Nogroz. Cinco regiones, cinco gemas, cinco sociedades. El último reducto de la humanidad y de los dragones se halla dividido y a su vez cercado por las Tierras Oscuras, hogar de demonios cuyo fin es el de exterminar a ambas especies. Relatos de Nogroz es un compendio de seis historias que nos introducen en un mundo de fantasía lleno de magos y dragones, los únicos sabedores de la verdad y protectores de la humanidad. Un mundo regido por cinco reyes inmortales que gobiernan sus respectivos territorios de forma distinta, donde las diferencias entre las culturas y las continuas contiendas han provocado una fuerte xenofobia.
Sentir el tacto de un libro de cuyo parto has podido asistir a la fase final es de lo más especial. Ansiaba mucho sentirme amparado por mi familiar y querida madrugada para, así, adentrarme en Nogroz como es debido. Quizá haya echado de menos un clima considerablemente más frío, posiblemente una hoguera no hubiera estado de más... Pero lo cierto es que raramente podría haber disfrutado más de la lectura.
Elura es el relato que da arranque al libro ‘Relatos de Nogroz’. Cuando uno da comienzo a un proyecto, en el mismo instante que una aventura saborea las mieles de los primeros tecleados, en verdad siempre hay un considerable trabajo previo ya fraguado. Ya sea a través de noches en vela con el subconsciente y la mente en ebullición, mediante brainstormings que exprimen tanto a aliados para la causa como a uno mismo o gastando litros de tinta en planificaciones exhaustivas, la figura del inquieto escritor suele aterrizar en las primeras páginas de su novela con actitud radiante y aspecto algo demacrado.
Por todo ello me arranca una sonrisa el haber estado al lado de Arlen, primer personaje con el que Edgar Montserrat habilita vínculo y plasma cercanía. Un tipo temerario a todas luces, que encuentra en su resolución e improvisación dos grandes bazas para acompañar su flamígero espíritu. Una pasión que enseguida efectúa un acertadísimo contraste con el escenario gélido inicial. El Bosque de los Susurros, fronterizo entre Kendra y Numorgo, va a poner de buen comienzo muchas cosas sobre la mesa. Y todas son tan buenas como de bella factura. Leer las primeras páginas de esta obra deja clarísimo lo bien trabajado que va a estar el mundo en el que se va a desarrollar la trama. También, que la narrativa va a mecer la lectura mediante una factura excelsa. Finalmente, y no menos importante, que estamos ante una creación con claras señas de identidad por parte de Edgar. Porque me ha gustado mucho su propuesta en cuanto a equilibrar acción y descripciones, pensamientos y diálogos, cliffhangers e historia.
Elura me ha parecido un relato homogéneo, adictivo, crudo, bello, profundo y sorpresivo a partes iguales. Sí que puede que tenga tres grandes bloques constituyéndolo, como serían la batalla en la que se trata de hurtar la gema, el interrogatorio de posterior condena y casi ejecución y, claro está, el inesperado (al menos para mí) y espectacular tramo final. Es posible que todo haya sido un ejercicio en el que el autor quiso en todo momento dar un golpe sobre la mesa, y en la cabeza del lector, a la hora de girar argumentalmente su historia. No obstante, como vengo diciendo de buen comienzo, si este relato me ha brindado una maravillosa madrugada de lectura a fuego lento, es porque rezuma buen hacer en la totalidad de los aspectos que uno podría detenerse a sopesar. Así pues, puedo afirmar que he estado en ese bosque de Kendra, ante la misteriosa e imponente presencia de Bahirba, he viajado a Jonamar, volado hacia Fellnar y sentido los diferentes grados de conexión que Arlen ha experimentado a lo largo de las sesenta páginas que mide Elura. Me ha encantado cómo se presentan las relaciones entre personajes. La forma en que se tratan, las vías de exploración usadas para ello y la evolución a la que en todo momento van sujetas.
No sé si es perfecto ni quiero ponerle nota, pero lo que sí siento es lo disfrutable y adictiva que ha sido su lectura, la invitación sutil que deja en la psique del lector para seguir leyendo y, de ese modo, tratar de seguir escudriñando los múltiples misterios que la novela propone. Por todo esto, doy mi total enhorabuena a Edgar.
