Rebelde e intrépida, Celia es la protagonista del clásico infantil español por excelencia. El relato que, a través de sucesivos episodios, hiciera de sus aventuras y desventuras Elena Fortún ha venido haciendo desde el momento de su publicación las delicias de generaciones de lectores, habiendo sido llevado a la televisión por una serie dirigida por José Luis Borau. La razón de la persistencia de Celia se halla en que, más allá de modas y escenarios, su peculiar forma de ver la realidad -mezcla de ingenuidad, sinceridad y osadía-, así como su lógica aplastante ajena a sobreentendidos, desmontan a menudo la espesa y resabida tramoya en la que desde siempre cimentan su autoridad las "personas mayores". Celia lo que dice es el primer volumen de la serie.
Me lo he pasado muy bien con las travesuras de Celia, una niña "bien" del Madrid de los años 30, tiene un contexto muy interesante y sus capítulos cortitos y humorísticos llenos de diálogos hacen que vueles sobre la lectura. Nunca es tarde para conocer y disfrutar clásicos infantiles :)
ESPAÑOL: Este libro es el primero de la famosa serie sobre Celia de Elena Fortún. Curiosamente, muchos años después de la muerte de esta autora, una de mis novelas quedó finalista del Premio Elena Fortún, creado en su nombre. Fue La herencia del rey Escorpión.
Aunque este primer libro sobre Celia va dirigido sobre todo a niñas no demasiado mayores, tiene algunos golpes muy buenos. Veamos uno:
-¡A ver si eres tan inteligente como [tu abuelo], que vino a Madrid con la camisa rota y llegó a tener un millón! -¿Para qué querría [el abuelo] un millón de camisas rotas?
ENGLISH: This book is the first in the famous series about Celia by Elena Fortún. Curiously, many years after the death of this author, one of my novels was a finalist for the Elena Fortún Award, created in her name. It was The Heirloom of King Scorpion.
Although this first book about Celia is aimed primarily at not-so-old girls, it packs some pretty good punches. Let's see one:
"Your must be as smart as your grandfather, who came to Madrid with a torn shirt and ended up with a million!" "Why would grandfather want a million torn shirts?"
Creo que tengo un nivel de tolerancia bastante alto para las barbaridades que se decían en los libros infantiles de la primera mitad del siglo XX, pero este ha sido demasiado: un poco machista, muy racista, increíblemente clasista y aporofóbico. Y lo siento, pero lo voy a decir: Celia es insoportable. Es una niña mimada que insulta a cualquiera que no le dé la razón (Llama "tonta/s" 28 veces en todo el libro, y "tonto/s" otras 11 veces, y es bien corto el librito). Me ha entristecido mucho que sea así, porque había oído hablar mucho de 'Celia' y todo bueno, pero no puedo pensar de otro modo sobre un libro en el que una niña llora al ver un hombre negro porque se imagina que mata niños, o que se burla de las empleadas del hogar diciendo que ella con 7 años sabe más que ellas. En resumen, no lo recomiendo ni para niñas/os ni para mayores. Celia me llamaría tonta ahora mismo.
Esta novela es de esas historias que llegaron a mí en el momento apropiado. Con fase 1 en mi ciudad me hacía falta reírme mucho y olvidarme de las tensiones que fomenta la pandemia del covid19 Nunca lo habría hallado en una librería, con suerte, como en ciertas ocasiones podría llegar a toparme con la obra en una feria de libros de segunda mano. Celia :lo que dice pude leer gracias a la Biblioteca Nacional de Maestros, que en su sitio ha dispuesto de una colección de literatura infantil antigua, donde puede descargarse varios títulos de dominio público. #quedateencasa Y debo decir que en su versión digital donde el libro se muestra con sus páginas amarillas sigue siendo totalmente encantador. Es para todo lector que gusta de los diálogos divertidos. Retrata una familia de sociedad en España donde su hijita de siete años cuenta con una efusiva imaginación y una gran habilidad para sorprender a los adultos. Lo amé y apenas pueda estará reseñado en el blog.
Este debe de ser el libro que más veces me he leído en mi vida.
