En Mujeres que follan hay sexo loco y sexo aburrido, sexo vainilla y sexo duro, sexo romántico y sexo no convencional, pero hay mucho más. El sexo nunca es solo sexo. Hablar de sexo es hablar de educación emocional, de clase social, de la presión por tener un cuerpo bonito, del mito del amor romántico, de relaciones tóxicas, de feminismo y de patriarcado. El sexo nos acompaña a todas desde que nacemos hasta que morimos, pero no todas lo vivimos de la misma manera.Salomé tiene una carrera, un doctorado y habla cuatro idiomas, pero jamás ha experimentado un orgasmo. Verónica, en cambio, ha perdido la cuenta de los que ha gozado; para esta soltera de bandera solo existe una no repetir dos veces con el mismo chico. Natalia y su mujer, tras una década juntas, hacen escapadas en su «furgoneta del amor». Edurne se divorció de su exmarido para explorar el mundo del sexo duro. Y Estefanía optó por abrir su relación de pareja después de que el suyo le confesara que era bisexual. Ellas son algunas de las protagonistas de Mujeres que follan. Un libro de testimonios en el que mujeres que ya han cumplido los cuarenta narran en primera persona, y sin pelos en la lengua, sus preferencias sexuales y sus fantasías, pero también sus miedos, sus traumas, sus inseguridades y anhelos.
«Si hay algo que he querido siempre es saber cómo folla la gente, toda clase de gente, para eso quizá tendría que follármelos a todxs, pero creo que lo más cerca de saber qué se siente ha sido leer este libro». Gabriela Wiener SOBRE LA AUTORA
Adaia Teruel (Barcelona, 1978) es periodista, madre de dos terremotos y amante del Kalvo. Sus padres le pusieron el nombre de un puerto menorquín, hecho que la ha llevado a vivir situaciones hilarantes cada vez que le presentan a alguien. Adaia trabajó en televisión (City TV, betevé, TV3) durante quince años como mujer orquesta. Escribía, grababa, montaba y realizaba. Después optó por vivir peligrosamente y se hizo freelance. En 2008 dirigió el documental Jun Ducat ¿héroe o terrorista? y en 2010, Right 2 Love, ambos premiados en diversos festivales nacionales e internacionales. Ha vivido en China y Marruecos. Al primero fue por trabajo. Al segundo, por amor. Le gusta callejear, hablar con la gente y escribir sobre ello. Sus entrevistas y crónicas han aparecido en varios medios digitales (HuffPost, FronteraD, Revista Mirall, La Vanguardia, Vice). Tiene un máster en Creación Literaria por la UPF y un diente de leche que la acompaña desde la niñez. En 2022 publicó Como puta por rastrojo, su primera novela. Mujeres que follan es su segundo libro.
La sexualidad femenina sigue siendo un tabú en pleno siglo XXI, por mucho que hayamos avanzado en materia de género, y si hablamos desde la perspectiva de las mujeres de +40 años aún más. Por eso, me parece que «Mujeres que f0llan» hace una tarea excelente de derribar tabúes y hablar con claridad sobre la vida sexual de la mujer madura.
En este ensayo Adaia Teruel recoge una serie de entrevistas de mujeres en dicha edad que nos cuentan sin tapujos cómo ha sido su vida sexual y en qué situación se encuentran actualmente. Encontramos desde casadas hasta divorciadas, pasando por solteras, madres y no madres, heterosexuales, bisexuales, lesbianas, monógamas, poliamorosas… Además, al final del ensayo nos encontramos a dos mujeres que escapan de la franja de edad pero que la autora ha querido incluir por lo importantísimo de sus experiencias como mujer trans de más de 60 años y como mujer joven que ha vivido su sexualidad de manera muy diferente a la generación anterior.
Pero estas historias no son solo sobre sexo: tratan sobre relaciones humanas, sobre las experiencias que nos hacen ser quien somos. Además, nos manda un potente mensaje: la vida no se acaba a partir de los 40 y que, de hecho, la experiencia te dota de un desparpajo que no se tiene de más joven… y a mí, como mujer de casi 30 años, me ha parecido un relato reconfortante.
Porque estas mujeres hablan sin tapujos (la propia autora cuenta que solo cambió unas palabras de las entrevistas en pos de la fluidez) y te hacen sentir como si estuvieses hablando con una amiga.