SHARHU
Escribir relatos despliega un mapa de posibilidades infinito. En función de nuestra capacidad creativa, las puertas de multitud de géneros literarios se abrirán de par en par. Un abanico desde el cual poder uno picotear, explorar y profundizar a gusto del consumidor. Edgar Montserrat, en este símil entre la figura del escritor y un adicto a las letras, diría que tiende a decantarse por núcleos argumentales de muchísimo peso. Aunque sin por ello perder la capacidad de envolver y decorar el regalo con estilo, mimo y gracia. Afirmo esto en presente porque, leída la segunda historia de su novela ‘Relatos de Nogroz’, creo disponer de parte del alma que enarbola su obra. Y la trato de regalo porque creo que cualquier lector que se arrime a estas páginas va a sentir que está ante eso mismo.
La trama de ‘Sharhu’, que así se titula el relato que nos ocupa en este análisis, diría que gira en torno a la magia sin necesidad de andarse con tapujos introductorios. Ya en el relato anterior, ‘Elura’, pudimos asistir a un despliegue mágico de lo más interesante y directo por parte del personaje Bahirba, pero aquí el autor riza el rizo presentando no a una maga, sino directamente a una pareja de ellas. Elena y Kaira van a formar sociedad desde un pasado común en forma de maestra y aprendiz.
Presentar a una dupla de personajes unidos por evidentes elementos raíz abre ese abanico al que he hecho referencia al comienzo. Un mapa de posibilidades del que Edgar ha agarrado muchos elementos, de entre los que quiero destacar el contraste psicológico y los diálogos que de él se van a desprender. Así pues, mientras que Elena es una maga de más de ciento cincuenta años a sus espaldas que no sabe muy bien, ni pretende, disimular una personalidad tan resuelta como déspota, tan altiva como decidida y tan segura como impaciente; Kaira va a sacar a relucir una psique que busca mayor empatía, delicadeza y humildad. Ojo, no son las dos caras de la moneda. Pero sí que se asoman desde el canto a enfoques diferentes en cuanto a lo que el poder del Daité representa.
Van dos relatos de este libro y, como lector, ya me embriaga la sensación de que estoy ante algo inmenso y, sobre todo, profundo. En ‘Sharhu’ vamos a ver desfilar conceptos tan variados como interesantes. Al propio Daité, que es como se denomina al conjunto de poderes que los magos controlan hasta lograr su total manipulación, se van a sumar psiquiátricos repletos de aquellos que no pudieron resistir la adicción a la droga que supone el estado de bienestar que lleva asociado dicho poder. A la aparición, repleta de suspense, de una colosal criatura venida de las Tierras Oscuras, podremos sumarle audiencias con los líderes de Azed y divertidísimos fragmentos en los que la personalidad de Elena va a resultar ingeniosamente arrolladora.
Todo ello nos conducirá a un nuevo final para quitarse el sombrero. Más explícito, crudo y lleno de acción que el del relato que precede a esta trama, sí, pero no por ello pierde ni espectacularidad, ni dramatismo ni buen hacer. Es tan abrupto el giro en ritmo y recursos narrativos, que quiero ahorrarme toda descriptiva extra para mantener el aura de la que Edgar Montserrat ha dotado a su segundo regalo en forma de relato.
Lo ha vuelto a hacer. Un envoltorio de arena del desierto, con los lazos de dos nuevos personajes inolvidables. Lo que esconde os puedo garantizar que vale su peso en oro. Mi enhorabuena al autor.
EL FILO DE LA VERDAD
Para alguien como yo, tan interesado desde hace décadas en tramas enarboladas en el marco de la segunda guerra mundial, resultó todo un caramelo dar con multitud de joyas literarias entre las que se encontraban muchas que se adentraban con cruda descriptiva en el seno de los conflictos bélicos. Quizá por ello, empezar la lectura del tercer relato del libro de Edgar ‘Relatos de Nogroz’, titulado ‘El filo de la verdad’, me aceleró el pulso y dispuso gran concentración extra en mi mente. Pues, si había sido un verdadero placer leer los dos primeros relatos de la novela, esta tercera historia presentaba lo que, a todas luces, suponía un plus.
