Keka, hija y nieta de marinos, falta una mañana al instituto para acercarse al puerto a saludar a su padre, capitán del remolcador Antares y, de paso, ver a Abdú, el chico que le gusta. Al llegar, el barco está desierto. Decide subir a bordo, y se tumba en un camarote a esperarlos, pero se queda dormida. Cuando se quiere dar cuenta, el remolcador ha zarpado para rescatar a unos náufragos. Sin posibilidad de volver a puerto, el capitán debe cumplir la misión con su hija a bordo, en una travesía completamente imprevisible en la que se jugarán la vida.
Francisco Díaz Valladares nació en el Aljarafe sevillano y vive en la Línea de la Concepción. Desde los diecinueve años ha dedicado gran parte de su vida a recorrer mundo. Contador de historias nato, posee una imaginación desbordante, lo que le permite crear estas aventuras que nos trasladan a lugares exóticos visitados personalmente por él.
El libro está bien, con situaciones de lo más espeluznantes, sobretodo cuando el mar se convierte en algo que el ser humano no puede controlar. Ahí el autor se ha salido describiéndolo. Sin embargo, Keka, la protagonista, es muy cambiante. Es capaz de describirte las cosas, el ambiente, etc. muy bien, y saber más de navegación que cualquier otra persona... y luego habla fatalmuy mal. Vale que tiene catorce años, pero según va pasando la novela, parece que tiene 18. Puede que por las situaciones por las que pasa le hagan madurar de golpe. Pero, ays... eso me ha fallado. Keka podía haber dado mucho juego si hubiera tenido más edad y madurez.
Qué decepción de libro. Este libro lo tengo desde hace mucho tiempo, porque estaban por el día del libro regalando libros en la biblioteca de los que se querían deshacer hace algunos años. De verdad que comenzó muy bien, pero fue en caída.
La escritura la verdad es que estaba muy bien. Aunque no había citas destacables, era simple, entretenida, directa y se notaba que el autor sabía mucho sobre lenguaje de barqueros, y a pesar de que yo no tengo ni idea de esa terminología, no me resultaba confuso.
La historia estaba interesante, con toda esta trama de qué le va a pasar al papá por tener a su hija en el barco, qué le va a pasar a la protagonista, si morirán por la tormenta, quiénes son los que les mandaron a rescatar. Diría que la subtrama más interesante era el triángulo amoroso entre la protagonista, Abdu y Rául.
Casi desde el principio yo estaba de parte de Raúl porque me parecía un buen tipo, se notaba considerado y detallista con la protagonista y eran buenos amigos desde hace mucho tiempo. Aunque tampoco me hubiera molestado que se quedara con Abdu, ya que también me caía bien.
El problema llega cuando descubrimos quiénes son los que van a rescatar, porque ahí entra un poco de xenofobia y racismo. Primero que todo, se hace como que demasiado énfasis en que los piratas son sudamericanos. No especifican de donde, solo que son de Sudamérica, porque al parecer los personajes son incapaces de identificar un solo acento. Por la manera en que había explicado Iñaki que funcionaban los barcos fantasmas, pensé que eran barcos que se compraban en Latinoamérica y los utilizaban los europeos, pero el autor no quiso que fuera así.
Aparte la manera en la que describían los inmigrantes africanos, como animales, que no podían controlar sus impulsos, y también medio como pobrecitos y perpetuando con ese rescate el cliché del white saviour, no me gustó para nada.
En otros aspectos menos racistas y xenófobos, no entiendo porque el autor insistía en que la protagonista llamara al tipo ese el Pecas, incluso después de que se supiera su nombre, cuando llamaba al resto de la tripulación por su nombre.
Tampoco me gustó que Abdu se marchara sin dar explicaciones y que simplemente después le enviara una carta a Keka, y ni dieran ningún tipo de resolución sobre si lo fue a ver o qué.
Tampoco me gustó que Agustín muriera y lo dijeran muy por encima, como si no hubiera sido un personaje super importante para la historia y una persona muy importante para la protagonista. No enseñaron nada del duelo de los personajes, simplemente lo mencionaron casi que de pasada.
Que dijeran que Raúl y Keka se casaron porque el que se sigue la consigue, me pareció muy desagradable. Me parece que le quitó todo lo bonito que podía tener su historia de amor. Tampoco me agradó que se retiraran su padre e Iñaki de la navegación cuando era su pasión, ni que la prota se hiciera capitana cuando era obvio que no le gustaba y que probablemente salió muy traumatizada después de todo lo que pasó en el libro.
En fin, una gran decepción, no lo recomendaría, y lo único que dejo es la única cita que se me hizo memorable del libro: «La vida no es esperar que pase la tormenta, la vida es bailar bajo la lluvia.»
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⚠️SPOILER ALERT⚠️ La primera mitad del libro es un poco aburrida, no pasan muchas cosas interesantes. La segunda mitad es más entretenida, se vé más acción, más movimiento, que es un poco lo que espero sobre una historia en algo tan inmenso y aterrador como lo es el mar. Me sorprendió la parte de los piratas, es algo que no me esperaba, suponía que iba a haber acción, pero no me esperaba eso. Me chocó un poco que haya una relación entre una adolescente de 14, casi 15, con un chico de 19. Pero como el libro no se centra en romance ni mucho menos, no es algo que me haya molestado demasiado. Es un buen libro para pasar el rato, es cortito, por lo que se lee rápido y está interesante.
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