German historian and philosopher with a major interest is the comparative studies of Fascism and Communism
Originally trained in philosophy, he is Professor Emeritus of Modern History at the Free University of Berlin, where he taught from 1973 until his 1991 retirement. He was previously a Professor at the University of Marburg from 1965 to 1973.
He is best known for his seminal work Fascism In Its Epoch, which received widespread acclaim when it was published in 1963.
Nolte has been a prominent conservative academic since the early 1960s, and involved in many controversies related to the interpretation of the history of fascism and communism.
In recent years, Nolte has focused on Islamism and "Islamic fascism". He is the father of legal scholar Georg Nolte.
Conocer, y reconocer públicamente, lo que los alemanes habían hecho a los judíos cuatro décadas antes era un avance considerable, pero situarlo en la historia alemana y europea siguió planteando un dilema difícil y aún sin resolver, como habría de demostrar el «debate entre historiadores» de la década de 1980. Algunos investigadores conservadores, entre ellos Ernst Nolte, hasta entonces un respetado historiador, no se sentían cómodos con el hecho de que se insistiera en el carácter singular y sui generis de Hitler, su movimiento y sus crímenes. Insistían en que, para comprender el nazismo, tenemos que situarlo en su contexto temporal y geográfico. Según Nolte, el ascenso del nacionalsocialismo, y de algunas de sus prácticas más grotescas, era, sobre todo, una respuesta al bolchevismo: seguía el ejemplo y la amenaza de Lenin y sus herederos, y, en cierta medida, los imitaba. Nolte señaló en un artículo tristemente famoso, publicado en junio de 1986 en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, que eso no reduce los crímenes del nazismo, pero que sin el precedente bolchevique éstos no pueden explicarse del todo. Había llegado el momento de reconsiderar la época nazi, situando el holocausto dentro de una pauta global de genocidios contemporáneos.
A pesar de ser un feroz anticomunista y de cierto revisionismo que linda en ocasiones con la exculpación de muchos de los crímenes del nazismo, no deja de ser interesante. Narra las crisis diplomáticas que desembocaron en el estallido de la guerra con un gran pulso, haciendo al lector partícipe de aquellos episodios. Por cierto, aun con el desfavorable papel que asigna a la URSS y a su líder, justifica sus actuaciones por la inminencia de la guerra y desmitifica el Pacto Ribbentrop-Mólotov como lo que verdaderamente fue, un cálculo que permitió a Moscú entrar en la guerra en posiciones más ventajosas y no una alianza producto de la ceguera y el embelesamiento de Stalin hacia Hitler.