No sé, al final me pareció que no iba a ningún lado. Es entretenido, sí. Se Lee rápido, sí. Trae recuerdos, sí. Pero nada más. No parecía una novela por momentos.
Me pareció una novela muy larga para, por un lado, la banalidad de los sucesos que narra, y, por el otro, la tibieza del tono abúlico que por momentos busca lograr. Si hacés quinientas páginas de la nada misma, OK, si es un proyecto literario consecuente. Acá había partes que tenían un tono slapstick divertido, guiños cómplices, etc. Pero después muchos personajes, se enredaban, no me convencieron un par de líneas argumentales (el embarazo de Sonia, las escapadas/apariciones de Vero).
a los nuevos (y no tan) escritores argentinos, una sola palabra: superenlo. superen los 90, loco, ya re fue. igual esta buena la novela, nostalgica, efectista, de momentos lastimera. esta buena como relato definitivo de la epoca (?)
Es irrelevante en que momento empecé a leer esto y cuando lo terminé. Pero en rigor de la verdad: no tengo tiempo de terminar estas cosas. No sé que decir sobre estos intentos vanos de literatura, solo que son parte del engranaje de algo más nocivo que las páginas en si mismas. Pánico al pánico no es una editorial, es una imprenta disfrazada de editorial para los que no quieren admitir, vaya a saber por qué, que tienen el mismo nivel que Dunken pero no la misma honestidad. El que va por Dunken cumple, por así decirlo, el sueño de tener un libro propio y no jode. No jode con intervenciones sociologica, politicas, con palabras como dispostivos, disparadores, comunidades, bla bla bla. Asume su rol de auto publicado y con felicidad saca su libro que leeran familia y amigos. Fin del asunto.
Esto es otra cosa. Forma parte de la larga cadena de "editoriales independientes" que no son tales. Y lo único que han traido al mercado editorial argentino es la aceptación, de parte de los "criticos" y "lectores", de la mediocridad.
No hay que extenderse demasiado sobre estos temas, no le importan a nadie, pero si al menos te van a exponer de esta manera que te paguen un corrector o estirate un poco más y pagatelo vos. Algo que logre sacar con un poco más de dignidad estos intentos de intervenir desde la independencia, pss, cuando en realidad hay que saber guardarse y esperar.
Bueno, eso. De la novela no puedo decir mucho excepto que mi generación facultad o no mediante quedo fulminada por el menemismo y el kirchnerismo los termino de cocinar.
El principal problema de este libro es ser una adaptación poco pensada de un blog. Es decir, en el relato por entregas del blog funcionaba a la perfección porque no precisaba de una estructura clara. Esta indefinición conspira contra la forma novela: "Los años felices" arranca bien, las referencias a los 90 y la educación sentimental nos van llevando como lectores pero en algún momento el relato pierde proa y parece una deriva interminable. Ese creo que es la principal dificultad de este libro: querer ser una novela pero perderse en la indefinición del relato blogueril.
Más allá de recordar los `90 la novela no me llevo a ninguna parte. Lugares comunes, que no están mal para representar una época, pero al no tener una historia sólida detrás, se pierden. Es como un diario íntimo, que no lleva a ningún final.
No tenía pensado escribir una review de esta novela, pero leyendo un poquito las que dejaron otros lectores, me parece que vale la pena colar mí voz, aunque mas no sea para que futuros lectores tengan otra campana. La novela me gustó. Narra una adolescencia bastante típica de clase media de los 90. La escritura es sobria y los climas están bien logrados, con humor, con nostalgia y con las contradicciones propias de la adolescencia. No es verdad que no haya una historia en estas páginas. Tampoco es verdad que esté llena de lugares comunes de los 90 ni de la adolescencia. La novela es molesta -sobre todo para los que arrimamos a los 40- porque nos hacer ver de frente la intrascendencia de nuestra propia historia, de nuestra propia adolescencia, acontecida realmente en una década vacía (la verdadera década perdida) desprovista de intereses, ausente de presente y sin capacidad de articular proyectos a futuro. El lugar común en realidad son nuestras propias vidas. No le echen la culpa a la novela por describirlas.
