Il regno di Surama nell'Assam è minacciato dalle oscure e imprevedibili trame di un bramino, dotato di poteri sovrannaturali, al servizio dell'usurpatore Sindhia. Yanez, consorte di Surama, sferra il suo attacco alla pagoda di Kalikò, quartier generale delle truppe avversarie; ma la battaglia volge al peggio. Il nostro eroe è allora costretto a battere in ritirata verso l'unico rifugio che gli resta: la reggia di Gauhati, che raggiungerà attraversando un paese in rivolta. Per nulla rassegnato a veder crollare il proprio pacifico impero, Yanez organizza la resistenza e contemporaneamente affida al fedele Kammamuri la rischiosissima impresa di attraversare tra mille insidie le linee nemiche per chiedere rinforzi a Sandokan. Ma i rivoltosi aizzati da Sindhia espugnano anche la reggia di Gauhati e il coraggioso portoghese sta per arrendersi quando all'ultimo istante si ode il crepitio familiare delle armi dei tigrotti della Malesia: forse è prossima la rivincita di Yanez.
Father of Italian Popular Culture, Grandfather of the Spaghetti Western, Father of Heroes are but three of the titles bestowed upon Italian adventure writer Emilio Salgari. He wrote more than two hundred short stories and novels, many of which are considered classics. Setting his tales in exotic locations, with heroes from a wide variety of cultures, Mr. Salgari brought the wonders of the world to the doorstep of generations of readers.
Il ciclo Indio-Malese: Divampanti fulgori nelle foreste della notte Seguito de Il bramino dell'Assam, questo libro vede il ritorno di Sandokan in aiuto dell’amico portoghese. Le storie di questo ciclo di sono caratterizzate da un tono solare nonostante siano ben presenti i temi della vendetta e della ribellione nei confronti di un ingiusto invasore. I protagonisti Sandokan, Yanez, Tremal-Naik e Kammammuri hanno attraversato i decenni diventando icone di questo tipo di avventura, magari ingenua, ma decisamente molto, molto coinvolgente.
Hasta ahora, ha sido el libro de la saga que más me ha gustado, sobre todo por los capítulos donde la acción transcurre en un tren. Me ha recordado mucho a Agatha Christie. Lo que no me ha gustado, y pasa en cada libro, es la muerte gratuita de animales, muchas veces sólo por diversión. Entiendo que en la época que se escribió fuera lo que se estilaba, pero no me gusta.
Los últimos tres libros de la saga de Sandokan pueden considerarse en realidad uno solo titulado "La caída de un imperio", en él volvemos de nuevo a la India, concretamente a Assam para ver los problemas que tiene Yáñez y su bella esposa a cuenta de los enemigos que desean verlos fuera del poder. Por eso aparece Sandokan, una vez más, al rescate de su mejor amigo. La décima es una novela interesante porque tiene muchos elementos de intriga y espionaje que no suelen darse en la serie, todo eso le confiere un aire especial y diferente.
Además se respira un aire sobrecargado, malsano, ya casi enfermizo en la novela que nos recuerda que los problemas personales de Salgari estaban ya en la recta final y que conducirían a su suicidio. Esta violencia se palpa en escenas donde hay torturas y en otras donde el ensañamiento con diferentes animales está muy presente, sobre todo los tigres en la parte del tren, pero también hay otras con elefantes. Todo eso como señalaba otro amigo en su reseña no es agradable, y aunque hay que entender la mentalidad de la época, hay que recordar que otros muchos escritores ya tenían una cierta visión animalista más desarrollada en esa época como Jack London, incluso hasta el propio Verne es más cuidadoso en general con los seres vivos. Salgari en ese sentido es más antropocéntrico y como ya hemos dicho al final el paisaje o el medio biótico no deja de ser un mero decorado al que pueden disparar sus protagonistas sin problema.
Sin ser una mala novela, creo que Salgari está ya con la cabeza en otro sitio, y no termina de conectar con los personajes como ocurría anteriormente. Luego creo que faltan villanos de categoría, que es vital en las buenas obras del veronés.
Il mio libro favorite. Kammamuri e' un vero scugnizzo napoletano (un po' cresciuto!!!). Finalmente un giusto equilibrio fra avventura, astuzia e riflessioni. I personaggi sono maturi al punto giusto.