Por supuesto, este ensayo no es un manual sobre sexo. He encontrado testimonios con los que me he sentido más en sintonía y otros que no tanto. Opiniones sobre la sexualidad con las que concuerdo y otras que se me atraviesan más. Pero, aún así, lo interesante de este ensayo es leer perspectivas tan sumamente diferentes entre sí sobre temas tan humanos. Soy de las que cree que es indispensable exponernos a distintos testimonios que amplían nuestra perspectiva respecto a temas tan palpitantes.
«Mujeres que f0llan» no sentencia, únicamente expone. Y por ello me he encontrado relatos crudos, relatos humanos, divertidos, tristes, esperanzadores, emocionantes… Y, de paso, me ha enseñado lo muchísimo que me queda por vivir.
Y es que… ¡Chicas, nuestra sexualidad importa! ¡Y vaya si importa!
Es muy interesante, pero la poca variedad de rango de edad de las participantes ha hecho que me resulte un poco repetitivo (exceptuando el bonus track). Aun así, me ha encantado ver relatos tan honestos sobre un tema del que tanto callamos.
Abandono en el décimo testimonio. No me ha gustado nada, la verdad. Valoro el hecho de que el mensaje de "es importante reconocer la libertad sexual en las mujeres" queda expuesto. Aún no hablamos lo suficiente, y eso que hablamos mucho, sobre conquistar ése terreno desde el cual se nos intenta llamar malas o p*tas o g*arras. Pero no sé, los testimonios en sí no me decían nada nuevo ninguno, son temas muy trallados ya si sabes de feminismo. Luego el tono parecía siempre el mismo, no hay mucha diversidad en esas mujeres, hasta el punto en que te cuestionas si son testimonios reales o una construcción narrativa y ya. Un tono, por cierto, demasiado similar a un hito bastante cuestionable de nuestra adolescencia: la Súper Pop. Son todo mujeres del mismo rango de edad que entienden el sexo de una manera, todas ellas, bastante masculinizada, la del porno mainstream...No es que esto sea cuestionable. Esto guay, es lo que es. Lo que es cuestionable es que todos los relatos sean así, que sea lo mismo de lo mismo de lo mismo todo el rato, y solo los testimonios sin ningún hilo conductor tipo ensayo.
Pues sí, en este libro aparecen mujeres...Y sí, son mujeres que follan... Algunas de ellas, al menos... Otras no... En fin, no sé... He terminado su lectura (ni demasiado profunda, ni demasiado interesada, lo admito), y mi pregunta ahora mismo es... ¿Para qué se ha escrito esta obra?
No es que no aporte, ojo, ni que los relatos recogidos en sus páginas no merezcan ser contados. Pero son cuarenta testimonios, como podrían ser otros cuarenta cualesquiera. Su conjunto no proporciona enseñanza alguna, ni invita a la reflexión, ni sirve como muestra representativa de nada. Y, aunque hay algún que otro pasaje excitante (dos o tres, todo sea dicho), ni siquiera eso es la norma (aunque tampoco lo pretendiese la autora). Más parece un cotilleo segmentado que... Que otra cosa.
Una decepción que no osaría recomendar. No es un horror, pero sí me ha parecido un libro mediocre, desganado e interesado. Similar a que yo escuche las biografías resumidas de mis amigos, las copie en un volumen y las publique sin aportar nada. Ni siquiera un sentido unitario.
La obra es una colección de confesiones de mujeres respecto a su sexualidad, a su pasado, a cómo aprendieron, a cómo han evolucionado. Por lo general, la tendencia es a que todas ellas son unas liberadas, disfrutan del sexo y buscan maneras de vivir experiencias nuevas, meterse en grupos de texting, ir a intercambios de parejas, playas nudistas, acostarse con chicos o chicas mayores o menores...
La autora ya anuncia en el prólogo que no espera realizar una crónica, ni una novela ni un libro documental sobre el tema. Simplemente ha redactado el libro que a ella le hubiera gustado leer. Y me parece que ha quedado muy repetitivo. Las confesiones de las mujeres están hechas en base a entrevistas, pero me ha parecido que todas ellas tienen la misma voz, no profundizan en temas que me interesaban más, como la consideración de infidelidades, o alguna reflexión más profunda sobre el amor. Todos esos temas se tocan de manera muy superficial.
Ha sido entretenido para leer algunas historias, pero no me ha aportado más.