Eric, el narrador de la historia, relata su adolescencia durante los años 90 en Buenos Aires. Vive en Villa Ballester, sale con sus amigos Hernán y Diego, y vive una adolescencia como la que vivimos muchos en esa década. Sale a bailar a Cemento, se va de vacaciones a Pinamar y Mar del Plata, y decide estudiar Filosofía en la UBA. La novela está poblada de referencias a la década menemista: los locales de Todo x $2, la llegada del lector de cd, la privatización de los trenes, el supermercado Norte y la inauguración de Jumbo con sus productos importados, el boliche Ananá, Cell Block de Olivos, el agujero de ozono, El caso María Soledad, Pumper Nic, el CBC de Drago, Nirvana, la canción Veni Raquel, la serie Corky, y la desocupación inminente. Los años felices es una novela que se disfruta muchísimo, y más aún, si viviste tu adolescencia en los inolvidables años 90.
Empezó bien.. luego me aburrí.. luego me seguí aburriendo.. amo marcar los libros y en este marqué sólo dos frases en todas sus doscientas y algo de páginas. Pensé que me iba a gustar más.
2/5 Esta novela que Sebastián Robles escribió en su momento en forma de blog y la cual adaptó para su publicación, peca de seguir sosteniendo muchas de las bases de los blogs. Una novela obre los años 90 donde la historia no lleva a ninguna parte, si bien se puede ver muy representada la situación social y el momento histórico, eso no justifica la falta de argumento. Los personajes están construidos, son medianamente sólidos pero no van hacia ningún lado, no hay conflicto, no hay historia, solamente les pasan cosas, no es una novela.
Aceptamos varias de las inverosimilitudes y los errores de escritura al ser su primer novela, al ser una novela de iniciación y ya que considero que la editorial no hizo un trabajo de corrección de escritura que esta novela necesitaba.
Los protagonistas de la novela tienen unos pocos años más que yo. Esto implica que muchos de los sucesos que cuentan están también en mi propia historia. No voy a negar que tardé en engancharme con la novela, un poco por la cotidianidad de los hechos. Sin embargo, fue eso mismo lo que terminó gustándome: recordar mi propia infancia y adolescencia al transitar esos espacios que yo también transité. Es posible que no sea una lectura que escape a la autorreferencialidad, y puedo entender que eso sea algo que juegue en contra. Pero no por eso la hace menos disfrutable.
Tenia muchas expectativas de esta novela... Es entretenida, recordás viejos tiempos, pero sentí que falto algo. Leí por ahí que es una adaptación de entradas de un blog, eso me hizo entender un poco esa sensación como de fin abrupto de cada capitulo, quizás como entradas de un blog tienen mas sentido. En fin es entretenida y se lee rapidísimo.
Lindo, llevadero, pesimista, oscuro por momentos, con sabor a nostalgia para muchos. Incluso para los que en esa época todavía íbamos a la primaria y no vivimos esos lugares o situaciones, hay una nostalgia de lo que no fue. Me gustó. La escritura es fluida y a la vez, cuando tiene que ser más "tosca", lo hace bien. Vamos a Liniers, boludo. Dale, vamos a Liniers.
Que vacio me dejo. Me gusto porque fue real, por mas que sea de una epoca que no es la mia y con vivencias que no vivi. Fue sencillo, y algo que le puede haber pasado a cualquiera. Lei por acá que fue escrito en forma de blog y tiene sentido, por lo corto de cada capitulo.
Arranqué muy entretenida y después ese entretenimiento se fue apagando de a poco. Parte positiva, recién me mudo a Buenos Aires y amé conocer los lugares de los que hablaba, por primera vez no me sentí de afuera. Quizás debería ser más corta.
Me atrapó mucho, me metí en el mundo de los 90 tan rápido. El final fue lo desconcertante, se sintió apurado y con sabor a poco. Más allá de eso me gustó mucho!
Me pareció básica. Ya en las primeras páginas se observan frases mal redactadas, no me daban ganas de seguir. La historia no va hacia ningún lado. No la recomiendo.
Los años felices es una novela de iniciación que nació de un blog y transcurre en Argentina en los 90. Su lectura es entretenida y nostálgica. Se lee de un tirón.
Los 90s han sido años casi nefastos, si, pero no todo fue neoliberalismo: también fue esa época donde fuimos pibes uniformados con remeras de bandas pero que, por sobre todo, aprendimos a amar 💚
No lo disfrute tanto como pensé que iba a pasar, gran parte de la historia se desarrolla en ballester, cerca de donde me crié, me gusto mucho los detalles que tiraban de la zona y sus referencias.