del pasado puertorriqueño, en algunos figuran personajes históricos, otros han sido inventados, pero ahí está el juego. Ana Lydia Vega incluye, antes de cada cuento, el contexto de la historia y luego da paso a su creación literaria. Para mí esta lectura ha sido como una ventana al pasado y un recorrido por las historias que figuraron de boca en boca.
Gocé muchísimo leyendo esta colección de relatos - todos lo cuales ocurren en el área sur de Puerto Rico. La sorpresa fue cómo, primero, la autora elaboró (para mí) una novela corta alrededor de un hecho histórico: la visita de Samuel Morse a la hacienda en Arroyo donde vivía su hija, Susan, con su esposo, el esclavista Edward Lind. Ana Lydia Vega capta el deleite del cuento y los cuenteros puertorriqueños, por ejemplo, "Cuento en camino" que describe un viaje en carro público. Otros personajes históricos aparecen, aunque sea paso, como Juan Morel Campos así como eventos tales como la Masacre de Ponce. Una colección que volveré a leer con entusiasmo.
Los cuentos de esta antología tienen una calidad muy desigual: el primero es muy bueno, el último es bastante flojo, y los del medio transcurren entre divertidos y viejunos.
Hay que abordar este libro sabiendo que se trata de una serie de cuentos tipo orales, chismes de barrio, convertidos en cuentos, y que por lo tanto carecen de eso que hace de la literatura, literatura: no ofrecen ocasión para pensar o meditar acerca de nada en particular, sino que buscan divertir, hacer que uno pase un rato agradable (aunque no siempre lo consiguen), hacer reír, o dar alguna lección o moraleja. En el caso de estos cuentos, las moralejas son entre transgresoras (pues en una sociedad racista, machista, y clasista, los ricos son unos depravados, los blancos, seres perversos, y los hombres, débiles hijos de mamá) y predecibles (el adulterio es muy malo, aunque lo cometa un hombre).
Ana Lydia Vega siempre divierte, eso sí, incluso en este libro decepcionante.
Me gusto mucho. Yo e leído algunos de sus ensayos y sus cuentos son igual de buenos. Mi padre es del sur así que me gusto poder reconocer el ambiente. Cada cuento estaba muy bueno. Me encanto el último, los cuentos de los escritores son los cuentos de otros. Tienen ese poder de poner en papel los sentimientos y palabreos de otros.
Una de las mejores lecturas que he tenido en el año, y sin lugar a dudas, una de las mejores antologías de cuentos puertorriqueños que he leído. Ana Lydia Vega es una mujer brillante.
Wonderful book of short stories of life in the late twentieth century Puerto Rico. Similar to Spiks, but instead of describing life of Puerto Ricans in the 1950's New York, it describe current Puerto Rican characters in present day Puerto Rico. A fun, easy and great read!