«El sexo nos acompaña a todos desde que nacemos. No solo eso, sino que lo vivimos de diferente modo a lo largo de los años. Y, contrariamente a lo que nuestra amiga Miley piensa, las mujeres experimentamos el mayor pico de deseo sexual cumplidos los 40. Por eso me he pasado el último año entrevistando a mujeres de esta edad que viven en Barcelona. Porque todo influye a la hora de practicar sexo: la ciudad donde has nacido, el barrio donde te has criado, la familia de la que procedes, la clase a la que perteneces, la educación que has recibido, el colegio donde fuiste, tu círculo de amistades, tus primeras experiencias y, por descontado, tu carácter. […] Estas mujeres me han dicho qué les gusta en la cama y cómo llegan al orgasmo, pero también me han contado sus inseguridades, han compartido conmigo sus miedos, sus fracasos, sus sueños y sus fantasías. Admitámoslo: el sexo nunca es solo sexo.»
He leído este libro MAL: del tirón, como leo todo, como si fuese una novela, y así no se puede, porque son casi 30 testimonios con mucho contenido y necesitan cada uno su tiempo y su espacio, para asimilarlos sin que se mezclen. Así que va a quedarse cerca para leerlo otra vez, pero de a pocos.
Como además de prisas soy una snob, al principio le puse muchas pegas, hasta que me di cuenta de que estaba exigiendo coherencia absoluta, algo que solo puede existir en la ficción (y en la mala, si me apuras), a las experiencias de vida.
Experiencias de vida sexual, probablemente no representativas de la mayoría de la población (hay ya de entrada dos sesgos importantes: tienen que ser mujeres dispuestas a contarla, tienen que ser interesantes a ojos de la autora) pero cuya visibilización nos permite entender mejor a las personas que nos rodean y a nosotras mismas. Experiencias que no son guía, imperfectas como lo son las humanas que las practican, pero que sí pueden iluminar parte de nuestro camino o descubrirnos otros nuevos.
Como siempre, un placer leer relatos en primera persona tan íntimos y, sobre todo, desprovistos de la carga moral que frecuentemente tienen.
Este libro me ha parecido muy interesante. Se ajusta a lo que vende la autora: es un libro que incluye historias sobre sexualidad de mujeres de más de 40 años. Sin embargo, es importante destacar que no recoge todas las realidades. La mayoría de los relatos son historias de mujeres con una alta actividad sexual y con posturas flexibles y reflexivas con sus experiencias sexuales. Un aspecto que me ha gustado mucho es que se cuenta la historia en primera persona, lo que me ha permitido conectar más con las mujeres y sus relatos.
En definitiva, es un libro que recomiendo leer siempre y cuando no se entienda como un reflejo realista de la vida sexual de TODAS las mujeres.
Es un libro que he tardado mucho en leer. Me ha resultado aburrido en ocasiones. Lo he ido leyendo a intervalos cortos. Despacio. He sacado algunas ideas interesantes en las que indagar como el PNL y los retiros de la escuela de mujeres sobre sexualidad femenina. También una lectura 'la mujer oceánica'. He aprendido sobre prácticas, etiquetas y vocabulario sexual que desconocía. Considero que después de leer este libro, he abierto la puerta y sacudido algunos prejuicios. Algo que considero muy positivo. Siempre he sido un tanto cuadriculada y siento que estoy cambiando. Me gusta haberlo leído hasta el final, aunque algunos relatos no me dijeran nada, otros me han hecho conectar con otros seres humanos a los que suelo juzgar y menospreciar. Y eso me hace mejor persona y también más libre. He abierto una ventana.
El libro en sí no está mal porque da mucha visibilidad y rompe tabúes con la sexualidad de las mujeres. Si que es verdad que muchas historias son muy parecidas entre ellas y se hace repetitivo. Pero bueno, leer mini historietas de estas de vez en cuando no viene nada mal y son amenas.
Mujeres que follan es un libro que se adentra en la sexualidad femenina a través de relatos íntimos y sinceros de mujeres adultas españolas. Desde una perspectiva feminista, explora cómo el patriarcado ha condicionado la vivencia del deseo, el placer y las relaciones sexuales, y cómo las mujeres han trabajado por resignificar estos aspectos en un mundo marcado por prejuicios, tabúes y estructuras opresivas.
Adaia Teruel da voz a mujeres que comparten sus experiencias en una amplia variedad de realidades y orientaciones: monogamia, poliamor, relaciones lésbicas, BDSM, transexualidad, prostitución, entre otros. Más que un libro sobre sexo, es una reivindicación de la libertad sexual como una forma de resistencia y empoderamiento frente a las imposiciones patriarcales.
