Obra que recoge buena parte de la última producción inédita de Huidobro y que, desmarcada del creacionismo y del surrealismo, tiene la gravitación de lo real.
Vicente García-Huidobro Fernández was a Chilean poet born to an aristocratic family. He was an exponent of the artistic movement called Creacionismo ("Creationism"), which held that a poet should bring life to the things he or she writes about, rather than just describe them.
Huidobro was born into a wealthy family in Santiago. After spending his first years in Europe, he enrolled in a Jesuit secondary school in Santiago where he was expelled for using a ring, which he claimed, was for marriage. He studied literature at the University of Chile and published "Ecos del alma" ( Soul's Echoes ) in 1911, a work with modernist tendencies. The following year he married, and started to edit the journal "Musa Joven" ( Young Muse ), where part of his later book, "Canciones en la noche" ( Songs in the Night ) appeared, as well as his first calligram, "Triángulo armónico" ( Harmonic Triangle ).
La atmósfera Huidobro en todo su esplendor. Poemas largos que van formando un relato nostálgico colmado de adjetivos, y que ganan peso en cada página.
Hay un sufrimiento estoico que está presente en cada línea. Una suerte adversa que lleva al poeta contra la corriente, una y otra vez. El desafío está en no ser repetitivo y monótono, y Vicente Huidobro lograba mantener la tensión con maestría. Hermoso descubrimiento.
"Ahora que tú tiemblas como el mar El horizonte va a hundirse para siempre"
Poemario publicado el año 1948, poco después del fallecimiento del poeta. Su hija Manuela estuvo a cargo de la edición y decidió incluir algunos poemas publicados en revistas. La crítica coincide en señalar la madurez poética de este volumen. Poemas que evidencian la capacidad creativa del autor, fiel a los postulados vanguardistas de toda su obra, conectado a problemáticas clásicas como el amor, la muerte, la belleza, combinando magistralmente ruptura y tradición. Huidobro es, sin duda, un poeta mayor de la lengua española.
La muerte sobrevuela todos los poemas envueltos en imágenes preciosas. Se me ha quedado marcado el "Quiero desaparecer y no morir Quiero no ser y perdurar Y saber que perduro Llamo a las puertas de la muerte Y me retiro Llamo a la vida y huyó avergonzado Quiero ser toda mi alma y no lo puedo Quiero todo mi cuerpo y no lo logro"
Una vez más, Huidobro viene a instalarse en mis arterias con su incomparable voz poética en tan sólo 30 páginas. Me encantan las imágenes que crea en cada uno de sus versos, las palabras exactas que elige para rematar con ese sentir inevitable del grandioso poeta que fue. Qué maravilla.
Lo compré por unos poemas en específico que me gustaron mucho pero el resto del libro no me convenció tanto. De todas formas, valoro que como autor haya mostrado diversas facetas a lo largo de su carrera.
Si bien no es el estilo Huidobro creacionista, algunos poemas me mataron, como "Estrella hija de estrella":
Había signos en el aire Había presagios en el cielo Tenía que brotar la gracia de repente Con sus pasos de gloria Con todos sus gérmenes sagrados Con su aliento de vida o muerte
Venía la belleza de quién sabe donde Venía hacía mis ojos Con su andar de planeta seguro de su tiempo… Es la ley misteriosa que de pronto se encarna Y se hace realidad en un instante.
El azar se presenta Con todas sus fuerzas invencibles El azar con sus constelaciones desatadas Que súbito se anudan Para cumplir con un destino en las piedras lentas El aire vibra de los sonidos de la vieja flauta Una dulce amistad ha nacido en el mundo Acaso un gran peligro se yergue de su noche
La voz de un hombre dice Estrella Y tiembla como una estrella El viento pasa y el azul amado Deja caer su aroma Para ungir las cabezas señaladas.
Ahí viene sobre dos pies alados Envuelta de música de nardos y de bosques La gracia y la belleza Entre los ruidos de las calles Sobre sus pies alados Aparece de pronto entre los hombres y las casas Y todo cae en el vacío
Los ruidos, las casas y las calles Como las ropas de una mujer que se desnuda Sólo tú quedas en el mundo Sólo tu cuerpo como una flor inmensa Que llena de universo.
