Cada biografía es un invento. En la extensa obra poética de Cecilia Pavón, reunida en este volumen, la invención precede a lo llanamente autobiográfico. La poesía empieza desde cero. Imágenes preciosas que remiten al barrio de Once, a la noche de Berlín o al pequeño jardín hogareño, en las que lo cotidiano es la condición necesaria de lo lírico y se mezcla en pie de igualdad con referencias a la alta cultura, construyendo poemas perfectos en su concepción y ejecución. Para cualquier experiencia artística deberíamos empezar desde cero, parece decirnos Pavón. Escritoras, lectoras, editoras, que cada poema sea la aventura que la literatura nos promete desde sus comienzos.
Cecilia Pavón (Mendoza Argentina en 1973) es una escritora y artista argentina. Vive en Buenos Aires desde los 90, donde se licenció en Letras por la Universidad de Buenos Aires. En 1999 fundó junto a Fernanda Laguna la galería de arte y editorial Belleza y Felicidad. Publicó los libros de prosa Nomadismo por mi país, Los sueños no tienen copyright, Once Sur, Pequeño recuento sobre mis faltas y Todos los cuadros que tiré; y los libros de poemas Diario de una persona inventada, 27 poemas con nombre de persona, Un hotel con mi nombre, Querido libro y La libertad de los bares, entre otros.
No conocía su obra. Buscaba leer algo que me movilice , conecte con mis emociones y me hiciera pensar. Ojeé algunas páginas en la librería y me atrapo. Logro a la perfección lo que necesitaba y descubrí una autora exquisita.
——————- Me dejo anotados dos fragmentos de poemas que me gustaron.
… Te miro y te miro, y solo siento deseos de seguirte Y a mi vida la veo en peligro: un gran zanjón la parte en dos, es un zanjón profundo y sin agua, que de tan seco ya es un abismo. Sólo podría cruzarlo dando grandes saltos, saltos de pies de resorte. O si una gran tormenta viniera, una inundación, y el zanjón se llenará de agua. Yo lo cruzaría nadando, el corazón, lleno de dicha, hacia la otra orilla donde estarías y donde yo te daría el primer beso. (p. 344)
——- ————— … pero mi vida me encanta y mis ojos están llenos del sol del salvaje tercer mundo… (p. 157)
Le pongo tres estrellas pero en verdad es como si le estuviera poniendo cinco porque en general no me gustan los poemas tan simples y en especial odio los poemas que dicen cosas como Instagram o Facebook o Youtube (poemas de blogs e internet, pues), pero sorprendentemente estos sí me gustaron. Tal vez porque me gusta todo lo que me parezca honesto y me haga reír. Agradezco.
"Él habla sobre autores y euros se ve tan tonto con su bufanda de escritor sé que no se atreve a mencionarlo, pero sueña con que lo traduzcan al francés."
Nunca imaginé que hasta mis pensamientos más triviales pudieran volverse poesía. Eso es lo que logra Cecilia Pavón en Diario de una persona inventada: convertir lo más cotidiano en una materia sensible y luminosa. Los poemas tienen forma de corazón y colores pasteles; son íntimos, sencillos, reales. En su aparente simpleza hay algo que me desarma, porque resuena con la experiencia de ser mujer y de crecer. Pero les agradezco, sobre todo, la honestidad. Por correrse de la solemnidad que tantas veces pesa sobre la poesía de un lenguaje elevado y ofrecernos, sin miedo, la no poesía: la de las chicas de hoy, completamente desprejuiciada y libre de ataduras. Una poesía que no teme hablar de lo material sin tapujos y que pone sobre la mesa una verdad que para mí es generacional: necesito plata para ser y hacer todo lo que quiero, punto. El departamento, los viajes, los libros, una bikini preciosa para nadar, el vestido de los sueños, un par de zapatos de marca: todo eso que nos gusta y nos reconforta, la belleza que puede, sí, rebajarse a una cosa. Hay una reivindicación de lo material que me encanta; las cosas que buscamos en una vidriera son portadoras de un deseo profundo, pequeñas extensiones de nosotras mismas. Amamos demasiado a los objetos. Y, sin embargo, nunca relegamos al amor, a la sensibilidad, a los sentimientos. Lo afectivo se ata a lo material y conviven en un mismo plano, se entrelazan, se constituyen, nos delinean perfecto. En esa sinergia hay un modo de escribir que abraza lo que soy cuando nadie me ve. Es una escritura de lo que pienso y callo. Y por eso, al leer, siento que también podría escribir.