El placer femenino sigue siendo un tema rodeado de tabúes. Obras como esta abren una puerta a la normalización y amplían la visión sobre otras formas de vivir la sexualidad alejadas de las normas heteropatriarcales y falocentristas. No obstante, me han faltado referentes de mujeres de otras edades. Los dos últimos relatos son un ejemplo de cómo este libro se podría haber enriquecido al incluir testimonios de mujeres de otras generaciones.
Mujeres que follan es una obra poderosa, necesaria y transformadora que invita a reflexionar sobre sexualidad y feminismo. Si buscas un libro que te desafíe, te haga cuestionar ideas preconcebidas y te conecte con experiencias femeninas diversas, esta es una excelente elección.
Muy bien el principio y todas estas historias de mujeres increíbles todas diferentes con grandes historias que contar. Experiencias buenas y malas, complejos, problemas de la sociedad,formas de ver la vida, complejos, gustos muy variados.. etc. Sin embargo demasiado aburrido de mitad en adelante me parece todo el mismo rollo. La mitad del libro me lo fulminé pero la otra mitad me ha costado horrores
Creo que con la mitad de las historias habría puesto una mejor puntuación.
Entiendo la dificultad demasiado filtrar historias tan únicas y tantas experiencias vividas.. pero me bastaba con la mitad del libro.
"Elijo confiar en la otra persona, así como confiar en mí. Evidentemente es un acto de fe. Pero ¿qué vas a hacer? ¿Empezar una relación con miedo? ¿A medias? ¿Sin confiar en la otra persona? O sea, te traes a alguien a casa para que te vea desnuda y os corráis juntas todos los días, pones en paralelo tus recursos, gastas tu tiempo en ella y al mismo tiempo no confías en esa persona"
Viene bien si se lee un capítulo de vez en cuándo, porque de lo contrario, se vuelve tedioso, demasiado repetitivo.
Es un buen trabajo de visibilización pero, en mi opinión, poco más.
Los testimonios no son significativamente diversos, no hay una conducción, no hay gran reflexión por parte de la autora y tampoco me ha provocado demasiadas emociones (excepto la incomodidad ante algunos relatos bastante duros). Mi sensación durante la lectura ha sido "ok, pero a dónde nos lleva todo esto?".
Entiendo que para quien no tenga claro que las mujeres viven su sexualidad será una revelación, en cualquier otro caso no lo recomendaría.
Massa repetitiu. No enganxa ni pel morbo. Es nota la guionització; fixant-s'hi una mica, seria fàcil esbrinar les preguntes del qüestionari, perquè l'estructura és pràcticament idèntica en totis lis testimonis (algunes preguntes que es formulen a tothom, així de memòria: la primera vegada, Tinder, Satisfyer o no, BDSM, abusos infantils). A més, com que l'univers de la mostra és d'unes característiques molt restringides, la majoria de casos són pràcticament calcats.
Es un libro que habla sobre diferentes maneras de entender el sexo por distintas mujeres. Está muy bien ya que hay un amplio espectro que no se basa solo en lo "típico". Lo que menos me ha gustado es que todas las mujeres entrevistadas tienen el mismo rango de edad. Estaría bien que hubiese sido un rango más grande, para ver cómo cambia a lo largo de la vida el sexo en la vida de una mujer.
La verdad es que me ha decepcionado bastante. Llega un punto que las historias son muy similares entre sí y se vuelve muy repetitivo. Tampoco acaba de quedar claro el objetivo del libro. Entiendo que es dar visibilidad a esas mujeres y puede servir para ese rango de edad que se puedan sentir diferentes. Al no estar en ese grupo no me ha aportado nada especial.
Infumable. Desde el punto de vista literario, lo peor que he leído en mucho tiempo. Las historias que se cuentan podrían ser esas u otras cien mil... ¿Qué criterio se ha seguido? En fin, no lo recomiendo.
Pareciera que es muy repetitivo en casi todas las historias, incluso te hace dudar si es real como lo dice ya que el tono es el mismo siempre. Hubiera sido mejor si hubiese abarcando un rango más amplio en la edad aunque entiendo que no era ese su propósito de Adaia Teruel
Muy interesante conocer como viven las mujeres la sexualidad dependiendo de sus circunstancias, vivencias, creencias, experiencias, identidad, etc aunque se me ha acabado haciendo un poco pesado.
Interesante. Revelador. Una lectura que, al tratarse de una historia diferente en cada capítulo, hace que pueda leerse de forma intermitente alternando con otras lecturas.
Un must read para acabar de una vez con la idea del sexo machista. Una cuantas historias de sexo y sobre sexo contadas por mujeres over 40. Porque el sexo no tiene que tener edad