Es curioso cómo partes de la historia me pasaban muy por encima (la venta de la ermita, por ejemplo, en una época en la que magnates americanos compraban patrimonio castellano para llevárselo como si fuesen souvenirs para poner encima de la chimenea); también es llamativo cómo la cuestión racial o de trabajo infantil han envejecido regular (no diga regular, señora, diga MAL) y hoy nos puede chocar. También me ha llamado la atención que los padres, madrileños muy finos, hagan leísmos y laísmos (porque los madrileños somos así y hablamos así de bien) y doña Benita, que se supone que es andaluza, use los pronombres de objeto como una campeona.
De pequeña me daba mucha rabia que metiera partes en francés y no me enteraba y ahora (¡por fin! Solo he tardado cuarenta años, día arriba o abajo) he podido por fin pillar los chistes.
Llevaba tiempo con la curiosidad de leer las historias de Celia. No están mal, aunque se me han hecho algo naif y creo que no han envejecido demasiado bien. Producto de una época que ya pasó...
El primero de los libros de la serie de Celia es, sin duda, el mejor de todos. Su sentido del humor es fresco e inteligente, completamente actual y naturalito, naturalito: su lenguaje y sus situaciones no son impostados y tiene la enorme cualidad de no pretender dictar moralejas. De verdad que si no fuera por la descripción de ciertas costumbres de principios del siglo pasado, no nos daríamos cuenta de su edad. Y, de hecho, esas descripciones del natural le añaden un valor que no tuvo en su primer aire: nos permite conocer formas de pensar y de vivir de tiempos pasados. Otro valor agregado: a pesar de que la autora describe sin juzgar las costumbres de cierto grupo social, sutilmente nos deja ver ciertas tendencias de equidad de género que podríamos considerar revolucionarias para su tiempo: Celia no es una niña que se agache, que se deje hacer menos por su condición femenina, como tampoco lo hace su madre. Con todo, y más allá de esos aportes que lo vuelven una lectura de lo más agradable para los adultos, hay que tomar en cuenta lo principal: las aventuras de Celia son deliciosas para los lectores más jóvenes. El formato permite que los menos avezados en la lectura (sin importar su edad,que conste) se sientan cómodos y disfruten de los cuentos. Un libro adorable.
Este es el típico libro que los padres te quitan por ser un "mal ejemplo". Mi tía me lo compró cuándo era muy pequeña, pero, no me lo dio hasta años después, exactamente hasta que cumplí doce años. Mi madre se lo prohibió por creer que esto me transformaría en una niña "maleducada".
Cuándo empecé a leerlo no pude terminar, es un libro divertido que te hace pasar unos buenos momentos recordando tu infancia.
Me gustó mucho. Estas son unas frases graciosas: Está hablando con su madre sobre las matemáticas y lo dificil que es entender los libros y dice: -Lo harán así par que no entendamos nada ¿verdad, mamá?
-A LAS PERSONAS MAYORES SIEMPRE LES DUELE LA CABEZA CUANDO SE LES DICE ALGO.
Conocí a Celia gracias a unos DVDs que había en la biblioteca de mi pueblo. ¡Me hacía ilusión saber por qué le habían hecho una serie a una niña que se llamaba como yo y que encima tenía más o menos mi edad! Cuando crecí, descubrí que tenía libros y me leí este, el primero, de una edición que me dejó una amiga de mi madre, de cuando ella era pequeña. Me gustó tanto que me dejó quedármelo. Ahora he vuelto a él con la intención de leerme también los siguientes (o al menos los que sea capaz de conseguir)
Sus capítulos, cortos e independientes, convierten la historia en un libro de cuentos contados por una niña de siete años que suelta verdades como puños, pero siempre desde su perspectiva. ¿Cómo de disparatada puede ser una historia totalmente cierta contada desde la visión de Celia? Tanto como divertida.
Si lo lees de niño, disfrutas de las historias. Si lo lees de adulto, detectas la crítica mientras disfrutas de las historias. ¿Cuál es el problema? Que este libro se escribió hace casi un siglo y es algo de lo que debemos ser conscientes, ya no solo por el contexto sociocultural, si no por el uso de palabras y expresiones que a día de hoy no se usan o dejaron de tener sentido hace mucho tiempo.