¡Oh tierra cómo te has hecho bella en un instante!
Dos miradas se cruzan Y canta un árbol nuevo Dos manos se entrelazan Dos anhelos se encuentran Dos angustias se hablan en secreto ¿Por qué, razón? Solo los signos y el azar lo saben
Dos corazones reconocen un impulso ciego Y el camino que se abre al infinito.
Un hombre dice estrella Y hay un temblor en los espacios Un hombre dice Mar Y las olas se agrandan satisfechas Un hombre dice Selva Y los árboles comprenden su deber milenario Un hombre dice Viento Y todo se agita hasta la muerte
Estrella yo no te pido tu destino Ni exijo mas aroma a la flor de la tarde Yo quiero solo una amistad de anchas orillas Un gran río profundo Que embruje mi país Y haga cantar las aguas dormiladas Que siempre creen olvidar su vida
La calle del azar El punto mismo Donde se encuentran los designios
Los ojos se adivinan Se entornan suaves Saben que juntos van a mirar las cosas Los labios se presienten Palpitan como flores que empiezan la jornada ¿Son besos? ¿Son palabras? ¿Es un cambio de ideas a través de los años? Por qué llegas tan tarde a mi jardín Por qué no apresuraste la marcha en las tinieblas? ¿Con qué derecho el tiempo Separa la flor del árbol que era suyo? ¿Por qué pone distancias en los años? ¿No sabes que este trozo de tierra te aguardaba Cansado de cantar y de llamarte?
Yo te había elegido Como la tierra el árbol de su gracia Como el naufragio al barco más amado Esto es grande y es triste Porque no hay modo de cambiar los signos Mi exaltación acaso te asustaba Ella era real como las tempestades Perdona lo que venga y es que ya ha nacido No es culpa mía si el destino habla Entre el cielo y la tierra Hay algo grande que comienza Tierra y cielo sienten temblar las rocas y las nubes Cielo y tierra son cómplices del sueño Y sus pájaros nacientes sin permiso
¿Serás mi estrella Entre la vida y la muerte sorprendida? Ven hacia mi más mía que mis huesos Ven entre mirtos y mármoles profundos ¡Oh cuerpo del ritmo eterno! ¡Oh la amistad de músicas y cielos infinitos! ¡Oh belleza del mundo! Permíteme acordarme de mí mismo
La poesía y yo somos una combinación difícil de la que siempre tengo poco que decir. Con todo, aunque el libro no hiera mi memoria y tan solo la roce, un poema, un verso o una idea, siempre provocan que merezca la pena.
Y “Últimos poemas” de Huidobro es precisamente lo anterior, quizá ya no recuerde una solo rima, pero hubo sensaciones e imágenes que me abrazaron, que me dieron cobijo, que me hicieron pensar. Para qué pedirle más.
Ahí apunto un ejemplo de Huidobro que, además, me define:
Quiero desaparecer y no morir Quiero no ser y perdurar Y saber que perduro Llamo a las puertas de la muerte Y me retiro Llamo a la vida y huyo avergonzado Quiero ser toda mi alma y no lo puedo Quiero todo mi cuerpo y no lo logro
Existe Freud para la psicología, un Einstein para la física y un Huidobro para la poesía Vanguardista y creador del creacionismo, marco un antes y un después para la poesía chilena y latina, para elevarla en las altas cumbres con los clásicos
Según mi edicción solo tenía 30 páginas. Este tipo amo el mar y la tierra, y solo me gusto uno de sus poemas:
QUIERO DESAPARECER Y NO MORIR
Quiero desaparecer y no morir Quiero no ser y perdurar Y saber que perduro Llamo a las puertas de la muerte Y me retiro Llamo a la vida y huyo avergonzado Quiero ser toda mi alma y no lo puedo Quiero todo mi cuerpo y no lo logro.
Edición de los últimos poemas de Huidobro a cargo de su hija. No hay muchos que me hayan llamado la atención, pero carezco de gusto en estos temas. La edición del libro bastante lamentable, con las letras casi pixeladas, como de impresora antigua, que lo hace muy difícil de leer.