Ya Edgar había planteado un par de grandes batallas a estas alturas de su obra. Pero una cosa es ver la acción desde el cobijo de cierta distancia de seguridad, o enfrentar a unos pocos individuos de élite en cuanto a sus poderes y habilidades, y otra muy diferente lanzar al cruel y absurdo caos de la guerra a masas de soldados desesperados por dar con la victoria y su consecuente supervivencia. Además, por si fuera poco, el autor aborda la contienda desde múltiples puntos de vista, como si se tratase de un psicópata que monta un puzle a partir de piezas con alma.
Me ha encantado saborear los diferentes tiempos y emociones con los que Edgar Montserrat ha hecho malabares en este relato bélico. Desde la tensión inicial que puede cortarse con el mismo filo que da título al relato, pasando por la diferente entereza y resolución de las psiques inmersas en el conflicto, que lejos de mantenerse estáticas, van a ir mutando en función del devenir de las diferentes fases de combate. He disfrutado muchísimo con la especie de vuelo raso y submarinismo en los que el autor ha encontrado un gran baluarte en la misión de dibujar con hiperrealismo su cuadro de violencia, sangre y sinsentido. Porque si algo sí que tiene todo el peso de la importancia, y queda más que claro en ‘El filo de la verdad’, es que cuando la vida de uno se ve segada por los caprichos de lo aleatorio del destino, su valor es incuestionable. Edgar se sumerge en la agonía de la muerte con gran habilidad, causando que el lector, por momentos, quiera salirse a un balcón para sentir el mero placer de respirar. Aunque, como he dicho, también emprende el vuelo, mostrándonos el sentido máximo, el significado supremo, por el que dantescos conflictos como el que vivimos leyéndole adquieren verdaderas metas.
¿Son nobles esos objetivos? Sí y no.
Como a Edgar tanto le gusta desplegar, una espléndida escala de grises va anidando en el interior del lector a medida que avanza con ‘El filo de la verdad’. Dependerá de cada uno, así como ha sucedido en el curso de nuestra propia historia, asignar calificativos como loable, comprensible o lógico a la búsqueda de un fin mayor que tiñe los numerosos litros de sangre que Edgar vuelca sobre el terreno. O bien declinarse ante lo despreciable de dejarse llevar por el miedo y la cobardía con tal de justificar una injusta guarida. En mi caso el relato me deja una mezcla de todo ello. Un gris muy vivo, sin duda. Seguro que, al menos, los buitres que el autor da como verdaderos ganadores no se le acercarán.
DESVELO
Hay momentos en la vida que acarrean una inevitable lluvia de consecuencias a título posterior. Sucesos concretos que, en ámbito literario, parecen hundir la pluma hasta el fondo del tintero. Y, tanto escritor como lectores sabrán que, tarde o temprano, ese recipiente de tinta va a tener que gastarse en plasmar cuanto quedó pendiente. Un ajuste de cuentas con la trama de la historia.
En ‘Relatos de Nogroz’ la estructura se presenta aparentemente particionada. Califico de esa forma porque debajo de la apariencia, a alturas de su cuarto relato uno ya puede palpar la presencia no solo de un mundo unificador, sino de mucho elemento común que actúa como nexo. Y de todas esas muestras, la que más adicción e interés me ha despertado, con diferencia, es una puerta que el autor abrió bien pronto, a mediados de su segundo relato.
Si ya de por sí la psiquiatría se lleva de directas el foco de mi atención, el hecho de que sea en Nogroz, un mundo de magia y conspiraciones, de dragones y conflictos bélicos, de misterios antiguos y oscuras amenazas, donde se la va a ubicar... Es poco menos que un gran reto el que afronta Edgar Montserrat con ello. Como he comentado, abrió de par en par esa puerta a inicios de novela, y era tan inevitable como recomendable cruzarla con toda la caballería. Y vaya si lo ha hecho.
