What do you think?
Rate this book


Paperback Bunko
First published January 1, 2007

…”Ella hundida en la inocencia profunda, poseída sin saberlo”… [Pos., 30]
“Y era así: en casa del brasilero las guacamayas reían todo el tiempo; yo las oía, desde el muro del huerto de mi casa, subido en la escalera, arrojándolas al cesto de palma; de vez en cuando sentía a las espaldas que los tres gatos me observaban trepados cada uno en los almendros, ¿qué me decían?, nada, sin entenderlos. Más atrás mi mujer daba de comer a los peces en el estanque: así envejecíamos, ella y yo, los peces y los gatos, pero mi mujer y los peces, ¿Qué me decían? Nada, sin entenderlos”… [Pos.,18]
«Yo iba a despedirme cuando volvimos a oírlo:
- Es este país – Dijo, relamiéndose el escaso bigote-, si uno pasa lista, presidente por presidente, todos la han cagado.»