Umiko es hija y nieta de amas, las buceadoras japonesas, un oficio tradicional que se hereda de madres a hijas. Como sus amigas, ella no quiere seguir la tradición, pasar largas horas en las aguas heladas del océano y correr los peligros del fondo marino. A pesar de ello, siente una atracción irresistible por el mundo submarino, que se ve acentuada cuando conoce al sobrino del farero, Sasuke, un adolescente venido de Tokio, con el que vive su primer amor. Ese amor y el océano se entrelazan a la historia de su antepasada Ishi, una de las mejores amas, que desapareció en el mar poco después de la Segunda Guerra Mundial. La vieja buceadora Kairi, su abuela Chinami y el resto de las amas le irán descubriendo los secretos del mundo sagrado y mágico de las mujeres buceadoras.
La historia sigue a Umiko, una joven descendiente de las 'amas', mujeres que practican el ancestral oficio de buceadoras a pulmón en Japón.
El texto es lento y muy poético, acompañado de una serie de ilustraciones que salpican toda la lectura.
En varias ocasiones la novela viaja al pasado, a la Segunda Guerra Mundial. Este contexto histórico es importante porque a través de esta conexión con la guerra la autora entrelaza temas de memoria, pérdida y legado.
No es un libro para leer en un rato, ni por extensión ni por el contenido. Hay que estar atento para disfrutar de los flashback, porque la transición entre las distintas épocas de la narración es muy sutil.
Umiko, de Mónica Rodríguez, es Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2024 del Ministerio de Cultura español. Me lo recomendó una librera y me gustó desde la primera línea, también por las estupendas ilustraciones. Descubre aspectos culturales de Japón y cuenta una original historia de primer amor y sororidad intergeneracional.
Una bella historia, ambientada en Japón, donde la protagonista, Umiko, vive su primer amor i, paralelamente, va descubriendo los secretos del mundo sagrado y mágico de las mujeres buceadoras. Unas magníficas ilustraciones que te sumergen en un mar tranquilo y peligroso a la vez.
Solo por la presentacion y las ilustraciones vale la pena leer esta pequeña historia que despierta el interés por un tema desconocido, las mujeres buceadoras. Algunos pasajes relacionados con la segunda guerra mundial son pequeñas curiosidades que han llamado la atención.