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127 pages, Paperback
First published January 1, 1985
No olvides que el escritor es el único animal de rapiña que se alimenta de sus entrañas.
Ricardo Azolar, que tanto había admirado los personajes de ficción bien diseñados, terminaba por ser él mismo un grotesco personaje de la realidad.
No eran libros mediocres, sino simplemente prescindibles.
El escritor -dijo- es el más desprovisto y desvalido de todos los artistas; no posee sino las palabras; las mismas palabras gastadas de todos los días, para intentar algo perdurable. Los pintores, escultores, músicos utilizan artes más nobles, menos podridos de cotidianidad.