¿Qué decidirías si pudieses vivir un día, semana o mes, de la marmota durante toda tu vida? ¿Y si encima fuese una feliz representación de lo que más identifica tu corazón como paz? ¿Te plantearías algo? ¿Asumirías sin más la perenne calma a tu alrededor y dentro de ti?
Esas son las preguntas que el inicio de ‘Desvelo’, la cuarta de las historias de esta novela, plantea de buen comienzo, a modo de primeras piezas de un puzle mucho mayor. Edgar se va a arremangar y darlo todo en una suerte de narración onírica. Un periplo que nos va a hacer viajar desde ese supuesto paraíso al que hemos hecho referencia hasta los infiernos que una psique pueda tener enraizados en su núcleo más subconsciente.
Todo con un único fin, que no es otro que el de plasmar la siempre difícil visión de la locura. Una visión que en Nogroz tenía que encajar suavemente en cuanto el autor llevaba construido, y permitir una grácil conexión con lo que quedaba por hilvanar. O al menos, así lo interpreté yo cuando los primeros compases me mecieron en la más bonita de las estampas de Numorgo, reino de buen hacer por parte de sus campesinos y agricultores. Y así lo seguí entendiendo cuando llegó la bruma oscura y dio comienzo la gran pesadilla.
En este relato, más que nunca, Edgar nos invita a sentir y dejarnos llevar. Ya habrá tiempo para teorizar cuando logremos salir del horror que tan bien dibuja la pluma del autor. La misma que comentaba que nos tenía reservado todo un recipiente de tinta, que el autor emplea en las miserias más sombrías de la psique en este relato magistralmente conducido, planeado con una gran coherencia y finalizado con gran éxito.
Es un nuevo acierto en conjunto que llevo leído del libro. Un ejercicio de gran carga transgresora con lo visto hasta ahora. Por eso me he quedado tan satisfecho, porque creo que así debe ser toda representación psiquiátrica. Puntual, explosiva e independiente. Como una implosión súbita en el orden de todo. Lúgubre, dantesca y desesperante. Como un ancla extraviada hundiéndose sin más. Y, por si fueran pocos ingredientes, Edgar le añade algo de luz, un hilo del que estirar, para completar un nuevo ejercicio literario fabuloso. Enhorabuena por todo ello.
LA SOMBRA DE LOS EKUATAN, ALTERACIÓN Y CONCLUSIONES DE ‘RELATOS DE NOGROZ’
‘La sombra de los Ekuatan’ nos introduce en su trama mediante la estampa de un barco casi fantasma, a la deriva en plena noche y a la luz de la luna. Unas premisas preciosistas, que rápidamente incrementan el hype con el que, como lectores, nos iremos adentrando en su propuesta. En esta ocasión, la acción que de un modo u otro el autor ha ido empleando y dosificando a lo largo de la novela, va a dar paso a una lucha de mentes. Ya vimos una al inicio del libro, muy parecida a priori, pero rápidamente aquí la partida mental de ajedrez va a adoptar tonos muy diferentes. Se trata de un juego de disfraces muy bien llevado, donde tanto el recipiente como el contenido gozan de carismas contrapuestos, ante la siempre magnífica recreación de una nueva maga. Todo ello en un nuevo reino. Y nuevamente, mi sombrero quitándose ante su construcción, detallado y planificación de bellísima factura.
‘Alteración’, por su parte, es el relato que cierra la novela de Edgar Montserrat, y el principal culpable de que esta reseña vaya a peinar más ampliamente, y no en concreto, cada uno de sus últimos relatos. Y no se debe precisamente a que sea el peor, ni el más regular, porque sencillamente me ha encantado. Un soberano guindazo, literalmente, han sido las palabras que he escogido para referirme a este cierre de libro en la lectura conjunta que hemos organizado. Introducido con técnica narrativa sobradamente mecida por un creciente suspense, lo homogéneo de su estructura se ve enriquecido por fabulosos golpes de ingenio, además de un final sorprendente a todos los niveles. Una revelación tanto para el relato, como para el libro en sí mismo y todo el mundo construido.