tiene cosas muy lindas, otras no tanto (por lo soez, claro, y lo superficial también.) pero me gustó la cercanía. estaba en la librería ojeando libros de poesía y con éste conecté muy rápido. es raro que la antología se haga al revés, me refiero a que los más viejos aparecen al final, no sé, para mí no es lo natural o quizás nunca me fijé, igual es original, me gusta. en fin, me gustaron más los poemas nuevos. me parece que hay cosas muy lindas en este poemario. me gustó leerlo. uso y recomiendo.
Cecilia Pavón nació para ser poeta y estoy completamente segura de lo que estoy diciendo. Qué facilidad de escribir bonito. Esta antología fue uno de esos viajes que me hicieron pensar que la poesía realmente algo transforma, algo hace vibrar. Tan transparente, Cecilia Pavón, tan honesta y luminosa tenías que ser. Leerte se siente como sacar la cabeza por una ventana y sentir un viento frío y escuchar una música hermosa. Nada es suficiente para agradecerte.
Ojalá se le pudieran dar más de cinco estrellas a un libro. Definitivamente este es de mis libros favoritos de toda la vida y Cecilia Pavón mi poeta preferida.
“nada me haría más feliz que alguien inventara a través de la literatura cómo podría ser el amor para mi. siempre que lo inventé yo, en la realidad, se deshizo”
Me encanta como Cecilia encuentra la belleza en lo cotidiano. Son poemas que hablas desde el yo y que transmiten mucha ternura y que también reflexionan en torno a la escritura. Leerla es una invitación a ver el mundo de una manera muy ingeniosa.
De Cecilia Pavón sólo conocía dos libros fabulosos de cuentos que me encontré por casualidad en Bookmate. Me gustaron bastante, así que cuando ví que salió este libro de poesía lo compré sin pensar. Los poemas escritos entre el 2023 y el 2010 me parecieron hermosos, frescos y logran un pacto de sinceridad; me provocaron ganas de escribir. Los anteriores al 2010 no me gustaron mucho, sobre todo por la temática amorosa, pero fueron parte del recorrido de la autora para poder llegar a lo que hizo después.
Cecilia Pavón reúne poemas preciosos desde su diseño hasta su ejecución. Cada uno de ellos cuenta con un área que te saca del asiento y te turbas Cuando dice «Lleva mucho más tiempo leer que escribir, lleva mucho más tiempo curarse de un trauma que traumarse» nos muestra cómo ese lento proceso que es la poesía realmente se coloca como un bálsamo curador de la realidad tan hostil, cuyos resultados finales son demostrarnos que incluso en la cotidiana y a veces mal juzgada superficialidad de la vida, hay poesía.
Me gusto muchísimo, es excelente. Considero que es de esos libros que uno seguramente vuelve a agarrar constantemente, como biblia (si fuera religiosa?) Realmente me gusto mucho, de mi top 3 anual si o si
Me gustaron mucho algunos poemas que encontré en esta compilación. Amo la sencillez y naturalidad con la que suscita ideas. Cecilia Pavón en sus poemas me llevó por un camino, luego me soltó y no supe cómo regresar del sueño. Amo. Me lo quiero comprar porque me lo prestó mi maestra. ✨
Leer a Cecilia es un poco como estar tomando café con una amiga. Una cosa sencilla, liviana... una cosa importante. Leer a Cecilia me hace pensar que la poesía es fácil y ligera. Leer a Cecilia me dan ganas de pasar a saludarla y de ponerme a escribir.
Deseo escribir, y que mi escritura provoque lo que los poemas de Cecilia Pavón generan en mi: amor por la vida, por la poesía, optimismo vital. Qué placer leer este libro.