Los 10 cuentos que componen esta recopilación dan cuenta del talento narrativo de Zelda Fitzgerald, quien en vida vio su obra opacada por la de su esposo, el escritor F. Scott Fitzgerald. En ellos se muestra la vida de mujeres que, en las primeras décadas del siglo XX, itineran por la efervescente escena cultural parisina y estadounidense. Mujeres que prefieren trabajar a contraer matrimonio; actrices asertivas y resilientes; chicas que deben hacerse cargo de cuidar a sus padres y hermanos; mujeres bellas, exitosas y melancólicas; flappers excesivas en una sociedad en que los derechos de la mujer comenzaban a ser exigidos.
Zelda Sayre Fitzgerald, born Zelda Sayre, was a novelist and the wife of writer F. Scott Fitzgerald. She was an icon of the 1920s—dubbed by her husband "the first American Flapper". After the success of his first novel This Side of Paradise (1920), the Fitzgeralds became celebrities. The newspapers of New York saw them as embodiments of the Jazz Age and the Roaring Twenties: young, rich, beautiful, and energetic.
Zelda Sayre grew up in a wealthy and prim southern family. Even as a child her audacious behavior was the subject of Montgomery gossip. Shortly after finishing high school, she met F. Scott Fitzgerald at a dance. A whirlwind courtship ensued. Though he had professed his infatuation, she continued seeing other men. Despite fights and a prolonged break-up, they married in 1920, and spent the early part of the decade as literary celebrities in New York. Later in the 1920s, they moved to Europe, recast as famous expatriates of the Lost Generation. While Scott received acclaim for The Great Gatsby and his short stories, and the couple socialized with literary luminaries like Ernest Hemingway, their marriage was a tangle of jealousy, resentment and acrimony. Scott used their relationship as material in his novels, even lifting snippets from Zelda's diary and assigning them to his fictional heroines. Seeking an artistic identity of her own, Zelda wrote magazine articles and short stories, and at 27 became obsessed with a career as a ballerina, practicing to exhaustion.
The strain of her tempestuous marriage, Scott's increasing alcoholism, and her growing instability presaged Zelda's admittance to a sanatorium in 1930. She was diagnosed with schizophrenia. While in a Maryland clinic, she wrote a semi-autobiographical novel, Save Me the Waltz, which was published in 1932. Scott was furious that she had used material from their life together, though he had done the same, such as in Tender Is the Night, published in 1934; the two novels provide contrasting portrayals of the couple's failing marriage.
Back in America, Scott went to Hollywood where he tried screenwriting and began an affair with the movie columnist Sheilah Graham. In 1936, Zelda entered the Highland Mental Hospital in Asheville, North Carolina. Scott died in Hollywood in 1940, having last seen Zelda a year and a half earlier. She spent her remaining years working on a second novel, which she never completed, and she painted extensively. In 1948, the hospital at which she had been a patient caught fire, causing her death. Interest in the Fitzgeralds resurged shortly after her death: the couple has been the subject of popular books, movies and scholarly attention. After a life as an emblem of the Jazz Age, Roaring Twenties, and Lost Generation, Zelda Fitzgerald posthumously found a new role: after a popular 1970 biography portrayed her as a victim of an overbearing husband, she became a feminist icon.
Me gustaron, siento que describen la época completamente pero aparte me generaron tristeza porque me imagino que la vida de Zelda fue similar a la de sus protagonistas. Como actriz no prosperó, sus textos la gran mayoría fueron firmados por su marido, el ese entorno no era bien aceptada y aparte se dedicó al arte en un momento.
Sus protagonistas son mujeres que desean ser amadas, igual que ella, les gusta la fiesta (muy de esa época igual) y ser vistas como alguien en la vida. No solo como mujeres, algunas lo logran a costa de muchas cosas perdidas, y otras lo viven pero después regresan a ser mujeres de casa y madres.
A veces me perdía en la lectura porque describe mucho o mete diversas líneas de pensamientos y eso me dificultó mucho el comprender algunas veces. Algunos me gustaron harto, otros no tanto. Los recomiendo porque hay mucho de su modo de vida, de los que conocemos, en sus cuentos.
Zelda, la mujer detrás de Fitzgerald, escribía con un candor y una alegría verbal que desconcierta y sorprende. Entre damas caleidoscópicas, callejones histriónicos, y hombres tristes que arrastran el aire de la primavera, se desarrollan estas historias de mujeres que respiran con esperanza y un ligero abandono en un mundo que comenzaba a reconocerles el derecho a vivir sus propias elecciones. ¿Cuánto de Fitzgerald hay en Zelda y cuánto de Zelda en Fitzgerald? Esta es quizás una pregunta que no se puede responder con la sola lectura de estos relatos, pero que asoma en cada página. Una nota aparte merecen los pequeños defectos de traducción en esta edición que me llevan, también, a desear leer a Zelda en su propio idioma.
DNF!! no lo terminé simplemente porque la prosa no es para mi y sentia que cada cuento era igual al anterior, la misma formula. De todas formas hubo un par de cuentos que si llamaron mi atención, pero ya en los últimos me estaba obligando a leerlo y no es la idea. 3 estrellas por repetitivo , pero rescato que le hayan dado más reconocimiento a zelda con este libro.
Este libro recopila 10 cuentos que muestran el talento narrativo de Zelda Fitzgerald, quien vio su obra opacada por el trabajo de su esposo F. Scott Fitzgerald. Algunos de estos cuentos incluso fueron publicados con la forma de Scott Fitzgerald, cuando realmente fueron escritos por Zelda.
A través de estos cuentos vemos la vida de distintas mujeres en la primera década del siglo XX. Mujeres que buscan un mejor futuro, artistas y extravagantes, melancólicas y cambiantes, deseantes y magnéticas, trabajadoras y cuidadoras, todas con sus diferentes personalidades y matices.
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Me gustó poder conocer un poco más de la literatura y la historia de Zelda a través de este libro. Sus cuentos nos dejan ver un poco la esencia o la chispa que veía en las mujeres de los círculos que frecuentaba o en las historias que escuchaba.
Aunque los cuentos son cortos, cada protagonista tiene un desarrollo narrativo claro. Sin embargo, personalmente me costó mantener el interés en el libro, ya que las historias seguían patrones similares tanto en sus elementos como en el desarrollo de los acontecimientos.
De Zelda destaco su forma descriptiva y metafórica de escribir, enfocándose siempre en los detalles del entorno y añadiendo en sus escritos espacios y elementos conectados con la naturaleza.
Además el diseño de la edición del libro está bastante hermoso.
Me gustó mucho. Las historias muy originales, con un lenguaje muy de la época. Que manera de escribir bonito, de usar metáforas e imágenes. Ojalá hubiera podido escribir más tiempo.
Creo que mi favorito es La señorita Ella, me pilló totalmente desprevenida el giro final.
Primera vez que leo a zelda, me gusto? Nop jeje pero si conecte mucho con un relato que me gusto demasiado 😮💨😮💨😮💨 y es pobre chica trabajadora un retrato de cualquier chica perdida en sus 20’