Esta primera incursión como autor de Edgar no podía haberle salido mejor. Todos sabemos que en un inicio se suele pecar por algún lado, montando un escaparate en el que sacar a relucir carencias y hasta algún que otro talón de Aquiles. Pues bien, Edgar Montserrat se ha montado con ‘Relatos de Nogroz’ un centro comercial completo. Y si todo ha cumplido, las joyas han brillado, el Daité ha fluido y todas las piezas han encajado en un buen hacer general estupendo, todo ello ya nos da pistas claras de la proyección abrumadora que tiene el autor por delante.
Muchos son los que en la actividad le han pedido airadamente más creación a Edgar. Me uno a ellos. El clamor unánime ante el cariño por una obra y la persona que mora detrás de ella no son meras pistas. Son pruebas. Verdades como puños que apuntan a que estamos ante algo que vale la pena regar y cuidar, porque a buen seguro nos va a regalar lo mejor de su psique y corazón para que en el camino no solo le leamos, sino que podamos viajar tan lejos como él decida llevarnos.
Ha sido un placer haber recorrido parte de la senda que debe conducir al artífice de ‘Relatos de Nogroz’ a la base de las cimas donde a buen seguro dará con una emocionante escalada. Ha sido muy enriquecedor llevar la batuta de la actividad de lectura desde ‘Un universo en palabras’, aunque ya se le veía el plumero al asunto de buen comienzo, y no era otro que el del respeto, la admiración y la crítica constructiva. No podía ser de otra manera con un libro que, disparando en tantas direcciones, construyendo sin descanso, sorprendiendo y emocionando, ha mantenido una constante en sus más de doscientas páginas.
Como si el flujo del Daité lograse entrar en el lector, alejándole de las sombras del pasado, extasiando su presente y endulzando su futuro.
Para ser el primer libro del autor, me ha dejado de lo más sorprendido. Si tiene tanto talento para los relatos, no me imagino como le iría en una novela mucho más extensa. Estaré deseando que eso suceda, ya que encontrarme con la pluma de este autor, me ha ofrecido una experiencia magnífica.
El libro consta de seis relatos que tratan sobre cinco reinos diferentes. Encontraremos grandes dragones de todos los tipos, que tendrán una fuerte importancia sobre todo lo demás. Y por no hablar de las cinco gemas diferentes, que son las encargadas de establecer el equilibrio sobre los reinos. Son relatos autoconclusivos y se pueden leer de manera independiente, por lo que no hace falta leerlos en el orden que aparecen.
A pesar de ser de lo más cortitos, guardan mucho en su interior. Unos giros brutales que ni las mejores novelas de fantasía, muy diversos entre sí y con un contenido de calidad. Estoy más que seguro de que si estos relatos se llevasen a un terreno más amplio, sería una novela que merecía aún más la pena. Es un corte clásico, al que muchos ya estamos más que acostumbrados, pero siempre ha encontrado algo nuevo que contarnos.
Contiene todos los ingredientes necesarios para que un buen fan de la fantasía lo disfrute. Es ameno, entretenido y ofrece grandes dosis de entretenimiento. Cuando un autor cuida así todos los detalles y se nota todo el trabajo que hay detrás, ahí es. Por no hablar del maravilloso lenguaje que usa en todo momento, me ha parecido hermoso.
La imaginación es desbordante y sin duda, estaré vigilando los pasos del autor, porque me ha gustado mucho lo que he encontrado aquí. Además, de que es una fantasía que no es burda, ni romántica (últimamente solo me encuentro eso) y sin escenas innecesarias ni gratuitas. Para crear una buen fantasía, solo tienes que creer en lo que haces y amar tu creación.
