No entiendo mucho la estrategia de reunir a un montón de autores para un volumen de poco más de 300 páginas, supongo que se tratará de que Laín Entralgo no es historiador. Sin embargo no está descoordinado del todo, aunque hay cierta información de contexto que se repite y reitera a lo largo del libro. Las partes de Laín y de Seco Serrano se me han hecho las más tediosas, ya que la forma de escribir de ambos es muy poco clara y sistemática. Serrano simplemente quiera ensalzar a Cánovas y Laín se centra en Unamuno como si fuese un pensador elevadísimo, cuando no deja de ser el juntaletras más veleta y sobrevalorado de la historia de España... En fin, no es un mal libro para introducirse en lo que fue el Desastre del 98, pero hay muchos otros libros que pueden ser de mayor valor historiográfico.