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"¡Dichosos! Los adultos si que lo son, que se van a la calle cuando quieren, se acuestan cuando les parece bien, comen lo que les gusta y rompen lo que se les cae, sin que nadie acuda a darles azotes." "A las personas mayores siempre les duele la cabeza cuando se les cuenta algo."
Considerados clásicos de la literatura española, os aseguro que os encantará leerlos, por la ingenuidad de los comentarios de Celia, por su mirada inocente, por los líos en los que se mete y porque, como lector adulto, sabrás leer lo que hay más allá de las palabras. Eso sí, sabemos que la vida tal como la concibe Celia, no es la vida de todos los niños de esos años; ni su familia vive como vivían la mayoría de familias; pero eso no le resta ni un ápice de interés a todo lo que cuenta.
Celia, lo que dice sería la primera novela de una saga de libros infantiles. O, más que novela, sería una compilación de relatos breves que, originalmente, fueron publicados en revistas en el año 1928 (este formato fue muy popular en aquel entonces, y da cierta melancolía que se haya prácticamente extinguido. Recordemos, por ejemplo, a Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza).
Un viaje a la más tierna infancia donde el mundo era como cuentos de hadas y nos dejábamos llevar por nuestra imaginación. Celia, Lo que dice es una obra escrita para niños pero que los adultos pueden disfrutar incluso más que los más pequeños. Nos situamos en los años 30, Celia es una niña de una familia aburguesada de Madrid, es una niña traviesa y muy imaginativa, como la mayoría de los niños no piensa en los consecuencias. A lo largo de los capítulos (autoconclusivos, lo que los hace perfectos para ser leídos como cuento antes de dormir) nos cuenta sus travesuras y locas ideas sobre el mundo de los niños y el de las "personas mayores", como ella las llama. Llegados a este punto los niños encontrarán unas risas y un personaje para identificarse y los adultos las risas aseguradas de como Elena Fortín ha retratado muy fiel mente la mente de un niño. Pero, ¿Qué otra lectura podemos extraer? A lo largo de la novela aparecen diferentes personajes que representan estereotipos y costumbres de la época. De todos he de admitir que Doña Benita (ama de la madre de Celia que aparece como niñera de ella y su hermanito) es mi preferida, es una mujer mayor, de Andalucía, con una mente incluso más fantasiosa que la de Celia, cosas como que las estrellas son los brillantes del manto de Nuestro Señor o que los Duendes existen son muchas de las cosas que caracterizan sus intervenciones. Luego tenemos a Juana, la doncella de la casa, entre los criados es la que más razonamiento lógico tiene, no obstante hace todo tipo de comentarios delante de la niña (supongamos que porque cree que se entere de algo) pero que Celia usará para definir o contar cosas sobre el resto de personajes. Papá y Mamá justamente son la antítesis de lo que se espera. Mamá decide si sale o no por la noche hasta tarde mientras Papá la espera en casa, es Mamá la que decide si mandar a Celia a un internado o no... Nos muestra una mujer muy independiente y un marido muy sumiso para la época en la que nos encontramos. ¿Feminismo escondido? Es posible
No obstante, no debemos olvidarnos que es una obra infantil, yo diría que para unos primeros lectores (como único inconveniente que hay palabras mal escritas simbolizando cómo habla la gente inculta o de alguna zona de España y el uso de términos en desuso actualmente) porque la obra es mayormente diálogo y un diálogo muy ágil y sencillo de leer, la duración de entre 3 y 6 páginas con ilustraciones de sus capítulos hace que concluirlos no sea muy arduo.
Celia, lo que dice sería la primera novela de una saga de libros infantiles. O, más que novela, sería una compilación de relatos breves que, originalmente, fueron publicados en revistas en el año 1928 (este formato fue muy popular en aquel entonces, y da cierta melancolía que se haya prácticamente extinguido. Recordemos, por ejemplo, a Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza).
I read all of these when I was just a kid, and I must say I completely loved them. They were so fun! And I don't know why, I reminded them this morning, while talking with my mum, and looked for them. Then I had a really good time reading bit of it, she is so imaginative! I would totally recomend them, wither for kid or adults.
Más dirigido a los padres que a los niños. Creo que para los adultos su lectura merece la pena. Celia es más adulta que el pequeño Nicolás, por ejemplo