Primer libro de Edgar Montserrat compuesto de seis relatos que recorren los cinco reinos que conforman Nogroz, un mundo con unos misteriosos reyes milenarios que reinan cinco reinos con sociedades totalmente distintas y que cada uno posee una misteriosa gema que les da protección. Todo y ser relatos independientes autoconclusivos, cada uno de ellos nos irá dando detalles de como funciona cada reino, pero también de estas tierras de Nogroz y su necesidad de protegerse de las tierras oscuras que les rodean. Empezando por el primero que nos permitirá situarnos y darnos un conocimiento básico y necesario de porque suceden algunos hechos particulares en todos los reinos, y que facilitará entrar en este mundo y comprender perfectamente y adentrarnos en los siguientes relatos. Los siguientes relatos nos permitirán conocer mucho mejor los reinos humanos, sus particularidades, la forma de actuar de sus sociedades, así como otros relatos nos permitirán adentrarnos en la magia de éste mundo, conocer a sus magos, sus formas de actuar y los peligros que hay en utilizar el Daité, la magia que envuelve todo el mundo de Nogroz. Veremos los peligros de utilizar esta magia y las consecuencias que pueden tener por un uso prolongado y sin control. Y también tendremos una buena dosis de batallas, a veces incomprensibles por aquellos que toman parte, donde podremos seguir a generales, oficiales y gente corriente luchando contra reinos vecinos en batallas que se repiten una y otra vez. Cada relato tiene su voz propia, desde seguir a un único personaje a estar inmerso dentro de una batalla con múltiples focos de la tercera persona que consigue que te sientas un partícipe más en la historia. El autor intenta dotar a cada uno con un estilo propio que va de la fantasía más clásica con guerreros, magos y dragones a estilos más actuales donde la magia con todas sus características y peligros tiene su papel principal. Muy notable que muchas de las historias aun siendo relatos cortos tienen unos buenos giros argumentales, no esperados que dan fuerza a la narración y ganas al lector de saber como acabará esa historia. Con historias diferentes tanto en personajes como estilo, el autor consigue ir tejiendo un hilo que agrupe todas las historias y dar una imagen de este mundo, que con personajes bien distintos consigue dar a la obra una sensación de globalidad, destancado mucho el último de los relatos, que da un cierre magnífico a todas las historias y la sensación de que éstas aunque sea mínimamente tienen un hilo rojo que las convierte en una historia completa. Queda claro después de la lectura que esto bien podría ser la presentación de un mundo que puede dar mucho de si, desde nuevos relatos a historias más complejas que involucren a todo los reinos a la vez y mucho más. Una buena carta de presentación de Edgar Montserrat plasmando su conocimiento en la narrativa fantástica con un mundo bien diseñado, con una magia de corte clásico pero con muchas sorpresas para aquellos que la usan y sobretodo muchas puertas y misterios abiertos que muchos que lo lean les gustará saber como continúan. Una lectura ágil, amena y de esas ideales para un fin de semana para los amantes de historias de fantasía con todos los ingredientes necesarios.
Relatos de Nogroz está compuesta por seis relatos de fantasía épica pura y dura, que tienen como telón de fondo una lucha por la supervivencia entre los seres humanos y los dragones que les protegen, y las huestes de un Señor Oscuros del que apenas se conocen retazos en este libro.
Cada una de las historias está narrada por diferentes personajes y ofrecen diferentes perspectivas sobre cómo es este mundo, sus países y conflictos, pero también las vidas de las personas que lo habitan.
Aunque la historia se mueve a gran escala en esta lucha familiar entre la Luz y la Oscuridad, la obra no tarda en introducir numerosos matices a esta concepción del mundo. Uno de los relatos, por ejemplo, tiene entre sus protagonistas a un gólem creado por este Señor Oscuro, que entra en las tierras de Nogroz en busca de asilo. ¿El motivo? Que es pacifista, y esta no parece una vía posible en las tierras de donde procede.
Y en otro, estaremos en la piel de un ser sobrenatural bastante particular, que forma parte de una facción independiente a estos dos grandes bandos y no siente especial simpatía por ninguno de ellos.
El estilo de Edgar en cada uno de los relatos es rico y tiene bastantes detalles, pero encuentre un buen equilibrio entre la descripción y la narración, que tiene un ritmo muy bueno. Se trata de una obra escrita de forma meticulosa, un esfuerzo que se extiende a la creación del mundo, que te da la impresión de ser grande y estar bien planificado pese a que solo veamos seis instantáneas diferentes de lo mucho que tiene que contar.
