Una reflexión valiente y muy acertada sobre la identidad del ser humano y el cine como medio artístico. El enfoque cristiano no es invasivo y aporta soluciones a los problemas que se plantean. Está repleta de referencias a peliculas, autores, artistas y filósofos, entre otros. Además, ayuda a replantearse aspectos importantes de cara al visionado de películas como espectador.
«...uno debería formular varias preguntas: ¿Qué postulados hay detrás de la película? ¿En qué visión del hombre están basados? ¿Cuál es su criterio sobre la humanidad? ¿Qué comprensión de la verdad presenta? ¿Qué piruetas morales o intelectuales ha hecho el director?» *(Cit. pag. 113 párr. 2)