Finalmente, me gustaría destacar la magia del libro. Me ha llamado mucho la atención que esta provoque un éxtasis tan placentero que el acceso a la magia corre el riesgo de provocar adicción, y cómo esta limitación se expone muy bien a través de los diferentes personajes hechiceros que aparecen en los relatos.
Lo único que puedo decir, es que Relatos de Nogroz me ha gustado mucho. Que estoy deseando leer otras historias ambientadas en este mundo y, si Edgar decide pasarse a un formato más largo, leer las novelas que escriba en este mundo.
Antes de empezar me gustaría agradecer al autor por la confianza puesta en mí y por el envío del ejemplar. Recordad que siempre hago las reseñas desde mi punto de vista, la más profunda sinceridad y con respeto.
Hoy os traigo Relatos de Nogroz, de Edgar Montserrat. Un conjunto de relatos, seis, que nos van a adentrar en el mundo de Nogroz, dividido en cinco regiones diferentes. Cada uno de los capítulos, o relatos, es autoconclusivo, aunque se van retroalimentando entre ellos y se puede llegar a apreciar ciertas conexiones que van perfilando el mundo que ha creado el autor.
Voy a empezar por lo malo, cosa que nunca hago. ¿Cómo es posible que el autor me dejé así? Yo necesito más, mucho más. Realmente necesito una novela, de esas extensas... Porque menudo mundo ha creado. Es increíble. Cada relato muy diferente al anterior, pero mantenían la misma esencia, el mismo toque. En serio, Edgar, necesito esa novela que siga con la obra que has creado.
Debo recalcar que es el primer libro del autor, cosa que me ha sorprendido muy gratamente. Las historias, todas ellas, tienen giros de trama, giros que no se ven venir. Los diferentes personajes que van saliendo son muy memorables, aunque haya algunos con el que nos encariñamos más que otros.
También algo que me ha gustado es que la magia de la que habla en todo el libro me recuerda mucho al Saidin, el poder de los hombres en la magna saga de fantasía La Rueda del Tiempo.
Bueno, no quiero decir más, que al final hablaré más de la cuenta. En serio, es una historia que no se aleja para nada de los grandes de la fantasía. Ha sido todo un descubrimiento.
Me ha encantado. Se nota que están escritos con mucho mimo y cuidando cada detalle. Los personajes que aparecen están bien construidos, las escenas de acción son verosímiles y trepidantes. El worldbuilding, aunque a pinceladas, se ve sólido. Los temas que trata, aparte de las propia trama de fantasía, son tales como la radicalización de las ideas, la contraposición de pensamientos, las miserias de una guerra… Simplemente genial. Estoy deseando poder leer algo más del autor.
Hoy quiero compartir con toda la gente que me sigue la reseña de este libro. Un libro muy especial, porque fue mi primer contacto directo con un escritor desde que inicié este proyecto de Bookstagram, hace apenas 1 mes.
Me saltó la publicación de @edgar.mt.90, aparecía la descripción de lo que era y es su primer libro publicado. Me intrigó mucho, puesto que no todo el mundo es capaz de escribir un libro y además hacerlo bien. Por lo que le envíe un mensaje privado, después de conversar, finalmente terminé recibiendo un ejemplar, además dedicado, cosa que me hizo más ilusión si cabe. Debido a mi “problema” con la compra de libros, tenía una lista un poco extensa de lecturas pendientes y no ha sido hasta hace unos días, cuando he podido empezar a disfrutar de las páginas de este libro “Relatos de Nogroz”. Aunque os voy a contar un poco de qué trata el libro, solo os digo que me he quedado con ganas de más. Con ganas de conocer hasta el más mínimo detalle de Nogroz, sus gentes, costumbres, dragones, las Tierras Oscuras y sus males, sus gemas y su historia… Un mundo de fantasía, en el que tenemos reyes inmortales vinculados a dragones, magos que vagan por sus tierras controlando el Daité, aunque no todos lo consiguen, unas misteriosas gemas que acumulan poder, guerras que se cobran vidas, pero no repercuten en beneficio para sus vencedores (aparentemente).
Sumérgete en estas 6 historias y disfruta de una lectura fácil que engancha desde el principio. Espero que esta sea el primer libro de muchos de su autor y también espero que mucha gente le dé la oportunidad y confianza a un escritor novel para que continúe su desarrollo profesional. Por ser el primer libro de Edgar, no le voy a dar 5 estrellas, aunque están más que merecidas, pero así dejamos un poco de margen a su evolución como escritor.
No soy una erudita a la hora de describir un mundo mágico. ¿Está bien creado? No sabría ni por dónde empezar. Lo que sí sé es responderme a las preguntas básicas, si convencen los personajes, si tienen fuerza, si la historia engancha y si me gustaría adentrarme en sus tierras. ¿Me atrae lo que pueda encontrarme? Y a todas esas preguntas me respondí con un rotundo sí cuando terminé Relatos de Nogroz. El autor ha creado todo un mundo, con sus conflictos internos y sus rencillas con lo externo, monstruoso, desconocido. Hay magia, guerras, personajes carismáticos, dragones y mujeres, muchas mujeres, enormes, fuertes, listas. Cada relato es una historia corta sobre un personaje increíble y hace entrever que hay mucho más. Entiendo que este autor novel ha empezado por una serie de relatos cortos para hacernos ir abriendo boca. Quiere saber si lo que nos cuenta convence.
'Relatos de Nogroz' es una recopilación de historias cortas cargadas de magia, de giros inesperados y de personajes con una profundidad que los hacen muy especiales. En estas 6 historias independientes y muy variadas iremos conociendo Nogroz, un país en el que la magia es extraída por aquellos que tienen el don y donde los dragones protegen el mundo de los mortales.
Con un lenguaje muy descriptivo y hermoso, Montserrat consigue evocar ese aroma a fantasía clásica, pero innovando con sus propias reimaginaciones y fantasías para presentar un mundo que parece familiar pero que es nuevo y maduro. No hay ningún relato que te suelte desde el principio hasta el final, haciendo que el lector quiera más y más (de hecho, ¡queremos más! ¿Cuándo el siguiente? ). Los personajes han sido para mí el punto fuerte de todos los relatos, donde presentan dilemas morales y filosóficos desde diferentes puntos de vista, enfrentando y reconciliando ideologías.
Me ha agradado bastante leer a Montserrat y me experiencia solo ha mejorado al unirme a la lectura conjunta de los relatos, compartiendo mis impresiones con otros lectores que, como yo, nos hemos quedado impresionados con la pluma de este autor novel.
Os lo recomiendo encarecidamente si os gusta la fantasía cargadita de magia e imaginación.
Relatos de Nogroz es un mosaico de muchos colores. Las antologías de relatos son perfectas para explorar el worldbuilding y Edgar no decepciona con su propuesta.
El libro empieza llenito de nieve y preguntas. El ritmo es potente y enseguida empatizamos con el prota. La imaginación trabajada del lector habitual reconoce ciertos lugares y de pronto vuelvo a ser un crío enamorado de las novelas de la Dragonlance. Por suerte, Edgar no se queda en el tópico y va mucho más allá. Hay giros de guion inesperados y una pátina grimdark en el carácter gris de los personajes. Honestamente, me quedaría leyendo una novela entera sobre Arlen.
Seguimos y nos llenamos la boca de arena. Este creo que fue mi relato favorito: La noche en el desierto, el conocimiento de la magia, el debate introspectivo y una prota llena de culpa. Me entusiasmó la relación entre ambas magas, la longevidad que les brinda la magia, el precio que tiene usarla…
Seguiría pero no quiero destripar, pues parte de la gracia recae en las premisas y los ambientes. Es imaginativo, gris, basto, entretenido y épico. Edgar despliega poderosos elementos que me encantaría ver entrelazados en una novela larga. Ojalá el tiempo le empuje a escribirla y publicarla. El sistema de magia, la geopolítica, las criaturas… Nogroz lo tiene todo.
Gracias a su perfil de Instagram, sabemos que el autor está nutrido por una extensa ristra de lecturas tanto clásicas como contemporáneas
Con esta recopilación de relatos, sabemos que tiene talento un mundo maravilloso que explorar.